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Se cumplen 10 años del segundo material de la banda británica The xx, Coexist. El trío londinense venia de un más que notable debut xx (2009), un álbum que se convirtió en un clásico inmediato y un hito en la música independiente del Reino Unido, no sólo por significar un cambio en los sonidos y ritmos de aquel momento, también por borrar esa línea divisora con el mainstream.
Un suceso cíclico que se presenta en la industria de las islas cada que aparece un grupo que lo cambia todo, sucedió con el punk, el madchester, el britpop y el indie rock. Irónicamente, cada uno de estos movimientos gestaba a su sucesor, y así ocurrió en este caso. The xx clausuró una escena caracterizada por guitarras desgarradas por la velocidad y letras costumbristas, sustituyéndolos por cajas de ritmo y liricas intimistas, significando un rompimiento total con los sonidos del nuevo milenio, además de marcar los lineamientos de la siguiente década.
Usualmente, los grupos que tienen un primer material tan renombrado, se enfrentan a la difícil prueba (más una maldición) del segundo disco, y qué seguía para una banda que cambio los paradigmas ¿Reinventarse o seguir por la brecha que habían abierto? Pues para Romy, Oliver y Jamie, la respuesta era obvia, redoblar la apuesta, refinar y pulir los sonidos ya de por sí limpios y sofisticados de The xx. Los 11 tracks que conforman Coexist, transcurren en una atmósfera minimalista, eliminando por completo los ganchos electropop a los cuales nos aferrábamos en su primer material para poder transitar su mundo, dejándonos a la deriva por momentos, sólo quedando sus ecos, y son precisamente estas reminiscencias sonoras las que nos guían en esta ocasión.
El productor Jamie XX reducía aún más los elementos, seguía con los beats ligeros y las instrumentalizaciones sencillas, pero ya no eran lo principal en la canción, ese papel pasó a las voces de Sim y Madley Croft, dando un mayor peso a las interpretaciones, que junto a sus letras emotivas dotan al disco de una profunda sensibilidad. Para su promoción, se lanzaron dos sencillos “Angels” y “Chained”, que también, son los dos primeros tracks. La primera, una canción ambient pop, rematada por la sentida voz de Romy, que marcaría los ritmos de la música electrónica de los siguientes años, y la manera de construir los éxitos del género. Mientras que la segunda, se enfoca en el grupo y cómo en sus tres pilares se cimienta esta obra, cada uno jugando su rol de manera perfecta, mostrando su fortaleza como unidad.
Coexist fue un álbum continuista pero no repetitivo, que ha ido madurando a través de los años y que a lo largo de estos se ha dejado ver toda su influencia. Recibido con escepticismo y un poco de sospecha ante la pregunta de qué más podía ofrecer The xx, después de un debut tan celebrado, lo que nos entregó el trio como respuesta, fue una declaración de principios, frente a una industria en constante búsqueda por reinventar la rueda y en la que afirmaban que el éxito lo tendrían bajo sus propios términos.