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Es imposible no hartarnos de todo, incluso de lo que más nos apasiona en la vida. ¿Te ha pasado? Después de una significativa constancia musical, Placebo decidió tomarse un tiempo para descansar de su proyecto, “vivíamos en una especie de burbuja de rock”, declaró Brian Molko a lo largo de una entrevista. Mucho se le cuestionó a la triada por este break inesperado pero inevitable; para entonces todos se sentían agotados, emocional, espiritual y físicamente.
Cerca de dos años bastaron para que Placebo volviera al ruedo con un cuarto álbum de estudio que dio mucho de que hablar en su momento. Hace 20 años Brian, Stefan y Steve presentaron Sleeping With Ghosts un material de 12 pistas que fungió como un parteaguas en su trayectoria musical. La cumbre del éxito se vió reflejada.
Jim Abbiss se encargó de la producción de este LP que por primera vez se concentró en un único y claro concepto que englobaba las relaciones amorosas; las almas gemelas y por si fuera poco, las rupturas dolorosas. Desde el cover art se podía identificar una apuesta mucho más arriesgada, pues la banda convocó al fotógrafo de modas Jean-Baptiste Mondino (Björk, David Bowie, Madonna), para que trabajara en la síntesis del concepto, logrando así, una portada de un par de amantes; -un hombre semidesnudo y una mujer fantasma-, quienes se encontraban dándose un abrazo apasionado.
“Una colección de historias cortas sobre un puñado de relaciones” es una buena definición de Sleeping With Ghosts ofrecida por el líder de la banda, sin embargo, el disco es algo más que eso. Es una apuesta compleja, incluso agresiva, que claramente nos habla de lo mucho que arriesgamos en el amor, en este espacio de tiempo en el que nos atrevemos a experimentar emociones tan fuertes que luego no podemos canalizar. Nos habla de los procesos que atravesamos para mejorar o de menos intentarlo.
Escuchar este disco es darse cuenta de que Placebo nunca estuvo interesado en seguir la misma fórmula; que el tiempo le ofreció una nueva perspectiva de las cosas y una vía fácil para aprovechar las nuevas oportunidades. Y claramente lo hizo.
Sleeping With Ghosts abre con “Bulletproof Cupid”, una rola que se siente atascada entre el constante golpeteo de la batería y el frenesí de la guitarra; hay arreglos y percibimos un sonido rápido para poder entablar una conversación sobre lo poco divertido que es pasar tiempo con alguien en especial. No obstante, “English Summer Rain” consigue mostrar la nueva faceta del trío con una base mucho más electrónica, aquí el verdadero conflicto y la razón por la cual el disco fue tan criticado en su momento. Sonaba a un pop rock con electrónica que parecía no tener ni pies ni cabeza pero a su vez se sentía tan clásico como “This Picture”, que a su vez reflejaba esa precaución del mundo problemático.
El tema que da título al disco tiene tantos destellos de electrónica que está bien complementada con la instrumentación de fondo, si bien, no es una rola que te vuela la cabeza, si hace que ésta se fragmente un poco para luego decirte que las almas gemelas nunca morirán. Siguiendo con las secuencias rápidas, “The Bitter End”, es una canción que se percibe como liberadora e incluso agresiva y violenta; tremendamente le hace justicia porque esto se siente como un suicidio lento y triste.
Posteriormente encontramos un contraste sonoro y lírico en el que la banda argumenta que por momentos todo quedó en el olvido, pero a veces tendemos a recordar las cosas como en “Something Rotten” o bien en “Special Needs”, que fluyen entre lentas armonías, arreglos, distorsiones, experimentaciones; haciéndote sentir en medio de la galaxia.
Placebo se muestra distinto cuando escuchamos rolas como “Plasticine”, “I'll be Yours”, “Second Sight”, “Protect Me From What I Want”, que se elevan entre instrumentaciones lentas, complejas, pesadas, cubiertas de un misterioso velo que no deja ver su realidad, que nos hablan de las veces en las que olvidamos ser tal cual somos, de cuánto damos por esa persona especial, de las veces en las que nos alejamos por el miedo al daño que podemos hacer y de la mística protección hacia lo que más deseamos; particularmente a nuestros deseos más oscuros. El material cierra con “Centrefolds”, una balada preciosa que nos conecta con el tiempo, y lo mucho que tenemos que esperar a que algo suceda.
Si bien, es un disco que puedes amar u odiar desde su primera reproducción, recomiendo darle un tiempo para comprenderlo. Puede resultar exquisito escucharlo porque te hará recordar lo mucho que puedes estar expuesto a la vida, a sentir, a enamorarte, desilusionarte y dejar partir. Los olores me traen recuerdos y hoy quiero recordar a Sleeping With Ghosts, como una clásica combinación de tabaco y cerveza a plena luz de la mañana.
20 años han pasado desde este momento y se podría decir que es el álbum más conocido de la banda por todos los comentarios que giraron alrededor de él. ¿Es su mejor disco? La verdad es que no, pero sí representó ese paso a que su música llegara a nuevas generaciones.