Morcheeba: Música en tonalidades relajantes.
Desde los lejanos 90, llega a México Morcheeba para recitar su segundo concierto en la historia de nuestro país. Mucha buena onda, mucha sensualidad, mucha calma, mucho baile y muchos “viejitos” contemporáneos rockeando sin temor a nada fue todo lo rondaba por El Plaza la noche de ayer.
Skye Edwards al escenario después de un preludio musical, lleva puesto un vestido diseñado por ella misma con texturas como plumajes de color rojo, muy lindo, muy llamativo, muy elaborado, pero al mismo tiempo desprendible, que para la tercera canción manda al demonio la parte de arriba del hermoso vestido.
Así decidió mostrar sus poderosos brazos y usarlos para darle teatralidad a su presentación, utilizándolos para crear figuras en el aire y moverse libre como ave arriba del escenario.
El ambiente dentro de El Plaza se siente cálido, acogedor y sensual. Los integrantes de la banda crean esa atmósfera benévola para nuestros oídos y nuestros cuerpos; del lado público, se comienza a encender la yesca para elevar toda esa energía al siguiente nivel y así bailar los espíritus en gran armonía.
Skye tiene una voz increíble en directo, tiene una personalidad muy bella, tiene una vibra hermosa, una risa que se contagia y toda su existencia es muy agradable.
Ross Godfrey es un héroe de guitarra que se mueve en las cuerdas de su instrumento con gran facilidad, haciendo resonar los acordes y los solos de manera mágica.
Richard Milner en el blanco y negro del teclado crea increíbles arpeggios, melodías y solos que se gozan de inmediato.
Junto con Steve Gordon en el bajo y Jake en la batería, crean un ensamble bien formado y bien plantado en el escenario.
Su interpretación es muy segura, su presencia es casi mística, mágica y su técnica se oye pulida durante los años. Es un placer encontrarse con un proyecto comprometido con su música y su público.
El más reciente disco tiene grandes canciones, suena increíblemente moderno, levemente distinto a Big Calm y bastante mejor que su predecesor, Head Up High, pero solo usaron 3 municiones de todo su tracklist para incluir una avalancha de éxitos, en su gran mayoría de su segundo disco y rolas varias de su cancionero.
Las rolas del Blaze Away suenan muy bien montadas y precisas, a excepción de precisamente “Blaze Away” que sin Roots Manuva no suena igual.
Pero en lo personal hubiera agradecido por mucho escuchar “Love Dub”, “It’s Summertime”, “Set Your Sails” o “Mezcal Dream” en vivo, grandes canciones del álbum del año pasado que decidieron hacer a un lado para satisfacer a los fans mexicanos, que obviamente celebraron con gran entusiasmo la selección de temas para el setlist de ayer.
Entre la gran cantidad de covers que vienen tocando en esta gira, eligieron tocar “Let’s Dance” para hacer un homenaje al inolvidable David Bowie, una versión muy bien hecha, pero quizás un “Don’t Let It Bring You Down” de Neil Young también hubiera caído de lujo. Un double feature de covers a nadie se le niega.
El audio de El Plaza, me parece que ha tenido mejores tiempos. Con Morcheeba, el sistema de audio no mostró su mejor momento, pero tal vez fue parte de la ingeniería de audio o de plano El Plaza necesita una actualización de backline.
Esto no es un reclamo o una exigencia o un ultimátum, pero la experiencia de usuario debe ser prioridad o con el tiempo el negocio de los shows en vivo se puede ir al infierno.
Un negocio que para seguir recaudando tanto dinero debe pensar primero en su público.