Foro: Pepsi Center WTC

Foster The People en el Pepsi Center WTC

Fotos Michel Trevilla

Un viaje de luces y armonías a través de la trayectoria.

Una velada que inició con mal augurio; un retraso en la entrada, una lluvia que detuvo la ciudad, un recinto sin paquetería y gente que no perdía las ganas de ver a Foster The People salir al escenario. Así se describe el último lunes del mes de octubre.

Dieron las 21:00 H. en punto y Los Mesoneros, banda telonera, salió al escenario con un Pepsi Center WTC todavía medio vacío, rompiendo cualquier bostezo o aburrimiento con “Algo bueno”, “Luna”, “Un segundo”, “Dime como tú quieras” y “Te lo advertí”, canciones que levantaron los ánimos de casi todos los presentes.

Media hora después, el set telonero había dado por terminado y la gente ya esperaba el plato principal, la razón para desvelarse en el primer día de la semana, y para aquellos formados desde muy temprano en la mañana, a su banda favorita. 21:35, 21:40, 21:47… el ansia comenzaba a saborearse en el lugar con un poco de música clásica de fondo, y a las 22:01 ya podíamos ver las siluetas de Mark Pontius, Sean Cimino, Isom Innis, Tyler Halford, Phil Danyew, y el aclamado Mark Foster.

Con un potente sonido, se escucharon los primeros acordes de “Coming of Age”, coreada de principio a fin y seguida por “Don't Stop” y “Lotus Eater”, se encargaron de dejar un mood listo para el resto de la noche, mientras que “Pseudologia Fantastica” nos llevó en un viaje de perfecta iluminación multicolor, con una textura casi de algodón de azúcar, que incitaba a querer probar el escenario.

El arte de organizar un buen setlist siempre ha sido motivo de admiración, y cuando hay variedad de ritmos, sonidos y conceptos, se aprecia un cambio de vibra en un concierto. Con siete canciones de Torches, cuatro de Supermodel, y cinco del álbum más reciente, Sacred Hearts Club, cada fan de cada disco, fue complacido.

Una sorpresa en la lista de canciones preparadas fue “Love”, incluida únicamente en la versión de Best Buy del primer álbum de la banda. Aunque uno de los momentos cruciales de la noche fue un outro de “Are You What You Want To Be?” hacia “Houdini”, una de las características de Foster The People en vivo es que disfrutan hacer nuevos arreglos y armonizaciones sumamente agradables al oído y hasta cierto punto pueden llegar a ser tiernas.

Pero la conexión que hubo entre “Houdini” y “Call It What You Want” fue una de las más explosivas de la velada, la gente sabía qué esperar de estas canciones en vivo y tanto el público como la banda dieron todo de sí mismos para hacer de estas dos canciones algo casi perfecto.

Se acaba el tiempo y solo quedaba espacio para algunas canciones más, pero siempre hay chance para un pequeño cover, y así sonó en el recinto “Bigmouth Strikes Again”, de The Smiths, dándole un toque ‘acústico’ a este enérgico concierto. “Helena Beat” y la asegurada “Pumped Up Kicks” nos llevaron al encore con “Loyal Like Sid & Nancy” para después terminar la noche con “Sit Next To Me”.

Antes de la última canción, Mark Foster leyó unas palabras que tradujo al español. “En estos tiempos, continuaremos luchando por lo que es correcto, seguiremos apoyando a la clase obrera, y continuaremos haciendo nuestro mejor esfuerzo. Todos somos familia, todos somos hermanos y hermanas para Dios”. Después de cada canción coreada, cada grito, salto, baile y aplauso, la gente salió del lugar, algunos se acercaron a la mercancía, otros corrieron al metrobús, y otros más esperaron un taxi, y cada una de esas personas se llevó el gran sabor de boca que Foster The People siempre deja tras un buen concierto en la Ciudad de México.

Bomba Estéreo en el Pepsi Center WTC

Fotos Edwin Lopez

Es Bomba Estéreo: fiesta en la jungla.

No cabe duda que Bomba Estéreo es una de las bandas latinas más importantes de la actualidad. Cada vez que parece que desaparece del reflector sorprende con una nueva canción que los vuelve a poner en el mapa. Este año esa canción de llamó “To My Love”, misma que sonó una y otra vez y hasta en la sopa durante el primer semestre de este año. Quizás fue por eso que la banda decidió intentar un recinto más grande para su presentación en CDMX y nada mejor que el Pepsi Center WTC para enfrentar este reto.

