Foro: Auditorio Blackberry

Steven Wilson en el Auditorio BlackBerry

Un camino a casa.

La lluvia cubrió las calles de la Ciudad de México en la tarde noche, y todo estaba inundado, pero Steven Wilson ya nos esperaba con las manos abiertas para vivir una noche inolvidable a su lado. A las 20 H. las luces se apagaron, el escenario brilló, y la magia empezó a propagarse en forma de energía.

Las palabras truth, love, fake, science, oppression, dad, religion, death, news; empezaron a proyectarse con imágenes de fondo diversas para enseñarnos que la verdad es solo una perspectiva que cada uno puede tener desde su posición y todo estalló. Steven Wilson salió acompañado de grandes músicos, tomó su guitarra, y “To The Bone” se hizo realidad.

Las manos de Steven volaban y creaban momentos a través de las notas de la canción mientras que todos rezábamos tratando de encontrar nuestra verdad.

“Pariah”, primer sencillo de To The Bone, comenzó con su secuencia y abrió paso para la guitarra acústica y los demás instrumentos. Steven cantó acerca del cansancio, de la cotidianidad; y el rostro de Ninet se proyectó en la pantalla para reconfortarnos con su voz. Sentí la necesidad de abrazar a esa persona que amo y ya no está, de llorar, de sentirme libre; al igual que muchos que estaban ahí.

Steven saludó al público mexicano, preguntó quién había estado en el concierto del sábado, dijo que el setlist lo había cambiado porque ese era el chiste de tener dos fechas y dijo que no iba a complacer a nadie con canciones. Él era un artista, no un showman y PUNTO.

“Home Invasion/Regret #9” llegó con un riff seductor envuelto en sonidos espaciales y teclados que le hicieron honor a Deep Purple. Cambios constantes, cortes perfectos, todo se convirtió en un progresivo quimérico y nuestros oídos quedaron envueltos en una obra maestra hecha sonido.

“Routine” me hizo recordar el pasado. El silencio reinó mientras que la canción se desarrollaba y todos eran espectadores de lo que Steven había logrado. La rutina te mantiene vivo, ¿pero a qué costo?

A mí no me gustaba Steven Wilson y “Hand Cannot Erase” fue la canción que me atrapó. La música me voló los sesos a pesar de ser una canción nada compleja. Eléctrica, con uno de los visuales más bonitos que he visto en mi vida, franca, honesta y amorosa. La gente cantaba, aplaudía, amaba, se convertía en una mejor persona y volvía a creer en el amor.

La oscuridad llegó como un rayo y “Ancestral” salió de la guitarra y voz de Steven. La música se convirtió en una fábrica, en una mezcla de humo, metal pesado y engranes en la que todos se sabían la coreografía que tenían que hacer con las manos.

La voz de Steven nos guío por el camino: “Hey brother. Happy returns it's been a while now I bet you thought that I was dead. But I'm still here, nothing's changed”. “Happy Returns / Ascendant Here On” se convirtió en nuestra, en un placebo para todo aquel que quiere regresar, que se quiere ir, que quiere vivir y todo se convirtió en luz blanca.

“People Who Eat Darkness” abrió el segundo acto después de un merecido intermedio. Las bocinas reventaron y la gente respondió a los riffs entre brincos y air guitars.  El ritmo lento de la batería marcó el tiempo, mientras que la voz rasgaba el alma y “Don’t Hate Me” se hizo realidad. De un momento a otro, las notas del teclado se convirtieron en jazz y el espacio migró a un mundo paralelo.

“This is my pop song and I need you to enjoy”. “Permanating” llenó de baile y colores el lugar. Los aplausos salían de las palmas sedientas de seguir el ritmo, los amigos bailaban al estilo disco en coreografía y se celebró una gran fiesta en honor a la felicidad.

El latido de un corazón roto cortó la celebración, y los celos, el apego, llamaron mientras que una bailarina proyectada marcó el tempo con cada uno de sus movimientos seductores en “Song Of I”.

El teclado inició una melodía melancólica y profunda. “Refuge” se apoderó de nuestros corazones y acaparó nuestros oídos para hacernos ver más allá de nuestros ojos y reconocer un mar lleno de gente que busca libertad en medio de la guerra. No pude evitar llorar, Steven siempre logra estrujar mi corazón.

