Un concierto hipnotizante con invitadas de lujo: Mare Advertencia Lirika, Zemmoa y Renee Mooi.
En una noche coloreada por una lluvia pasajera llegó el esperado concierto de Rubio en el Auditorio BB, el corazón de la colonia Condesa se preparaba para una noche llena de electricidad y una espera compartida por la cantante chilena Francisca Straube. Su proyecto como front-woman ya había tenido un recibimiento caluroso en la ciudad, su último show en el festival Ceremonia 2023 nos daba una probadita del potencial que este concierto tendría.
Un día previo a su presentación anunciaba a su telonera: Mare Advertencia Lirika, una rapera originaria de Oaxaca, quien sería la encargada de preparar al público con una lírica rebelde. Unos veinte minutos después de la hora anunciada, se hacía presente junto con Sonora Mulata, en el mixer y los coros.
Para la rapera zapoteca, la invitación de Rubio sólo significaba una cosa: las mujeres están tomando los escenarios. La cantante nos invitaba a seguir apoyando proyectos de mujeres y disidencias: “siempre hemos tenido que pelear por estos espacios, tenemos que estar juntas”. Así daba inicio un set que se convirtió en un sitio de confluencia, de reivindicación y el momento perfecto para dejar salir toda la rabia. Con canciones como “Incómoda (Manifiesto Feminista)”, “ReSURrección” y “Luciérnagas” nos regalaba un pedacito de ella misma, de su lucha y de todos los momentos que compartimos en la violencia. La joya de la corona fue “Libres y Vivas”, en donde al ritmo de no quiero tu piropo, quiero tu respeto permitió a todas las mujeres frente al escenario liberar la frustración en que vivimos.
Así, luego del derroche, las luces bajaban y bajo el compás de los cables arrastrándose por el escenario y las pruebas en la batería asonantes, Rubio se habría paso en el escenario. Una mujer en control de todos los instrumentos a su alrededor, de los músicos y de los fans que la esperaban con ansias. “Después de ahogarme” fue la encargada de inaugurar la noche, la voz de Francisca se movía a través de todos nosotros, se expandía hasta los plafones de madera en el techo: así hipnotizó a todo el auditorio. Hay un dolor tan agudo en las letras que pasa desapercibido a primer oído, hasta que las manos y las facciones del rostro de la artista te cuentan la verdadera historia.
Llegó el momento de “Coral” una de las canciones más complejas instrumentalmente, en donde se luce una batería que moldea a todos los demás. El canto de sirena solo antecede un cambio de ritmo con tonos de reggae en el fondo, que explota junto con los sintetizadores, se irradia en los coros del público. Sin duda una de las favoritas de la abundante selección.
En una de las intervenciones de Rubio, compartió su amor por esta ciudad, la calidez con que ha sido recibida y presentó “Al Sol de Noche”, tema de Miss Garrison, la primera banda a la que perteneció y con quien visitó nuestro país por primera vez. En su acompañamiento, se alumbraba Sergio Ponce, guitarrista mexicano que a través de un icónico instrumento color menta tomó las riendas del escenario. En “Mango Negro” se mostró el poder que poseía en su interpretación, que dejó sorprendidos a más de uno.
La diversidad del estilo musical de la multiinstrumentista es la parte más enigmática de verla en el escenario. Fluye entre los géneros pop, hip hop, trap, synth pop y electro, añadiendo en cada uno gotas de otros instrumentos. Hay complejidad interpretativa y de composición que sólo es posible apreciar cuando todos los instrumentos están frente a ti, más aún cuando una sola persona se convierte en directora de orquesta de todos los sonidos presentes.
En “Árboles” y “La especie” pudimos apreciar la explosión del electro, con unos sintetizadores singulares, que oscilaban entre las manos de Rubio y Andrés Abarzua. Una sintonía podía apreciarse entre ambos, explotaban en conjunto los beats y todo un acompañamiento que se transformaba conforme avanzaba la noche. También pudimos escuchar por primera vez “Tu Olor”, sencillo recién estrenado, que demostró ser dinámico, sensual y dominante de los espectadores.
El ritmo no decaía, por lo que las sorpresas que tenía la artista solo aumentaron el éxtasis que nos llevaba hasta el final. La primera invitada fue Zemmoa, la cantautora mexicana atravesó con elegancia el foro para entregarnos “Hacia el fondo”, una voz que armonizó con un keytar rojo en absoluta perfección.
Con toda la electricidad fluyendo, Renee Mooi fue convocada con gritos y aplausos. Para entrar de lleno al encore de este concierto, nos presentaron “Seres Invisibles”, fue la armonía ideal entre la voz indómita de Renee y las distorsiones en la de Rubio. Así concluía un cúmulo de éxitos con "Las plantas", el cierre enérgico que todos necesitábamos y que nos indicaba una vez más, que Rubio también le pertenece al público mexicano.
Este show nos contó una historia desgarradora a través de sus letras, mientras rompía con los límites de la composición. Rubio es una multiinstrumentista, front-woman y, más importante, una artista que entregó todo para sus fans en el Auditorio BB.