La alegría de un reencuentro anticipado.
Una noche nunca es suficiente. Cuando se trata de música, el oído siempre busca una dosis extra que complazca los sentidos a través de cada sonido.
A tan solo cinco meses de su última visita, Snow Patrol regresó al escenario de El Plaza Condesa para ofrecer algo más que un reencuentro anticipado con el público mexicano. En esta ocasión, el quinteto irlandés llegó para consentir a los fans con una presentación en formato full band, llena de energía y de un repaso por algunos de los temas más representativos de su discografía.
Más que una desventaja, el regreso se sintió como un acierto, reflejado en un recinto lleno y ansioso por su llegada.
Tras media hora de espera, el quinteto se hacía presente frente a una escenografía sencilla, decorada con una manta con el diseño de su más reciente álbum, Wildness. Con semblante entusiasta y una gran sonrisa, Gary Lightbody tomó su guitarra al centro del escenario para arrancar la noche al ritmo de “Take Back the City”, seguida de otro par de clásicos en fila: “Chocolate” y “Crack the Shutters”.
“Es genial estar de vuelta. Siempre es divertido cuando venimos aquí, tuvimos que esperar siete años pero estamos de regreso”, fueron las primeras palabras que el vocalista dirigió al público, refiriéndose a su última presentación en formato full band.
Tras la primera ronda de temas, llegaba el turno de dar paso a algunos cortes del último álbum. Fue así como el coro de los asistentes se hizo presente con “Don't Give In”, tras una aplaudida ejecución de “Empress”.
La noche avanzaba y la emoción de Gary se contagiaba entre los asistentes a través de cada salto y cada sonrisa, mientras las palmas del público se encontraban en el aire al ritmo de “Open Your Eyes”.
A pesar de la dificultad, el vocalista se daba un tiempo para bromear con el público acerca de la altura de la capital. "Todas las bandas que vienen aquí hablan de la altura, vaya que sí". De la risa llegábamos a la melancolía que se hacía presente a través de “Run”, para dar paso a la motivación transmitida en “Life On Earth”.
El sonido del piano adornaba cada rincón del recinto con la ejecución de “Make This Go On Forever”, previo a desatar la energía y los saltos del público con “Shut Your Eyes” y “Called Out In the Dark”.
El final de la velada estaba cerca, pero antes nos regalaría la interpretación de “Heal Me” y llenaría la atmósfera de un tinte romántico con los coros de "Chasing Cars” y “This Isn't Everything You Are”. “Es uno de los shows más divertidos que he tenido en un buen tiempo, gracias”, pronunciaba Gary antes de dar paso al encore.
Tras una breve pausa, la banda estaba de regreso y las luces de los celulares iluminaron los versos de “What If This All the Love You Ever Get”, antes de que robar los últimos rastros de energía y poner a brincar a los asistentes una última vez, con el mismo tema que dijeron adiós hace cinco meses, “Just Say Yes”.