Fotografo: Jaime Fernández

Viajar es el mejor estilo de vida y la Música es lo que nos conecta.
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VANS Presenta: Así vivimos el festival HIPNOSIS 2019

HIPNOSIS 2019: un festival incitador.

El bosque intensifica los sentidos en un festival, es una reacción natural. Algo detona en nosotros cuando nos alejamos del asfalto, el ruido de los coches y las enormes estructuras de cemento.

HIPNOSIS creó su propio hábitat, un espacio diferente que nos desorientaba y a la vez nos iba liberando de lo ordinario. Poco a poco nos fuimos contagiando, tocando las fibras de la locura y lo salvaje.

El lugar era muy peculiar: con una tirolesa, tiendas y varias fogatas, pero mantenía una esencia oscura y de misticismo. Era como ver brujas y demonios invadiendo un campamento de verano.

Hipnosis 2019

La primera impresión de los asistentes venía los oídos. Los riffs los ponían en un estado de alteración y el lodo era su campo de juegos. Vimos gente bailar y brincar sin cesar en los charcos, incluso cuando no había bandas en el escenario.

Hubo personas que no la pensaron dos veces para hundir sus Vans en el lodo, pero de eso se trataba HIPNOSIS, de ser impulsivo y dejarse llevar. No había calentamiento ni oportunidad de aclimatarse, solo podías seguir adelante.

El sentido del olfato también se sensibilizó con la lluvia y el frío. El olor de la tierra y las hojas hicieron que la atmósfera se volviera espesa. Eso y el sabor de la cerveza, o del whisky para los que querían mantener el calor.

Hipnosis 2019

HIPNOSIS llevó a una condición inusual, a la unión y ampliación de los sentidos. Aunque estábamos empapados, con frío y cansados, seguía un estado de lucidez y éxtasis.

Regresamos a un estado animal, nos rodea la locura, las ideas extrañas adquirían sentido, la paranoia se convertía en fascinación. Nuestras mentes buscaban conectar los puntos mientras nosotros nos sentíamos poseídos.

Fue así como vivimos HIPNOSIS 2019: experimentando y saturando nuestros sentidos.

10 000 Russos en el Foro Indie Rocks!

10 000 Russos o la apología de la distorsión como forma de arte.

22:20 H en punto comenzó la noche musical en el Foro Indie Rocks! donde se rindió una ofrenda a la distorsión como forma de arte y donde reinó una psicodelia actualizada.

El dúo Nada se sirvió del banquete durante 26 minutos en los que sus integrantes se lucieron solo con bajo y batería. Una chica en el escenario con su voz y bajo lidera el inicio de este encuentro y lleva al público a querer más. Quizá el único inconveniente para Nada fue no terminar de explotar pues primero consiguió encender los ánimos y tuvo tiempo para darse a conocer; pero ya en pleno vuelo pudo subir un poco más como para mostrarnos sus sonidos desde otras alturas. Sin embargo por algún motivo se quedó ahí. Quizá solo sea cuestión de tiempo, de más recitales y más música para que lo logren y cuando así sea seguramente lo harán genial.

Un receso de banda en vivo fue quizá necesario para que el público digiriera mejor lo que se acababa de presentar. El temple es importante y fundamental en noches como esta. Fue el turno entonces para el folk psicodélico y decaído de Pedro Tirado, quien es una oda a la construcción musical putrefacta, honesta y sin ninguna pretensión más que ser así. Lo consigue. Valiente este músico en su apuesta que se vio acompañada por cajón, bajo y batería. La música de Pedro es la que nace a las 10:00 H después de toda una noche de fiesta hasta lo más hondo. Acá, a diferencia de la primera banda, fue que el tiempo frente al público fue más de lo necesario y eso pudo llegar a cansar a algunos asistentes, mismos que no dejaron de agradecer la música que ahí se presentaba.

