Con tres actos, Tessa Ía engolosina los oídos en su primer concierto en el Teatro de la Ciudad
En la cocina, un sabor dulce es aquel que no resulta salado, ácido ni amargo, pero en la música hay una artista que logra ser dulce y al mismo tiempo sí presenta matices ácidos; se trata de la actriz, cantante y compositora Tessa Ía, quien oscila a la perfección entre lo cursi y lo punk.
Apenas transcurridos algunos días del 2023, uno de los recintos con más historia en la capital mexicana vio su primer sold out del año, lo cual explica el porqué a las afueras del Teatro de la Ciudad Esperanza Iris eran visibles cientos de personas acomodadas en enormes filas que incluso daban la vuelta en la esquina entre Donceles e Ignacio Allende.
Las manecillas del reloj marcaban las 19:20 Hrs y aunque las personas seguían en acceso al recinto, las luces en el stage cobraron vida y en el centro de la escena apareció el dúo mexicano Valgur.
Elizabeth y Hugo Valdivieso son dos hermanos originarios de Juchitán, Oaxaca, que junto a Julio Sánchez formaron un interesante proyecto musical que brilla debido a que mezclan sus raíces con un estilo que salta entre lo contemporáneo y lo retro, generando así una fusión de lengua zapoteca con música tradicional y vaporwave, ellos fueron los encargados de abrir el show.
En la zona central del inmueble se hizo presente Nailea Norvind, mamá de la protagonista de la noche, quien comenzó a aplaudir junto a dos personas más y como un eco las palmadas fueron secundadas por todos los asistentes, transcurridos unos segundos apareció la estrella sobre el escenario y con una luz tenue se escuchó: “yo no canto, sólo estoy desmoronada como un amaranto”.
Al fondo, un juego de cortinas traslúcidas daban un efecto de profundidad y romanticismo que era inundado con una atmósfera que pareciera tener aroma frutal, pues alrededor de la batería y en la periferia del escenario eran notorias diversas macetas con plantas, haciendo alusión a su cartel promotor de la gira “Epílogo”.
Tessa Ía da un concierto camaleónico
Aprovechando sus dotes actorales, la artista de 27 años decidió dividir su concierto en tres actos, mismos que estuvieron pautados en uno del otro por cambios drásticos y temáticos de vestuario; el primero constó de un atuendo de un arlequín, con el cual entonó temas como “Circo”, “Ultravioleta” y “Cascabel”.
Pronto dio paso al segundo acto de la noche, en donde Tessa Ía apareció vestida de bruja con un gran sombrero, al mismo tiempo que sus cuatro compañeros en las percusiones y cuerdas portaban cuernos de diablito, así abrió paso a la etapa más rockera del concierto, con temas intensos como “Quimeras”, “Narciso”, “La niña escopeta”, “Cariño” y “Cooleros”, pero a pesar de la atmósfera punk, una pareja de novias aprovechó la invitación de la cantante al escenario para comprometerse en matrimonio mientras portaban con orgullo una bandera LGBT+.
El tercer acto de la noche llegó cuando Tessa se cambió frente al público, se puso un blazer y pantalón dorados y con ello marcó el inicio del fin de su concierto, mismo que estuvo lleno de sorpresas, pues tuvo diversos invitados especiales, entre ellos Ximena Sariñana, Luis Humberto Navejas, Girl Ultra, Zemmoa y Ruzzi, quienes dieron el toque final a una noche llena de emociones, amor, baile, música y rebeldía fusionada con colores pastel, muy al estilo ya característico de Tessa Ía.