Foro: El Plaza Condesa

CANCELADO: Friendly Fires en El Plaza

El venue ubicado en la colonia Condesa recién informó que el grupo inglés no ofrecerá concierto en México.

El año pasado, Friendly Fires confirmó su participación en el festival Corona Capital Guadalajara, anunciando que previo a su encuentro, ofrecería un show en las instalaciones de El Plaza Condesa; acto que no sucedió debido a la pandemia del COVID-19. Después de varios meses, el venue dio a conocer que el concierto ya no se llevará a cabo, quedando así, cancelado.

Es importante mantenerte al pendiente de las redes sociales de Ticketmaster y El Plaza Condesa para consultar detalles sobre los reembolsos.

En 2019 Friendly Fires lanzó Inflorescent y sobre el material la agrupación declaró. "Cuando estamos juntos como banda y podemos hacer la cosa de Friendly Fires en vivo, todo funciona más libremente y yo solo quería hacerlo de nuevo. No parece que sea el último capítulo de nuestra banda. Con Pala (2011), lo dejamos en un alto y desaparecimos, y luego siento que algo más tiene que pasar".

El nuevo material incluye producciones y co-producciones de grandes personajes como Mark Ralph –que ha trabajado con bandas como Years & Years–, James Ford –músico y productor en algunos álbumes de Arctic Monkeys y The Last Shadow Puppets– y a Disclosure.

Kill Aniston y Hummersqueal en El Plaza Condesa

Encuentros Cercanos con Hummersqueal y Kill Aniston.

Dos de los regresos más esperados ocurrieron en El Plaza Condesa, Hummersqueal y Kill Aniston volvieron a tocar, el primero después de cuatro años sin actividad y los segundos apenas llevaban 6 meses que para sus seguidores es una cantidad enorme de tiempo de espera, tiempo que llego a su fin el pasado 15 de febrero.

Un poco después de las 19:00 H un par de jóvenes tomaron el escenario, Cala Vento de L’Empordà, Cataluña que poco a poco se ha colocado en venues, shows y festivales importantes de nuestro país. Este dúo tiene una vibra asombrosa, los cientos de asistentes en ese momento prestaron sus sentidos para disfrutar el bello show que nos brinda Cala Vento. El único problema de su presentación creo que fueron los males niveles de audio que tardaron un poco más de lo esperado en arreglarse.

Al término de esta banda de Cataluña, El Plaza empezó a llenarse mientras sonaban Refused, Bruce Springsteen o Dolores de Huevos en el sonido del venue, me percaté que el público asistente rondaba en edades de 25-40 años y nos habla bastante de la generación que marcaron Kill Aniston y Hummersqueal con su música.

La presentación de Kill Aniston estaba iniciando, la combinación de guitarras acústicas y sintetizadores se hacía presente para emocionar a un público que no dejó de corear a Josúe y compañía, los niveles de audio seguían con problemas y durante varias canciones se podía ver a Antonio Niram lidiando con ello y no fue hasta un tercio del show que este problemilla se arregló y Kill Aniston pudo seguir con su casi hora y media de show en el que tocó canciones que son un clásico para su público, fue ahí cuando recordé el nombre del show y todos los hilos se empezaron a entrelazar Encuentros Cercanos suena apenas correcto para el sentimiento de volver a conectarse con la gente que por mucho tiempo han apoyado al proyecto y no habían podido presentarse en un largo tiempo.

Finalmente llegaría el momento de Hummersqueal (junto con Kill Aniston), es una de esas bandas que le dieron sentido a la vida de muchos jóvenes a los finales de los años 00, las letras de sus canciones y las enérgicas melodías provocaban a un público que no tenía un acercamiento "común" a lo que Hummersqueal ofrecía. Sus 4 años de ausencia nos tenían expectantes a la presentación que estábamos por ver. Normand, Salvatore, Christian y Azael (quién supliría a Alfonso dio un espectacular show doble, tocando veintitantas canciones con Kill Aniston y rematando con otro show largo con Hummersqueal) regresaron con el poder que los caracterizaba de toda la vida, junto con algunos invitados sorpresa como Javier Blake (División Minúscula), Xnayer (Austin TV y Dolores de huevos) entre algunos otros hicieron retumbar El Plaza Condesa.

