Foro: Palacio de los Deportes

Pet Shop Boys en México

Pet Shop Boys regresa a México el próximo 3 de octubre para tocar en el Palacio de los Deportes.

La banda inglesa de pop electrónico, que el año pasado formó parte del cartel de Corona Capital dejando a varios emocionados con su colorido show, nuevamente visitará México para deleitarnos con su Super World Tour. 

Este tour fue montado por su diseñador de cabecera, Es Devlin, y la coreógrafa Lynne Page, mientras que los arreglos en vivo fueron adaptados en conjunto con Stuart Price, quien produjo su último material, Super. Este show en vivo fue descrito por The Independent como “un espectáculo lleno de vida y cargado de lásers”, mientras el Daily Telegraph destacó que “el concierto engloba la alta cultura con la cultura de los clubes, el teatro, el cine y la sátira política en un show de lásers que te vuela la cabeza”.

Por más de 25 años, Pet Shop Boys ha sido considerado el proyecto pionero de la industria musical moderna por la alta calidad en sus shows en vivo, donde incorporan elementos multimedia con toques de teatralidad, mismos que han logrado al trabajar con Derek Jarman, Zaha Hadid y Sam Taylor-Johnson.

Los boletos para el show estarán disponibles en preventa para Tarjetahabientes Citibanamex los días 25 y 26 de abril y en venta general a partir del 27 de abril, a través del Sistema Ticketmaster, al 53-25-9000 o en las taquillas del recinto.

Los precios (sin cargos) son los siguientes:

Pista: $980
B: $1,200
C: $820
D: $620
E: $590

ACTUALIZACIÓN: Ocesa ha compartido los horarios tanto de acceso como de inicio del show para que estés prevenido y no te pierdas ningún detalle del concierto.

Morrissey en el Palacio de los Deportes

Morrissey: El regreso de la leyenda de Manchester.

La noche empezó sin el cantante, con una enorme tela que cubría todo el escenario y en la que proyectaron metrajes de bandas como Ramones, Sex Pistols, New York Dolls e incluso James Brown. Al principo las cintas evocaron gran interés, e incluso exaltación, pues en momentos muy específicos era como ver un portal al Soho de los años 70 o echar un vistazo en la gran época del CBGB de Nueva York, toda esa esencia de locura emanaba del público en general. Sin embargo, para algunos terminó siendo demasiado, lo que causó que el público se dividiera en dos: la gente impaciente que exigía la aparición del intérprete y aquellos que disfrutaban con cada cinta. Morrissey nos estaba abriendo su mundo a través de imágenes, compartiendo sus influencias musicales y su pasado, pues debemos recordar que el ex integrante de The Smiths fue un periodista musical en su juventud, que vio a grandes agrupaciones del punk emerger durante esos años.

Cuando el telón por fin se abrió, o más bien descendió, la silueta del músico británico emergió del escenario con un saco de lentejuelas. Demostrando que no se iba a andar con juegos empezó a tocar uno de los temas principales, “Suedehead”. Los gritos de la gente hacían que cualquiera se estremeciera, además de que coreaban con tanta fuerza que el Moz a penas sobresalía entre todo el estruendo. Al terminar con su entrada triunfal, la primera flor, un clavel rojo, había caído al escenario e incluso se había presentado un intento de un fallido por irrumpir en el escenario, dejando claro que los seguidores del ídolo de Manchester son como pocos.

 

Antes de lo esperado pudimos escuchar el primer tema de The Smiths con "How Soon Is Now?", causando una gran sorpresa, pues aunque el intérprete no se movía con la misma euforia, no había perdido la gracia y caminaba por el escenario como si fuera en el mismo Top Of The Pops. Este fue uno de los aciertos del músico durante su presentación, ya que mantuvo el entusiasmo de sus seguidores con una buena elección de temas: "First Of The Gang To Die" y "Kiss Me A Lot". Claro que los ánimos llegaron a caer, pero no era nada que el británico no pudiera solucionar, retomando energía al poco tiempo con "Speedway".

