Siddhartha: Un concierto entre la memoria y el futuro.
¿Quiénes seríamos sin la nostalgia que alberga la memoria y la esperanza por el futuro? ¿Qué sería de nuestro futuro sin la memoria? Este viernes 6 de diciembre, el Auditorio Nacional fue testigo de la presentación oficial de Memoria/ Futuro, el nuevo material discográfico de Siddhartha. Entre temas del pasado e inclusive, promesas de futuras canciones, el artista nos regaló una noche que quedará marcada más allá de la memoria.
La agrupación argentina multiestilística, El Kuelgue, fue la encargada de darnos la bienvenida. Tras 15 años de conformación, por primera vez pisaron tierras mexicanas y nos dejaron ser testigos de la diversidad musical que presentan. Canciones como "Bossa & People" y "Natación" fueron dándole energía al Coloso de Reforma que poco a poco comenzaba a llenarse.
"Góndola" fue el tema con la que los músicos dijeron adiós. No sin antes agradecer la oportunidad y la recepción que el público les dio. Los toques de samba, trap y algo de funk, fueron los elementos ideales para darle pie al acto estelar de la noche: Siddhartha.
Sobre el escenario, los técnicos comenzaron a hacer su trabajo. Retiraban instrumentos y colocaban otros más. La intensidad y rapidez del movimiento hacía crecer la emoción y expectativa de los presentes, quienes dejaron de ser unos cuantos para convertirse al paso del tiempo en un recinto sold outeado.
Entre gritos llenos de euforia, el nombre del músico resonaba y a muchos nos envolvía en sentimientos de nostalgia. Memoria/ Futuro hacía su presentación oficial, no en un Teatro Metropólitan o un El Plaza Condesa, sino en un Auditorio Nacional. Un recinto con gran prestigio en México.
De un momento a otro, la oscuridad se hizo presente, lo que denotó que el show estaba por iniciar. Con un gran espectáculo de luces y bajo las sutiles melodías que acompañan este nuevo álbum, los músico salieron a escena. "Memoria Futuro" dio inició y fue la chispa que el público requirió para ponerse de pie.
Sin darnos oportunidad de reaccionar ante lo que habíamos presenciado, "El Aire" comenzó. Musicalmente, cada instrumento era preciso y la calidez de El Vuelo del Pez nos regresó el aliento que creímos perdido al inicio de la presentación. A ello le siguió "Ser Parte" y también unas palabras de bienvenida por parte del músico. "Esta noche es un sueño cumplido", dijo Siddhartha. Y en efecto, todos ahí sentíamos lo mismo.
Cada bloque se dividía por extractos de composiciones que sonaban familiares. Sonidos oníricos y naturales que nos ponían emocionalmente en pausa hasta los siguiente acordes. El pasado se hizo presente y canciones como "Tus Pupilas", "Domingo" y "Extraños" nos recordaron que detrás de este concierto, existen muchos años de trabajo.
La energía de los músicos dejaba al descubierto su gran emoción por lo que estábamos viviendo. Además, era tal la efusividad, que todos los ahí presentes nos vimos permeados por ella. "El Poema y la Caja" le dio pie a un momento, en lo personal, icónico del concierto. Los primeros acordes de "El Deshielo" comenzaron y pese a que muchos no lograron reconocer la pieza, los contraste musicales hicieron que el público fluyera con la corriente que alberga la sutil fuerza de esta canción.
Los fragmentos de melodías pasadas no pararon. Entre bloques de canciones nos posicionaban en tiempos y lugares distintos. Dimos pasos atrás con canciones como "Infinitos" para después volver a un punto neutro con "Vida". Pieza que nos habla de un futuro y una nueva propuesta melódica por parte,en general, de lo que hemos escuchado de Siddhartha.
"Fuma" fue la pieza siguiente, y la cual contó con la colaboración del cantante argentino, Emmanuel Horvilleur. Los bajos resonaban en las paredes del recinto, y la energía nos envolvía en un manto de alegría. A ello le siguió "Película" y "Cada Vez Que Vuelvas", para después dejarnos con "La Ciudad".
Las colaboraciones no pararon y la siguiente fue con un artista con quien Siddhartha confesó que tenía grabada una canción. Entre murmullos y mucha expectativa, Ximena Sariñana salió a escena y juntos interpretaron "Aves del Tiempo". Canción que el músico aprovechó para dedicarle a sus padres.
A pesar de la alegría y gran energía que a todos nos permeaba, la nostalgia no se disipaba y tocó un punto clave cuando Jorge aprovechó para dedicarle "Náufrago" a todos aquellos que lo han acompañado en esta larga travesía como músico. Pieza que le dio paso a canciones como "Bacalar" y "Tarde".
Entre las intervenciones que se hacían, el cantante nos preguntó cómo estábamos hasta ese momento. Y sorpresivamente, los gritos no hicieron retumbar el recinto. Pero no porque nos la estuviéramos pasando mal; si no porque estábamos sin aliento. No le dábamos crédito a ese momento.
"Algún Día" nos hizo salir del trance, y así seguir con "A La Distancia" y "El Chico". Canciones en las que pudimos ver y ser parte de los flashes que iluminaron el Coloso de Reforma. Tras este especial momento, el artista se dio un tiempo para presentarnos a la banda. Alejandro Chubaka en el bajo, Erick Rangel "Oso" en los teclados y Raúl Velázquez en la guitarra; además de aprovechar para darle la bienvenida a Luis Mejía en la batería.
Con una dedicatoria anónima, los músicos interpretaron "Buscándote". Para después invitar al escenario al artista sonorense, Caloncho, y tocar "Loco". "Una Noche Tranquila" fue el cierre previo al encore. Momento que duró muy poco debido a los gritos y emoción del público.
Al salir a escena, Siddhartha se tomó un momento para hablar del propósito del encore y cómo este es una pausa previo al estado máximo del show. Por lo que nos pidió disfrutar al máximo estos últimos minutos. Y vaya que funcionó.
"Me Hace Falta" dio inicio al bloque. Para después cerrar con "Únicos", canción en la que el artista tapatío nos pidió despojarnos de nuestros celulares para poder estar vivir ese momento sin alguna interferencia. Las luces blancas cesaron y con el peculiar ritmo del sencillo, Siddhartha concluyó uno de los espectáculos más importantes en su carrera.
Aunque me faltan elementos para elogiar Memoria/ Futuro, debo de reconocer que la elección del setlist hizo de este show un espectáculo sin igual. Un recorrido entre el pasado y el presente, pero que también no deja al filo de la expectativa por lo que vendrá en un futuro.