Al llegar al lugar lo primero que se podía notar era la escenografía que simulaba una jungla, lo cual tiene sentido pues precisamente el nombre del tour es Jungla Tour, así que todo bien ahí.

A las 20:00 H. todo estaba listo, sin embargo antes de los colombianos subió al escenario Girl Ultra, lo cual dio oportunidad a los rezagados de llegar. La chilanga calentó la noche con un R&B a veces sensual, a veces de despecho, o sea: R&B.

“Durante la próxima hora y media vamos a olvidarnos de lo que pasa afuera”, dijo Liliana Saumet mientras lucía un abrigo verde que a su vez cubría un vestido rojo que contrastaba de maravilla con la escenografía natural. Liliana no mintió, desde un inicio la música te hacía olvidar todos lo problemas de afuera gracias a su "Cumbia sicodélica".

Canciones como “Soy yo” o “Somos dos”, pusieron a bailar a un público tan variado que incluyó desde niños que cantaban cada palabra en los hombros de sus papás, hasta jóvenes adultos que habían conocido a la banda hace años en sus inicios y que conocían, también cada letra y cada baile que salía del escenario.

Algo que caracteriza los conciertos de Bomba Estéreo, es que no hay un momento de tranquilidad, ni siquiera las canciones “tranquilas” te permiten un minuto de descanso, todo es intenso, todo es baile, todo es sudor. Sin embargo aún así existe un momento en el que todo explota, en el que la energía llega al máximo. Ese momento incluye sus tres canciones más exitosas.

Es cuando empieza a sonar “To My Love”, que todo llega a niveles orgásmicos de baile e intensidad. Como ya se estableció esta canción sonó hasta en la sopa este año a pesar de tratarse de un track que tiene varios años. Después de esa explosión viene “Fiesta”, la cual sube aún más la intensidad.

Para terminar viene “Fuego”, esa canción que los convirtió en figuras fuera de su natal Colombia, esa que puso a bailar cumbia hasta al más rockerito, en este punto Liliana aprovecha para presentar a los músicos y terminar con una explosión que deja a todos con ganas de más.

Al final te das cuenta que Liliana tuvo razón, durante hora y media te olvidaste de todo y todo pasó tan rápido que no queda más que retirarte con una sonrisa en la boca.

Nick Cave & The Bad Seeds en el Pepsi Center WTC

La elegancia sobre el escenario. Nick Cave regresó para absolver nuestras almas.

¿Cómo te preparas contra lo inevitable? La muerte de un familiar llega como un balde de agua helada. Como si cientos de cuchillos te atravesaran el corazón y no tuvieras la oportunidad de defenderte, un dolor el cual nadie está preparado para recibir, ni debería de estarlo. Una pena que quema y destruye una pequeña parte de tu alma. Que aunque es el ciclo de la vida, nunca se sabe con exactitud cómo reaccionar ante su irremediable llegada. Han sido tres años de continua pesadumbre para Nick Cave, con la lamentable partida de su hijo de 15 años, el músico australiano reflejó su dolor en Skeleton Tree, un excelso material de larga duración que rayó en lo sublime por casi 40 minutos. En esta ocasión escuchamos una vulnerabilidad en la voz de Nick, que lo hizo llevar su carrera a otro nivel. Ya no estaba enojado, ni tenía esa rabia en la piel. Confeccionó un tributo a su sangre y nos invitó a unirnos a su pena. Desconcertante y profundo, las letras penetraban en el abismo. Una fúnebre despedida que era necesaria, y en la cual todos empatizamos con la situación y aceptamos la invitación.

Ayer después de cinco años de espera, Nick Cave volvió a México, y con ello llegaba otra pregunta: ¿qué sería distinto de su show pasado? La respuesta llegó desde el primer minuto: Todo, absolutamente todo. Con 15 minutos de retraso, las luces se apagaron por completo en el recinto para que "El Diablo" y sus seis discípulos llenaran de oscuridad la capital. Con una tétrica entrada, “Jesus Alone” fue el primer tema que inundó nuestros oídos. “With my voice, I am calling you”, sentenciaba con el verso el cantante de 61 años a sus seguidores mientras una gigante imagen en blanco y negro de él sobre el escenario se reflejaba en una pantalla trasera. Nos estaba invocando, la ceremonia había comenzado. Con un público enardecido, el músico vestido completamente de un elegante traje negro hizo un ademán para que el lugar quedara en un silencio sepulcral. Ssssshhhhhh. El escenario era suyo, y “Magneto” hacía gala de presencia. Algunos celulares se entrometían entre la vista, pero la mayoría guardábamos respeto, creíamos que era un digno momento para alejarnos de la tecnología. Un blues completamente desgarrador, una urgencia abrumadora de matar apagada por el movimiento del amor. El barítono retumbaba en el lugar, las leyendas eran ciertas: los vampiros eran reales.