Dejando a un lado la música, algo faltaba, y es que Morrissey aún no había dado muestra de los comentarios ácidos que tanto lo ha caracterizado. Esto llegó con "World Peace Is None Of Your Business", dando unas palabras en contra de Donald Trump y alterando la letra para agregar el nombre del magnate en la canción. Aunque en realidad. el cantante dejó ver su verdadera esencia antes de cantar "The Bullfighter Dies", contando entre falasas carcajadas que esa mañana había recibido la noticia de que un torero había sido corneado corneado justo en el recto.

Por supuesto que los momentos que causaron más impresión fueron con los clásicos de The Smiths, "There Is A Light That Never Goes Out" y "Meat Is Murder", pero con este último exhibió grotescas imágenes de maltrato animal, con las que seguro sacudió a más de uno. Hizo esto anteriormente con "Ganglord", donde mostró una recopilación de vídeos que evidenciaba el uso excesivo de la fuerza policial, creando sin ninguna duda, un magnífico espectáculo audiovisual.

Con el final ya cerca y un piso lleno de flores, el músico siguió fascinando al público y jugando con el cable de su micrófono mientras interpretaba "Everyday Is Like Sunday", "Let Me Kiss You" y "You Have Killed Me". Todo indicaba que iban a cerrar la noche con "What She Said", uno de los temas más enérgicos de The Smiths, pero para la sorpresa de todos, Morrissey volvió para tocar una última canción.

Muchos especulaban "The More You Ignore Me, The Closer I Get", pues era lo último que faltaba en su arsenal, sin embargo quedamos asombrados cuando sonaron los acordes de "Judy Is A Punk", un clásico de Ramones, que nos incitaba a la furia. Ya no había más por agregar, y así fue como el cantante dio por terminada una noche inmejorable y que será difícil de olvidar.

Rod Stewart en El Palacio de los Deportes

Sir Rod Stewart sigue rockeando como si los años no pasaran por él.

El término millenial acaparó los medios de comunicación y pláticas casuales con información de esta “generación maldita” llena de inconsistencia, crisis social y económica, inseguridad y “mamitis” (ja… obvio, no nos hagamos), pero como millenial les cuento que ser parte de esta generación no es como muchos dicen y tenemos muchas cosas de las que estar orgullosos, y les explicaré por qué.

Nosotros, la generación del “a mí todavía me tocó eso”, somos testigos de la transición entre el celular y el smartphone, el Walkman y el Ipod, Star Wars IV, V y VI y Star Wars I, II y III, los Converse y los Nike Air, los libros y el internet, y por su puesto la música. No tan lejos de nuestros oídos recién nacidos, sonaron canciones que marcaron la vida de generaciones, o conocimos los vestigios de bandas que hicieron historia por hacer eso que nadie había hecho.

A mis 25 años he tenido la fortuna de poder disfrutar en vivo a íconos como Paul McCartney, Black Sabbath, Deep Purple, Kiss, Def Leppard, Twisted Sister, etc. y no me imagino un mundo sin ellos porque ya es difícil vivir sin Cliff, Burton, Michael Hutchence, David Bowie, Lemmy Kilmister, Ronnie James Dio y Chuck Berry, aunque sé que algún día tendrán que partir. El punto es que somos la generación que verá morir, en muchos sentidos, a grandes estrellas, y es por eso que anoche me sentí muy afortunada de estar acompañada de miles de almas vibrantes enfrente de un Rod Stewart de 72 años tan vivo, lleno de energía y alegría, así que ser millenial no es tan malo, ¿no lo creen?

A las ocho de la noche en punto, el escenario del Palacio de los Deportes se iluminó con una proyección en pantallas increíble, y salieron a escena un grupo de músicos sacados de una orquesta de big band de los años 50 para darle paso a un Rod Stewart vestido de lentejuela negra. Luces, glitter, los gritos enloquecidos del público y “Soul Finger” —original de The Bar-Kays—  le dieron la bienvenida al músico británico para comenzar al ritmo de “Having a Party”.