Pedro Tirado

Así, llegó el turno para el trío compuesto por Pedro Pestana, André Couto y João Pimenta. Poca gente en el público pero quienes ahí estuvieron se sintieron muy afortunados de llegar a ese momento de la noche. Brutal la banda portuguesa 10 000 Russos. Puedo asegurar que en el tiempo reciente no se había presentado un sonido tan particular y bien realizado por estos pagos y vaya que por acá viene la música más interesante a probar suerte. No cabe duda que cuando el talento sobra se luce en su totalidad en vivo, porque el trío conformado por batería, guitarra, bajo y pedales, hizo un derroche de post punk, psych y distorsión llevada a lo majestuoso.

Notas sobre lo extraño reinaron el lugar mientras visuales misteriosos hacían juego con las luces en el escenario. La música de 10 000 Russos parece no tener una estructura que sirva de soporte para su despegue y vuelo, incluso así logran crear algo que en verdad podría por momentos rozar lo sublime. Paisajes distorsionados que hacen pensar en la rabia interna o en un futuro pos apocalíptico, sonido que da la impresión de pulverizarse para volverse partículas que envuelven y retienen al espectador.  La evocación de sonidos de sintetizador industrial, logrados gracias a la genialidad de sus músicos, es parte clave para el éxito de esta banda, que toco poco en verdad, apenas una probada de lo que pueden llegar a hacer en vivo, no pudo faltar uno de sus éxitos “Usvsus”. Creo que parte del espíritu nocturno de esta ciudad se sintió agradecido con esta propuesta musical, que esperemos no tarde en volver.

#Temporada316: Stephen O'Malley en SALA

Stephen O'Malley: Monolitos y profecías.

La #Temporada316 tuvo a bien concluir sus actividades en la noche de un viernes caótico y lluvioso, SALA fue el resquicio perfecto para la ocasión y Stephen O'Malley, y Vyctoria en compañía de Julián Bonequi la bienvenida perfecta. El eco del violín en ascenso, los delicados tintes de guitarra y las percusiones apenas perceptibles. Oscuro talento local que en el underground ha encontrado territorio furtivo para su faceta instrumental y experimental, música poco digerible para muchos: “puro ruido”, gritó alguien que, supongo, estaba ahí solo por invitación, sin saber a lo que se atenía, sin conocer de lo que se trataba, total, espero que aquel sujeto y sus acompañantes se hayan refugiado en la barra sin molestar a nadie, o mejor aún, se hubieran ido. 

Los diversos monitores colocados a un costado del escenario comenzaban a emitir el siseo de las ondas sonoras que cada vez eran más dramáticas, filosas y constantes, ascenso y descenso, ecos de una ópera dañina, el guitarrista que primero sentado evocaba calmos pasajes sonoros, de pie emitía pesados riffs a beneficio de la creatividad, la guía perfecta para que las cuerdas del violín se destriparan, para que la batería y los golpes a los platillos figuraran ante nuestro silencio y observación, el feedback necesario para una despedida ideal. 

Lori Goldston 316 SALA 2019

Lori Goldston acompañada por su fiel violonchelo y un gran amplificador Fender comenzaron a emitir ondas de tranquilidad y sorpresa para los que ya estábamos completamente enganchados a su presencia, discreta pero portentosa. Pocas veces tenemos la oportunidad de apreciar cosas tan sencillas pero enriquecedoras. Devaneos entre las cuerdas, el jugar con el volumen, las frecuencias y la distorsión, una larga muestra de talento, una auténtica leyenda viviente y creadora furtiva acosando nuestras conciencias, revoloteando como una enorme polilla negra de esas que creen que son de mal agüero pero son tan inocentes como nosotros y solo buscan la luz, el calor y la calma ante la tormenta. El verano y sus últimos días, acercarnos cada a terminar un año más, ciclos que se rompen, pero aquella solitaria inspirada por las musas y su instrumento milenario nos conmueve. Y así, fugaz como llegó, ante un discreto adiós y una gran ovación, Lori dejó el escenario, lo mejor se avecinaba. 

