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George Michael dejó una huella importante en el mundo de la música, a pesar de contar con una producción discográfica como solista muy escasa, que comprende apenas 5 álbumes de estudio en un período el cual abarca casi dos décadas. Sin embargo, esta exigua discografía se compensa con la calidad del material incluido en cada uno de esos discos. Tal fue el caso de Faith, su debut en solitario que alcanzó el #1 en la lista del Billboard, llegó también al número uno en las listas de rhythm & blues, y obtuvo el Grammy al álbum del año en 1989.
Tan avasallante éxito inicial tendría un alto costo para el artista, quien comenzó a sentir mucha presión externa, proveniente tanto de diversos frentes externos, como de su propio interior, alimentada por su miedo al fracaso. Esto y otros factores lo llevarían a realizar el disco Listen Without Prejudice Vol. 1, el cual sería para él una bocanada de aire fresco a la vez que un acto liberador en muchos sentidos, pero también le acarrearía varias dificultades.
De esto y más da cuenta el largometraje George Michael Freedom Uncut, un documental producido por el propio cantante al lado de cineasta y compositor David Austin. Filmado antes de su muerte (acaecida en 2016), George Michael estuvo muy involucrado en este proyecto que a la postre se convertiría en su testamento cinematográfico, y en el cual narra con sus propias palabras –entre otras cosas- aquello detrás de la concepción, gestación y lanzamiento de una de sus obras más reconocidas, y las consecuencias derivadas de varias decisiones radicales que tomó en torno a ella.
Con una impresionante cantidad de imágenes de archivo (algunas de ellas nunca antes vistas), el filme cuenta además con los testimonios de músicos, modelos, comediantes y otras celebridades -algunas de los cuales fueron amigos personales del cantautor- como Stevie Wonder, Elton John, Liam Gallagher, Mary J. Blige, Tony Bennett, Naomi Campbell, Christy Turlington, Cindy Crawford, Tatjana Patitz, Linda Evangelista, Ricky Gervais, Nile Rodgers, Mark Ronson, Tracey Emin, Jean Paul Gaultier y James Corden.
Las imágenes, las declaraciones de los diversos invitados y los testimonios del propio Michael, son empleados para construir un retrato de perfil, mostrando no solo su aspecto creativo y artístico, sino también su lado íntimo, sus reflexiones y cuestionamientos sobre diversos puntos importantes de su carrera, y sobre sus propias vivencias personales.
A un ritmo vertiginoso (emulando quizás el ascenso de la carrera del propio cantante) la cinta narra los inicios de George Michael en el mundo de la música como integrante de la banda de ska The Executive, luego el salto a la fama al ser parte del dúo pop Wham!, al lado de Andrew Ridgeley, su posterior (y un tanto triste) separación artística, y el arranque de su carrera en faceta solista. De forma paralela, se muestra el estatus socioeconómico de la sociedad británica en los años del despegue de su carrera, la cual se hallaba sumida en una depresión económica muy fuerte, y el escapismo (especialmente el musical) era una de las pocas opciones que ayudaban a la gente a aliviar la desazón de dicha situación.
En el plano personal, aborda varios momentos clave en su vida: el romance sostenido con el diseñador de moda Anselmo Feleppa; el impacto que el SIDA (la pandemia de esa década), tuvo en él cuando se llevó no solo a su amado Feleppa, sino también a una leyenda la cual admiraba profundamente: Freddie Mercury; el terrible golpe que significó la muerte de su madre, el escándalo surgido cuando un policía encubierto le acusó de cometer actos lascivos en un baño público; y a raíz de ello fue obligado a salir del closet y declararse públicamente como homosexual.
De forma paralela, aborda lo ocurrido una vez que Faith obtuvo ventas millonarias y se posicionó en los primeros lugares de los charts internacionales, y cuando tal éxito empezó a ser una carga muy pesada para él, sintiéndose obligado a tratar de igualar –o incluso superar- la calidad de las composiciones y replicar el éxito de su primer disco. Ello aunado a agotadoras giras llevadas a cabo para promocionarse –las cuales lo comenzaron a minar física y mentalmente-; a los excesos vinculados a la vida de una glamorosa estrella del pop y lo irreal que ello puede tornarse; a la lucha para mantenerse vigente y competir codo a codo con otros iconos musicales de ese entonces como Michael Jackson, Madonna o Prince; e incluso recibir acusaciones de apropiación cultural por incluir en su debut piezas al más puro estilo rhythm & blues (y por recibir nominaciones a premios gracias a ello) sin ser una persona de raza negra.
El artista -y el documental- narra como todos estos factores lo llevaron a concebir su siguiente trabajo al que decidió intitular (a modo de respuesta a las acusaciones antes mencionadas) Listen Without Prejudice Vol. 1, donde intentó hacer las cosas de modo distinto, en pos de construirse una imagen de intérprete serio (y alejarse del estereotipo de ídolo adolescente en donde estaba encasillado), elaborando un disco que significase una ruptura no solo en el aspecto musical, sino también con respecto a su imagen previa. Ello queda patente en el videoclip de “Freedom 90” (uno de los sencillos desprendidos de este álbum), dirigido por David Fincher –antes de convertirse en un reconocido cineasta-, en el cual Michael se rehusó a aparecer, siendo reemplazado por cinco Top Models femeninas, y en donde en una de sus escenas se puede ver su icónica chamarra de cuero (símbolo asociado a su imagen juvenil forjada desde los ochenta) siendo destruida por el fuego.
De esta forma, el cantautor gritaba a los cuatro vientos su deseo de emanciparse de su imagen anterior, pero también de la forma como venía haciendo las cosas antes, y toma otra decisión radical: no participar en la promoción de este nuevo disco. Ello no fue bien visto por Sony, su compañía discográfica, dando inicio así a una disputa legal durante la cual la disquera se valió de diversas artimañas para persuadirle, incluyendo una supuesta carta de Frank Sinatra dirigida a George, donde le rogaba no desperdiciase su talento. Y mientras duró el proceso, Michael no pudo lanzar una nueva producción durante un lustro, incluida la continuación que tenía planeada para este disco.
Aunque los resultados de este duelo entre el mainstream y la libertad artística y creativa le perjudicaron grandemente, George Michael Freedom Uncut detalla, a modo de una carta de motivos; que el cantante no se arrepintió de su decisión la cual sentía no solo correcta sino necesaria, tanto para conservar su balance mental y emocional, como para mostrar su propia entereza y solidez artística y personal. “Espero que me recuerden como alguien con integridad”, afirma la estrella casi al final de este filme, el cual resulta un documento apasionante y revelador sobre quien fuese calificado por el propio Liam Gallagher como “un Elvis moderno”. Un Elvis que se rebeló en contra de su propio mito.
Mira aquí el tráiler de George Michael Freedom Uncut: