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Por una lado “...ingenioso, sincero, honesto y ocasionalmente desternillante” (Barry Nicolson a través de NME); por otro, “una crisis de identidad” (Mojo, 2011), “uno de los discos de rap más desagradables de este año” (Ian Cohen vía Pitchfork, 2011). Este álbum es en pocas palabras el símil de la polémica y el big bang comercial de Donald Glover, A.k.a. Childish Gambino.
Aunque el rapero poseía cierta fama y aprobación previo a este, su primer álbum de estudio bajo el sello Glassnote Records, gran parte de la audiencia no parecía estar muy convencida de su nueva faceta musical, aún sin ser considerado un principiante.
Como actor, productor, guionista, comediante y colaborador en diversas producciones televisivas como 30 Rock, Community de la NBC y actuaciones en Comedy Central, poseía cierto dominio, pero quizá no el suficiente o lo bastante agradable para aquellos puristas del rap y el hip-hop.
Aún después de su álbum debut, Sick Boi (2008), Poindexter (2009) y un par de mixtapes como I Am Just a Rapper y I Am Just A Rapper 2 (2010) —lanzados de manera independiente—, Glover logró polarizar la conversación y entrar en la cabeza del escucha a través de este disco, con el que inició su carrera de manera poco convencional pero muy efectiva.
Al interior de esta producción, el oriundo de California parece tener en claro cuál es su capacidad como ente cómico, pues implementa ciertos elementos sucintos en gran parte de su lírica, track por track.
Aunque para algunos el centro focal no se limitó a la gracia de sus alocadas combinaciones, sino en el ingenio, la sinceridad y lo hilarante, para otros solo era un fanfarrón que sobrepasó la delicada línea tópica racial, las relaciones personales, y el significado del verdadero hip-hop, a través de un personaje incomprendido que construye una falsa persona ajena al mundo del rap.
Si bien aparenta estar obsesionado con la versión antagonista del rap gangsta y la estética predominante del hip-hop —que no encaja en su molde personal—, también se manifiesta como alguien que no contempla al grupo de "raperos convencionales", aquellos que no utilizan el recurso de su singularidad de una manera tan insegura, sino más audaz y orgullosa.
En su intento por encontrar esa peculiaridad, musicalmente se le nota influenciado por artistas como Lil Wayne, Kanye West y demás artistas que él mismo criticó en sus letras; además de haber sido comparado en numerosas ocasiones con el quinto larga duración de Ye, My Beautiful Dark Twisted Fantasy, que si bien no era una copia, parecía estar simplemente planteado a semejanza de toda su discografía hasta ese LP en específico.
Camp encuentra un salvavidas en mar abierto, y eso se debe al marco referencial de la cultura pop a la que remite: Mumford & Sons, Radiohead, Sufjan Stevens, Drake, o series como The Wire (Netflix), películas como El Cienpies Humano, y demás analogías cómicas interesantes y en ciertos momentos digeribles.
En este momento puntual de su carrera, Gambino parecía estar consciente de su condición como hardcore nerd, al que se le atribuye una inteligente y consciente relación con sus inseguridades.
A expensas de algunos versos misóginos —mismos que cualquier rapero en esta década podría haber creado — el músico palpa su pasado y se enrolla de manera personal en algunos relatos, donde expone problemas escolares, “la sensación de no ser nunca lo suficientemente ‘duro’ o ‘negro’ para satisfacer a sus compañeros, las muchas personas que le han llamado gay y su afición por las mujeres asiáticas”, además veros anecdóticos sobre el rechazo social mientras viaja en un autobús de regreso de un campamento.
En “Bonfire”, el músico menciona "Soy el padrastro del rap - sí, me odias, pero me respetarás", verso que de alguna manera resulta ser una afirmación real a largo plazo. En la contemplación de su extenso camino por la industria, Camp es el álbum que fundó el sendero predilecto de sus próximas producciones discográficas, aún después de la fuerte crítica y las bajas calificaciones en los medios internacionales.
Odiado o no, hoy es lo que es. El primer disco comercial del escritor, director y creativo multi task, alias “el que todo lo puede, todo lo sabe y lo que no lo inventa”, Childish Gambino. Y bueno, el resto es historia. ¿Hay alguna duda?