El recinto vomitaba gente corriendo a su lugar, brincando, gritando, bailando y cantando mientras que “This Old Heart Of Mine” llenaba el alma de todos con recuerdos. “México, muchas gracias por venir esta noche, vamos a cantar dos horas… disfrútenlo mucho”, fueron las palabras que Rod pronunció para más de 15 mil asistentes extasiados y “Some Guys Have All The Luck” estalló para hacer cantar a todos al unísono.

“Love Is”, canción de su álbum Another Country de 2015, sonaba a través de las cuerdas de un violín, una guitarra acústica y la influencia de la música irlandesa. “Tonight’s The Night” e “It’s a Heartache” fueron las canciones perfectas para alimentar al público enardecido y la ovación para el músico no se hizo esperar.

“Forever Young” nos regaló a un Rod por el que el tiempo no ha pasado. Escenas familiares y personales se empezaron a proyectar en las pantallas mientras que un solo a dos baterías, un baile irlandés y cinco músicos musicalizaban el momento. La bandera de Gran Bretaña apareció mientras que las imágenes de un Rod Steward hincado frente a Guillermo, Duque de Cambridge, eran mostradas. Nos regaló su condecoración como caballero del imperio británico entre aplausos, gritos y emoción.

El tiempo y espacio se volvieron subjetivos para todos, y la energía se desbordó con “Rhythm Of My Heart” y “Baby Jane”. Por un momento todos vivimos el año de 1983 y coreamos “When I give my heart again, I know it's gonna last forever. No one tell me where or when, I know it's gonna last forever”

La noche se tomó un respiro y “Downtown Train” inundó el ambiente. Rod interpretó esta canción del álbum de If We Fall In Love Tonight sentado en las escalinatas del escenario, y un solo de saxofón impregnó el alma de todos los presentes.

Con un cambio de vestuario a un conjunto dorado inigualable y un escenario lleno de flores, Rod pidió a todos que se sentaran, disfrutaran y cantaran. “The First Cut Is The Deepest” — cover de Cat Stevens“Oh La La” y “You’re In My Heart” tomaron posesión del escenario en un momento íntimo, mientras que “I Don’t Want To Talk About It” y “Have I Told You Lately” llenaron los corazones de recuerdos, amor e ilusión. Él vino a mi mente y sonreí acompañada de un nudo en mi garganta.

Rod logró hacernos sentir vivos y lo sabía. La gente estaba entregada completamente, y “Can’t Stop Me Now” continuó con el encuentro, “River Deep, High Mountain”  —cover de Ike & Tina Turner— estuvo a cargo de las magníficas coristas que forman parte de su banda y un tercer cambio de vestuario a animal print, se presentó.

“Sailing”, “Maggie May” y “Stay With Me” dieron los últimos suspiros de una noche inolvidable. “Da Ya Think I’m Sexy” llenó el Palacio de globos y baile, todos estallaron al oír su melodía y corearon. Definitivamente el momento cumbre de la noche lleno de mucha producción, pero sobretodo de la alegría de un ser humano que parece inmortal.

“Enjoy Yourself” cerró la noche y dejó huella.

La vida te da oportunidades irrepetibles, y el que Rod Stewart y yo pisemos el mismo mundo, en este tiempo, no es casualidad.

King Diamond por primera vez en México


King Diamond visitará por primera ocasión nuestro país para traer toda la producción de Abigail.

Uno de los músicos más destacados dentro del género del heavy metal y su banda pronto estará en nuestro país, y es que Kim Bendix Petersen, mejor conocido como King Diamond, anunció que visitará la Ciudad de México para presentarse en el Palacio de los Deportes el 6 de mayo.