El momento de las presentaciones llegó y todos aplaudieron la majestuosidad de los músicos. “Olé, olé, olé, olé Steven, Steven” retumbaba en las paredes del auditorio, retumbaba en el alma y en la memoria del músico inglés.

Los platillos de la batería marcaron el ritmo y una canción lenta y misteriosa se convirtió en el soundtrack del momento. “Vermillioncore” empezó a llenar el espacio mientras que el fuego recorría nuestras venas.

“Sleep Together” sucedió porque el pasado siempre reaparece y Porcupine Tree le daba orden al caos de sus estructuras musicales. “Blackfield” con un sabor más melódico en honor a esa banda que dejó huella y que a todos nos gustaría que regresara. Guitarra acústica y micrófono en mano, Steven removió los recuerdos y nos hizo cantar con “Postcard” del Grace for Drowning del 2011.

La noche se apagaba y nos regaló dos canciones más. “Harmony Korine” y las cuerdas de la guitarra se volvieron un solo elemento que fue entregado en ofrenda a nosotros, y “The Raven That Refused To Sing” que representó a una de las obras maestras del músico. Tan lenta, tan hermosa, tan paciente, tan exquisita y conmovedora. El video ya tan conocido aparecía en el fondo mientras todos seguían las notas del teclado y le cantaban al cuervo que se negaba a cantar en una noche llena de otras historias.

Aplausos, gritos y admiración por el hombre que hace lo que nadie actualmente. Que el rock siga vivo en el camino de regreso a casa.

Cultura Profética en el Auditorio BlackBerry

Desde San Juan de Puerto Rico llega Cultura Profética al Auditorio BlackBerry.

Luego de presentarse con éxito en el festival Reggae Latino el pasado 21 de octubre en el Palacio de los Deportes en donde compartió escenario con Dread Mar I, Dee J I Tal Sound System, La BenditaVibra Muchá, Somos Uno y La Comuna, la banda de reggae Cultura Profética regresa a la Ciudad de México para presentarse el 6 de julio en el Auditorio BlackBerry.

Los boletos ya están disponibles en las taquillas del recinto, en el sistema Ticketmaster o al 5325-9000.

Precios:

Además, Cultura Profética se presentará al otro día (7 de julio) en el Festival Zapal en Saltillo, Coahuila, junto a Technicolor FabricsDLDCalonchoPorterOdisseoCamilo SéptimoSerbia, Becerros, Bestia María, Pequeño FénixNoah Pino Palo, Claudia Santos, Fónica, Primavera Club, Pijama y muchos más. Para después presentarse en Tijuana (8 de julio) en El Trompo, Museo Interactivo.

Consulta toda la información aquí.

 

Beach House en el Auditorio BlackBerry

El dream pop abundante de Beach House.

Entre lágrimas, sonrisas y dulces miradas de amor Beach House volvía a México. Tomando nuestra ciudad para estrenar su nuevo disco, Victoria Legrand y Alex Scally nos regalaban una sacudida emocional para todos los aptos a la melancolía y la belleza contemplativa.

Para iniciar la noche Big Big Love experimentó fuertes sonidos entre sus sintetizadores y guitarras distorsionadas; la banda conformada por Santiago y Patricio Mijares agradeció el espacio y la oportunidad de compartir escenario con una de sus bandas favoritas. Al finalizar este set, la música del lugar nos puso en un mood de playa, pues los ritmos que se escuchaban eran tambores y ukeles; ritmos perfectos para una fiesta dentro de una casa en la playa.

Tras un break de luces, el escenario vestía un par de siluetas, Beach House había llegado. Los estrobos se configuraban a nuestro pulso cardíaco, las guitarras y sintetizadores retumbaban sus primeros acordes de la noche causando espasmos fuerte y palpantes a cada uno de los asistentes.“Black Car” fue el comienzo del set, el cual poco a poco logró detonar un cúmulo de emociones.

Si algo podemos aplaudirle a Beach House es la seriedad con la que ejecutan sus piezas en vivo, la banda logra transmitirlo todo, no puede sonar a otra cosa que no sean ellos, es inminente que cada canción remite a un significado especial. Y sí, bajo esta premisa el concierto envolvió distintos matices en cada canción que se entonaba.

El setlist fue acomodado de manera perfecta, las canciones se alternaban una a una recordando cada una de las épocas que la banda ha vivido. De “Wild” se pasó a “PPP” y así se unieron “Dark Spring” y “The Traveller”.