Y es verdad, el audio dejaba bastante a deber, pero cuando llegó la tercera canción mejoró considerablemente. Nick preguntaba, nosotros gritábamos: “Do You Love Me?”. Un escenario vestido en rojo nos hacía recordar el icónico Let Love In. Después de la interpretación del clásico, “El Diablo” se transformó con “From Her To Eternity”, pateó sus notas, aventaba su micrófono, se arrodillaba enfrente del público. Gritaba y escupía hacia el piano que tocaba esporádicamente junto a Warren Ellis. Algo lo poseía por completo y nosotros éramos partícipes de ellos. Segundos después, cuando se creía que la calma reinaría en el lugar, un demonio esperaba afuera de nuestra puerta, “Loverman” empezaba a sonar en lo alto. Hay que recalcar algo en este punto, Nick es una bestia. Su cuerpo emana una energía impresionante. Caminaba, bailaba alrededor de sus músicos, se acercaba al público y los tomaba de las manos, un auténtico show man. Enseguida de terminar con su anécdota de ultratumba, sonaba otra irremplazable de su carrera: “Red Right Hand”. El escenario cambiaba nuevamente de color, ahora las luces se tornaban con un fantasmal tono azul. El vampiro relataba historias de su etapa más lúgubre. Y sus seguidores, recibían con ardor en su cuerpo las letras del salvaje artista nacido en Warracknabeal.

Terminando con el feroz bloque, la calma llegó con Nick tomando el piano por asalto. “The Ship Song” sonaba y el silencio volvía al venue en cuestión de segundos. “We make a little history, baby”, cantaba el líder de The Bad Seeds mientras algunas parejas se tomaban de las manos, otras se abrazaban y besaban, un conmovedor momento invadía lugar. Con un aire cálido, a todos se nos olvidaban por un momento nuestros problemas, el ritual había comenzado, ¿y no es acaso ese el propósito de la música? Ciertas veces solemos olvidarlo, ayer lo recordamos cuando todos coreamos al unísono “Into My Arms”.

Con los sentimientos a flor de piel, Nick Cave nos platicaba sobre los momentos en los que se había derrumbado, donde caer a la lona era un habitual en su vida, “Shoot Me Down” llegaba de sorpresa, y a nosotros también nos derrumbaba escucharlo cantar con tanta conmoción. Y cuando se creía que los ánimos por fin subirían, la banda retomó el Skeleton Tree para interpretar “Girl In Amber” y “Distant Sky”, esta última con la participación de Else Torp, tanto en voz como de manera virtual, proyectando su imagen en la pantalla trasera. La voz de la soprano danesa es impresionante, se te eriza la piel instantáneamente al escuchar el melodioso canto. Una forma increíble para terminar el nostálgico bloque.

Y sí, algunos estuvimos al borde de las lágrimas cuando llegó la tormenta “Tupelo”. Un huracán que nos hizo olvidar los 20 sensibles minutos que habían terminado hace apenas un momento. Nick por fin se despojaba de su saco, se quitaba el chaleco y su pecho quedaba al desnudo con una cruz dorada llena de sudor. Una gran bestia se acercaba, una nube negra venía de cerca. Una curiosa analogía por el clima que cubría la capital. Con un “This is a story, about some girl call Bee”, la banda interpretaba “Jubilee Street” y todos volvíamos a enloquecer. Es de verdad impresionante presenciar en directo las facetas que viven dentro de Nick Cave. Brilla y complace, y en un parpadeo vuelve su desdeñado e insolente alter ego a apoderarse de su cuerpo. Es irreverente y parece que tiene 28 años nuevamente. Algo fuera de lo común yace en el australiano.

Ya habíamos escuchado clásicos y temas nuevos, en muy poco tiempo se vivía de todo en el show del vampiro y “The Weeping Song” auspiciaba un cercano final. Es difícil no imaginar la voz de Blixa Bargeld acompañando los versos, pero la transformación de epílogo que le ha otorgado el frontman de la banda al tema es simplemente brutal, convirtiendo los casi cinco minutos de duración al doble puesto que se baja del escenario a conectarse con el público. Arriba de la consola de audio, Cave daba indicaciones de cómo aplaudir para acompañar el ritmo de la canción, sin duda un momento memorable del concierto.