Esta será la primera vez que el intérprete y su agrupación vienen a tierras mexicanas, por lo que todos sus seguidores están muy emocionados por su llegada. La carrera de este artista ha durado más de 35 años, siendo integrante de grupos como Black Rose, y hasta incursionando en el punk con Brats, hasta que la fama le llegó con Mercyful Fate, un pilar de la primera oleada del black metal.

En este concierto podrás escuchar algún tema de sus últimos trabajos como The Puppet Master y Give Me Your Soul… Please, hasta la maldita trinidad conformada por los discos Fatal Portrait, Abigail y “Them”.

Este es el mensaje que dejó la banda a todos sus seguidores mexicanos: "El 6 de mayo de 2017 finalmente tendremos la oportunidad de tocar en la Ciudad de México por primera ocasión. Esto será absolutamente maravilloso; traemos con nosotros toda la producción de “Abigail”. Será un show de horror que no te querrás perder. Tocaremos el álbum completo “Abigail” y mucho más. Incluso tal vez podrían escuchar algunos temas de Mercyful Fate. ¡No podemos esperar! Hasta entonces, Stay Heavy. Saludos Satánicos”. King Diamond.

Blondie y Garbage visitarán la Ciudad de México

Blondie y Garbage traerán su gira al Palacio de los Deportes.

Las agrupaciones lideradas por Debbie Harry y Shirley Manson, Blondie y Garbage respectivamente, visitarán la Ciudad de México con su Rage and Rapture Tour para dar un concierto imperdible en el Palacio de los Deportes el próximo 14 de agosto.

La preventa exclusiva para tarjetahabientes CitiBanamex será los días 13 y 14 de marzo. La venta general dará inicio a partir del 15 de marzo y podrás adquirir tus boletos a través del sistema Ticketmaster o si lo prefieres, en las taquillas del recinto. Checa a continuación los precios sin cargos:

A $1,680
B $1,280
C $880
D $580
E $380

Recientemente Blondie anunció su próximo álbum de estudio, “Pollinator”, programado para salir a la luz el 5 de mayo. Este disco tendrá colaboraciones de artistas como Sia, Charlie XCX y Dev Hynes, entre muchos otros como letristas.

Por otra parte, Garbage lanzó su sexta placa Strange Little Birds el pasado mes de junio a través de su propio sello Stunvolume. Con dicho material, esta agrupación visitó la CDMX para ofrecer un par de conciertos en septiembre en la Arena Ciudad de México.

¡No te lo pierdas!

blondie y garbage palacio de los deportes

 

Red Hot Chili Peppers regresa a México

Red Hot Chili Peppers presentará The Getaway en la Ciudad de México.

La legendaria banda de Los Ángeles Red Hot Chili Peppers, lanzó su más reciente álbum de estudio The Getaway el pasado 17 de junio a través de Warner Bros. De este material se extrajeron algunos sencillos como “Dark Necessities”, “Go Robot” y “Sick Love”.

Ahora se ha confirmado la visita de esta agrupación a la Ciudad de México para dar un concierto que no puedes perderte. La cita será el próximo 10 de octubre en el Palacio de los Deportes.

La preventa Citibanamex comenzará los días 27 y 28 de febrero, después la venta general dará inicio a partir del primero de marzo de 2017 a través del sistema Ticketmaster y por teléfono al 53-25-9000, o bien, en las taquillas del recinto. Cabe resaltar que los miembros del club de fans oficial tendrán acceso a una venta anticipada del día 24 de febrero, encuentra aquí toda la información.

Los siguientes precios nos incluyen cargos por servicio.

PISTA A: $1,980
PISTA B: $1,380
Zona C: $880
Zona D: $450

red hot chili peppers palacio de los deportes

Morrissey se presentará en El Palacio de los Deportes

El legendario cantautor inglés Morrissey anuncia nuevas fechas de su gira en EEUU y México.