Las luces sin duda alguna jugaron un papel importante en el show; con focos pegados al piso y una red transparente que cubría el fondo el escenario se interpretaron todas las atmósferas que la banda emite en sus canciones. Del rojo carmesí en los temas de Depression Cherry como “Space Song”, “Wildflower” y “Sparks”, una noche estrellada en “Bloom” con “Lazuli”,  y Thank You Lucky Stars con “Elegy to the Void” hasta una fuerte mirada de gato dentro de su homónimo con “Master of None”.

Uno de los puntos débiles del show fue la ausencia de canciones de Devotion, disco de grandes temas como “Gila”, “D.A.R.L.I.N.G” o “Heart Of Chambers”. Un momento que muchos pedían a gritos cada vez que tenían oportunidad. Quizá por falta de tiempo o por el peso de estrenar disco ese día, Devotion fue el gran ausente de la noche.

El concierto tomaba madurez, entre saludos al público y palabras de agradecimiento, Beach House nos dio momentos inolvidables, así como la oportunidad de escuchar estos nuevos y frescos temas que recientemente había sido lanzados. “Lemon Glow” fue dulce y explosiva, mientras “Pay No Mind” y “Drunk in LA” fueron momentos de concentración para aquellos que no habían escuchado el disco previo al concierto.

Es difícil encontrar un lenguaje para describir esta música, las palabras en ocasiones pueden llegar a ser insuficientes, Beach House se siente, se disfruta y se deja fluir. A través del tiempo Victoria ha hecho versos hermosos, frases únicas e irrepetibles, una voz que miles de personas han adoptado.

“Myth” fue el clímax, una variación entre las tonalidades turquesa y moradas, el coro de la canción retumbó y provocó la euforia colectiva… “Found yourself in a new direction arrows falling from the sun, canyon calling would they come to greet you let you know you're not the only one”. Después del emotivo momento llegó el encore y las luces se apagaron.

Entre las penumbras llegó un tema de Teen Dream; “Real Love” dejó claro estas intenciones melancólicas de las que hemos venido hablando. El sufrimiento se vivía al máximo, una vez más y directo al corazón, Legrand entonó una de sus mejores frases “Real love, it finds you somewhere with your back to it”.

Para decir adiós “Dive” cerró la noche, un tema que explota conforme avanza, una canción que por su estructura similar a “Myth” puede llegar a ser un éxito para Beach House. Sin muchas palabras y con algunos saludos, la banda dio por concluido su concierto.

El corazón seguirá paralizado, la música nos hará sentirnos felices porque también los ambientes depresivos nos pueden hacer feliz. Gracias Beach House por una dulce noche de dream pop explosivo.

Tash Sultana en el Auditorio Blackberry

Las primeras veces siempre son mágicas.

 Sicario, 8106 y el Auditorio Blackberry presentaron a Tash Sultana por primera vez en México.

El evento fue sold out y resultó todo un éxito.

Desde las 19 H. la gente se amontonaba para entrar. Los asistentes formados daban la vuelta a la manzana. Quien viera la fila desde lejos pensaría que se trataba del evento del año. Aunque es muy temprano para decirlo con certeza, lo que es cierto es que Tash Sultana dio un concierto que los mexicanos no olvidaremos en un buen tiempo.

Dentro del Blackberry la gente estaba ansiosa. Gritaban excitados ante cualquier cambio de luz o sonido como parte de las pruebas que realizan los ingenieros previas al show. Creían que iba a comenzar el evento desde las 20 H. aunque sus boletos dijeran que empezaba a las 21 H. Bob Marley se escuchaba como música de fondo con “I Wanna Love You” y gente que conocía la canción gritaba la letra como si fuera en vivo y Bob fuera el telonero de Tash.

A las 21:30 H. Tash enfrentó a un auditorio lleno vestida con su usual gorra puesta hacia atrás y un poncho que después dijo haber comprado para la “experiencia” en la que todos íbamos a  participar. La gente gritaba tan fuerte que al principio costaba un poco de trabajo oír lo que Tash tenía que decir. Finalmente, después de sonar un par de temas como su sencillo “Jungle”, habló para el público.

