Radical Mestizo: la fusión, el hip hop y el nacimiento de un nuevo festival.
Todos sabemos que cada que en México existe un cambio de gobierno es muy probable que los enfoques en arte y cultura cambien. Si la administración pasada había enfocado su esfuerzo en un gran festival gratuito en la CDMX (o al menos uno uno enfocado al público masivo), la nueva optó por repartir presupuestos y esfuerzos a lo largo de 14 festivales culminando con un show masivo a final de año.
Este show masivo fue el festival Radical Mestizo, que se llevó a cabo en el Zócalo de la CDMX durante un fin de semana.
El sábado fue más una fiesta tranquila que duró desde medio día ante un público que ni cerca estuvo de llenar la Plaza de la Constitución pero que sin duda la pasó bastante bien y pudo disfrutar de algunos de los mejores músicos de fusión que el mundo ha dado, pero como esto no es una tesis vamos a resumir el primer día en cuatro actos:
Primero Kumbia Queers, banda, que como el nombre lo indica, toca cumbia y tiene un mensaje de inclusión enfocado en la comunidad LGBT, aunque sin dejar de lado otras luchas igual de importantes como el feminismo, el cual se vio presente con su interpretación de “Un violador en tu camino” para cerrar su show.
Una vez entrada la noche salió a tocar Femi Kuti, uno de los maestros del afrobeat, género que su padre Fela Kuti ayudó a crear y popularizar. Su set fue como apreciar una gran clase de música, no había un solo intérprete sobre el escenario que no fuera experto en su instrumento, simplemente, magistral.
Siguió Orishas con su hip hop cubano, quizá este podríamos decir que fue el momento más prendido de la noche, donde la gente cantó más y se entregó más. “Represent”, “A lo cubano”, “Atrevido” y “537 Cuba”, fueron las más esperadas y con las que el público conectó más.
Por último Gogol Bordello que con su gypsy punk sirvió para cerrar la primera jornada del festival sin mayor problema. Lo malo es que el público, ya cansado y sin mucho conocimiento de la banda, se fue retirando durante su set, aunque al final la fiesta se pudo armar con los fans que quedaron.
Día dos: hip hop, hip hop y más hip hop.
El segundo día empezó más tarde porque se trataba solo de tres actos. Tres actos que representaban cada uno a una cara distinta del hip hop.
Por un lado se presentó Ximbo, rapera mexicana de la vieja escuela que comenzó hace dos décadas con Magisterio, una banda de rap que raya en lo legendario dentro del underground nacional. Su set estuvo lleno de esos beats que solían distinguir el rap mexicano a principios de los dosmiles: reggae, dub, bases con estilo neoyorquino y letras de conciencia social. Además contó con invitados, entre ellos Corsario JR de Los Elásticos y la reina del reggae argentino Alika.
Alemán fue el segundo en subir al escenario. Para él, este show significaba algo más que un simple concierto, se trataba de la audiencia más grande para la que el rapero de Cabo San Lucas se hubiera presentado y él sabía que muchos lo iban a ver a él así que se preparó para uno de las mejores presentaciones de su vida con invitados que fueron desde su crew (Yoga Fire, FNTXY y Muelas de Gallo) hasta raperos de otras latitudes como Kidd Keo y hasta Rubén de Café Tacvba quien le dijo. “Felicidades, como te quiere la banda carnal”, tras interpretar juntos “La Playa”, sin duda una gran set el que dio Alemán el cual culminó con el MC colgado de un arnés mientras observaba a 90 mil personas (cifras oficiales que se dieron 10 minutos después) brincar al ritmo de “Rucón”, uno de sus temas más exitosos.
El cierre lo dio Residente, quien interrumpió sus vacaciones de la gira (solo de la gira porque el puertorriqueño se encuentra grabando su siguiente disco) para dar un show en lo que él considera una de las plazas más importantes del mundo. Aunque hubo quienes solo iban a ver a Alemán y abandonaron el Zócalo, hubo una buena cantidad de personas que se quedaron a ver al boricua interpretar canciones de toda su discografía aunque muy recargada en su época con Calle 13, ya que sonaron canciones como “Pa'l norte”, “Atrévete, Te, Te”, “El aguante”, “Cumbia de los aburridos”, “El baile de los que sobran” y “Latinoamérica”, la cual fue de las ganadoras de la noche.
Para ser el primero, todo muy bien.
No creo que se pueda hablar mal de este festival ya que tanto el cartel, el sonido, la seguridad y los horarios estuvieron perfectos con un pequeño incidente el domingo a la hora del soundcheck que no pasó a mayores.
Sin embargo no vi la necesidad de hacer un festival de dos días cuando el primero no va a tener convocatoria y el segundo va a empezar tarde y terminar “temprano”, a lo mejor todo hubiera podido encajar en un solo día sin cerrar dos veces la plaza central de la CDMX, pero bueno, quizás esto ya es buscar defectos en donde no los hay. En fin, esperemos que este sea un festival que se pueda consolidar, al cual puedan entrar marcas grandes como patrocinio y que podamos ver a las mejores bandas de fusión en un mismo escenario de nuevo el próximo año.