Algunos pensábamos que era una broma pesada al ver que se anunciaba en redes su visita a Guadalajara, sin embargo días después en una formal conferencia de prensa se confirmó su presencia en el Festival Roxy, que se llevará a cabo el 1 de abril de este 2017. Dicha visita no será la única agendada en nuestro país, pues hace algunas horas, diferentes medios señalaron que el sitio de fans True to You, que rinde tributo a Morrissey, dio a conocer las fechas que se sumarán a su gira por Norteamérica –incluyendo más ciudades de México–.

La última vez que supimos que el ex vocalista de The Smiths venía a territorio mexicano, fue para el festival Vive Latino en 2013, aunque canceló por problemas de salud.

morrissey

Así el itinerario de Mozz en nuestro país:

Miércoles 29 de marzo: Monterrey / Teatro Banamex
Viernes 31 de marzo: Ciudad de México / Palacio de los Deportes
Sábado 1 de abril: Guadalajara / Festival Roxy
Martes 4 de abril: Puebla / Complejo Cultural Universitario BUAP

Precios Morrissey en el Palacio de los Deportes:
Pista: $1082
Nivel D: $713.50

Sección para discapacitados: $866

Los boletos ya están a la venta a través del sistema Ticketmaster.

Caifanes en El Palacio de los Deportes

Caifanes y el ultimo ritual del año del mono.

Los últimos momentos del 2016 comienzan a notarse con mayor magnitud, año del mono rojo de fuego, según el horóscopo chino. Se va cerrando la agenda de conciertos en nuestro país, pero las alegrías y sorpresas siguen llegando de último momento, aquellas que siendo pasadas por las bocas extasiadas, se van a transmutar en recuerdos que valdrán oro.

En medio del fervor guadalupano que transforma a la capital en un sitio con un solo destino, el cuarteto conformado por Saúl Hernández, Alfonso André, Sabo Romo y Diego Herrera, apoyados por Rodrigo Baills, culminaron una extensa y exitosa gira alrededor del país, siendo la Ciudad de México la fecha más esperada por los aliados del Caifán, aquel que las puede todas, el ser que se adueña de la noche para salir de los lugares mas recónditos del Mictlán.

Así es como comienza el ritual, cuando cae la fría noche y los discípulos de Caifanes comienzan a arribar al gran domo de cobre, compartiendo la misma emoción, como si tuvieran que haber esperado tres vidas para ver en su forma humana a una de las bandas más importantes del rock latinoamericano. Rostros añejos por el tiempo, ansiosos, con brillo en sus ojos y sonrisas extendidas, esas que delatan las ganas de ver a alguien muy querido y hacen que regrese la nostalgia de la juventud. Esos tiempos del rocanrol.

Pero también llegó la ola joven, los que están emocionados como si fuera la primera vez, a los que no les tocó, pero se saben todas las rolas. Marcando las 8:29 pm, tomando como señal la oscuridad y los lúgubres teclados de Diego Herrera, “Los Dioses Ocultos” aparecieron en un escenario repleto, todos de pie, amigos brindando por aquí y por allá. Ahí estaban los Caifanes, volviendo a romper el silencio.

La euforia y el temblor en el suelo no cesaron, “Para Que No Digas Que No Pienso En Ti” y “Te Estoy Mirando” enternecieron los corazones de todos los asistentes, uniéndolos en una sola voz, una de las cosas más bellas que se puede escuchar en un concierto. Con un Saúl Hernández agradecido, arrodillado ante toda la raza, “Nubes” hizo su aparición para invitar a los aliados a dar una vuelta al cielo, que en ese momento se llamaba Palacio de los Deportes. La brutal y arrabalera “Nada” sorprendió y gustó, mientras la oscura “Cuéntame Tu Vida” detonó el recuerdo de las primeras tocadas en Rockotitlán.

La danza del mas allá se apoderó de la audiencia con “Piedra” y siguió con uno de los himnos mas coreados del rock mexicano, “Mátenme Porque Me Muero”. Sin olvidar su mensaje de conciencia, Saúl expresó su deseo de luchar por el bienestar de nuestro país, siendo “Antes De Que Nos Olviden” y “Aviéntame” su carta de presentación.