”¡¿Cómo carajos están todos esta noche?!”, dijo Tash cariñosamente después de un par de canciones a lo que la gente contestó con una ovación. "¡Bienvenidos a esta experiencia! Sólo tengo tres reglas: 1. Si eres homofóbico, vete a la chingada de aquí, 2. Si eres racista… vete también a la chingada de aquí,  3. Si eres trans, o gay y no te sientes cómodo con una etiqueta de género. Si sientes que la gente te molesta y no sabes qué hacer, tú sí eres bienvenido en mi show, seamos felices todos”.

Así, casi dos horas de concierto transcurrieron rápido. Temas como “Murder to the Mind”, “Higher”, “Electric Feel” así como temas de su EP Notion sonaron.

Es increíble como un show de una sola persona puede mantener a un auditorio clamando por más. A sus 22 años, el estilo de Tash Sultana es mágico con su voz dulce y don natural para crear melodías y canciones desde cero utilizando live looping así como múltiples pedaleras.

Sus canciones son profundas y reflejan una gran madurez. La aclamada one woman-band mantuvo la energía siempre. Cantaba con honestidad y no paraba de saltar mientras se movía por su área de trabajo: un cuadrado perfecto lleno de instrumentos, sintetizadores, pedaleras, micrófonos y juguetes que usaba en diferentes momentos a lo largo del concierto.

Fue un gran concierto. Las primeras veces siempre son mágicas; esta no fue la excepción. Esperemos que Tash Sultana regrese pronto.

Grrrl Noise en el Auditorio BlackBerry

Mujeres juntas ni difuntas: Grrrl Noise en CDMX.

Cuando las mujeres se proponen algo, casi siempre se logra; la conjunción de estrógenos y determinación es una combinación peligrosa. Ayer, se celebró el esperado Grrrl Noise, que reunió a grandes talentos nacionales e internacionales encabezados por artistas femeninas, que demostraron por qué en el escenario, todos somos iguales. El Auditorio BlackBerry albergó la presentación de Girl Ultra, una cantante mexa de R&B sensualón; los hermanos Sotomayor con su música electro dance, Best Coast con su regreso a México después de un largo tiempo, las Warpaint con su rock indie pop empoderado y la esperada de la noche, la experimentada Cat Power.

Como reloj suizo la festividad arrancó con el proyecto de Mariana de Miguel a.k.a. Girl Ultra, dejando sensualidad con su elegancia y gran portento vocal en canciones como “Duele”, “Fuego”, “Mala” y un cover adecuado de “Morena mía”, para las mujeres morenas inolvidables. Curiosamente, encontramos a la familia de Girl Ultra entre el público apoyándola y se dijeron estar orgullosos de tenerla en un festival de esta temática.

Fue el turno de los hermanos Sotomayor de subir al escenario que, con banda completa, interpretaron temas como “Cielo” y “Pulso”; tuvieron como invitada a la dominicana Carolina Camacho en “Afrika”; el punto cumbre en la presentación de este talentoso dueto llegó con “Morenita”, acompañado de visuales tropicales que le dieron sabor exquisito al momento. Algo que llamó la atención fue la vestimenta blanca de la banda, con excepción de Paulina, vestida con un short casual y una capa dorada, además de su característico maquillaje metálico.

La noche era joven aún y el talento foráneo era esperado por los asistentes, quienes de a poco aumentaban el aforo, que no alcanzó su capacidad máxima. Una de las bandas más esperadas fue Best Coast, que en sus inicios se presentó en El Plaza y que ahora regresa después de un largo tiempo de no pisar territorio mexa. Con grandes éxitos como el homónimo de su álbum más reciente “California Nights”, “The End” y “Last Year”, además de la alegre “Feeling OK”. La líder de la banda Bethany Constantino agradeció el recibimiento y se mostró participativa durante la presentación y la expresó su odio a “Boyfriend”, pero dijo que la ama porque el público así lo hace. El momento especial se dio cuando alguien entre el público hizo conexión en FaceTime con una niña que no pudo estar allí, lo que emocionó a la cantante y saludó a la pequeña que se encontraba del otro lado de la pantalla.

El tiempo avanzaba y cada vez faltaba menos para reunirse con el cuarteto femenino de Los Ángeles; una a una saltaron al escenario las integrantes de Warpaint, que se mostraron energéticas y terminaron de encender el escenario que, poco a poco se calentaba más y más. Comenzaron con “Elephants” y al término de cada canción, eran vitoreadas; se dijeron agradecidas por formar parte de un evento que empodera a las mujeres e interpretaron grandes éxitos como “Love Is To Die”, “Billie Holiday”, la energética “No Way Out” y su gran hit “New Song”, con el que subieron el mood a tope, antes de terminar su presentación. Notamos que están tan compaginadas que en “I’ll Start Believing”, Theresa tomó una de las baquetas y entre Stella y ella dieron las notas para la rola.

En esta noche, las musas fueron idolatradas como una Venus; el Women’s Weekend Citibanamex preparó la primera edición de Grrrl Noise y pensó que alguien de la trayectoria de Cat Power sería la indicada de darle el statement necesario al encuentro de mujeres en la música, con el objetivo de celebrarnos y empoderarnos cada día. La estadounidense nos brindó una noche inolvidable, salió al escenario e interpretó su música minimalista con grandes temas como “The Moon”, “Maybe Not” y “Hate”; fiel a su minimalismo, no se necesitó más que ella, su guitarra y su piano para tener su atención durante el show. La más aplaudida fue “The Greatest”; fue notorio que la norteamericana se encontraba enferma e hizo un esfuerzo infrahumano para presentarse, por lo que su interacción con el público era casi nula y se dirigía a los presentes con señas de agradecimiento y vitoreo.

La primera edición de Grrrl Noise fue exitosa, la organización fue precisa y se respetaron los tiempos, se pensaron en los detalles e incluso se mantenía la vibra entre actos con la presencia del DJ Set a cargo de Paurro y Marianette. Esperemos que la segunda edición de Grrrl Noise venga con más poder y que cada vez más artistas se sumen a estas iniciativas.

SOLD OUT: Beach House regresa a México

Por Elizabeth Zamora

El dúo de Baltimore Beach House está de vuelta en el Auditorio Blackberry para recompensar lo del Ceremonia.

ACTUALIZACIÓN: Los organizadores han dado a conocer que los boletos del show de Beach House en la CDMX están agotados.

El año pasado uno de los headliners más esperados para el festival Ceremonia 2017 era el proyecto musical compuesto por Victoria Legrand (voz) y Alex Scally (guitarra y teclados), lamentablemente debido a las complicaciones meteorológicas y el cambio de fecha, la banda no pudo venir a tocar a México. Sus fans entristecidos tuvieron que esperar hasta tener respuesta de su regreso, fue recién que dio a conocer que estará de vuelta el 11 de mayo.

Ya se tenía conocimiento de que Beach House estaría de nuevo en tierras mexicanas gracias al tuit de un fan donde le preguntaba si vendrían este año a México y ellos respondieron con un sí.

La fecha y lugar de su presentación la dieron a conocer por medio de su cuenta oficial de Twitter después de publicar su sencillo "Lemon Glow". También se sabe que ya están trabajando en su séptimo álbum de estudio, pero aún se desconocen los detalles, esperamos pronto podamos traerte toda la información, quédate pendiente.

Por ahora lo que necesitas es apartar fecha para ver a la dupla que ha sobresalido desde el 2010 con su álbum Teen Dream con grandes elogios que lo posicionaron dentro de las listas de los mejores lanzamientos de 2010 de sitios como: Billboard, Consequence of Sound, NME, Pitchfork, Q Magazine, Rolling Stone, Spin, The Guardian, Stereogum y Time, por mencionar algunos.

Los boletos se pueden adquirir en Ticketmaster o directamente en taquilla. No te pierdas la oportunidad de ver a Beach House en México, influyente de la nueva ola de dream pop y pertenecientes a los músicos independientes de la nueva década.

ACTUALIZACIÓN: Te compartimos los horarios para que no te pierdas ningún detalles de este show que promete mucho:

Poptone en el Auditorio BlackBerry

Los arquitectos de la oscuridad sonora y su retrospectiva de cuatro décadas de existencia: Poptone.

Bauhaus —a un año de cumplir un siglo de haberse inaugurado— fue una escuela de arte y arquitectura que sentó las bases del diseño gráfico e industrial. Hace cuarenta años, en el condado inglés de Northamptonshire, nació una banda que tomó el nombre de aquella institución alemana que buscó, en voz de su fundador Walter Gropius, erigir una barrera infranqueable entre artesanos y artistas de libertad creativa que diluyera los estratos de la sociedad y se convirtió también en toda una escuela que dejaría los cimientos de lo que hoy conocemos como rock gótico, género que a su vez gestó toda una subcultura alimentada por la literatura, el cine fantástico y de terror. Así, lo siniestro adquirió un nuevo sonido; un himno, escrito en honor al mítico Béla Lugosi, le acompañaba.

En noviembre de 1980, Bauhaus debutó con In the Flat Field, el primero de un total de cinco materiales de estudio —el último, Go Away White, lanzado 25 años después de la primera ruptura del grupo—. Bastaron solo cinco años para que los problemas internos se tornaran insoportables.

Paralelo a lo anterior, Daniel Ash formó Tones on Tail y poco después crearía Love & Rockets, junto a sus ex compañeros en Bauhaus (los hermanos Kevin Haskins y David J, con quienes había tocado desde su adolescencia). Todos estos anteriores proyectos nos dejarían grandes temas que hoy forman parte del soundtrack de la vida de más de uno; la manifiesta calidad de cada uno de ellos, siempre exitosa, en base a sonidos que van de las penumbras a la luz y de la introspección al baile.

A cargo de Daniel Ash y Kevin Haskins (junto a la hija de éste último, Diva Dompé)  todo ese legado de gótico, post punk, new y dark wave llegó por primera vez este 2018 a unas tierras mexicanas que hace hace 20 años, gracias a la primera reunión Bauhaus, recibió a los músicos en un evento ya legendario cuya sede hoy abandonada fue el Cine Ópera —en 2005, cabe recordar, el Palacio de los Deportes albergó un segundo reencuentro en donde Peter Murphy, Ash, Haskins y J. volvían a un país que, como ayer quedó demostrado, los mantiene vivos—.

La fecha llegó. La estética darkie se dejaba ver en las afueras del recinto. Cabello cardado, maquillaje, botas de plataforma, terciopelo, chamarras de piel y estoperoles en personas que cenaban tranquilas en los puestos ambulantes o fumaban antes de ingresar. Una vez dentro, más maquillaje: un payaso con saco negro y una Siouxsie mexicana rondaban por la plancha del auditorio. El público, muy a su estilo, estaba listo para recibir a los británicos.

Pasada media hora después de las 21:00 H, el trío recién formado subió al escenario y sus integrantes tomaron sus puestos. Diva Dompé dejó escuchar las primeras notas del oscuro bajo que da inicio a “I Feel Speed”; obra de Love & Rockets de su cuarto y homónimo material de estudio, lanzado hace casi treinta años. Siguió el gran cover que Tones on Tail —con tan solo un disco de larga duración lanzado (Pop, 1984) realizó a Elvis Presley: “Heartbreak Hotel”. La audiencia, fría aún, lanzaba unos esporádicos gritos; los aplausos aún así se sentían sinceros.

Sin descansos prolongados, siguió otra pieza de Tones on Tail: “O.K., This Is the Pops”; el público aumentaba los decibeles de sus voces; Ash —y su estridente Fender Telecaster J5 con vibrato Bigsby— improvisaba algunos solos al final de la canción.

“Mirror People” regresaba al grupo (y a los fanáticos, que corearon toda la pieza) a 1987; fecha en que Love & Rockets lanzó Earth, Sun, Moon. Esta pieza, que abre dicho álbum, terminó con otro solo, ahora de wah, de un Daniel Ash que por primera vez se comunicó con los asistentes con un simple “¡gracias!”.

La atmósfera regresó a la opacidad cuando el vocalista de Poptone tomó un saxofón alto y la banda comenzó con “Movement of Fear”, otra pieza de Tones on Tail, cuyo lúgubre bajo que acompaña al tremolo de la guitarra es difícil de olvidar. La espera por algo de Bauhaus, vale decir, iba creciendo.

Ash tomó después el bajo y Diva se encargó del tom de piso para acompañar a su padre en las percusiones. “Happiness” continuó el set. La respuesta del público, si bien mejoraba canción tras canción, no terminaba por convencer.

Llegó la hora de uno de los temas consentidos: “No Big Deal”. Tras este hit que puso a cantar a la mayoría, “Lions” regresaba al repertorio de Tones on Tail y con esto la duda de si escucharíamos algo de Bauhaus; “Love Me” de Love & Rockets la incrementó.

El dark wave de “Performance” continuó con el legado. Todo se prestaba para el gozo: la ejecución era precisa, el sonido y la ecualización más que aceptables; la interacción, no lo era tanto. Ash tomó su guitarra acústica de 12 cuerdas para dar paso a “An American Dream”.

