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Las mujeres empiezan a florecer en una industria saturada y asociada con los hombres, demuestran que pueden estar a la altura de las circunstancias y los retos que impone el flujo entre decks, mixers y tornamesas. La narrativa está cambiando, DJs como Anna Lunoe, Miss Kittin, Nina Kraviz y The Black Madonna (por mencionar algunas) son analizadas por su trabajo más que por su apariencia, pero para llegar a este punto han tenido que pasar 106 años de negativas, exhibición no profesional, cosificacción e historias invisibilizadas. Incluso para llegar al origen tenemos que leer la frase “esposa de...”
Después de los puntos suspensivos, nos encontramos con la primera mujer que realizó una selección de música para crear un ambiente sonoro. No se menciona mucho de forma individual o lejos de los dos enlaces civiles que tuvo en su vida, en realidad se ha escrito poco de ella, pero al escarbar descubrimos más datos sobre Sybil True, el antecedente más claro de las selectoras, programadoras y DJs de la actualidad.
En 1914, Sybil saltó de dar clases de código morse en la Herrold’s College of Wireless a una estación para la primera generación que escuchó la radio como entretenimiento. Participó en los programas de los miércoles por la noche, emitiendo grabaciones para los oídos de “los jamoncitos” que formaban parte de su audiencia.
La locutora y DJ de la historia tenía un programa llamado The Little Ham, donde además de presentar los primeros experimentos sonoros previos a la Primera Guerra Mundial y realizar concursos, sostuvo intercambios con Sherman-Clay y The Wiley B. Allen Company, ambas tiendas se involucraron con el programa para vender álbumes, Victrolas y partituras gracias a las menciones de Sybil.
Por lo regular su historia en los primeros años de la radio está ligada a su matrimonio con Charles Herrold, pero tiene más méritos, representaba a la mujer de una nueva época dentro de un siglo que prometía grandes avances tecnológicos, como proto DJ creó un lenguaje y se convirtió en la primera creadora de hits.
Podría quedarme con el asunto de la primera DJ de la historia o incluso abundar en el término SheJ, donde efectivamente se puede hablar de glamour, enfatizar la feminidad, el sentido de la moda y atractivo sexual por decisión personal y no como justificación para la mirada masculina, pero de eso no se trata esta primera entrega de Sonoridad. El objetivo es remarcar que así como se menciona a Sybil True como accesorio en la biografía del dueño de la primera emisora de radio comercial de Estados Unidos, hasta hace unos años ser DJ significaba invadir un mundo de hombres.
Sybil tenía el talento de unir música con historias, las actuales DJs tienen la capacidad de pinchar y escuchar música, comprender a la multitud y la atmósfera, cuentan con habilidades técnicas que deberían ser consideradas sin género, pero incluso las más respetadas encuentran resistencia para realizar residencias en clubes donde los DJs masculinos son solicitados sin pensarlo.
Afortunadamente observamos algunos cambios. Con la evolución de la era digital, las mujeres no solo tienen acceso a la música, también se apropian de los recursos y la tecnología, crean plataformas para capacitarse mutuamente y arman redes para superar en conjunto el alcance de cualquier lista que las excluya.