De fiesta con La Banda Bastön y su familia.
Imagina que tienes el mejor plan de viernes por la noche: todos tus amigos y tú van a ir al mejor bar de la ciudad, barra libre incluida y además de todo eso, un chingo de sorpresas a lo largo de la velada los esperan, ¿listo? Pues así fue la presentación oficial del disco Luces Fantasma de La Banda Bastön en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris este 21 de julio.
Las 19:00 H. La gente hacía cola en el recinto ubicado en la calle de Donceles, calle emblemática del Centro Histórico de la CDMX. Mientras algunos aún alcanzaban boletos en la taquilla del lugar, la fila de acceso ya comenzaba a dar la vuelta a la esquina de Allende. Retrasos en el acceso, la gente impaciente comenzaba a preguntarse en qué momento podrían ingresar al icónico edificio y es que el cielo tenía un aspecto amenazador y los charcos en la acera no eran el mejor presagio. Al fin, pasada la media, comenzaban a dar acceso y los cientos de fans que esperaban un show fuera de serie se acomodaban en los lugares previamente asignados.
El lugar posee un aura especial y es que la arquitectura neoclásica del inmueble es tan emblemática como su historia. El reloj en mi celular marcaba las 20:12 H. y desde la incomodidad del palco, presenciaba el inicio de lo que sería una larga noche. Un invitado de honor abría el evento, desde Puerto Rico y acompañado por Manuel Lara (baterista), don Álvaro Díaz nos ponía a calentar motores con “MPH (A las millas)”. La gente lo esperaba con ansias y los gritos de euforia no tardaron en escucharse. Aunque el recinto aun estaba a tres cuartas partes de su capacidad total, se escuchaba el hervir de las gargantas cuando temas como “La champaña”, “Carro rápido” o “Groupie Love” sonaban desde el escenario. No es un secreto que el de San Juan es un favorito de la gente y el público femenino le tiene un cariño muy especial, cosa que pudimos notar cuando Álvaro entonó “Chicas de la isla” y “Westside (Chicas de la isla Pt. 2)”. Todos cantaban, un grupo de chicas bailaba sobre sus asientos y “Mantecado de Coco” hizo explotar el ánimo. Los fans no resistieron más y se levantaron de sus lugares para abarrotar el escenario, solo con la tarima como distancia y así corear “Es tarde ya” y “Tortura china”. Al grito de ‘¡Cabrón!’ Alvarito aprovechó para tomar la foto del recuerdo, con sus fans y el Teatro como marco, y finalizó un show lleno de sabor y cariño con “Todo bien”, track con el que se despidió entre aplausos y gritos de toda su gente.
El ambiente recuperaba su tranquilidad y las butacas vacías se ocupaban poco a poco.
El receso duró veinte minutos.
Las luces se apagaron en su totalidad y algo comenzó a sonar en los altavoces esparciendo un halo de incertidumbre, ¿era hora de ver a los de Baja California en acción? Aún no. La pantalla que se encontraba en la parte posterior del escenario se iluminó y un mar de espigas rosas apareció a través del proyector, era el video oficial de “Haces mal” y nosotros teníamos el privilegio de verlo antes que nadie. Una maravilla de audiovisual. Las luces volvieron a ausentarse y la tarima se iluminó: Muelas de Gallo y Dr. Zupreeme salían ataviados como adeptos de una secta, bajo túnicas negras y las manos juntas en plegaria, en procesión. No teníamos ni idea de lo que estaba por venir. Todo se había paralizado, de pie y con un aplauso convertido en estruendo, cada persona en el recinto sintió un escalofrío recorrer su cuerpo cuando “Quiúbole” nos hizo poner la mano al aire y mover la cabeza de arriba abajo para iniciar la presentación de La Banda Bastön.
La tensión estaba rota y “El país de las maravillas” entró como una inyección de realidad directa a nuestro inconsciente. “1, 2, 3” nos convirtió en cínicos y para cuando MKN Makenna apareció en el escenario para cantar “Constelaciones” nuestro cuerpo y mente ya eran un tributo para Mü y Zupreeme, quienes, con Gogo Ras, nos hicieron volar sin rumbo y no querer aterrizar al tiro de “Envuelto en humo”. Un grito se escuchó y para cuando reaccionábamos Alan Anaya y Simpson Ahuevo aparecían en escena para hacernos sacudir las pocas preocupaciones que aún cargábamos en hombros y con su clásico ‘¡Eo, eo!’ nos pusieron a cantar “Méxtasis”. Aún con las ganas de escuchar algo más y enfiestados regresó Bastön a seguir disfrutando de su fiesta y nos regaló “Señor malo”, “Jazmínes” y “Cárcel”, esta última sin Mariel Mariel, pero con la excelente ayuda de sus coristas.