Dos grandes composiciones de Tones on Tail continuaron: Ash tomó su E bow para interpretar —ahora en su guitarra Fernandes— “Christian Says” y después “There’s Only One”, que sirvió para que el cantante presentara a la joven Diva. Al terminar dicha canción, el trío inglés tomó un pequeño descanso.

El regreso fue marcado con la celebración del cumpleaños de la joven bajista. Un pastel con el público cantando “Happy Birthday” y una piñata que Diva rompió con el bajo de Ash le dieron un festejo que seguramente no olvidará.

Continuó la única canción de Daniel Ash como solista: “Flame On”. Acto seguido, el clímax de la noche: "Go!" de Tones on Tail, todo un himno para el gremio dark.

Para dar fin a esta noche única, y para dar al menos un pequeño gusto a aquellos que no podíamos irnos sin escuchar algo de Bauhaus, “Slice of Life” del Burning from the Inside; LP de la etapa en donde Peter Murphy enfermó de pulmonía y que significó, en parte, el fin de la banda. El cierre definitivo lo marcó “Sweet F.A.”, que da título al penúltimo disco de Love & Rockets de 1996.

Así, esta recapitulación de la obra de Daniel AshKevins Haskins David J (el gran ausente del proyecto) a lo largo de casi cuatro décadas nos deja un sabor un tanto agridulce: por un lado, una enorme presentación llena de nostalgia en donde se nos compartió parte de un legado que, por variado e influyente, pocos pueden presumir. Por el otro, esa omisión de Bauhaus que bien podrían haber atendido. La presentación individual de la joven Diva y la ratificación de Ash que dio muestra de sus capacidades de multiinstrumentista y Haskins como figuras indiscutibles del rock inglés hacen ya de este show un candidato a mejor concierto del año.

 

 

 

Lánzate al #GRRRLNOISE en el Auditorio Blackberry

Como parte del Women's Weekend se realizará la primera edición del #GRRRLNOISE en la Ciudad de México.

Siguiendo con los eventos que nos tiene preparados este 2018, llega uno en el que el girl power tendrá un escaparate musical el próximo 3 de marzo. Se trata del #GRRRLNOISE, un festival naciente en el que podrás disfrutar de una extensa variedad de grupos que han puesto en alto el empoderamiento femenino.

El escenario será el Auditorio Blackberry con un cartel compuesto por Cat Power, Warpaint y Best Coast en el lado internacional y en lo mexa tendrán a Sotomayor y Girl Ultra.

Los boletos ya están disponibles en el sistema ticketmaster con un costo de $1,164.00 MXN (cargos incluidos), de igual manera podrán adquirir accesos en el venue del festival.

Aquí te dejamos el cartel oficial realizado por la diseñadora María Conejo:

En este evento organizado por Ache y Distrito Global podremos escuchar folk, dreampop, electrónica y R&B que demostrarán el poder femenino que ha ido en ascenso en la industria musical.

Te dejamos a continuación algunas rolas de quienes se presentarán para que te des una idea de lo que disfrutarás en menos de dos meses:

Cat Power:

Warpaint:

Best Coast:

Sotomayor:

Girl Ultra:

*ACTUALIZACIÓN: Los organizadores del #GRRRLNOISE han revelado los horarios en que se llevará este festejo. Chécalos a continuación:

Siddhartha en el Auditorio Blackberry

Llega el Tour Únicos de Siddhartha a la CDMX.

Anoche, el Auditorio Blackberry se engalanaba con un evento especial, ya que Siddhartha daría su último show en la CDMX, además, este concierto sería grabado para su próximo material discográfico, siendo este su primer disco en vivo y en directo.

“Ser parte” de este evento fue bastante emotivo, pues a lo largo del concierto, la nostalgia, la melancolía y el romance se percibían en “El aire”. Una frase mortal abre las heridas, pues “Domingo” se hizo presente, mientras que “Tonight” generaba ese impulso animal para bailar libremente.

Propios y “Extraños” se abrazaron al cantar con un solo sentimiento, suspirando el dolor y la calma. Nos sentimos “Infinitos”, pues la interpretación de Siddhartha y sus músicos transmitía cada canción de manera intensa.

