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Siempre es importante el recordatorio de que Babasónicos tiene una de las discorgafías más importantes y versátiles de la música en Latinoamérica, una banda que siempre apostó por la evolución y a la que nunca se le ha podido recriminar algún estancamiento, ya que siempre parece que va un paso adelante. Y creo que buena parte del fenómeno que es Babasónicos, más allá de lo que hizo en Argentina en los noventas, ocurrió entre 2001 y 2013, de Jessico a Romantisísmico.
Si hubo una banda que vaya que apostó en los dos mil por hacer discos constantemente y evolucionar en Argentina sin duda fue Babasónicos, que luego del éxito de Jessico buscó nuevos caminos con Infame, Anoche, Mucho, a Propósito y finalmente Romantisísmico, que cerró una etapa de lanzamientos que salían con dos o tres años de diferencia.
Tras Romantisísmico hubo que esperar cinco años para el lanzamiento de un nuevo disco inédito de la banda.
Luego del brillante A Propósito y una gira por grandes festivales, Babasónicos se instaló entre marzo y abril de 2013 en sus estudios llamados Funo, donde con la colaboración en la mezcla de Phil Brown salió un disco que más allá de las canciones, era un concepto audiovisual sumamente interesante y encantador.
Romantisísmico es un álbum elegante, que brilla por su producción y por el buen uso de instrumentos orgánicos en cada canción. Llama la atención la forma en la que la banda diseñó el sonido de este disco, ya que si lo comparamos con A Propósito, no hay grandes destellos de sintetizadores o sonidos futuristas.
Las canciones logran por sí solas hacer de este disco una obra memorable. Podemos partir de "La Lanza", canción retadora y poderosa, acompañada de un ritmo peculiar y percusiones que te hacen levantarte a bailar.
De ahí viene "Aduana de Palabras", un tema genial, quizás un poco triste pero al mismo tiempo reconfortante, que te hacía sentir como en un atardecer, después de la lluvia, sin responsabilidades y con una atmósfera al final optimista.
La suavidad de sus anteriores temas colapsa con "El Baile de Odín", una canción agresiva y que tiene todos los ingredientes para ser una de las que siempre que se toca, prende en los conciertos. De hecho, un buen tiempo fue uno de los temas con los que abrían sus presentaciones en vivo.
Contrasta la refinada "Run Run" con su ritmo fluido y guitarra coloridas, sumadas a coros pegajosos y dramáticos por momentos, esto para finalmente llegar a "Los Burócratas del Amor", quizás el tema más importante del disco, que se volvió un himno gracias a aquél "¿Cuánto vale un rato más a tu lado?".
El estilo de Romantisísmico se consolida en canciones como "Negrita", que se siente como una pieza suave, romántica aunque un poco dolorosa al narrar el fin de un amor, de esa "economía de te quieros" y finales anunciados de algo que era especial hace tiempo.
En la segunda mitad aparece "Uso", una canción a mi parecer infravalorada de Babasónicos, en la que la banda se prestaba en vivo para hacer versiones largas, jugando con una caja de ritmo y su riff de guitarra de los versos que se sentía tan particular. "Uso" es un tema acelerado, quizás el más bailable y divertido.
Es aquí donde Romantisísmico llega a una parte lenta con temas como, "Humo", "Casi" y "Uno Tres Dos", canciones que si bien no eran tan explosivas, mantienen una narrativa fuerte en sus letras y tienen gran valía debido a sus cambios de ritmo y trabajo de instrumentación, desde el trabajo de las guitarras acústicas en "Humo" a los beats electro de "Uno Tres Dos".
Rumbo al cierre aparece "Paisano", una canción con tintes country que si bien puede desencajar un poco con la atmósfera de todo el álbum, también fue una de las favoritas de la banda en vivo, formando un combo para bailar junto con "Desfachatados" de su álbum Miami. Los solos de guitarra de este tema y el recordatorio de "tan poca cosa" que somos, da como resultado una canción alegre.
El cierre lo protagoniza "Celofán", una canción llevada principalmente por la voz de Dárgelos y una guitarra acústica, que narran un tema melancólico, de alguien que busca caricias y sonrisas en los reproches, que habla de cómo ser débil, de caer ante alguien mientras parece que todo llega a su fin.
La obra visual que rodea a Romantisísmico es casi como una minipelícula, donde Dárgelos es protagonista a través de distintas identidades que por momentos se juntan en un universo.
"La Lanza" fue la canción con la que salió la primera parte de esta serie de videos, en la que vemos al vocalista volver de la muerte, vestido de un traje blanco, para finalmente explotar a mitad de la calle.
Luego sigue el de "Aduana de Palabras", donde aparece Dárgelos caracterizado de pantera, en una ciudad a blanco y negro, que vive el encierro tras rejas en un momento y una soledad mientras está en libertad por las calles, que se acomoda con la historia de la canción, de todas esas palabras sin pudor que hablan por uno.
Todo termina en "Celofán", donde vemos al Dárgelos ensangrentado del "La Lanza" andar en silla de ruedas por las calles y a la pantera de "Aduana de Palabras" encerrada.
Cantan con dolo el último tema del álbum: el Dárgelos de traje es embestido por un camión y la pantera se resigna al encierro.
Romantisísmico es pura elegancia, un disco sofisticado que mezcla múltiples sentimientos y emociones, que es un punto importante en la carrera de Babasónicos, ya que la banda tuvo una de sus épocas en vivo más sorprendentes en aquellos años antes de llegar a las reversiones de Impuesto y Repuesto de Fe.
Una botella de perfume incendiada para ser una bomba molotov, ¿quién diría que había una forma tan exacta de definir a Babasónicos?, una de las bandas más grandes de Latinoamérica.
Romantisísmico fue ganador del Grammy Latino por Mejor Álbum de Música Alternativa en 2014. Te invitamos a redescubrirlo a 10 años de su lanzamiento, el primero en el que Babasónicos priorizó el formato digital de las plataformas de streaming antes que el disco físico.