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Los triunfos de la música independiente tienen un mérito de gran importancia, sobre todo cuando hablamos de los proyectos hispanos, donde las condiciones suelen ser más complejas. Afortunadamente hay cientos de ejemplos de artistas que sin necesidad del apoyo de una disquera pudieron dejar un legado, o sencillamente hacerse de un lugar importante en la industria, eso si, a puro trabajo duro. Vetusta Morla es uno de los casos más nobles e importantes de los últimos años dentro de la gestión independiente y ahora te contamos por qué.
La agrupación formada en 1998 dio decenas de vueltas por España durante una década sin tener ni siquiera un álbum publicado. La juventud española sabía de oído sus canciones y de vez en cuando podía acceder a sus demos autoproducidos. Fue en 2008 que detonó una bomba llamada Un Día En El Mundo, misma que ayudó a elevar su impacto y hacerlos llegar a otros países. La prensa especializada española catalogó esta obra como el "mejor primer disco en la historia del rock" en su país, y vaya que se puede pensar, ya que gracias a este registro la banda tuvo una gira exitosa de poco más de dos años con sold outs y premiaciones por doquier.
En 2011 llegó un nuevo reto para Vetusta Morla, y este era el del complicado segundo álbum de estudio. Altamente esperado y nuevamente bajo su propio sello Pequeño Salto Mortal (tal vez en honor a la canción de Los Rodríguez), salió a la luz el seis de mayo Mapas. Cabe señalar que la agrupación subió tres días antes a diversos servidores de streaming las canciones, de algún modo repitiendo el hito que ayudó a la popularidad de su disco anterior.
Inicias el álbum con "Los días raros" y todo lo que hay en el mundo se reduce a un solitario piano tocando un La en bucle, de a poco se incorporan otras notas, guitarras atmosféricas y demás. La voz de Pucho lleva la dinámica de una canción de seis minutos y medio que tiene un formidable crecimiento, al punto de crear un final lleno de explosiones y satisfacción. Abrir los ojos y ver que la vida se va esfumando, reorganizarse y ver con una mejor cara al futuro. "Sin carbón no hay reyes magos", es la sensación que brinda un tema que se podría decir que es el más significativo en toda la carrera de Vetusta Morla, que con una década de antigüedad es el tema de cierre en sus conciertos casi siempre.
Luego de una introducción tan cinematográfica es que aparece "Lo que te hace grande", una canción introspectiva para encontrar eso que tenemos, nos hace únicos y a veces nos cuesta trabajo voltear a ver y valorar, aunque también es bueno no saber de vez en cuando qué es "eso". La agrupación respeta el aura de su primer álbum y lo incorpora de manera un poco más orgánica en esta segunda producción, de hecho, dentro de este tema es posible escucharlo en las guitarras con distorsiones pastosas y baterías con afinación aguda. "Pero no hay colisión, ni ley ni gravedad que te pueda hacer caer, aunque tiren a dar", puntualiza la letra.
"En el río" fue el primer avance de Mapas, un tema que levantó las expectativas de la gente tras volver a la metódica de las letras complejas pero sublimes e intensas. La canción se torna bastante intensa gracias a las agresivas baterías de David "El Indio" mas la voz de Pucho que se muestra rasposa y potente. Contrasta el siguiente tema del álbum que es "Baldosas amarillas", ya que el escenario abre luces tenues rumbo a una balada ilustrada con guitarras en clean y suaves teclados celestiales. Todo lo anterior en un principio, ya que los coros toman un dramatismo especial posteriormente. La letra de este tema es de muchos modos la más humana, una vista a los "vendedores de calma" que desde su idea de progreso pretenden controlar la vida, y por otro lado está el hombre, al que si le "cierran las mirillas, rompe una ventana".
Se vuelve un poco más maduro el álbum y aparece "Boca en la tierra", que pinta a ser una canción con mucha influencia a The Bends de Radiohead gracias a las guitarras de Guille Galván y Juanma Latorre en compañía de un afilado bajo de Álvaro Baglietto. Esta canción pasa por varios ambientes, donde suena una letra épica, que de algún modo te hace extrañar algo o a alguien. Más político todo se vuelve cuando aparece "El hombre del saco", con una protesta que brilla por su retórica mientras acompañan percusiones de Jorge González que revientan oídos y diálogos poderosos en las voces de Pucho.
Uno de los grandes logros de Mapas es la capacidad de trasladar le euforia que los de Tres Cantos generan en vivo al estudio. Pese a que muchas de sus canciones podían sonar complejas en los auriculares, eran tocadas en vivo sin angustia alguna por parte de Vetusta Morla. Una de las pistas más emotivas y funcionales es "Maldita dulzura", que sin enormes cantidades de elementos de instrumentación goza de estar llena de tensión, misma que es reflejo de las relaciones que mueren lentamente a raíz de la monotonía y la indiferencia.
"Cenas ajenas" baja el ritmo mientras habla de las trampas que nos ponemos día a día sin saberlo y la incansable incertidumbre del futuro, sirve como antesala para que llegue el tema más vertiginoso del disco, que es "Mapas". Una canción revienta pistas aparece con una motivadora letra que invita a seguir, "cada error en cada intersección no es un paso atrás, es un paso más" como una referencia poderosa a lo que es la voluntad y la humanidad en sí.
Tras los bombazos del tema nuclear en el álbum todo se vuelve más sensible con "Canción de vuelta", que parece una fotografía de lo que eran entonces los regresos a casa de los conciertos. Los paisajes se vuelven palabras, se recuerdan y se añoran bajo una canción cabalgante y con acercamientos a folk. Rumbo al cierre las baterías retumban para que suene "Escudo humano", un tema motivante y desesperanzador al mismo tiempo, que habla sobre lo no correspondido y la frustración que viene con ello, así como la necesidad de seguir en la lucha si existe algún mínimo brote de esperanza.
Se cierra todo con "Mi suerte", el único tema a nombre del bajista Álvaro Baglietto. Es una canción incierta, donde las baterías con escobillas y los efectos sonoros de fondo crean una obra que va de menos a más y que se potencia por las guitarras y las voces que sirven como insignias en el último espacio instrumental. Tal vez si volvemos al sentimiento humanístico del álbum se tiene en este tema la frase más importante de todas: "Saber que estás ahí me hace más fuerte".
Posterior a su lanzamiento, Mapas tuvo una enorme acogida y se volvió una pieza fundamental para comprender el fenómeno que hoy día es Vetusta Morla. La elegante y potente experiencia en vivo que tenía la banda hizo que llegara su primer registro en vivo un par de años después, y fue con la finalidad de recaudar fondos en apoyo a la comunidad de Murcia que se vio afectada por un sismo que dejó nueve víctimas. El concierto se hizo junto a la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia y tuvo dos funciones con afán de apoyar a la reconstrucción del conservatorio Narciso Yepes de Lorca. Importante entender el traslado que tuvieron las canciones del álbum y su evolución en pocos años para volverse hitos. Cheque a continuación el registro.
También, Arturo Monedero y Delirium Studios crearon un videojuego inspirado en las canciones del álbum llamado Los Ríos de Alice, a lo que la banda respondió con el soundtrack, mismo que tomaba muchas referencias de Mapas.
Es así que el segundo disco de Vetusta Morla ha dejado un legado muy importante en esos años llenos de escenarios y con un sello en vivo que aún sirve para que sea protagonista de los festivales en su país y que tenga tanto peso en Latinoamérica. Disfruta el álbum a continuación. Señalar que fue grabado en los Gárate Estudios y en Fonobox por Manuel Colmenero y Javibu Carretero.