Ante la oscuridad del inmueble y el siseo de las luces de sus pedaleras, los amplificadores de Stephen O'Malley cual monolitos comenzaron a emitir sus profecías. Aquellos que no llevaron tapones para los oídos comenzaron a sentir las inclemencias de las ondas dolorosas pero inspiradoras, el alta causa del drone y su modo solitario de emitir tanta energía con tan poco movimiento, tanta pasión con demasiado volumen. Absortos ante los visuales que emulaban el viaje del polvo a la eternidad, cada golpe a las cuerdas era el recordatorio del por qué estamos vivos y por qué esa suerte masoquista de lastimar nuestro sentido más preciado: el de la escucha antes que del oído, el de la apreciación antes que la indiferencia, el del sentirnos relajados ante el caos y el estruendo. 

Stephen O Malley 316 SALA 2019

Y así la reacción física ante las vibraciones, el pecho trepidante, el corazón queriendo salir del peligro, nuestra mente sintiéndose a salvo, los ojos cerrados para entrar en otra dimensión. El entendimiento de que esto no solo es ruido como algunos dicen, comprender que cada sonido corresponde a una acción, y la reacción transfuga entre los cables y bulbos, entre las bocinas que emanan diferentes frecuencias, y así, Stephen camina un poco para ajustar niveles y ecualizaciones. El fino arte del drone y el feedback, de causar dolor, pesadumbre y malestar, de que la mente reaccione ante la destrucción de nuestros tímpanos y así se someta a la resistencia y la apreciación. 

Después de ofrecer una salvaje sinfonía, el solitario O'Malley agradeció la ferviente ovación ante los constantes flashes de teléfonos que afortunadamente no opacaron su presentación. Siempre aunque silente, el músico se mostró en total concentración con su maquila, es por esto que nos quedamos con el recuerdo de un show como pocos, sin palabras o coros, pero con una alta gama de sonidos que hicieron radiar nuestra psique.    

Noche Hipnosis: Cascabel en el Foro Indie Rocks!

Cascabel: Veneno que te deja pidiendo más.

Cascabel ya tiene listo su tercer álbum We Are Universe, y antes de su lanzamiento oficial el 26 de agosto, la banda decidió presentarlo ante fans ávidos de psicodelia en el Foro Indie Rocks! como parte de una de las Noches Hipnosis, con OCEANSS y Pirámides como abridores del evento.

La casa estaba llena. El humo no paraba. Las bebidas seguían llegando. Entre acto y acto el escenario se vaciaba, un respiro para el espacio personal siempre se agradece, sobre todo en shows en vivo.

Poco después de las 20:00 H, Cascabel hacía su aparición. Una consola con luces y mucho humo eran parte de la producción. Los fans empezaron a llenar de nuevo el foro. Los primeros acordes sonaron y ya no hubo marcha atrás.

“Re de Reptil” inició el set. El público no se alocó, sabía a lo que venía. Un show que se disfruta relajado, con oídos y mente abierta. Una experiencia sensorial. No había slam, ni gritos desbocados, la audiencia simplemente se dejó llevar por las distorsiones.

Cascabel We Are Universe 2019

“WAU” continuaba la línea, pero ahora no solo con el característico humo, también con un juego de luces que acompañaba a la perfección cada nota. Cascabel nos estaba transportando al desierto, a las fogatas, a las alucinaciones, pero sobre todo a un mundo oscuro del cual no quieres salir.

“Hacia la nada” y “Tranquiloco” prendieron a los fans preparándolos para la más aplaudida de la noche: “La Cobra”. Los asistentes no brincaban, movían la cabeza al ritmo de la música como tratando de navegar, tratando de encontrar el rumbo sónico.

Jefferson Airplane y Deep Purple se hacen presentes en algunas notas, algunas distorsiones que reflejan las influencias de la banda, esas que los hacen diferentes en la escena mexicana.