Con "Estoy harto de ti" concluyeron su participación y de verdad espero que no nos hagan esperar 4 años más para verles en directo y poder tener estos Encuentros Cercanos con más frecuencia.

Maria Daniela y Su Sonido Lasser en El Plaza

Luces de colores y estroboscopios en El Plaza.

Después de 15 años de luces y lentes de sol sobre el escenario, la noche estaba puesta para ser una de las más grandes para Maria Daniela y su Sonido Lasser. Probablemente su presentación en solitario más importante hasta ahora, fue un sold out bien merecido para el dueto y lo sabían, pues tenían preparada toda una fiesta de cumpleaños.

Maria Daniela lucía como se supone que debería lucir la reina de la discoteca. Vestida con un abrigo que parecía sacado de Clueless, un montón de brillos, maquillaje neón, extensiones hasta la cintura y luces LED, Dani se fue derritiendo como mantequilla.

“Mi primera vez” encendió la fiesta y un montón de recuerdos entre los asistentes que la han seguido durante más de una década. Al principio nerviosa, “100 x hora”, “Carita de ángel” y “Duri duri” le quitaron lo que le quedaba de timidez para contagiar al público con sus mejores pasos de baile y coros agudísimos. 

El ambiente ya se sentía efervescente cuando se puso en pausa durante un intermedio que se sintió como una bocanada de aire antes de que viniera lo mejor. Para una de las canciones más esperadas, “Chicle de menta”, el dueto invitó a Marcela Viejo, ex Quiero Club y compañera de mil conciertos, para bailar la icónica coreografía y cantar el coro perfecto para insultar a los peores novios.

Pero el invitado que se llevó la noche sin duda fue Sailorfag, quien se adueñó de toda la atención con su inigualable estilo, para cantar con Dani, “Hey Bitch Lit”. Juntos inundaron el lugar de narcisismo fosforescente sin pedir ni una sola disculpa. Un combo de dinamita.

Alex Midi de Moenia también acompañó a Maria Daniela para subirle un poco más el volumen a la fiesta que explotaría con “Baila duro”, “Miedo”, drags sobre el escenario y, por supuesto, “Fiesta de cumpleaños”

Ya todo borroso, con las letras olvidadas y los pies punzantes, el público terminó cantando “Bailando”. ¿De qué otra forma iba a terminar un concierto como este? Una noche más rescatada por el inmutable y talentosísimo Sonido Lasser para celebrar una vida entre luces de colores y estroboscopios. 

Maria Daniela y su Sonido Lasser lo logró; una fiesta de electropop, en medio de la noche más cursi del año, odas a los malos novios y recuerdos adolescentes de tachas en la discoteca.

CANCELADO: Little Dragon en El Plaza Condesa

El show de Little Dragon ha sido cancelado. A continuación la información para reembolsos.

La agrupación sueca, Little Dragon ha cancelado su show en CDMX debido a la más reciente pandemia de COVID-19 a la que se enfrenta el mundo.

El concierto iba a tener lugar este 14 de mayo en las instalaciones de El Plaza Condesa. Este concierto sería parte de la promoción de su LP New Me, Same Us.

De acuerdo al recinto, los boletos comprados serán reembolsados a partir del 15 de mayo. Puedes checar más información en su Twitter.

El nuevo disco de Little Dragon se caracteriza por reflejar la unión creativa de los cuatro integrantes.

Este álbum ha sido el más colaborativo para nosotros”, explican. “Lo cual puede sonar raro considerando que llevamos años haciendo música juntos, pero trabajamos muy fuerte para ser honestos, encontrando el valor para dejar ir a nuestros egos y ser piezas de algo más grande".

Algunos de los temas que saldrán de la voz de Yukimi serán las transiciones personales, la añoranza y el decir adiós. La banda afirma que cada uno tiene se propio camino, pero que de igual manera entre ellos comparten historias y les gusta narrarlas.

Sigue pendiente de Indie Rocks! para más detalles.