El misticismo de la cultura mexicana apareció cuando “Perdí Mi Ojo De Venado” libró a la fanaticada de los malos augurios con una limpia musical, que a su vez disfrutó de un tributo que Caifanes ofreció a Oscar Chávez, David Bowie y Juan Gabriel. Sin olvidar canciones como “La Célula Que Explota” y “Nos Vamos Juntos” el cuarteto capitalino no dejó sentar a sus aliados que corearon, lloraron y disfrutaron de cada melodía de aquellos seres que dieron todo arriba del escenario, para que no les faltara nada a esa fiel oleada de almas eternas, tres generaciones de música y recuerdos.

Con los acordes de “La Negra Tomasa”, aquel ritual azteca que comenzó con la invocación a los dioses, estaba llegando a su fin. Como caballeros águila triunfantes, los protagonistas de una noche inolvidable se despidieron, aquellos que dejaron sus vidas en un rosario y en milagros de latón, cerraron el año del mono rojo, en un 11 de diciembre de 2016 con sabor a 1989.

Caifanes se presentará en El Palacio de los Deportes

Si eres fan de Caifanes, despide 2016 con ellos desde El Palacio de los Deportes.

La mítica agrupación liderada por Saúl Hernández cerrará con broche de oro su extensa gira alrededor del país con un recital en el Palacio de los Deportes.

No es ninguna sorpresa que Caifanes tenga bien dominado al domo de cobre y siempre toque con casa llena, ya que a lo largo de su trayectoria como banda, el recinto ha sido testigo de épicos momentos protagonizados por el ahora cuarteto, tales como aquel mano a mano con Soda Stereo en el año de 1991, y el festejo de su sexto aniversario en 1993, abarrotando por completo el inmueble, algo que ninguna banda mexicana había hecho hasta ese momento.

El recuerdo ha quedado ferviente en las memorias de todos sus fanáticos, niños, jóvenes y adultos disfrutan por igual del legado de Caifanes, y el próximo 11 de diciembre no será la excepción. Con un repertorio que abarca su corta pero importante discografía, la agrupación capitalina volverá a deleitar a sus fieles “aliados” con verdaderos clásicos como “Mátenme Porque Me Muero”, “No Dejes Que”, “La Célula Que Explota”, “Nubes”, entre otros.

Integrada actualmente por Saul Hernández, Alfonso André, Sabo Romo, Diego Herrera y con el apoyo de Rodrigo Baills, Caifanes repite la fecha y el recinto que hace un año hiciera vibrar a los asistentes, quienes este 2016 cantarán a todo pulmón aquellos himnos ya mencionados que forman parte de una gran historia musical que incluye discos como El Diablito, El Silencio y El Nervio del Volcán, sin contar sus aclamadas compilaciones.

De manera (nada) sorpresiva, los boletos para dicho evento se agotaron cual pan caliente. Todos y cada uno de los accesos, ya fuera el nivel A o el nivel E, están ocupados por fans que, dispuestos a dedicar su tiempo para ser deleitados por los himnos de gran parte de su vida, asistirán sin falta a un ritual más, con la esperanza de que nunca sea el último.

Guns N Roses en El Palacio de los Deportes

Así se vivió el regreso de Guns N' Roses a la CDMX.

La vida me ha enseñado que los momentos más valiosos se viven acompañados de las personas que quieres, y vivir el rock apasionadamente no es una excepción. He asistido a conciertos sola, sin duda, pero el tener con quien gritar, saltar, subir y bajar, hace de la experiencia algo diferente y memorable para quienes disfrutamos de los multitudinarios eventos musicales.

La cita era en el Palacio de los Deportes a las 8:30 de la noche; la Ciudad de México vomitaba tráfico, había gente moviéndose al compás de la urgencia, el metro derramaba cuerpos y un ejército de rockeros luchaba contra los titanes capitalinos para poder llegar a su cita con Guns N’ Roses.