Ian, Mixo, Desentis y Jorge intercambiaban instrumentos pero no de intensidad. "¿Que vas a hacer cuando apaguen el internet?" y “Todo se conecta” le entregaron más protagonismo a Desentis, quien con su peculiar melena rizada y su look muy al estilo de Robert Plant hipnotizó al foro con sus riffs.

Cascabel We Are Universe 2019

Se podía sentir en el ambiente, todos y cada uno de los presentes estábamos siendo envenenados por sonidos, íbamos palideciendo poco a poco, el humo envolvente y las luces de colores también hacían su parte.

Poco después de las 21:00 H la banda se despidió alzando sus cervezas. No hubo encore. Fue tan fugaz como intenso. Tan hipnótico como un sueño lúcido, esos que te dejan a mitad y con ganas de más. Fue solo una probada que nos dieron a cuenta gotas. Un veneno que, a pesar de saber que en altas dosis puede ser inquietante, dañino y hasta mortal, te sigue dejando con ganas de más, de acercarnos a la peligrosidad, de sumergirnos más en una oscuridad que no sabemos a dónde nos llevara.

Así es como caímos en el veneno de Cascabel, y el único antídoto será escuchar su nuevo disco de principio a fin.

NRMAL X

Amor por la música, respeto y diversidad en NRMAL X.

Existen pocos lugares donde te puedes sentir libre, expresarte sin miedo a ser juzgado, donde no existe la violencia, donde te sientes feliz y con ganas de sonreír, donde no tienes que actuar o fingir algo, donde todos son parte de una misma comunidad y lo único que se puede apreciar alrededor es amor, paz, euforia, creatividad, energía, hermandad, diversos colores que se complementan, y ganas de vivir. Esa vibra la hemos sentido muchos en Nrmal, un festival que durante 10 años se ha convertido en un espacio para descubrir y disfrutar de artistas nacionales e internacionales, para amar la música y transformarnos con ella, para escaparnos de la realidad por unas horas y salir empapados de nuevas experiencias y sonidos, para hacer nuevos amigos, para compartir historias y capturar momentos y así bailar hasta morir. Hoy se cumplen 10 años de una idea que ha florecido y  nos ha hecho parte de ella y eso hay que celebrarlo siempre bajo el mantra: amor por la música, respeto y diversidad.

Durante 10 años hemos podido ver bandas y artistas como Grimes, Blood Orange, Kelela, Porter, She’s A Tease, Battles, Rebolledo, MacDemarco, Sky Ferreira, Porches,  Banda de Turistas, Rebolledo, Algodón Egipcio, GIRLS, Ariel Pink, DIIV, UMO, Juan Wauters, San Pedro el Cortez, Magical Cloudz, Las Robertas, HEALTH, Destroyer y otras que nunca creímos ver en nuestras vidas como Slowdive, The Brian Jonestown Massacre y Swans. Nrmal ha hecho posible el sueño de muchos de nosotros de poder apreciar un show en vivo de nuestros ídolos y ahora cada una de estas presentaciones y el recuerdo que tenemos de ellas forman parte de una memoria colectiva que perdura en nuestros corazones. Este año Nrmal más que nunca se hace presente como un festival de culto con las presentaciones de leyendas como Mazzy Star, Spiritualized, Gang Gang Dance y Frank Bretschneider, pero donde perdura esa esencia de traer artistas de la escena underground y propuestas que frescas que siempre terminan dejándonos un buen sabor de boca.

Para muchos de nosotros es difícil encontrar propuestas musicales latinas o mexicanas. Por suerte, cada año Nrmal tiene una selección que siempre nos deja satisfechos. Ale Hop fue la encargada de abrir el festival, con una presencia misteriosa, desde el primer momento que pisó el escenario se trasladó a otro mundo, uno creado alrededor de la distorsión. Junto con su guitarra micrófono y sintetizador, Ale Hop se dejó llevar por el extasis de la experimentación, a través de géneros como la  electrónica, rock, música árabes y ritmos tropicales. Mientras que El Shirota cautivó al público con una derrocha de energía y poder en el escenario Azul con un estilo rock psicodélico, que por momentos pegaba en lo hardcore. “Somos El Shirota” dijeron antes de despedirse colgados de las estructuras del escenario entre sudor, slam y headbanging.