“Why You?”, canción homónima de su primer álbum, hizo cantar a los fans de antaño y conmovía a los recientes seguidores, quienes en contraste, corearon fuertemente “El poema y la caja” y “Nunca es nunca”, temas de su aclamado disco Náufrago. Siguiendo recordando los viejos temas, “El día” nos hizo revivir viajes y tristes despedidas, pero “Ecos de miel” nos enseña a emprender nuevamente el vuelo al volver a empezar.

Es hora de seguir, “Control” nos pone a bailar nuevamente, las luces y los visuales proyectados nos hipnotizan, siendo estos grandes aliados de la banda en escena. “Bacalar” fue uno de los temas que más fuerte se cantaron durante esta noche, aunado a “Fuma”.

Laura Sad nos acompaña nuevamente, pues “Náufrago” y “A la distancia” llenan ese hueco que queda dentro de nosotros cuando nos despedimos de algún ser amado. No todo es melancolía, pues el amor también te vuelve cursi y “Loco”, ya sea durante un concierto agitado o durante “Una noche tranquila”, el tiempo que se disfruta en pareja es invaluable, generando esa ansiedad por estar de nuevo  junto a ella, y que se nos haga “Tarde” por volver a verla.

Experimentamos sentimientos “Únicos”, tanto como estos temas que nos llevan por un vaivén de estados de ánimo, cumpliendo satisfactoriamente con las expectativas de este concierto, tanto para el público como para los músicos que agradecían sonrientes por la entrega del público.

Luego de una pausa, Siddhartha y compañía vuelven al escenario para interpretar su primer canción en un LP, “Volver a ver”, y para dar la estocada final, tocaron el último tema de su último disco, “El chico”.

Siddhartha agradece a todos por asistir a esta celebración de un año más de vida y de este tour que documentarían en esta noche, pidiendo que entregáramos toda nuestra energía al tocar nuevamente “Únicos”, para que al estar viejos y ver la grabación del concierto, recordáramos nuevamente lo vivido aquella ocasión. Sin grandes sorpresas ni invitados, pero con un gran ambiente y setlist, Siddhartha nos demostró nuevamente por qué es uno de los mejores exponentes de esta nueva generación de músicos mexicanos, dejándonos con una agradable experiencia y con ganas de conocer el fruto de esta nueva producción en vivo.

MUTEK.MX 2017: Ambience

Exploración sonora con métodos audiovisuales: MUTEK.

Este nuevo formato de MUTEK substituye a Play, espacios donde Takami Nakamoto o Zombies in Miami se presentaron en algún momento con piezas que no necesariamente deben ser contemplativas, a diferencia de sus A/Visions. En este caso, Ambience imparte una exploración por lo que puede ser una fluidez sensorial a partir de métodos audiovisuales.

Rafael Anton Irisarri, Tim Hecker y el dúo The Orb fueron los encargados de distribuir esta percepción en sus presentes en el Auditorio Blackberry. En contraste al día pasado, donde Alva Noto fue el máximo representante del A/Visions 2, The Orb actúa como el acto crucial, no solo en Ambience; dentro de todo su festival. La presencia de uno de los exponentes más recordados en la era rave de los 90, donde el Love Parade albergaba las fiestas más grandes de su época impacta en el registro de la línea de artistas que MUTEK provee. Y, aunque no destinaron su presentación a revivir lo que alguna vez encendía las fiestas, la ambientación es el fuerte máximo del dúo.

En contraste a The Orb, Rafael Anton Irisarri provocó respuestas diversas en el público; se escuchaban platicas encima de su presentación e inclusive se veía a algún presente jugar en su celular con Anton de fondo. Quizás esto deba ser una crítica directa a la audiencia en vez de apuntarla a la presentación del estadounidense, que es inocente de la inexperiencia en cuestiones tan experimentales como la producción total de un ambiente dentro de un Auditorio. A pesar de la falta de empatía con el público, Irisarri cumplió con su voluntad y habilidades técnicas.

Por último, Hecker confirmó la importancia de su línea alternativa de producción encontrada en Love Streams (2016). Llena de glitch y drone, su presentación descontextualizó por completo el escenario donde alguna vez Lorde cantaba "Royals"; capacidades únicas del formato digital.

La crítica se dirige hacia el papel del espectador, que no se permite a sí mismo adentrarse a formatos experimentales que rompen con una línea de la experimentación conocida en nuestra ciudad. Reconozco el interés y la participación del escucha, pero no existe una entrega total hacia el acto desconocido aún.