Hello Seahorse! en El Plaza Condesa

El caballo de mar convertido en fénix.

Luego de que Hello Seahorse! celebrara sus primeros 10 años de trayectoria musical, la banda consideró prudente una pausa para que cada uno de los integrantes le dedicase tiempo especial a otros proyectos personales. Luego de ello, volvieron a unir fuerzas para regresar con una nueva placa bajo el brazo, un Disco Estimulante para nuestros sentidos y emociones que sería presentado en El Plaza

Haciendo los honores teloneros, Valgur atrapó la atención del público, con una propuesta pop y una presentación atractiva, misma que concluyó entre aplausos y vitoreos.

Cumpliendo puntualmente con los horarios publicados, Denise, Oro de Neta, Bonnz, Joe y Héctor tomaron sus posiciones para arrancar su show. De fondo, una ambientación de sonidos nocturnos son el preámbulo a “Remedios”, tema que inaugura el nuevo álbum y que a pocos días de su estreno ya era fuertemente coreada.

Denise siempre ha sido muy transparente al momento de interpretar cada tema, haciéndolo con fuerza y entrega total a su público siempre fiel. “Dónde Estabas (Azul)”, “Me He Convertido” y “Animal” nos demostraban que la variedad del setlist recorrería no solo su nueva producción, sino también una trayectoria que cumplirá 15 años en 2020.

El audio de primera, la ejecución impecable y una iluminación sobria eran los componentes primarios de este concierto que iniciaba muy bien. El “Incendio” se desata en el corazón de muchos fanáticos que no paraban de declarar su amor por Denise en las pausas entre cada canción, pues eran cautivados por su gran talento y belleza. 

Los temas viejos también sonaron, “Miércoles”, “El Segundo” y “Criminal” me transportaron a mi adolescencia, donde escuché por primera vez estos temas en un show gratuito en el metro San Lázaro, contrastando ahora con una nueva puesta en escena donde agotaron las localidades de mi amado venue, El Plaza.

Los agradecimientos estuvieron presentes en todo momento, tanto para el público como para la familia de cada integrante de la banda que ese día los estaban acompañando, incluyendo a sus colaboradores que ayudaron a que temas como “Dominó” fuesen de los que más fuerte retumbaron en la garganta de los asistentes.

“Diferente”, “Presencia” y “Sublime”, nuevos temas que se estrenaban en vivo y seguían estimulando al público. Una pancarta mostraba la frase “I love Hello Seahorse!” y al reverso “Frontera”, una petición que fue atendida justo antes del primer encore

La avalancha de hits vendría, pues combinando un tema tras otro, nos vapulearon la cabeza con “Arunima”, “La Flotadera”, “Para Mí” y “Un Año Quebrado”, haciendo vibrar la plancha del inmueble entre los saltos y el baile sobre ella. El clímax del concierto.

Una pausa más sucedía, de pronto la ambientación sonora regresaba, siendo esta ocasión un poco selvática, para introducir una nueva versión de “Me Has Olvidado” y “No es que no te quiera”, donde la catarsis de emociones erizaba la piel. Finalmente, “Bestia” volvía a hacerse presente, consolidándose como un clásico de la banda y como antesala para el tema final del concierto: “Mujer”.

Fue una exitosa presentación del nuevo disco, un anhelado regreso de la banda a los escenarios y una conexión mágica entre la agrupación y sus fieles seguidores. Cual ave Fénix, Hello Seahorse! renace renovada, fuerte y poderosa.

Álvaro Díaz en El Plaza Condesa

El fuego de sus tracks: Álvaro Díaz en concierto.

De nuevo, una noche más. Sin duda alguna una de las más dominantes en cuanto a este género se trata; siempre logro derrochar la noción del dónde, el porqué y el cómo. Pero el cuestionar que más disfruto es: cuánto… se repetirá.

Un momento más que brinda espectáculo en nuestra ciudad; sin embargo, el recinto lo engrandece rotundamente; no por el nombre del foro, sino por su presencia en el mismo: Álvaro Díaz llega a El Plaza Condesa. Una cita inesperada en donde, sin importar la prontitud, los tickets se movieron rápidamente. Un show de más de 1000 personas es, sin duda, un fruto memorablemente exitoso.