Vyctoria es un proyecto que pega entre la música drone, el rock experimental y la improvisación, donde hay claras referencias a bandas como Godspeed You! Black Emperor y Swans. Se nota la concentración que tienen al tocar, generando atmósferas ambientales oscuras que se sienten como campo de energía alrededor de ti. Del otro lado del festival en el escenario Musikplatz, una de las mayores sorpresas fue Canalón de Timbiquí, que llegó a Nrmal con toda la vivacidad y fuerza del Pacífico, para hacernos bailar hasta el cansancio con sus ritmos afro-colombianos. El aura que la banda transmite te hace gozar y sentir la emoción, pasión y alegría de la tradición colombiana.

Canalon de Timbiqui Nrmal 2019

Michelle Blades juntos como su banda Los Machetes, demostraron su experiencia musical por medio de una exploración de géneros como el blues, rocanrol, pop, y psych-rock. Entretanto, Sexores con una presentación muy íntima nos hizo sentir los sonidos dulces y estelares de su synth rock.

Una de las más esperadas era Rubio. La intérprete chilena logró complacer con su synth pop orquestal, donde se pueden observar partes de dramaturgia en su manera de interpretar la música y expresiones. Sinjin Hawke y Zora Jones nos transportaron a un ambiente futurista mezclando componentes de la electrónica popular, footwork, trap y club music complementados con visuales coordinados por sus movimientos. Atrapados en dos universos paralelos, ambos artistas nos mantuvieron hipnotizados.

Lamentablemente John Maus canceló su presentación por problemas de salud. Pero esto nos permitió ver completo el show de Beak>. Desde Bristol llegaron para robarse el corazón de México. Ambas partes parecían muy a gusto, disfrutando cada segundo, por ejemplo cuando Geoff Barrow puso la famosa grabación del “fierro viejo”. Así mismo, la banda mostró simpatía con nuestro país sobre la discriminación a los inmigrantes por parte del gobierno estadounidense al decir “Fuck Trump, fucking Orange Trump” y nos dieron una cátedra de su rock con música electrónica. Se nota que disfrutan tocar, y de ahí su ejecución exacta y  magistral de canciones como “I Know”, “The Brazilian”, “Blagdon Lake”, “Eggdog” y “The Meader”.

Nunca había escuchado a Frank Bretschneider, y tuvo una presentación satisfactoria. El productor conocido por trabajar con ruido blanco y ondas sinusoidales, tomó la más pura esencia de estos elementos para transformar el escenario negro en un espacio denso techno y drum & bass incorporando sonidos robóticos y clics. Spiritualized regresó a nuestro país para demostrarnos el verdadero valor de la música, purificando nuestra alma con la melancolía y perfección de su música. Comenzaron con “Come Together” de su álbum Ladies and Gentlemen We Are Floating in Space y así nos mantuvieron, flotando entre las diferentes capas de distorsión, coros, teclados y demás arreglos que terminaron por hacernos llorar en “So Long You Pretty Thing”. También sonaron otros hits como “Stay With Me”, “The Morning After”, “I’m Your Man”, “Damage”, “Soul On Fire”, para terminar con “Oh Happy Day”.

Frank Bretschneider Nrmal 2019

La chispa que transmite Gang Gang Dance es única. Liderados por la interminable sonrisa de su vocalista Lizzi Bougatsos se robaron nuestro corazón. Su show en vivo es más experimental que en sus discos, extienden las canciones, agregan otros elementos de world music a su base electrónica, suenan más orgánicos. Parece que están en un estudio tratando de pasarla bien y eso se transmite, irradian alegría e inevitablemente tu cuerpo comienza a moverse. Sorpresivamente no interpretaron ninguna canción de su última producción Kazuashita, y se basaron en canciones como “MindKilla”, “Glass Jar”, “Chinese High” y “Thru and Thru” con la que terminaron.