Antes de su regreso a las tarimas, el bajo de la inconfundible “Stagger Lee” ya retumbaba en el lugar. El artista subió, pero parte del público lo acompañó, al menos unas 30 personas arribaron al escenario para acompañar a The Bad Seeds en la interpretación del tema. El vampiro jugaba con ellos, les cantaba al oído y por un momento una chica lo tuvo de frente retándolo como si fuera un acto histriónico. Lo mismo sucedió con “Push The Sky Away”, pero ahora el pequeño grupo que estaba arriba los mandó sentar, mientras todos en el lugar empujábamos el cielo con nuestras manos. Pocas veces puedes sentir tanta conexión con un músico, ayer fue uno de esos días que mágicamente sucede. Y con una despedida de escasos cinco minutos, los elegantes artistas australianos volvieron para un encore de tres canciones: “The Mercy Seat”, “City of Refuge” y “Rings of Saturn”, la última mencionada con un Warren Ellis haciendo los característicos coros de forma muy graciosa.

Puedo asegurar que ayer se vivió uno de los mejores shows del año, y que también pudimos presenciar uno de los mejores sets en la carrera de Nick Cave & The Bad Seeds. Se le veía ecuánime, se le veía feliz al vampiro. Descubrimos que regresar al escenario le limpió el corazón, llevando su música a un plano sentimental muy distinto a lo que nos tenía acostumbrados. En dicho trayecto tuvo la gentileza de absolvernos el alma y elevarnos con él. Todos sufrimos, pero tú nos has enseñado a sobrellevar cualquier guerra sin caer derrotados. A luchar hasta el último aliento sin mirar atrás. Gracias por tanto Nick.

 

Reyno en el Pepsi Center WTC

Reyno y su respuesta para respirar entre dos mundos.

Hace poco menos de un mes, Christian aprovechó el estreno de "Levedad" y conversó con Indie Rocks! Durante la entrevista, el vocalista y guitarrista de Reyno dio algunos detalles del kick off que sus seguidoras y seguidores podían esperar durante su presentación en el Pepsi Center WTC: Un repertorio de sus tres álbumes de estudio ambientado en un escenario que permitiera mantenerse en una espiral anímica y sensorial.

Además de la promesa de un diseño visual atractivo y de una experiencia sonora que atravesara por temas de Viaje Por lo Eterno, Dualidad y Fuerza Ancestral, el "tirar la casa por la ventana" incluyó la participación de Tessa Ia, Marcela Viejo y Daniela Spalla. La euforia por escuchar por primera vez el contenido de Fuerza Ancestral y por revivir la atmósfera del sold out del Teatro Metropólitan se hicieron visibles con la energía con la que se entonaron los elogios a Tessa y Marcela mientras sonaban "Acicálame", "Pantano Mexicano" y "Desde Mi Imaginación".

Tras despedir a Marcela Viejo con "Pequeñas Promesas", el público —integrado en su mayoría por parejas jóvenes— comenzó a apretujarse. "Amiga, si te llega un empujón, te juro no fui yo. Atrás de mí tengo a todo el ejército", se alcanzó a escuchar entre una de las primeras filas. Los 20 minutos en los que el staff se encargó de preparar los instrumentos sirvieron para realizar todas las actividades previas al espectáculo: Colarse por espacios diminutos para tener mejor lugar —No le hace, sí cabes. Yo ya entré—, comprar algo de beber, acomodarse los tenis —Me voy a poner loco. Mejor me amarro las agujetas—, planear el trip para el Festival Catrina, y ¿por qué no? comenzar a preparar la voz para el momento en el que Pablo, Christian, Ale, Santiago, Carlos, Rojo, Matías y Alonso se integraran a la vibración y turbulencia continua del Pepsi Center WTC.

Los ensayos de porras y de los versos de "Hasta El Último Día" entre los círculos de fans evidenciaron su potencial cuando al apagarse las luces se escuchó un estruendoso '¡Oe-Oe-Oe, Reyno, Reyno!'. El clima entre diversos coros y puños se propagó hasta convertirse en el limbo de la eternidad, el cual dio inicio con las primeras melodías de "Horizonte".

