Euforia desbordada al compás del post punk ruso.
Actualmente escuchar post punk es reconocer ciertas características que anteriormente no eran del todo propias de toda esa heterogeneidad de sonidos que se tenían para el género, por ejemplo, en los años 80, sin embargo, la década pasada se vio impregnada por una gama de sonidos que fueron delineando lo que al día de hoy podrían ser, quizá, elementos ya bien condensados. Nostálgicas guitarras a una sola cuerda, bajos potentes y marcados, baterías minimalistas y voces graves. Entre las bandas que contribuyeron enormemente a esta redefinición se encuentra Human Tetris.
Formados en 2008, esta banda rusa ha figurado a lo largo de los años como uno de los grandes referentes musicales para proyectos emergentes en la actualidad, marcando la pauta de lo que significa hacer post punk en el presente. Luego de casi tres años de su última presentación en México y con nuevo material, la agrupación volvió a hacer eco de su influencia en el Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes.
La nublada y lluviosa noche pareció estar a la medida de lo transmitido por el trío ruso, que en buena parte dificultó el arribo de los asistentes y que dejó ver a varios infortunados que no lograron sortear la copiosa llovizna. Pese a ello, el ánimo del público no decayó, bastando como muestra la energía desatada por los electrónicos y efusivos ritmos de La bande-son imaginaire, una agrupación oaxaqueña que desde 2014 se ido ganando un lugar especial entre los escuchas de sonidos oscuros.
Luego de una pausa bastante larga, pero con el éxtasis a tope, Arvid Kriger y compañía abrieron la noche entre aplausos y euforia, esta vez con batería en vivo (algo que no se tuvo en su anterior presentación) que poco a poco llevó a la concurrencia a moverse. Con un sonido por demás perfecto, “A Company” fue la canción que desbordó el ánimo de las personas que no pararían de bailar en lo que restaba del concierto.
Pese a la extraña, pero bien intencionada iluminación que no dejaba ver mucho de lo que acontecía en el escenario, el audio de la banda sonó más que perfecto, que, sumado a la impecable ejecución musical, hizo de cada pista un auténtico deleite al tímpano.
Los espectadores eran relativamente pocos, pero serían los más acérrimos fans del conjunto moscovita, pues con cada melodía pautada ya como clásica de la banda (sobre todo aquellas emanadas de Memorabilia) se escuchaban gritos que a la par, coreaban gran parte de sus canciones. Algunos vasos de cerveza volaron entre brincos y arrebatos cuando tocaron lo que es ahora es un himno para el género: “Things I Don’t Need”, la cual fue fuertemente entonada en el recinto.
Unas tres pistas después, la noche culminó con el agradecimiento de la banda hacia la audiencia que en ningún momento dejó de desbordar energía al compás de temas como “Long Flight” o “Melancholy”. Sin espacio a dudas, Human Tetris es una banda que a pulso se ha ganado la estima de su audiencia, pues muchas de sus canciones seguro forman parte importante de la vida y repertorio de los más asiduos escuchas del post punk en México.