Al llegar, los alrededores del lugar emanaban alegría, emoción y expectativa de ver a un Axl Rose brincando por el escenario y no enyesado del alma. El desfile de sombreros de copa, paliacates, lentes obscuros, camisas a cuadros y botas Dr. Martens le daba vida a los oscuros rincones; caminaban a prisa, se encontraban, buscaban su lugar y muchos otros acudían a revivir con un matiz diferente la presentación que tuvieron siete meses atrás en Foro Sol.

Las luces del escenario se encendieron, rosas y pistolas aparecieron en la pantalla principal, los gritos llenaron los huecos, el rasgueo de las cuerdas de una guitarra retumbó, la espera me devoró y cuando los vi llegar, entré en las fauces del lobo para presenciar el inicio de la noche en su compañía. “Not in this lifetime daba comienzo.

“It’s not easy” estalló con un juego de luces y el sonido de una guitarra bien ejecutada; Axl Rose estaba de pie haciéndonos recordar el Appetite For Destruction mientras que les dábamos la bienvenida por segunda ocasión a nuestro país. “Mr. Brownstone” continuó para satisfacer nuestro apetito de destrucción y “Chinese Democracy” cumplió el capricho de los puristas, aunque todos bailaron.  

El inconfundible riff brotó de la guitarra de Slash y el aliento del público desapareció para que “Welcome to the jungle” explotara en nuestros oídos. “In the jungle, welcome to the jungle feel my, my, my, my serpentine” fue coreado por todos y dejó huella en la memoria. “Double Talkin' Jive” con su batería y guitarra marcaron el ritmo, “Better” pasó como pasan las estaciones, “Estranged” porque con un solo de guitarra se pueden decir poemas de amor en todos los idiomas y “Live and let die” porque darse el lujo de coverear a uno de los grandes como Paul McCartney es algo que solo pocos pueden hacer con éxito y Guns lo consiguió rodeado de explosión y pirotecnia.

“Rocket Queen” y “You could be mine” para invocar el pasado glorioso de una banda que dejó rastro en la historia del rock a través de dos grandes álbumes llenos de riffs potentes y divertidos, hechos para hacer saltar a cualquier rockero. “This I love” llenando el corazón de nostalgia de todos los presentes, “Civil war” como grito de paz, como un llamado a la humanidad; mientras que al terminar los latidos de un corazón marcaron el ritmo salvaje de “Coma” para hacer matear a todos con su riff impetuoso.

El momento estelar de la noche llegó y la guitarra de Slash marcó la pauta para iniciar la celebración; “Sweet child of mine” se hizo presente y todos nos convertimos en la voz estelar de la noche como eco de esta icónica canción. “Yesterdays” y “My Michelle” fueron la sorpresa de la noche y los acordes de “Wish you were here” alimentaron mi corazón con el recuerdo de aquel hombre de barba y cabello largo que no estaba a mi lado esa noche.

Axl, dando las instrucciones precisas al piano que tenía frente a él, hizo llover en nuestras almas solitarias con la interpretación de “November Rain”, haciéndonos recordar que al final no estamos solos. La luz se apoderó del escenario para que “Knockin' on Heaven's Door” tuviera la oportunidad de abrirnos las puertas del cielo al que todos queremos llegar.

“Nightrain”, “Don’t cry” y “The Seeker” fueron borrosas para mí, nubladas por la oscuridad de la sociedad en la que vivimos, una sociedad que le quita al otro sin tocar su corazón, aunque recuerdo que llegaron a mi alma tratando de brindarme la paz que el momento no pudo.

Fulminantemente, “Paradise city” cerró la noche con una horda de rockeros llenos de euforia, diversión y furia, todos coreaban, bailaban, saltaban y headbangeaban sin tiempo o espacio tangible.

Una noche llena de emociones que me enseñó que estaba en lo correcto: compartir el rock con tu gente es mejor. En las buenas y malas, cuando necesitas apoyo o cuando saltas y cantas para florecer. Gracias por estar.