URSS Bajo el Árbol: La hipnosis de las danzas nocturnas.
URSS Bajo el Árbol presentó su más reciente EP, Danzas Nocturnas, el material que lleva a la banda a un sonido más pop, más arriesgado en cuanto a sus raíces, pero manteniendo su esencia.
Una noche salpicada de neón desde la entrada al venue, en donde las sudaderas fosforescentes llamaban la atención de quien entraba. Templo Rosen fue la encargada de abrir la noche, una nueva propuesta de fusiones de géneros con armonías vocales, el sonido perfecto para aligerar la espera.
Fue el turno del rock camaleónico de Carmen Costa, que nos transportó al desierto con potentes riffs, un poncho y una gran actitud. Sin embargo, no importaron los esfuerzos de Templo Rosen y Carmen Costa por despertar a la audiencia que esperaba el acto principal, la gente no respondía: coros, invitados especiales, luces, nada era suficiente para obtener una respuesta más nutrida.
Una tímida recepción que pudo ser un excelente preámbulo para el show que nos esperaba. Las bandas ofrecieron grandes propuestas, pero el público simplemente decidió reservar su energía para Mauricio Solo y compañía.
URSS Bajo el Árbol apagó las luces y el público empezó a acercarse más al escenario. “Profecía” abrió el setlist y la apatía de los fans se volvió euforia, sobre todo cuando Mau entró en acción: energía, sonrisas, y saltos en todo el escenario hicieron que los primeros acordes incendiaran el foro.
El primer set fue de nostalgia con “Niño Atrapado”, “Marionetas”, “Multiversio” y “Los Hilos de Dios”. “Lovos” inició con la presentación del nuevo material, sonidos totalmente acogidos por los fans. Esto dio pie a un set acústico en donde Mau agradeció a las mujeres por existir, derritiendo a más de una fan durante “Ella”, parejas besándose y miradas cómplices hicieron de ese momento el más íntimo de la noche.
El recorrido continuó por los grandes éxitos de la banda, teniendo un breve descanso para terminar por todo lo alto. Algunos asistentes se confundieron con el descanso y abandonaron el lugar, pero a los pocos minutos, los integrantes de URSS Bajo el Árbol regresaron portando sudaderas de la banda, las mismas que aparecían a la entrada del recinto.
“Miradas” abrió el encore con el coro de la gente, quien pidió a Mau que aventara su sudadera, petición que cumplió justo al finalizar este sencillo del nuevo EP. Sin camisa, pero con la adrenalina hasta las nubes, Mau se acercó al público por encima de la valla protectora, pero no fue suficiente, la energía de los fans le pedía más y él lo concedió.
Saltó la valla y se dirigió al centro donde la audiencia se abrió y siguió cantando, la energía, la conexión era evidente: un círculo estilo “víbora de la mar” se convirtió en slam y el público tomó el control del show: cantó, brincó y bailó. Familias completas, menores de edad, parejas jóvenes y no tan jóvenes, todos disfrutando por igual y hasta el último acorde de “Nos vamos a morir”.
Fans hipnotizados por los sonidos, por el carisma, pero sobre todo por la conexión con las letras, una danza nocturna que será difícil de superar.