El evento estalló, como es ritual, con Lara Project (Félix Lara el vocalista, Manu Lara en la batería), presentando su más reciente: Una semana antes del paraíso, con especiales como "Toda la noche" y "Regresar".

La noche se avivaba. Álvaro estaba ya aquí. Para la gente, para El Plaza, para la noche. Para él mismo. “O.K.” fue el inicio de todo, un track insinuador, como para calentar la tarima, el ambiente, la velada. El público estaba ardiendo, el puertorriqueño lo conseguía: prendiendo su espectáculo; tal como el goza. Con un atuendo peculiar como suele saborearse, Álvaro fundió el momento, y con éste, la tanda de éxitos: “Pro”, “Carro rápido” y “Asiento de atrás” fue la mecha que activó la noche. Minifaldas, tops y cadenas; jeans holgados, gorras y tenis gruesos; la euforia vibraba calurosamente. Me bebí un tonic y no mentiré al decir que lo deleité distinto.

Y continuamos: “Todas mías” (tema que suele acompañar de C. Tangana), “Superxclusivo” y “Grosero Remix” –en compañía de Big Soto– fueron tracks halagados, el bienestar del músico se retumbaba exquisitamente. “Siempre”, seguida de “Miles de mujeres”, congratularon la noche: el fuego estaba encendido.

En un foro inmaculado, Álvaro Díaz llenó de flamas y rap ardiente la noche. Murmuraba lento, como rezando hacia él mismo. “Reina Pepiada” y “Una vez más” culminaron la noche; el ambiente, la masa… estaba extasiada; mucho fuego en El Plaza. “Tortura china” fue aquello, el track con una insinuante motivación para bailar, lo que despertó almas perdidas… y las retomó en su danza sensual.

Sí, “La champaña” fue el clásico más coreado, o uno de los tantos. La noctámbula estaba ardiente, con fuego, con vida en los ritmos. La música estremecía a los vivos, a los perdidos, a los ebrios de deleite; era una noche estupenda. Y con calma, pero sin bajar la energía, –no sin antes dedicar 24 aplausos al basquetbolista Kobe Bryant“Todo bien” y “Gongoli” terminaron por glorificar el momento, la cita y, notablemente, la furia de querer más, más, más…

El 1 de febrero será una fecha que recordaremos. Seguramente con turbación, placidez y ritmo. Una noche en donde se demuestra que los ritmos latinos no están enfrentados con el clásico género del rap; una noche en la que existiremos sanos por combinar ritmos con emociones, intenciones con generaciones y sonidos con fiesta, pues la final, lo que importa es el deleite de un buen track… sin importar el cómo suene.

Patrick Watson en El Plaza Condesa

La noche de consagración de Patrick Watson en El Plaza.

Patrick Watson recuerda que a los 16 ó 17 años era demasiado cursi e idealista. Algo que seguramente lo hubiera avergonzado años después si hubiera sido el líder de su banda de aquel entonces. Luego descubrió a Debussy y un mundo nuevo se abrió delante de él. Cuando le preguntan sobre las canciones que escribe y cómo es posible que la gente se puede identificar con ellas, se ríe. Dice que a él no le gusta escribir canciones que podrían salir de un diario, como podrían ser las de Sufjan Stevens. Pero quizá se equivoca. Las palabras que expresa Patrick Wilson, también condensan emociones primordiales. 

El Plaza Condesa se ha consolidado como uno de los mejores venues de la CDMX. Íntimo. con buen sonido. Las perfectas paredes para escuchar a alguien como Patrick. En el imaginario popular, es conocido como canadiense. En realidad nació en California pero desde pequeño se crió en el país vecino. Recientemente trabajó en el disco de Leonard Cohen —probablemente el canadiense más ilustre en la música, junto a Joni Mitchell o Neil Young— y, con vergüenza acepta que le gustan más las entrevistas que dio Leonard, a las letras que lo han inmortalizado. Patrick es un músico versátil, mejor letrista de lo que él cree y es creador de sentimientos. 