Pero las sorpresas no paraban: Alemán y Yoga Fire estaban en la casa y “Barriobajeros” retumbó en la exquisita arquitectura del recinto haciendo que todos en la luneta dejaran sus lugares de nuevo y se abalanzaran al frente del escenario. Por un instante la noche fue del resto de integrantes del Homegrown Crew pues Dee, Bobby Bass, Fntxy, Yill, Trillhouse y BrunOG se apoderaron de los reflectores junto con Alemalandro y Hugo y nos hicieron recordar su pasado show en Pasagüero mientras hacían saltar a todo el “Esperanza Iris” con su “HomeGrizzy Boyz”. Esto ya era un desmadre.
Ya con Muelas y el Dr. de regreso sonaron “Oro” y “Hasta la muerte y después”, en la que compartieron micrófono con el MC de Mazatlán: Smoky. “Miénteme más” puso a bailar a las chicas del público y cuando Mü agradecía y daba un shot out para Álvaro Díaz, los deseos del público de que cantaran juntos “Martes 13” se hizo realidad para que el Teatro de la Ciudad temblara hasta sus cimientos.
Un set de scratch a cargo de Zupreeme, Alan Anaya, Aztec 732 y DJ Gross relajó el mood y nos recordó la importancia de los tornamesistas en la escena. Era turno de los recuerdos y para evocarlos: Big Metra y Petate Funky nos llevaron a la primera década de los 2000 con “No me llames”. La Vieja Guardia tenía que hacer acto de presencia y por ello Gogo Ras, Aztec 732, Sepulturero y MC Luka se unieron a sus más fieles colegas y una a una despacharon “Más de diez”, “Primero mi familia” y “Raperos Adultos”. Las ovaciones no se hicieron esperar y con vitoreo y aplausos despedimos a una Vieja Guardia que tiene show para rato.
"No se me importa un pito que las mujeres
tengan los senos como magnolias o como pasas de higo;
un cutis de durazno o de papel de lija.
Le doy una importancia igual a cero,
al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o con un aliento insecticida.
Soy perfectamente capaz de sorportarles
una nariz que sacaría el primer premio
en una exposición de zanahorias;
¡pero eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar…"
Mü se dio el lujo de recitar el poema de Oliverio Girondo y con este como preámbulo, “Chula” volvió a poner el ánimo a tope mientras Muelas, Zupremo y Gogo Ras hacían lo suyo en tarima y el teatro vivió un éxtasis que tenía como único vehículo el rap.
Sonó “Gracias” para lo que Danger se unió a los ya presentes en el escenario; después McKlopedia acompañó a Bastön e hizo lo propio para que “Sólo como amigos” hiciera mover el cuerpo al público. Geo Meneses fue una cálida bocanada, y tremenda sorpresa, que con su privilegiada voz nos enchinó la piel interpretando “La Llorona”. Denise Gutiérrez cantó el tema que da nombre al disco: “Luces fantasma” y nos quitó el aliento con su actuación.
Un merecido homenaje tuvo lugar un momento después y es que Fermín IV (Control Machete) se unió a la celebración y junto con Muelas y Dr. Zupremo nos hizo saber qué se siente el sudor en la frente con “Sí, señor”.
Era el final de la noche y el público estaba preparado para ello. “Loco” hizo subir la temperatura aún más. Con todos bailando, Bastön nos dio una despedida digna de reyes interpretando “No me porto bien” y “Me haces mal” (al lado de McKenna). Pero había una pieza que faltaba… “Me gustas” se coló entre nuestros tímpanos y reventó las cuerdas vocales de todos en el lugar.
Fue una noche completa. Entre rap, fiesta y un chingo de amor a la música La Banda Bastön dieron cátedra de lo que es llevar más de 20 años en la escena y seguir siendo referente indiscutible del rap mexicano… claro ¡Celebrando como sólo ellos pueden!