Posterior a mecerse entre las metáforas de la luna, el sol y el viento, Christian admiró la presencia y el tamaño de la familia Reyno. "Sin ustedes, nada de esto sería posible" expresó segundos previos a sorprender a las y los presentes con tres temas de Dualidad. Los ocho minutos en los que sonaron "Pacífico" y "No Olvidé" prepararon los pulmones y el estado emocional de la audiencia para dar apertura a las primeras melodías de "Fluye".

Todos aquellos que estuvieron presentes en la Plaza de la Mexicanidad y el Centro Dinámico Pegaso son testigos de que los momentos en los que se entona "Lo pasado ya es pasado y el presente está en mi piel" plantean la posibilidad de que las plantas de los pies sean absorbidas por la tierra y que los tonos de sus voces permitan derrumbar el cielo. A su vez, el equilibrio armonizado de "Fluye" estuvo representado por la mención (implícita y explícita) de los nombres de algunas y algunos ex al momento que sonaba "yo te deseo lo mejor, que todo salga bien y mucha suerte". 

La ruptura con el hilo de los temas de Dualidad estuvo representada por el acompañamiento de Daniela Spalla en "Amor Lúcido". Si bien la intérprete de "Pinamar" advirtió de su presencia, la dupla entre el estilo setentero de Spalla y el performance acústico de Christian ocasionó que la construcción de una atmósfera lírica compuesta por nubes, sueños y melodías de balada formara parte de la realidad.

Al igual que su música, las presentaciones en vivo de Reyno hacen referencia a los vocablos que describen su trayectoria artística: Dualidad y fuerza. La confrontación entre las estrofas y rimas de "Me Desprendo", "Remi" ,"Me Voy" —tema que no habían tocado en tres años— y "Control" demuestran que es posible destruir las cadenas, entregarse al amor y soltarse a la vida aun cuando se está en medio del vacío. Posterior al ir y venir entre el arrepentimiento y la inmortalidad de los buenos momentos, Christian y Pablo decidieron encontrar un punto de equilibrio y comenzó a sonar "Fórmula", uno de los temas favoritos de la banda.

Seguido del encore —lapso en el que las y los fans aprovecharon para expresar su satisfacción y goce—, el reparto de las canciones se caracterizó por un diálogo conjunto entre Fuerza Ancestral y Viaje Por lo Eterno. El trayecto entre 2014 y 2018 estuvo representado por la energía fugaz de "Amarrado" y el tono poético de "Rayo De Luz". Previo al cierre —y desde las orillas del mar en "Lejos" hasta la psicodelia de los años 60 con "Química"— las y los asistentes experimentaron una marea de sentimientos referentes a distintas dimensiones de espacio y tiempo.

Para las primeras notas de "Ahrimán", la suma de todas las cosas dio como resultado una fórmula secreta que corrió por las venas de todos y que los convirtió en cenizas que acompañarán a Pablo, Christian, Ale, Santiago, Carlos, Rojo, Matías y Alonso en una turbulencia continua. Con un setlist de poco más de hora y media, Reyno dio respuesta a cómo respirar entre dos mundos: Moverse con una fuerza ancestral hacia un viaje por lo eterno.

(***)

The Vaccines en el Pepsi Center WTC

Nuestra casa es su casa: The Vaccines.

Jueves 27, de esos días raros donde sale el sol, y decides no cargar chamarra, llega la tarde y una nube gris cubre toda la ciudad, en seguida la lluvia comienza a alterar la movilidad y en fin, algo a lo que ya estamos acostumbrados, de pronto se hace de noche y es hora de partir al Pepsi Center WTC, un pequeño gran escenario que para muchas bandas representa un peldaño imponente, rumbo al ascenso a las grandes ligas, y para bandas extranjeras es como un “la estás armando en un país que los quiere”. Para los londinenses este escenario significa “México también es su casa”. Luego de su participación como headliner en el festival Pulso GNP en Queretaro, The Vaccines llega a la ciudad de México para seguir dándonos el placer de escuchar Combat Sports  el que para mí gusto, es un álbum nuevo con raíces viejas, aquí podemos recordar bastante de lo que fue What Did You Expect from The Vaccines?.