Wave, su más reciente producción, es un trabajo maduro. En su manufacturación, dice, escuchó a Frank Ocean y a otros pilares del R&B. Hasta parece que se muestra más al descubierto. A pesar de que tiene formación como jazzista, admite que el groove es algo que nunca te enseñan. Algo que cuesta perfeccionar. La verdad es que, cuando ves un sintetizador análogo con un piano vetusto y focos con resistencias llamativas y cajas de cristales giratorias, el groove pasa a segundo término y el efecto es embelesante. 

“Dream for Dreaming” empezó sin advertencias. Es uno de esos cantantes que no necesita del estudio para sonar impoluto. La voz frágil y la facilidad de las manos al teclado son rasgos distintivos. Aunque nunca hayas escuchado una canción de Patrick Watson, instantáneamente piensas que es diferente. En su haber, tiene diferentes etapas. Sí Wave es más despreocupado y con menos producción, discos como Love Songs For Robots presentan a un Patrick pletórico. Magnánimo. Tiene canciones como “Hearts” que, cuando sonó en El Plaza, se pudo llenar cada espacio con notas, cantos y manos al aire. 

La verdad es que ambos Patrick se llevan bien. Parecen ir de la mano. El íntimo que, junto a un foco, dos guitarras y Florencia —la cantante de Celest— encuentran un resquicio público para hacerlo particular, o el que, acompañado de una banda de excelentes músicos, parece un músico de festivales. De esos que hacen corear a un estadio las canciones que escribió en algún momento de aburrimiento. “Places You Will Go”, “Turn Out the Lights”, “Melody Noir” o “Broken” tuvieron un efecto contrastante. El silencio de la apreciación, y los cantos sin intención. Es una mezcla particular la que se vive con Patrick Watson

Al final, entre risas, anécdotas al aire y muchas acomodadas de pelo, lo que tuvimos la oportunidad de presenciar, fue a un artista con una plenitud musical y compositiva singular. Es probable que haya sido el mejor momento para ver al músico norteamericano y, cuando salíamos a las calles de la CDMX, las sonrisas denotaban, precisamente, satisfacción.

Sold Out: Black Veil Brides se presentará en El Plaza

Black Veil Brides ofrecerá un concierto en la Ciudad de México para celebrar sus 10 años de carrera y el lanzamiento de su próximo álbum de estudio.

Andy Sixx, Jake Pitts, Christian "CC" Coma y  Lonny Eagleton de Black Veil Brides regresan este próximo 6 de Marzo a El Plaza Condesa, como parte de su The In-Between Tour. Los boletos oficialmente ya están agotados pero los podías encontrar en Ticketmaster, al 5325-9000 o en las taquillas del inmueble, te compartimos los precios a continuación:

MX $1,066.00
MX $947.00
MX $859.00

La banda se ha mantenido vigente a pesar de sus ya varios cambios en su alineación. El último en noviembre 2019, con la salida de Ashley Purdy (bajista) y con Lonny Eagleton como su reemplazo.

Black Veil Brides dio indicios de un nuevo álbum en el mismo mes y sorprendió con el EP The Night, el cual incluye  “Saints Of The Blood” y “The Vengeance”; para más tarde confirmar que se encontraban en el estudio y que 2020 “seria un gran año para la banda”.

El regreso de la banda a tierras mexicanas ha causado mucha euforia entre sus seguidores los cuales seguramente harán de su regreso una noche indeleble, pues la banda también se encontrará celebrando el décimo aniversario de su álbum debut We Stitch These Wounds (2010).

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Kamasi Washington en El Plaza Condesa

Kamasi Washington: La sincopada espiritualidad del sonido.

En tiempos fracturados como el nuestro donde la desesperanza muestra su cara en cada vuelta de esquina, la música es un bálsamo necesario. Ayer, con El Plaza Condesa ocupado en su máxima capacidad, unas 2000 almas nos regeneramos a través del sonido tornadizo y virtuoso de Kamasi Washington y The Next Step.

La figura de Washington es imponente en todos los sentidos: Su cuerpo grande de piel obscura vestido para honrar sus raíces africanas; su gesto severo cuando está concentrado que se transforma al reír dotándolo de una ternura casi infantil, su amor desmedido por la música y el lenguaje sorprendente que ha desarrollado a través de sax tenor para comunicarlo.

