Sonámbulos enmascarados, la noche de Jonathan Bree.
Poco a poco, el festival HIPNOSIS va tomando fuerza. Jonathan Bree es un personaje que lleva años en la industria musical. Estandarte de Nueva Zelanda, el año pasado sacó un disco en donde explotaba su capacidad histriónica e interpretativa. Cuando anunció que vendría a México, teníamos la posibilidad de ver a un creador en el punto más álgido de su carrera. Y fue una gran oportunidad.
El Foro Indie Rocks! ya se va convirtiendo en un clásico del circuito nocturno. Ya sabes que en la esquina hay un OXXO, ya sabes que está en Zacatecas y que, muchas veces, verás un concierto memorable en su existencia. Así fue como salió Jonathan Bree al escenario. Enfundado en el atuendo característico sin rostro, salió para deleitar a los presentes con su voz. Es raro cuando los artistas tienen la dosis necesaria de talento para sonar exactamente igual a lo que hacen en el disco. Jonathan es así. Sin medias tintas. Es su voz y es su interpretación.
La primera vez que escuché una canción del disco, quedé maravillado con el discurso. Es claro que hay un trabajo de fondo, es claro que hay una preparación, pero eso no quita que quedes embelesado con la primera vez que llega a ti “You’re So Cool”. Eres tan pletórica, tan llena de chispa, tan perfecta. Jonathan es capaz de retratar las palabras que quisieras decirle a la persona que tanto anhelas, a la que verías una y 1000 veces antes de dormir, y justo al despertar.
Algunos fuimos los afortunados que presenciamos la interpretación de un hombre comprometido con su discurso, con su música, con su diálogo. Jonathan Bree es sincero, honesto y directo. Nació en Nueva Zelanda. Tuvo la suerte de tener a Mark Lyons, frontman, de The Nudie Suits como primo, pues le introdujo al mundo musical. Para los más versados, Nueva Zelanda es sinónimo de Flying Nun Records, del sonido de Dunedin, y de kiwis. No obstante, en 1998 y basado en Auckland, Jonathan Bree, junto a Heather Mansfield, formarían a The Brunettes —dueto de indie/chamber pop que tomaban mucho de lo colorido de los años 60 y la pared de sonido de Phil Spector. A la postre, Bree formaría Lil’ Chief Records junto a Scott Mannion de The Tokey Tones y hasta el día de hoy, son referencia para voltear a ver lo que se hace en la isla de Oceanía.
Hay escenas icónicas en la historia del cine. Desde una partida de ajedrez con Bergman, origami en forma de unicornio o un hombre vestido de negro parando balas con un gesto de la mano. Si nos vamos al plano de las chick-flicks, los años 80 tienen maestría en las coming of age. "Boombox Serenade" es un pequeño homenaje a Say Anything, en donde John Cusack va hasta una ventana buscando amor potenciado por una grabadora. Y así sonó. Eterna. Deslumbrante.
A final de cuentas, Jonathan Bree fue capaz de condensar un disco en algunos minutos, de presentar al personaje enmascarado, misterioso, etéreo, a ese hombre que observa a una mujer con peluca rosa, con voz angelical y que le dice que se amarán para siempre.
Es difícil superar los grandes discos, las grandes interpretaciones quedan guardadas en la memoria de unos cuántos, pero aquellos minutos quedarán inmortalizados en la memoria de los que pudimos estar presentes, enmascarados o no, con un artista de esos que dejan huella. Larga vida a Jonathan Bree y que la HIPNOSIS continúe...