Los Blenders se encargó de empezar a calentar el escenario, mismo que lució un letrero bastante peculiar, papel brillante al estilo de los años 80 cubría la palabra The Vaccines, y la multitud empezaba a crecer justo para presenciar otro acto de los londinenses. Tras dar las gracias, Los Blenders dejó al público para dar paso a The Vaccines, fue cuando una luz morada acompañada de una melodía tétrica, atrajo la atención de todos los asistentes, gritos y caras de expectativa llenaron el Pepsi Center WTC, sin esperarlo, toda la escena se convirtió en una pista de baile cuando sonó "Dancing Queen" –really?– tarareando el coro que todos nos sabemos por nuestros papás, tíos etc, la multitud bailaba y por un segundo nos remontamos un tonto a películas tipo Saturday Night Fever, ¿era eso lo que quería lograr la banda? en fin, cuando el humo se hizo más espeso, Justin Young, Freddie Cowan, Árni Hjörvar, Timothy Lanham y Yoann Intonti dieron inicio a lo que fue, un concierto enérgico y por demás bailado por el público. "Nightclub" fue la pieza con la que comenzó todo este espectáculo, bastante bien elegida para apropiarse de cada uno de los espectadores, y no soltarnos hasta el final.

Era bien sabido, para todos los asistentes, que temas como “Wreckin’ Bar”, “Teenage Icon” y “No Hope” son sinónimo de euforia, saltos hasta el techo y pulmones cansados de cantar, mientras algunos escapábamos del slam que los más entusiastas armaron mientras el ímpetu de Young se desbordaba por la orilla del escenario aumentando la adrenalina traducida en saltos y empujones descontrolados. Para la primera media hora del concierto, el calor ya empapaba la ropa, entonces otro tipo de calor, no sofocante, sino embelesador vino con "Wetsuit", donde más de uno cerró los ojos para enredarse en la voz de Justin que acariciaba a su público y nos remontaba a sus inicios en 2011.

Lanzando miradas sugerentes, cantando a cada parte, de extremo a extremo del escenario, Justin Young fue, una vez más el frontman entregado al momento, modulando su voz con cuidado y a su gusto, mientras simpatizaba con los espectadores. Varias fueron sus palabras para el público mexicano, pero justo antes de presentar “Your Love Is My Favorite Band”, Young nos declaró su amor y los gritos recorrieron todo el recinto.

Esta noche, poco distaba de la potencia con que se presentaron hace en tres años en El Plaza Condesa, a lo largo de la hora con treinta minutos, la agrupación inglesa desmenuzó lo mejor de su repertorio, “Post Break- Up Sex”, “I Always New” e “If You Wanna” fueron piezas que no podían faltar en su setlist, pero claramente, Combat Sport era la estrella de la noche, de este material resaltaron “Surfing in the Sky”, “Put It On a T-shirt"“Take It Easy” y claro, “I Can’t Quit”, siendo esta la que dio paso al encore, donde los últimos temas bajaron el ritmo agitado que todos (al menos yo si) los admiradores cargamos durante todo el concierto.

Volviendo al escenario, sin bandera de México –no sé porqué– The Vaccines nos regaló sus últimos momentos con nosotros. Uno de los temas finales, como no podía faltar, “A Lack Of Understanding”.

En esos últimos minutos de la presentación, empezaba a extrañar bastante “All In White”, para cerrar la noche, Young dio las gracias, y cantando la primera línea "Break me on the thirty-seventh hour…" sabía de cual se trataba, así, el gran final de la noche se tornó melancólico, y uno de los temas más sensibles llegó a cada fibra de mi cuerpo y no pude más que corear con todo el público a mi alrededor esa última canción.

El festival Los de Avándaro llega al Pepsi Center WTC

Por Raquel Prior

El legendario festival de Avándaro revive y trae de vuelta a grandes leyendas de la escena musical mexicana.

El festival Los de Avándaro es organizado por Oldtimers Entertainment, y regresa para reunir a algunas leyendas del rock mexicano que participaron en El Festival Rock y Ruedas de Avándaro, que se llevó a cabo el 11 y 12 de septiembre de 1971 en Valle de Bravo, inicialmente este evento fue programado para realizar una carrera de autos, pero debido a la gran congregación de asistentes se decidió hacer simplemente un festival musical.

En este legendario festival se presentaron 18 grupos, sin embargo los protagonistas fueron El Ritual, Dug Dug's, Enigma, Peace & Love, Tinta Blanca y Three Souls in my Mind. Es importante recalcar que este festival fue un parteaguas en la historia de la escena musical mexicana.

El 11 de noviembre Oldtimers Entertainment, revive para nosotros el festival, aunque en esta ocasión se llevará a cabo en el Pepsi Center WTC, los artistas y bandas invitadas son Javier Batiz, Alex Lora Baby Batiz, Nahuatl, Dug Dugs, Nuevo México, Toncho Pilatos, Three soulds in my mind, Chac Mool, Ciruela, Peace & Love. ¡Todos reunidos como la primera vez!

