Mentiras piadosas, pasión verdadera con White Lies.
En pleno mes patrio y justo a tiempo para recibir el otoño, la agrupación inglesa White Lies regresó a México apenas un año después de su presentación en el festival Corona Capital para interpretar los temas de su más reciente álbum As I Try Not to Fall Apart, así como los éxitos de sus más de diez años de trayectoria musical y una que otra complacencia para los fans más devotos.
Harry McVeigh y compañía arrancaron directo con los clásicos y desde los primeros tres acordes del primer tema de su primer disco, “Death”, los fans ya estaban brincando y cantando a todo pulmón en medio de una lluvia de confetti. “Farewell to the Fareground” continuó desbordando emociones entre sus seguidores más antiguos y, junto con “There Goes Our Love Again”, conformó la triada perfecta para iniciar una velada llena de pura energía.
La emoción ante ese recibimiento tan entusiasta era notable en los rostros de los integrantes de White Lies, quienes salieron a escena con un fondo semicircular de luces que cambiaban de color en cada tema. “Am I Really Going To Die?” con sus arpegios de sintetizador fue el primer tema de su reciente material en sonar y no fue recibido con indiferencia, lo mismo con “Step Outside” y su infecciosa melodía ochentera.
“Getting Even” comenzó con las complacencias de la noche, los integrantes de la banda mencionaron que tomaron en cuenta las peticiones de los fans a la hora de hacer el setlist, “Is My Love Enough?”, también de su álbum Friends, le siguió y los asistentes no paraban de corear cada palabra. “Breakdown Days” quizás era un tema más reciente que solo un par de personas ubicaron.
Los londinenses nos llevaron de vuelta al inicio de todo con la melancolía de “Unfinished Business”, seguida por “Hurt My Heart” y otra complacencia desempolvada con “Mother Tongue” de su álbum Big TV. El vocalista de la banda aludió a que Friends era uno de sus discos favoritos -si no es que su favorito- y se notó por la cantidad de canciones que interpretaron de este. “Take It Out On Me” nuevamente probó que la melancolía y el corazón roto no son incompatibles con bailar y brincar, “Swing” fue otro corte de su cuarto disco que sonó durante la velada.
“Trouble in America” marcó otro deep cut de su más reciente álbum, interesante elección considerando que no sonó el sencillo principal de este durante la noche. Se extrañaron varios temas de su quinto álbum -apropiadamente titulado FIVE-, pero hicieron valer la presencia de este en el setlist desde los primeros golpes de sintetizador de “Tokyo”, cuyo fondo de luces multicolor y su jovial vibra hizo bailar a los espectadores como ningún otro.
Entre canciones, los agradecimientos de McVeigh eran constantemente interrumpidos por los constantes -y típicos- “olé olé olé, White Lies, White Lies”, recibimiento que siempre toma a los artistas internacionales por sorpresa. Para cerrar con broche de oro la primera parte previa al encore “Hold Back Your Love” fue la última petición de fans que sonó, seguida por “I Don’t Want To Go To Mars”.
No hicieron esperar mucho tiempo a sus fans para volver, mientras los ánimos seguían a tope después de hora y media de música hicieron sonar una de las más pedidas de la noche, “Big TV”, que da nombre a su respectivo disco. Los dos últimos temas de la noche fueron un túnel del tiempo, primero con “To Lose My Life” -otro tema titular- cuyo coro acabó con lo último que quedaba de la voz de los asistentes, pero fue “Bigger Than Us” la elegida para despedir la presentación ante otra lluvia de confetti y un emotivo agradecimiento de la banda por siempre ser recibidos con tanta entrega y alegría.
A mi llegada al concierto parecía que el show no se había vendido tan bien, pero aparentemente fue una impresión errónea -causada probablemente por ser un concierto a mitad de semana- pues para el final se notaba casi al 100% de capacidad el Pepsi Center WTC. White Lies poco a poco se ha ganado el corazón de un público mexicano que tiene el indie rock británico entre sus géneros musicales predilectos y su presentación en festival hace un año no fue suficiente, cuentan con una base de fans mexicana bastante considerable que seguramente salió satisfecha, feliz y lista para terminar con los ánimos altos el resto de la semana laboral o escolar.