A 10 años del ‘Buen Soldado’ de Francisca Valenzuela 

“Preparados para luchar y no dejarse vencer”: Este es el Buen Soldado, una producción discográfica que marcó una pauta en la carrera de la cantante y compositora chilena.

Si para aquellos con la facilidad de incursionar y mantenerse en la industria es un reto, para un artista sin esa suerte lo es aún más; este fue el caso de Francisca Valenzuela, quien a través de su música creó su propio espacio y así saltó al éxito con este parteaguas hecho disco. 

En un recorrido por 12 tracks, Valenzuela muestra su lado más confesional y primitivo, donde el cuestionamiento de los roles de género, la crítica social y política, la tristeza, el deseo y la duda se licúan hasta mezclarse de manera homogénea, y así constituir una de sus piezas más reconocidas en su paso por la música popular latinoamericana.  

El preámbulo

Con tan solo 13 años de edad y sus dedos sobre las teclas de un piano, la primera impresión sonora que emanó de ella comprende del tema “Peces”, mismo con el que postuló sus influencias de pop, jazz, folk y pop rock alternativo para sus primeros dos trabajos discográficos, y con el que se proclamó como artista independiente en 2006. 

Tal y como cualquier otro músico en la primera década de los dos miles, Francisca buscó oportunidades en diverso espacios y medios de difusión, por lo que obtuvo un realce considerable gracias a algunas presentaciones destacadas, entre ellas junto a Julieta Venegas en el Teatro Caupolicán de Chile,  y el acompañamiento de los hermanos Durán (Los Bunkers) en la producción de su primer disco Muérdete la Lengua (2007).  

El disco, más allá de la música

Con su prolífico despegue, en enero de 2011 el mundo vio nacer el primer sencillo “Quiero verte más”, que pertenece a este disco de aniversario lanzado en marzo de ese mismo año y que abrió paso con su presencia internacional para ser catalogado como un hito en su repertorio. 

Buen Soldado es un larga duración que nace de la necesidad de comunicar y expresar ciertas inquietudes (hecho que se reafirma desde su formación como periodista), en ese entonces, un planteamiento y desarrollo de ideas provenientes de su contexto. Es un recorrido por distintas facetas en las que se evocan tópicos sobre perspectiva de género, como en su tema homónimo “Buen Soldado” y “Mujer Modelo”: canciones que enaltecen características tergiversadas y satíricas del rol masculino y femenino. 

Además de sentimientos como el deseo y el desamor, como en “Que sería”,  “Quiero verte más” o “Los que siempre arrancan”, donde se encuentra una dicotomía que posee una vibra upbeat, caricaturesca, entretenida, con ritmos bailables, pero líricas tristes. O temas de crítica social y carencia política, que según la compositora, solo tratan de brindar un mensaje distinto y de reflexión a través de una historia. 

La huella de un buen soldado

A 10 años del lanzamiento, los vestigios de este LP se hacen presentes en distintos proyectos que la llevaron a destacar en el ámbito musical, y a su vez en el activismo, p.ej con la creación de su plataforma Somos Ruidosa, que incentiva la cultura pop y la acción en pro de movimientos feministas y sociales; O en sus producciones posteriores Tajo Abierto (2014) y La Fortaleza (2020), con los que ha buscado ser la voz de las necesidades y preocupaciones desde un lado femenino, en especial con este último disco que vio la luz a principios del año pasado.

El Buen Soldado constituye en esencia y forma parte de la acción de Francisca Valenzuela durante más de una década en la música, por lo que aún existe un vínculo ligado a sus composiciones actuales y su propuesta hoy en día. Es un disco juguetón que no solo inmiscuye entre sus pianos y beats picarescos el disfrute, sino la reflexión y el alma de una representante de la música chilena dentro del continente.