¡No pierdas más tiempo y corre por tus boletos, disponibles en Ticketmaster!

Simple Minds en el Pepsi Center WTC

La primera vez nunca se olvida.

¿Cuándo es el mejor momento para que una banda visite un país extranjero por primera vez? Creo que nadie podrá tener la respuesta correcta a esto. No existe. México tiene un lugar "privilegiado"; es algo así como el país al que muchas agrupaciones llegan como entrada a Latinoamérica (y porque estamos abajo de EU y queda "de paso"), o el que muchas bandas de allá abajo en el continente americano, planean llegar como un punto a conquistar. Curioso es que de entre todos esos grandes nombres, pero en verdad grandes, Simple Minds no haya venido tan solo una vez en casi 40 años de carrera, en una trayectoria donde históricamente se les llegó a emparejar con U2 –estos super idolatrados aquí– en épocas de The Joshua Tree VS Once Upon A Time. Pero afortunadamente existió esa primera vez de ver a una de las bandas más grandes de Escocia, en un tiempo que hay que decir, resulta perfecto para que Jim Kerr y compañía, hagan gala de todo su arsenal de éxitos y así enmarcar una noche única, una primera vez que nunca se olvidará.

Se veía en las caras de un público que, si hay que poner promedio de edad, la estadística dirá que estaba en torno a los 45. A cada comenzar de las canciones se escuchaban expresiones como: "de esa me acuerdo cuando iba en secundaria", "¿Te acuerdas cómo la cantábamos cuando estábamos chavos?", así como exclamaciones de emoción por haber sido canciones que de la radio, el CD o el reproductor, no pasaban, pero la noche del 20 de septiembre en Pepsi Center WTC, se hicieron realidad como acto en vivo. Jim Kerr lo sabía, salió a decirlo y bromear un poco acerca de todos los años que habían pasado en esta espera, que si ya no era joven o ya no tenía cabello, causó risas y reacciones varias, pero así tenía que llevarse la noche.

Y asimismo ¿Cómo no pasar una gran noche con canciones que hemos escuchado durante décadas? "Waterfront", "Lovesong", "Promised You A Miracle", "All The Things She Said" y "She's A River" fueron de los momentos más enérgicos, que más encendieron el ánimo y provocaron que todos se movieran. Aquellas emblemática baladas y piezas más lentas no pasaron inadvertidas, su reversión de "The American" desde su Acoustic (2016), pero electrificada fue pasiva pero coreada al por mayor, "Let There Be Love" con las manos en alto, la gloriosa "Mandela Day" con esos aires de música africana, "See The Lights" con un coro en masa estremecedor y de "Alive & Kicking" no podía haber otro resultado que entonarse como el clásico que es, lleno de júbilo. Sorprende que muy a pesar de que aquí en México sean casi ubicados de manera unánime como "la banda de 'Don't You (Forget About Me)'", éste, no haya sido el momento climax de la noche y cada acto fue grandioso, pero a la par "Someone Somewhere (In Summertime)" fue ese fragmento del tiempo donde era tanto el deseo de vivir ahí, que se cantó a tope y muchos se olvidaron hasta de levantar el celular para grabar.

Quejas se escuchaban sobre los desperfectos en la calidad del sonido del lugar, algo por lo que parece es famoso el auditorio del WTC, que dicho sea de paso Simple Minds no estuvo exento de eso. La ecualización y volumen de los instrumentos se fue puliendo sobre la marcha o a veces estaban más altos que la voz principal y, lo anterior tema ajeno a un Jim Kerr que a pesar de la edad ha sabido mantener su voz y encontrarle el punto en ese sabor añejo que posee el cantante de 59 años, casi 6 décadas de vida que a lo lejos nunca se notaron; 2 horas de un concierto donde se movió de izquierda a derecha, bailaba, se contoneaba, andaba sobre la punta de los pies justo como ese Kerr de los años 80 y 90. A su lado, otro pilar de la banda como Charlie Burchill siempre perfecto en guitarra, tratándola como una extensión más de su cuerpo, fundiendo sus cuerdas con el muro de sonido o perforando con sus notas como lo hizo en “All The Things She Said”. Y esto sustentado por la poderosa batería de Cherisse Osei que junto a las espectrales vocales de tinte góspel de Sarah Brown, ambas le han dado un nuevo giro e imagen a esta última etapa de la banda.