Junto con él coexiste el balance perfecto de energía sobre el escenario: Patrice Quinn y su voz poderosa que llena el espacio de solemnidad y magia; Tony Austin y Ronald Bruner Jr. flanqueando la tarima con sus baterías de expresiones tan distintas -como un jing jang sincopado- que, junto al bajo/contrabajo de Joshua Crumbly cimientan toda locura improvisatoria de manera exquisita. Al piano y texturas sintetizadas, el japonés Big Yuki quien en esta gira sustituyó al habitual Brandon Coleman, y en el trombón Ryan Porter. Por último en la flauta transversa y el saxofón soprano, la sabiduría que completa un circulo perfecto Rickey Washington, su padre.

Era de esperarse que desde el primer acorde de “Street Fighter Mas” la piel se nos pusiera eriza, y en el climax del primer solo catártico de saxofón, nuestras vertebras se estiraran hasta el aullido. Había en el aire una mezcla tan sincera de extasis y alegría que no tuvo más que ir en aumento a lo largo de la noche. 

Le siguió “Malcolm’s Theme” (hace apenas unos días se conmemoró un año más de su asesinato). Un sentimiento nos fue hinchando el pecho: Cuando se dice con verdad, el jazz es revolución, es protesta. A través de su sonido se hace evidente lo que no quiere ser dicho, en su forma de movimiento constante, mora la libertad. 

De eso no hay duda sobre el escenario, al tiempo que cada músico va tomando su turno para improvisar, los otros parecía que meditaban, formando parte de algo que solo existía en ese instante. 

Le siguió “Re Run” y el solo de trombón de Porter nos mantuvo cautivos en su sonido aterciopelado que no necesitó abusar de las notas, construyéndose en el groove y desde ahí, volviéndose salvaje a placer. A través de “Truth”, fuimos invitados a aceptar y amar lo diferente. Sus cinco distintas melodías coexistieron formando un tejido de belleza monumental. (Como fluye todo, cuando nadie quiere imponerse al otro). E inesperadamente Kamasi ¡nos regaló una cumbia! 

Su saxofón antes pristino de pronto se volvió sucio, lleno de barrio y sonidos rotos. En el baile y el gozo de ese momento se hizo valida la premisa: Se puede ser de muchas formas, ninguna es mejor que la otra. Incluso esa forma intocable llamada “jazz” ha logrado descomponerse para hablar desde lugares más incluyentes. 

En contraste, de inmediato apareció “Hub-Tones”, en donde el despilfarro de destreza del octeto se volcó en un virtuosismo obligado, demostrando una vez más que todo es posible en la sincopa crispante y la armonía de tonalidades escurridizas que los cobija. Como caleidoscopio nuestra emoción se fue transformando, yendo de la furia al llanto, pasando por la riza y la esperanza. 

“Will You Sing” y “Fist of Fury” nos llevaron casi al final de la noche, y en la voz de Patrice se encarnó la rebeldía de todos los pueblos, de todas las voces que cansadas gritamos. “Nuestro tiempo como víctimas ha terminado, en su lugar tomaremos nuestra retribución”. 

Justo en ese par de piezas fue que Tony Austin y Ronald Bruner Jr. aprovecharon para desarrollar sus respectivos solos. El de Bruner fue de una delicadeza y precisión tan extrema que más de alguno nos quedamos flotando boquiabiertos.

La noche terminó oficialmente con The Rhythm Changes”. Patrice la cantó con todo el cuerpo (nosotros con ella), y en su voz gospel se formó un mantra de despedida: 

Our minds, our bodies, our feelings/ They change, they alter, they leave us/ Somehow, no matter what happens, I'm here”.

No importa lo que suceda en este tiempo cruel de niños con armas, de almas migrando, de tanta gente jamás encontrada, de oxígeno denso; aquí estamos en resistencia. 

Es a través del amor que nos volvemos visibles y logramos notar aquello que es más importante: el otro. Con música, voluntad y moviento se transforma el mundo. Kamasi y compañía nos dieron un gran recordatorio de ello.

