Cuando la música y el alma convergen.
La CDMX vivió una de sus noches más especiales, donde bandas emergentes y consagradas crearon una atmósfera de ensueño. El pasado viernes 27 de septiembre, el Foro Indie Rocks! se vistió de psicodelia y shoegaze con una velada que prometía inmersión sonora. El público comenzó a llegar desde las 19:00 H, aunque durante toda la semana la capital había sido azotada por lluvias intensas, esa noche el cielo decidió dar tregua.
El recinto se iba llenando de personas con atuendos alternativos, cada uno más único que el otro, reflejando la diversidad y el espíritu del género, a esa hora, la cantidad de personas era moderada, pero pronto la energía del lugar cambió cuando la banda telonera. The LSDAYS, subió al escenario.
Esta banda emergente de shoegaze, originaria de México, ofreció un set de aproximadamente media hora, tiempo suficiente para envolver a la audiencia con su característico sonido inmersivo. A lo largo de su presentación, los asistentes pudieron disfrutar de su propuesta atmosférica, que resonaba a la perfección con el espíritu del evento. Incluso, sorprendieron al estrenar una canción que aún no ha sido lanzada oficialmente, una clara muestra de que el trío de CDMX tiene mucho más por ofrecer.
The LSDAYS cerró su presentación con "A Different Way", dejando claro por qué son una de las bandas más prometedoras del género, su propuesta, junto con su capacidad para conectar con el público desde las primeras notas, es prueba de que la escena musical en México sigue creciendo con proyectos frescos, interesantes y llenos de talento.
Aunque su repertorio fue breve, The LSDAYS logró conectar con la gente, creando el ambiente perfecto para lo que sería una noche memorable. Su estilo vibrante y emocional sirvió como preámbulo ideal para los artistas principales, con un sonido que parecía encajar perfectamente en la narrativa del evento.
A las 20:45 H, el ambiente se intensificó cuando uno de los actos principales, Ulrika Spacek, hizo su aparición en el escenario. Provenientes de Inglaterra, esta banda de rock alternativo presentó un show cargado de contrastes, manteniendo la tensión y la calma a lo largo de aproximadamente una hora y cuarto. La audiencia, que ya estaba lista para una dosis más fuerte de psicodelia, fue atrapada por el sonido etéreo de la banda, que jugaba con texturas sonoras tanto frenéticas como tranquilas, creando paisajes sonoros envolventes entre canción y canción.
Uno de los momentos más memorables de la noche llegó cuando Ulrika Spacek interpretó "The Sheer Drop", un tema que encapsula la esencia de su estilo experimental. Con guitarras disonantes que flotaban en el aire, la voz del vocalista, distante y casi susurrada, resonó en la sala, mientras las letras exploraban la desconexión y el aislamiento, reflejando las experiencias personales que nutrieron su último álbum, Compact Trauma.
La estructura de la canción, con su alternancia entre momentos de calma y explosiones de sonido, llevó a la audiencia en un viaje sonoro hipnótico. La interpretación en vivo fue un testimonio del talento de la banda, logrando una conexión profunda con los asistentes que aclamaron su regreso a la CDMX.
Los intérpretes de "Freudian Slip" acompañaban su música experimental con visuales que amplificaban la experiencia. Por momentos, la banda lograba transportar al público a una dimensión casi surrealista, en la que los sonidos distorsionados y los ritmos suaves se entrelazaban para crear una vibra única.
El vocalista de Ulrika Spacek, Rhys Edwards, evidentemente emocionado por tocar en la CDMX, agradeció en varias ocasiones la oportunidad de estar frente a un público tan receptivo. Ya que lograron encender poco a poco el ambiente, preparando a los asistentes para el clímax de la noche.
LSD and the Search for God, la esperada banda de San Francisco subió al escenario alrededor de las 22:20 H, con el público más que listo para sumergirse en una experiencia sonora. Andy Liszt y compañía abrían su set con el icónico tema "Backwards" donde, desde el primer momento, el público se sintió atraído como un imán acercándose más al escenario, creando una conexión inmediata. Su disco debut, considerado un clásico contemporáneo en el shoegaze se hizo sonar en su totalidad en el foro de la colonia Roma.
De la misma forma, su segundo EP resonó con igual intensidad, destacando canciones como "(I Don't Think We Should) Take It Slow", un tema que encapsuló la esencia pura del género con sus guitarras distorsionadas y voces distantes.
A pesar de algunos problemas técnicos durante la interpretación de "Without You", la banda no perdió el ritmo, manteniendo el ambiente dreamy que definió la noche. La cúspide del concierto llegó con “Starting Over”, uno de los himnos más poderosos del shoegaze donde el público perdió la cabeza. En lo último de su presentación, la gente se desbordó en una ola de adrenalina, y muchos no pudieron contenerse, armando un slam que dio un giro inesperado y electrizante al cierre del concierto.
La combinación de visuales psicodélicos, riffs envolventes y la energía compartida entre banda y público creó una experiencia de ensueño que selló una noche memorable en el Foro Indie Rocks!, un lugar, que aunque pequeño, parecía expandirse con cada aplauso y grito de emoción.
Al finalizar, los asistentes se retiraron visiblemente emocionados. Muchos describieron el evento como increíble, épico y perfecto. Tuvimos la oportunidad de conversar con algunos de ellos, quienes coincidieron en que el sonido fue impecable, logrando la experiencia total del shoegaze.
El volumen alto fue adecuado para este género, sumado a una organización sencilla pero efectiva, sin contratiempos. El ambiente íntimo y envolvente hizo que los fans se sintieran dentro de un viaje alucinante, complementado por las luces y visuales que parecían poner a todos en un estado de LSD metafórico, cerrando así una noche mágica.
Los asistentes, no solo se llevaron consigo recuerdos imborrables, sino que muchos se acercaron a comprar camisetas, posters y discos, ansiosos por llevarse un pedazo físico de esta experiencia tan especial. Afuera, el clima fresco de la colonia Roma fue el complemento perfecto para cerrar una noche en la que la música, la energía y la conexión entre los presentes lograron que el shoegaze se sintiera más vivo que nunca.