Mencionar que se trataba de la gira de su decimoctavo álbum de estudio Walk Between Worlds, del cual también dejaron escuchar un par de cortes como el tema homónimo y la inaugural "The Signal And The Noise", incluso dejaron de lado los singles fuertes de este último lanzamiento, y ya en el plano general unos cuantos éxitos que quitaron de lo que venían tocando regularmente en la gira, para enmarcar esta visita a México. Quizá lo hayan guardado para una segunda parte y con una rica y muy extensa trayectoria aunando a la respuesta de público mexicano ahora comprobada ¿Por qué no? Nunca es tarde para la primera vez, y una como la de anoche, por supuesto que nunca se olvida.

Die Antwoord anuncia show en CDMX

Conoce todos los detalles sobre el concierto de Die Antwoord.

Luego de confirmar su participación en el Festival Catrina junto a bandas como Café TacvbaFobia, Babasónicos, Mago de OzJumbo, Reyno, Inspector, Chicano Batman, Cuco, Zona Ganjah, Chetes, Le Butcherettes y más, Die Antwoord regresa a la Ciudad de México.

La cita es el próximo 10 de diciembre en el Pepsi Center WTC, los boletos estarán disponibles a partir del 5 de septiembre a las 11:00 H a través del sistema Ticketmaster, en el 5325-9000 o en las taquillas del inmueble.

Precios:

Don Ramón VIP $1,300
General A $980
General B $780
Box Superior $1,020
Sección C $650
Zona discap. $780

Esta es la tercera vez que Die Antwoord visita México, la primera vez fue en el Corona Capital 2012 y la segunda lo hizo también en el Pepsi Center WTC en el 2017. Lee la reseña dando clic aquí.

Recientemente la banda sudafricana publicó a través de su twitter oficial, que este disco su último disco se llamaría 27 y al parecer será publicado “dentro del próximo año” y además incluirá “27 canciones así como muchas colaboraciones con nuestros artistas favoritos en el mundo. Al igual que el primer sencillo, muchos de estos artistas aún son algo desconocidos y son de Sudáfrica”.

Camilo Séptimo se presenta en el Pepsi Center

No te pierdas uno de los shows más grandes que dará Camilo Séptimo en el venue de la Benito Juárez.

Como parte de su próximo material discográfico, Camilo Séptimo tendrá una presentación especial en las instalaciones del Pepsi Center WTC, esto luego de recorrer escenarios como el Lunario del Auditorio Nacional, El Plaza Condesa y el Teatro Metropólitan con dos sold outs.

La cita para este show será el viernes 9 de febrero de 2019, los boletos ya están disponibles en el sistema Ticketmaster en los siguientes precios (sin cargos):

Don Ramón VIP $2,000 MXN
General A $600 MXN
General B $450 MXN
Box Superior $700 MXN
Sección C $350 MXN

La agrupación compuesta por Manuel Mendoza “Coe” (voz y bajo), Jonathan Meléndez  (teclados) y Erik Vázquez (guitarra) presentará su nueva placa titulada Navegantes. De este se han desprendido los sencillos "Inconsciente", "Me Dejas Caer" y "Frecuencia".

La banda mexa se formó en 2013 y a lo largo de su carrera se ha ganado una fanbase bastante solida. Esto se puede comprobar en su pasada gira, que llegó a distintos puntos de nuestro país.

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Foster The People regresa a México

El proyecto liderado por Mark Foster volverá a la capital del país el próximo 29 de octubre.

A poco más de un año de distancia de su última presentación en nuestro país, la banda originaria de la ciudad de Los Angeles estará de vuelta en México, como parte de la promoción de su más reciente material de estudio: Sacred Hearts Club, publicado en 2017.

La cita será el próximo lunes 29 de octubre y el recinto elegido para ser testigo de esta velada, nuevamente ha sido el Pepsi Center WTC. La venta de boletos comenzará el 3 y 4 de septiembre, a través de una venta anticipada; mientras que la venta general estará disponible el miércoles 5 de septiembre.

Las entradas para este evento podrás adquirirlas a través del sistema Ticketmaster o bien, sin cargos, acudiendo directamente a la taquilla del inmueble. Los precios sin cargos para Foster The People son los siguientes:

VIP: $1,200
General: $860
Box: $920
Sección C: $680

La última visita del cuarteto estadounidense a nuestro país se remonta al año 2017. Aquí puedes leer nuestra reseña sobre la presentación de Foster The People en el Pepsi Center WTC.

A continuación te dejamos con el audio de "Sit Next to Me", tema perteneciente a su material promocional Sacred Hearts Club.