Elbow en El Plaza Condesa

Emociones de todos los tamaños con Elbow.

La cuesta de enero significa un punto de conflicto económico y anímico para gran parte de la población, pero ni las deudas ni el hastío de reanudar el ritmo de trabajo detienen la pasión por la música y la esperanza de encontrar un mejor mañana. El día de ayer, los gigantes de Manchester, Elbow, convirtió el mesurado espacio de El Plaza Condesa en un lugar lleno de algarabía y buenas vibras al venir por primera vez al país como banda en solitario para presentar su octavo disco, Giants of All Sizes.

Para los que llegaron con premura, tuvieron el deleite de escuchar el dulce y vulnerable folk de su artista abridora, Jesca Hoop. La californiana se notaba tímida pero muy receptora a los aplausos y la entrega de los asistentes que poco a poco llenaban el foro. Acompañada por dos violinistas, Hoop calmó asperezas y embrujó a todos con temas como “Pegasi,” “Memories Are Now,” “Murder of Birds” y “Shoulder Charge,” a la par que empezaba a bromear con el público y lograr una agradable conexión. Un tierno preludio a la bestialidad que iba a acontecer.

Con puntualidad inglesa, el conjunto inglés liderado por Guy Garvey subió al escenario, entre una incrementada euforia de todos sus devotos escuchas. Empezaron con “Dexter & Sinister”, tema en el cual participó Hoop, replicando su intervención en el estudio, cuando colaboró en el disco. El tremendo tema sirvió como formidable punto de partida para que la audiencia supiera modular sus esfuerzos energéticos entre canciones potentes y conmovedoras baladas.

Hablando del factor conmovedor, el inmensamente carismático Garvey quiso agradecer a su público con un discurso que tenía preparado en español. Incluso pidió ayuda con la pronunciación de algunas palabras, y sus súbditos obedecieron sin pensarlo. La emoción de Garvey y sus compañeros musicales era palpable - seguramente tenían aún fresca la sorpresiva recepción que tuvieron en una edición pasada del festival de la cerveza donde fueron invitados, pero nada como ser el foco de atención; la razón por la cual El Plaza Condesa prácticamente lleno estaba ahí, con un entusiasmo y dedicación que pocas veces he visto en un público.

El repaso de los clásicos continuó, desde la oscura “Fly Boy Blue / Lunette,” la electrizante “Station Approach” y la hermosa canción de mar “My Sad Captains.” Garvey incluso destacó el trabajo de Mark Potter (guitarra), Craig Potter (teclados y percusión) y Pete Turner (bajo) en cada canción, dependiendo de su momento de brillar. La banda incluso se salvó de un pequeño contratiempo al no comenzar del todo bien “Magnificent (She Says)”, ante aplausos y risas, para después reanudar ante el aclamo de los presentes.

La velada también tuvo un poco de solemnidad, ya que Garvey contaba algunas anécdotas de la autoría de ciertos temas. Esto fue el caso de “Weightless”, en donde relató el deceso reciente de su padre y el asombroso parecido entre su hijo y él mismo, o “White Noise White Heat,” dedicada a las injusticias provocadas por el incendio de la torre Grenfell hacia las clases menos favorecidas.

Los momentos más hermosos llegaron con las ya legendarias “Mirrorball,” “The Bones of You” y el esperado punch de los guitarrazos y percusiones de “Grounds for Divorce”. Esto fue el primer punto de descanso para todos los involucrados, quienes estaban recuperando el aliento y procesando lo hermoso de la noche. Casi en un abrir y cerrar de ojos, la banda volvió para consentirnos a todos con “Lippy Kids” y a organizar secciones de armonías y vaivenes de brazos con el tema de cierre, la épica “One Day Like This.” 

A juzgar por la sorpresiva respuesta del público, los ingleses quedaron sumamente conmovidos y hasta les faltó extender sus brazos para podernos abrazar a todos. Son noches musicales así que hacen menos pesado un inicio de año lleno de incertidumbres sociopolíticas y que nos aseguran que quizás, solo quizás, el día de mañana podría ser hermoso.