Fotografo: Luis Victoria

Microdosis pop para la melancolía y los corazones rotos.

Es curioso escuchar en boca de algunas personas comentarios sobre que no hay música nueva en los últimos años o que la escena musical esta estancada, basta con abrir el oído e indagar un poco en los sonidos hispanos para llegar a percibir los grandes proyectos que se están gestando actualmente. Fármacos, es una de esas bandas a las que vale la pena darle una oportunidad, su indie pop nos lleva a esas experiencias que marcan el alma, acompañadas de un ritmo bailable, nostálgico y seductor.

La noche de ayer el proyecto de Diego Ridolfi, demostró la calidad y la aceptación que el público de la Ciudad de México tiene hacia su música, haciendo vibrar el Lunario del Auditorio Nacional con un show indescriptible, lleno de emociones, potentes sintetizadores y un espectáculo de luces que estuvo a la altura del lugar. Tocando durante casi 2:00 hrs, Fármacos deleito a sus fans con temas emblemáticos de su carrera, así como temas nuevos, invitados especiales y hasta un cover de Luis Miguel.

La mejor medicina para los domingos de bajón es un buen fármaco.

Con atuendos aesthetic y algunos hasta vestidos de forma extravagante, jóvenes de diversas edades se encontraban listos para disfrutar del mágico indie pop de Fármacos. De poco en poco el Lunario comenzaba a llenarse dando pauta al clásico apagón de luces, en punto de las 20:00 H el escenario se iluminó de rojo para que empezará a sonar “Palacio Mental”, al instante la voz de Diego se vio opacada por las 1,000 personas que cantaban con regocijo y emoción el coro de la canción.

 Ya con el público cautivo y eufórico comenzó a sonar “Belleza” y “Tú Detrás de Todo”, temas que desbordaron brincos y una que otra garganta desgarrada. Como primera sorpresa de la noche Fármacos invitó a Pepé Nungaray (Rubytates), para cantar “Esperar”, a la cual Pepé le inyectó una dosis de delicadeza llenando el escenario de armonía y sentimiento.

El sonido de la banda se asentaba canción tras canción, el audio se encontraba en su mejor momento cuando comenzó a sonar “Cuando Quieras”, la piel se herizaba al escuchar los coros de la gente cantar “mi corazón… se rompió”.  La hora de la seducción llego cuando Francisca Valenzuela subió al escenario para cantar “El Calor Nos Confundio”, los chilenos crearon una atmósfera sensual muy al estilo de la música de antro mientras bailaban con pasos seductores y un respeto mutuo entre los compatriotas.

Durante la noche el músico chileno demostró una gran energía sobre el escenario, vibra que se contagiaba entre su público el cual se entregaba al máximo de canción en canción. La segunda parte del show estuvó conformada por “Oler A Ti”, “Despegarte de Mí” y “Humedad”, canción con la que participó la mexicana Vanessa Zamora. El ámbiente del concierto no dejaba de bajar, parecia que mientras más avanzaba el tiempo la gente tomaba fuerza para cantar más alto y al unísono.

El siguiente bloque estuvó compuesto por los temas “Lento”, “Complices” y “Un Día Para Siempre”, dando paso a la última invitada de la noche Denise Gutiérrez, quien con su gran voz nos transportó a un entorno drámatico con “Nuestro Infierno”. El climax estaba llegando a su fin con “Nos Estamos Destruyendo” y “Siempre Tú”, momento clave en el que Diego se bajo del escenario para ir directo a la zona general y bailar de cerca con algunos de sus fans.

No cabe duda que Fármacos supo conquistar a su público desde la primera canción, “Diego hermano ya eres mexicano”, gritaba la gente previo a que comenzará el encore del show. Antes de comenzar con el último acto, el músico chileno se tomó el tiempo para agradecer a todo su equipo de trabajo y al público mexicano en quienes enfatizo que sin ellos nada de esto seria posible. “Quiero Conocer Tu Mundo” fue el tema que abrió la última parte del concierto, la catarsis de la noche se la llevó “Manual de una perdida”, era imposible que no se erizara la piel y sentir la melancolía de una de las canciones más emblemáticas de la banda.

Fármacos cerró uno de sus shows más importantes de su carrera con su clásico “Amor y Porno”, conquistando de esta manera a un público que se entrego por completo desde el inicio hasta el final. Podemos concluir que Fármacos es una banda que vale la pena ver en vivo, trae consigo una energía brutal y contagiosa en el escenario acompañado de un ámbiente sumamente agradable, tras este concierto Diego Ridolfi busca ir hacia una etapa más seria y comprometida dentro de su carrera musical.