Foro Indie Rocks!: Un templo de movimientos.
El Foro Indie Rocks! se ha consolidado como uno de los lugares que dan lugar a una mayor intimidad en la relación entre público y artista, al igual que ofrece una plataforma para actos más de culto, talentos emergentes o por si algún cantante o ensamble digamos de mayor perfil desea realizar un recital en donde la cercanía con sus audiencias más devotas son clave. Aunque la banda inglesa de rock psicodélico Temples ya había engalanado un lugar en el festival de la cerveza hace algunos años o una fecha llena de algarabía en el SALA, su llegada a México como parte del cartel de bandas de HIPNOSIS 2019 conllevó a que tocaran aquí para aprovechar todas esas propiedades y el afecto de sus adoradores.
Las bases las puso el grupo mexicano Flamingo Sunset, que brindó la vibra necesaria para que todos los presentes que empezaban a llenar el salón principal aportaran con su granito de oro festivo al templo. A partir de las 21:00 H, la agrupación integrada por Pony (bajo y vocales) Louie (guitarra) y Vaquero (batería) dio muestra de su potente dominio en el escenario, sus incansables ganas de contagiar su euforia y su mezcla del psych rock con toques de surf, garage y tropical. A ritmo de canciones como “You Owe Me,” “Hot Steam,” “I Ain’t Right” y “Stone Shot,” el trío de flamingos demostraron que son un acto que llegará a bastantes lugares y oídos con originalidad y entusiasmo.
Poco después, la efusividad bajó un poco a raíz de que el acto principal tardó casi una hora en salir –les daré un poco menos a cuenta de la reglamentaria media hora de soundcheck– pero sí empezaron a escucharse silbidos y preocupaciones. En punto de las 22:21 H las luces comenzaron a jugar entre sí, los ánimos lentamente se restauraban y una fanfarria llena de tambores bélicos anunció la llegada al escenario de James Bagshaw (guitarra y voz principal), Tom Walmsley (bajo), Adam Smith (guitarra y teclados) y Rens Ottink (batería). Temples había arribado para continuar la construcción e hicieron de este aparentemente mesurado aposento musical su propio santuario hecho de ritmos duros, riffs demoledores y melodías mágicas.
Comenzando con “The Howl”, Bagshaw y compañía iniciaron las obras con baterías que sonaban cuales pisadas de estampida de elefantes, guitarrazos como sierras eléctricas y texturas en los sintetizadores que amarraban y extendían todo como gomas de mascar de diferentes colores y sabores. Después, empezaron a mezclar algunos temas ya clásicos como “Colours to Life,” “Certainty,” “Keep in the Dark,” “(I Want To Be Your) Mirror” con las nuevas ofrendas de su disco más reciente con el que vinieron a visitarnos, Hot Motion. Sus fieles discípulos ya entonaban a la perfección “Holy Horses,” “Context,” “The Beam” y “You’re Either On Something” como si ya estuvieran embonados en la memoria desde hace tiempo, o como himnos en un misal. La misma banda se sorprendió de esta fidelidad.
Cabe mencionar también que Temples ha crecido bastante en su producción e interpretación en vivo. Al igual que hay una madurez más táctil en sus letras –aunque sigan hablando de cosas misteriosas y viajes trascendentales– hay un aspecto más terrenal y centrado en sus letras. También fue una sorpresa ver a un acto que, después de un disparejo toquín lleno de áreas de oportunidad técnicas e interpretativas en aquél festival de la cerveza, se convirtió en un ejército demoledor de paredes físicas y metafóricas. Sus improvisaciones más seguras; su manejo del escenario más dinámico; la voz de Bagshaw más pulida. Son esa banda que, aunque suena polvosa y vintage en el disco, en vivo soplan toda esa cobertura y hacen de cada acorde y melodía que hacen única cada canción algo maximizado y hermoso.
Ya para armar la cúpula en la construcción que todos habíamos ayudado a armar, los ingleses soltaron “Shelter Song,” convirtieron a “Oh The Saviour” en una arrolladora power ballad y se fueron galopando con la fuerza de millones de camellos con “Hot Motion”. Pero para dejar bien pulidos los detalles y mantener todo sólido, el encore dio pie a la sesión psicodélica de aplausos de “A Question Isn’t Answered” y la aventura astral que logró “Mesmerise”. Fue como si Temples nos hubiera agradecido por ayudar a convertir el Foro Indie Rocks! en un templo en movimiento para ellos, y luego nos llevara al espacio para seguir explorando en conjunto. Al menos esa fue la sensación que se percibió en la noche monumental de ayer.