La cumbia de los cubrebocas.
En una noche fría y solitaria de sábado —sí, aún se sienten los estragos de la cuarentena sobre la vida nocturna de la Ciudad—, el cuerpo busca naturalmente entregarse al calor del baile. Por ello, desde los confines de la cumbia-rock, allá donde se le permite a Los Ángeles Azules tocar en un Vive Latino o a Sonido La Changa cerrar un Primavera Sound, llega la psicodelia de Sonido Gallo Negro. El grupo de Ciudad de México regresó finalmente a los escenarios tras año y medio de confinamiento para recorrer su discografía, presentar nueva música y celebrar el hecho de estar vivos en medio del interminable caos sanitario.
A las 22:00 H, Sonido Gallo Negro arribó al escenario con la guitarra de Gabriel López al frente y el theremin e ilustraciones en vivo de Dr. Alderete a un costado. Por alguna razón, esperaba ver a los integrantes con las máscaras que les dieron su personalidad al inicio de su carrera, pero la de anoche fue más bien una presentación de ocho músicos, sinceros, transparentes, que no escondieron en ningún momento la alegría de reconectar con su público.
Así, “El mercado de los brujos” y “Caballito nocturno” comenzaron una retahíla de cumbia, psicodelia y peruvian vibes que se extendería por 20 canciones. Abajo, en la pista, la celebración crecía cada minuto: entre playeras brillosas de sonideros mexicanos e inagotables litros de chela, el público no paraba de marcar el famoso “paso de medio lado”, aquel que te permite seguir el pulso de la música sin sacrificar ni una gota de tu vaso.
Sí, el fantasma de la sana distancia aún flotaba en el recinto. A pesar de ello, un par de valientes parejas no desaprovechó la oportunidad para sacar a relucir sus mejores pasos y vueltas, como lo marca la vieja escuela de los sonideros mexicanos. Para ello, contaron con el ritmo de “Selvática”, “Chamula”, “Rimsky”, “Bocanegra” y, por supuesto, el nuevo sencillo “Silbadora” (sin Molly Lewis, claro, ya hubiera sido mucho lujo; pero su lugar lo tomó la flauta de Lucio De Los Santos). Sonido Gallo Negro aprovechó la ocasión para dedicar estas canciones a Martin Ferreyra, artista visual detrás de algunos proyectos del grupo, así como al mismo Gabriel, quien estaba a punto de celebrar su cumpleaños apenas dieran las campanadas de las 12:00 H.
Pese a la marcada influencia de la cumbia peruana, Sonido Gallo Negro ha demostrado que se trata de un grupo bien mexicano (sí, desde anoche ya se sentían esas ganas de celebrar el 15 de septiembre a todo lo que da). Para muestra de ello, coronó la noche con su ya clásica “Cumbia del borras”, que bien alude a la clásica expresión coloquial “aventarse como El Borras”, tanto como al perro de la película Roma (Alfonso Cuarón, 2018), que Dr. Alderete representó en la pantalla como un animal flacucho y despeinado. Asimismo, Gallo Negro interpretó su cover instrumental de “¿Quién será?”, original de La Sonora Santanera y, por si fuera poco, cerró el concierto con la mismísima “Cumbia de las picaditas”, popularizada por Los Ángeles Azules, amos y señores de la cumbia en México. “El niño perdido”, lo más parecido a un momento político en la discografía de Gallo Negro, tampoco pudo faltar en el set, para recordarnos que dentro del baile y la celebración también hay un grado de conciencia social.
Antes de despedirse, Sonido Gallo Negro encendió el Foro Indie Rocks! con su “Cumbia de sanación”. Bastaron los coros de esta pieza para darle un sentido a lo ocurrido anoche: la pandemia sigue y su peso se resiente sobre el devenir de las noticias, cada día más catastróficas. Pero, dentro del dolor y la amargura, siempre hay cabida para un momento de sanación y libertad. Sonido Gallo Negro, con sus sonidos psicodélicos, nos llevó de nuevo a ese mundo prohibido donde solo importan los colores y el ritmo. Y, por supuesto, la cumbia, la bendita cumbia.