Vivimos en un sueño con el concierto de Mazzy Star, la belleza, sutileza y armonía con la que tocan nos elevó a un universo de estrellas donde la voz de Hope Sandoval era la que brillaba más. Fue una hora hermosa en la que todos nos atrevimos a soñar junto con la banda. Fue un viaje maravilloso a través de su discografía: “Fade Into You”, “Flowers In December”, “Blue Light”, “Disappear”, “Ride It On”, “Lay Myself Down”, entre otras.

Todos sabíamos que Death Grips venía a destruir todo y así fue. Eran los últimos minutos de Nrmal y se desvanecían junto con nosotros entre la locura, la liberación de energía, empujones, golpes, cosas volando, sudor, gargantas secas y hasta sangre. Death Grips transformó Nrmal en un escenario de completa demolición, Stefan Burnett parecía tener convulsiones y no dejaba de moverse por todo el escenario y la gente respondía de la misma manera todo el tiempo saltando y gritando.  Y así, “I’ve Seen Footage”, “Lost Boys”, “No Love”, “System Blower”, “Guillotine”, “Death Grips is Online” y “The Fever (Aye Aye)" dieron fin a una edición más de Nrmal.

Una vez más Nrmal demostró por qué es el favorito de muchos, con un gran oferta de música, comida y formas de divertirse y pasarla bien en un ambiente amigable en el que convergen el público, artistas, organizadores, equipo de producción, y demás elementos que hacen de Nrmal una experiencia inigualable en el país. Sigue teniendo esa cualidad de hacernos querer regresar el siguiente año con la misma emoción. Mientras tanto, felices 10 años Nrmal.

Morres Tour en el Foro Indie Rocks!

Deconstrucción y punk rock.

Señor Kino, Sgt. Papers, y Los Diabólicos, actos principales del Morres Tour, inundaron el Foro Indie Rocks! con guitarras distorsionadas y mucha buena onda en la tercera fecha de su tour por el interior de la República Mexicana.

Después de un show sold out en Guadalajara, las bandas originarias de Hermosillo ofrecieron un concierto all ages, por que nos queda claro que no hay edad para el punk.

Las puertas abrieron a las 17:30 H., y la banda encargada de abrir el show fue The Froys, un joven proyecto de la escena garage en la ciudad de México que enseguida nos puso a sacudir la cabeza con su característico sonido lleno de fuzz, distorsión, y visuales viajantes.

The Risin' Sun, fue la agrupación que reemplazo a Sei Still de último momento en line up del evento y a decir verdad fue una muy agradable sorpresa, incluso al finalizar su set los asistentes pidieron una más. La banda de psych mexa cumple 10 años de ser unos aferrados, y eso nos hace muy felices. Son esos tíos que no deberían de sentarse.

La noche se iba haciendo presente, y llegó el turno de Los Diabólicos, que a pesar de ser una banda relativamente nueva, ya comienza a generar mucha expectativa. Los fans estaban ansiosos por guitarrazos cuando la banda de Hermosillo hizo estallar “Tío Punk”, el slam era inminente. Su canción “Muerte y Destrucción” puso a los jóvenes entusiastas del garage rock a bailar y corear. Definitivamente esta joven agrupación tiene mucho potencial, y nos estará dando mucho de que hablar.

El descontrol no paraba, y Sgt. Papers se apoderó del escenario. El power duo de los hermanos García se encargó de llevar la energía del lugar al límite. Todos los asistentes se pusieron a brincar y cantar con canciones como “Fuiste tú” y “Pank” convirtiendo al pista en un mar de caos, donde el slam y crowd surf no faltaron.

Sgt. Papers Morres Tour Foro Indie Rocks 2019

Los hermanos de Hermosillo nos presumieron temas de su material por venir, como la canción “Luis Pacheco” donde hacen referencia al guitarrista de Los Diabólicos, quien hizo una aparición especial en el escenario. Ahora estamos verdaderamente ansiosos por su nuevo material de estudio.

