Alex Turner, temblor, changos y gotitas de lluvia. Todo en un solo día.
Aunque la vida colectiva en CDMX últimamente se limita a solo pensar que en cualquier momento serás bienvenidx al mundo de las chinches, este fin de semana debía ser distinto porque Arctic Monkeys regresaba a México con dos conciertos en el Foro Sol. Les voy a platicar del primero.
Si hay algo bueno en los shows de AM sin duda es la banda abridora; todxs recordamos cuando en 2019 The Hives fue lo mejor, ¿verdad? En esta ocasión los invitados fueron The Backseat Lovers y Fontaines D.C., esta última siempre hace que mi cerebro se desconecte, regrese a la realidad y se vuelva a desconectar. Qué fantasía que estén en el Foro Sol después de haberse presentado en Bajo Circuito con un show chiquito, además hoy (octubre 7) van a estar gratis en el Foro Indie Rocks! y eso es como un premio doble para todxs.
Pero bueno, la estrella aquí es Arctic Monkeys, así que pocos minutos después de las nueve de la noche sucedió lo que todxs esperaban. La música se detuvo y las luces se apagaron; Jamie Cook, Matt Helders, Nick O’Malley y Alex Turner salieron con trajecito, tomaron sus instrumentos, y aunque a la distancia no era fácil distinguirlos, hicieron sonar “Sculptures Of Anything Goes”. Todo mejoró cuando empezó “Brianstorm” porque eso significaba demencia, locura y por supuesto un combo de canciones viejitas que no tienen nada que ver con los AM del 2023.
Humbug, Favourite Worst Nightmare y Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not tienen ese sonido al que sabemos que la banda nunca regresará en materiales de estudio, pero también sabemos que en vivo no puede faltar. De esta forma, a pesar de que esta gira existe gracias al disco The Car, no dejaron de escucharse canciones como “Teddy Picker”, “Pretty Visitors”, “The View From The Afternoon” o “Crying Lightning”.
De entre los momentos cúspide del concierto es necesario mencionar a “Arabella”, “505” y “Fluorescent Adolescent”, porque fue aquí donde la multitud no solo de General A y B, sino del resto de las secciones del lugar se escuchaban como un coro perfecto para la voz de Alex Turner, quien sin importar que el tiempo y los años pasen, en vivo se escucha completamente igual que en el estudio.
Para este momento algunas pequeñas y fugaces gotas de lluvia ya habían aparecido más de una vez, pero afortunadamente en ningún momento decidieron que era buena idea quedarse ahí a disfrutar el show.
Una bola disco que ha acompañado a Arctic Monkeys durante toda la gira, y que hace referencia a "There'd Better Be A Mirrorball", de pronto nos hacía recordar que estaba ahí, quizá un poco más grande habría sido el tamaño ideal, pero al final eso no importó porque hacía buen match con el outfit negro del 90% de lxs asistentes.
El encore trajo consigo “Hello You”, “I Bet You Look Good On The Dance Floor” y “R U Mine?”, pero también un sismo que aunque no se sintió siempre vamos a asociar al concierto. En fin, Arctic Monkeys tiene un show que aunque no incluye sorpresas vas a disfrutar muchísimo si te gusta la travesía por su discografía, pero tal vez lo encuentres básico, sencillo y esperes más si no le sabes.
Ojalá pasen rápido los próximos dos o tres años para que AM regrese a regalarnos un concierto más, porque ser espectador solo en historias de Instagram no siempre es divertido.