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5:01 PM, con toda puntualidad comienza el festejo por los 144 años del clásico de todos los jeans. Reunión entre viejos conocidos para conmemorar un año más de vida del modelo que, a la postre, se convertiría en el prototipo de urbanidad de segunda mitad del siglo XX, mismo que se apuntala con fuerza para continuar siéndolo durante el XXI.
La historia de este clásico comenzó en 1873 en San Francisco, California. En el contexto de la Fiebre del Oro, Levi Strauss en conjunto con Jacob Davis, diseñaron un pantalón duradero. Encontraron en la mezclilla el material perfecto para resistir las condiciones adversas del trabajo minero, a la vez, resultaba cómodo para el usuario. Doble costura, remaches de cobre, bolsas a los costados y una placa de cuero en el reverso completaron el diseño. El resto de los "vaqueros" –originalmente denominados "XX"– es historia.
Casi siglo y medio después, en el número #62 de Versalles de la colonia Juárez (Ciudad de México) es el punto de encuentro para celebrar las primeras puntadas de aquella confección. Un amplio espacio que, de manera regular funciona como centro-taller de estética automotríz, se transforma en un venue en el que la convivencia entre la historia, el estilo y la música se encontraron en armonía.
Al centro del espacio: los festejados. Sobre unos marcos de madera cuelgan piezas del 501 de varios años atrás. Hay ejemplares de 1890, 1933, 1947, 1976...2017. Todos nos reencontramos con ese viejo amigo del verano. A los lados, un par de escenarios pequeños y, al fondo, otro de mayores dimensiones, cual festival.
Andrea Franz
La jornada musical comienza suave. La dulce voz de Andrea Franz matiza el calor con tonalidades pastel. Su dream rock de sintetizadores juguetones nos recibe. En exclusiva para Indie Rocks! nos presume el dibujo que realizó en la parte posterior de su chamarra de mezclilla: letras de su nombre con forma de algodón de azúcar; un arcoíris y un unicornio completan el diseño.
Continuando con las vocales femeninas, Marión Sosa, vocalista de Love La Femme lleva la ensoñación a un punto más elevado. La guitarra acústica y el pandero danzarín de “Y Despego” acompaña el sutil baile en forma de “S” de las ahí presentes. “Hoy Me Desperté” motiva la introspección; búsqueda entre recuerdos de melancolía y corazones rotos. “Ave de Paso” levanta el vuelo, los susurros de las coristas que están debajo del escenario de pronto se transforman en sentidas entonaciones. “Ruleta” da un giro de tuerca a la presentación; el disfrutable cambio de decibelios con una guitarra eléctrica más cruda y una voz algo visceral (guiño a The Kills) apunta ya hacia el estruendo en el que se convertirá la velada.
Salvador y el Unicornio
Recién desembarcado del Bravo Festival 2017 –donde estuvo más temprano–, Salvador Sahagún nos comparte un poco de su "Agua de Coco" para refrescar la tarde. El calor humano empieza a apretar; con sus riffs de guitarra —potenciados por su grabadora de cassette— llega la brisa fresca. Pese a los problemas con el audio, logra sobreponerse. "Carolina" y, algunas otras chicas bailaron á go-go con el Unicornio.
Yo Camaleón
La batería golpea en seco. Las percusiones crudas son acompañadas de una guitarra que no le va en zaga; el bajo se conforma con ser intermitente. Por encima de esta estructura, Ana Karla Escobar levanta triunfante su voz electro pop. En complemento con los synths se alcanzan a dibujar algunos paisajes boreales. Un canto al amor; así, tan "Natural" como es.
Reyno
Principia el encuentro de "Dos Mundos", a partir de este punto no hay más pausas, todo irá en ascenso hasta abrir la puerta de lo incorpóreo. Reyno inicia el llamado al baile de manera sutil. Suena como una invitación lejana y distante; de a poco, va subiendo la afluencia a los pies del escenario. Lo que comienza meloso alcanza su clímax con "Amarrado". Christian Jean (voz y guitarra) y su equipo instrumental conectan con la audiencia de forma "Química". Aun los que estaban lejos y renuentes mueven la cabeza o el píe, medio bailando.
Les Machines
Sin tiempo para suspirar viene la oleada de beats patrocinados por Les Machines. Los hermanos Warner, Peter y Hans, diluyen la noche. La premisa es clara: música hipnótica para ensanchar la pista de baile hasta los últimos rincones del éter. Pese a los sonidos industriales y mecánicos, no hay computadoras. Live act puro: sintetizadores, samplers, cajas de ritmo,y demás máquinas son tocadas en análogo. La experiencia de sus miembros es manifiesta, han compartido tornamesas con Chemical Brothers, Deep dish, Paul Oakenfold, Nortec Collective, entre otros. Nostalgia por el pasado, sonidos de los años 80 y 90. Si aún no los conocen, esperen sorpresas pronto, ya trabajan en el estudio con Dapuntobeat y Pato Watson.
Kinky
Toda la gente es convocada al escenario principal. Oscuridad, instrumental norteño-electrónico. Luces...
Así vivimos el 501 Day en la Ciudad de México. La fiesta encontró sus contrapuntos en varias ciudades importantes del globo. A su manera y con sonidos endémicos celebraron a Levi's en San Franciso, Londres, Shangai, Buenos Aires, Caracas, Mumbai...