El momento más esperado por el público más joven llego, Señor Kino subió al escenario. La banda de surf proveniente del norte nos puso a cantar y a bailar sus temas más icónicos de sus álbumes Limonada Rosa, y Colores.

El frontman de la agrupación de Hermosillo, Karl Neudert, se entregó a su publico desde un inicio, con su energético baile y canto contagió a todos de su euforia. Algo de admirar de la banda es la gran conexión que genera con su publico, y el afecto mutuo entre la banda y sus aficionados.

El paso del Morres Tour, por la Ciudad de Mexico fue una pequeña probada de el gran momento que vive Hermosillo actualmente con respecto a su escena musical. Hoy en día el norte del país es uno de los principales exponentes de bandas que ponen en alto el rock mexicano.

Los Espíritus en SALA

El ritual del baile a través del sonido espiritual porteño.

Los integrantes de Los Espíritus salen al escenario con sus guitarras y bajo en la mano, sacan estos instrumentos de los estuches, se conectan, afinan rápidamente, sueltan los dedos, la voz y  comienzan su música que enseguida pone a todos en vuelo. Media hora antes, Felipe el hombre se  presentó con un muestrario rapidísimo de su propuesta, que suena con mucha influencia del indie argentino y chileno. Su tema “Otro día” sorprendió a más de uno en el público, ahí donde varios tuvieron su primer encuentro con la banda hecha en el norte de México.

“La crecida” es el tema de apertura de Los Espíritus, Santi Moraes ya está arriba de energía, baila y busca llevar su voz bien lejos. Se mira con Maxi Prietto pero en verdad hablan con gestos y acordes. Buscan arrimarse al fogón que están creando, para que, desde ahí, sean los chamanes de esa noche. En el cuarto tema, ya bien logrado el calor y el comienzo del ritual, lanzan una canción nueva, como para tentar el recibimiento, que es mucho y es bueno. Una canción de nombre desconocido donde la voz de Moraes se luce junto a las guitarras de Maxi y Miguel Mactas.

Las luces que los acompañan en el escenario son principalmente rojas y anaranjadas, como para recordar la portada de su disco Agua Ardiente, dibujada con estos colores. El uso del hielo seco más de lo habitual, seguramente responde al contexto, pues parece que Los Espíritus vienen de un sueño o de la noche para conducir a su público (durante dos horas) a una atmósfera de paz y alegría. Logran ser chamanes en el escenario, la gente en la quinta canción ya está entregada, guiada por las percusiones, bajo y voces de la banda porteña. Si tomáramos a una persona del público: con sus bailes como en trance, los ojos cerrados, el pelo largo, un jorongo multicolor; y lo pusiéramos en Woodstock, pasaría desapercibido entre todos tus iguales.

Los Espiritus

Aquí las luces pasan al azul y blanco, pues anuncian otra etapa del trance. “El pibe mira al hombre y le aguanta la mirada” suena “La mirada” que une a todos en un canto que quita el estrés de los días. Aquí, el chamán es Maxi. La banda se luce con largos pasajes instrumentales, algunos de ellos quizá improvisados pero siempre logrados a la perfección. Las percusiones son clave, la unión del sonido del cuero y la madera con las texturas eléctricas de las guitarras se fusionan para abrir otro mundo desde el escenario, al que todos, sin excepción entran bailando.

Llega el turno de “Perdida en el fuego”, una canción con guitarras muy profundas, que despiertan animales, despiertan besos, bailes tranquilos y extiende el ritual. Las luces van al techo, buscan dejar escenario y público en total oscuridad, un dato no menor, una acción que responde a la búsqueda de ese ritual que se logra.

Hacia el último bloque una conjunción de temas viejos como “Negro chico”, de su disco Gratitud, levantan las energías de los seguidores hacia un final que llega muy arriba, como para que la noche se extienda, el trance no termine y la gente siga bailando