Así se vivió el regreso de Destruction a la CDMX.
Por segunda ocasión, la banda germana Destruction se presentó en el Foro Indie Rocks! Con esta única fecha en México concluyen su tour por Latinoamérica, que forma parte de la gira mundial que actualmente realizan promocionando su nuevo álbum Under Attack.
El concierto dio inicio a las ocho en punto. En esta ocasión, tres bandas nacionales fueron las encargadas de iniciar el espectáculo: Ascender, Thrashsteel y Lust. Cada una de ellas ejecutó un set con una duración aproximada de 30 minutos, logrando entusiasmar a los presentes. En particular, destacó la presentación de Thrashsteel en base a un potente thrash volcado en temas como "Deus Ex Machina" -que inclusive fue coreada por varios espectadores- o "Kill the System", por la que se formó un pequeño pero muy rabioso mosh pit. Mención aparte mereció el grupo Lust, con quienes la audiencia estaba bien metida. Tuvieron una actuación energética y muy desmadrosa.
Alrededor de las nueve treinta de la noche concluyó la participación de las agrupaciones mexicanas, y se empezó a preparar el escenario para el acto principal. Pero dichos preparativos -por razones desconocidas- se alargaron por más de una hora. Desde luego, el respetable se puso impaciente, y los insultos y rechiflas no se hicieron esperar. “¡Ya no voy a alcanzar metro!”, gritó uno de los asistentes, haciendo estallar la risa generalizada.
Poco después de la diez treinta, los roadies subieron a hacer el chequeo de sonido, lo que acrecentó la ira del público que empezó a lanzar vasos con residuos de cerveza y otros líquidos -que definitivamente no eran agua- hacia el stage y sobre los que se encontraban arriba y cerca de él. Así, faltando unos minutos para las once, por fin el trío alemán hizo su aparición.
El recital principió justamente con "Under Attack", primer corte que da título a su más reciente producción lanzada en mayo de este 2016. Y en ese momento todo el enojo y la animadversión de la asistencia por la prolongada espera se desvaneció, para dar paso a la euforia y excitación expresados a través de un furioso hedbanging, un violentísimo slam y un mosh en torrente imparable.
"Curse The Gods" sería el siguiente número que ejecutarían, al término del cual el bajista/vocalista Schmier agradecería a la audiencia y expresaría su gusto de volver a nuestro país. Inmediatamente después arremeterían con "Nailed to the Cross", "Mad Butcher" -una de sus canciones más emblemáticas-, "Armageddonizer" y "Second to None", otro extracto de su nuevo álbum. Tras una pausa, el músico anunciaría que tocarían otro himnos: "Eternal Ban", que haría que el furor de los metalheads aumentase exponencialmente y alimentase el tornado de cuerpos arrojándose frenéticamente hacia el frente del escenario. Los raudales de gente serían continuos, alentados por composiciones como "Life Without Sense", "Release from Agony" -precedida de la intro Beyond Eternity-, "Hate Is My Fuel" y el tema instrumental "Thrash Attack", que acaba de ser reversionado por el grupo en su reciente opus.
Se hizo una nueva pausa, esta vez para que el trío se rehidratara apropiadamente con cerveza -“Salud México”, dijo Schmier en español- y anunciara que a continuación tocarían "Death Trap". Y la reacción de la audiencia no se hizo esperar: más banging y moshing delirante y efusivo.
Un solo de batería precedería a una nueva tanda de agresiones sónicas por vía de canciones clásicas del grupo: "Invincible Force", "Total Desaster", "Thrash 'til Death" y "The Butcher Strikes Back". El vocalista anunciaría que tocarían un tema más, y tras gritar “Viva la Revolución” ejecutaron el esperado "Bestial Invasion", con el que concluirían su presentación.
Mientras los teutones hacían una reverencia para despedirse de sus fans y les agradecían obsequiando plumillas, en el audio local comenzarían a sonar un coral que remitía al usado en la serie de películas La Profecía (The Omen). Pero gradualmente -y de modo ecléctico- sería reemplazado por Frank Sinatra (¡!) interpretando "Strangers in the Night" que sería el epílogo perfecto para abandonar el lugar, salir a las lluviosas calles y adentrarse en la noche tras presenciar un catártico show.