Ciudad: CDMX

Cadencia andina que estremece corazones: Gepe

En sus canciones, Gepe algo de enigmático y oculto, incluso esotérico como él mismo lo acepta, por lo que la noche de brujas resultó el marco perfecto para dejarnos hechizar por sus ritmos, el baile y sus letras.

La gente superó el lento tránsito, el frío y lo concurrido del transporte público, por lo que las butacas del Teatro de la Ciudad fueron llenándose, mientras que globos y pulseras de neón recorrían entre los asistentes para preparar el ritual de uno de los artistas chilenos más queridos en este país, algo que pocos minutos después quedaría más que confirmado.

Un poco antes de las 21 horas, Gepe saltó al entarimado con sus tres músicos y soltó de un solo golpe, “Amigos y Vecinos”, “Bacán tu casa” y “Con un solo zapato no se puede caminar”, donde bajo del escenario para sentir el calor del respetable y detonar la felicidad del mismo.

El chileno tiene la habilidad de cantarte al oído, de hacer sus shows íntimos, no importa que tan grande sea el recinto, la gran mayoría de los asistentes se sentían en la sala de su casa, la interacción con su público lo hace especial, parece contar secretos y explica sus canciones como si debiera explicaciones, un acto que todos agradecemos.

Fue una noche con pequeñas sorpresas y detalles emocionantes; canciones que hace mucho no sonaban y algunas que nunca habían sonado; llegaron “Platina” el estreno de “Marinero Capitán”, “Campos Magnéticos”, además aprovechó para leer un recado procedente del público y dedicar “Fruta y Té”.

El escenario fue abandonado para que él con su guitarra y montado en la batería interpretara una versión acústica de “La Bajada”, “Estado de Visita” y “Ayelén”. De nuevo con banda completa y sus bailarines que entraban y salían, llegó el éxtasis de la fiesta con, “No te mueras tanto”, “Bailar Bien, Bailar Mal”, el estreno de otra pieza llamada “Melipilla”, “Alfabeto”, y “Bomba Chaya” donde por fin salieron los globos guardados y el teatro se convirtió en una pista de baile que hizo olvidar el tremendo frío que se vivía en las afueras.

El ritual ya podía considerarse un éxito, sin embargo, si algo puede salir puede salir bien, saldrá mejor. El escenario fue abandonado de nuevo y el cantante postrado en una silla estremeció almas con “Un Gran Vacío”, para después con la integración de un charango interpretara “Las Flores” de Café Tacvba, arrancando gritos de emoción, y sonó “En la Naturaleza” para cerrar con broche de oro el embrujo de una noche que apenas empezaba.

Cynic y Dark Lunacy: Música de culto en honor a los muertos

Era la noche previa al día en el que se le rinde honor a la muerte y a nuestros muertos,  por lo que no hubo mejor preámbulo que una sesión de dos bandas que transitan por los caminos de la música de culto. La primera, Dark Lunacy, con un regreso al país que le ha abierto los brazos de un modo sorprendente, inclusive mejor que en Italia, su país de origen; y la segunda, Cynic, que han ocupado un lugar en lo más alto de la cima prácticamente desde su primer álbum, auún cuando estuvieron alejados de los escenarios por más de diez años.

Con The Day Of Victory bajo el brazo, álbum con el que consolidaron su veta death metal y su gusto por la temática rusa, Dark Lunacy subió a las tarimas de un Circo Volador que, aunque los recibió con emoción, eventualmente pareció dividirse entre quienes se decantaban por el death melódico y sinfónico de los italianos, y quienes esperaban con ansías el virtuosismo y experimentación de Cynic.

A pesar de ello, Lunacy gozó de una muy buena aceptación por parte del público mexicano, cuyas voces se unieron en más de una ocasión para entonar esos coros característicos de la música de los europeos. Sonaron así “Stalingrad”, “Through The Non-Time”, “From the Don to the Sea”, en la que destacaron los coros emulando el canto del ejército ruso, y por supuesto los clásicos “Dolls” y “Aurora”.

Tocaba el turno de Cynic y el Circo Volador pareció adquirir otro matiz, pero sin perder la energía que se ganó con la banda previa. Las luces iniciaron un juego distinto y bajo ellas apareció Paul Masvidal con su ya clásica forma de sostener su guitarra y una máscara cubriéndole el rostro.

El set abrió con “True Hallucination Speak”, primer corte de su último LP, Kindly Bend to Free Us, y tras ésta, los originarios de Florida hicieron un recorrido por toda su discografía: “Evolutionary Sleeper”, “Carbon-Based Anatomy”, “Veil of Maya”, “The Space for This”.

En su última placa, Cynic pareció hacer a un lado los riffs pesados y otorgarle un lugar preferente a los sonidos derivados del jazz y el rock progresivo. Sin embargo, en vivo su postura es distinta y las interpretaciones del nuevo disco parecen tener un tono más heavy, lo cual sin duda se agradece.

A diferencia de la gira anterior, la alineación que Cynic presentó en esta ocasión es lo más cercano que se tiene a la formación clásica, pues además de Masvidal en la delantera y Sean Reinert en la batería, Sean Malone fue el encargado de hacer vibrar las cuerdas de un virtuoso bajo y el siempre exótico chapman stick. Maravillosa sorpresa sin duda alguna, si consideramos que los tres son unos genios detrás de sus respectivos instrumentos.

Al final poco importó que la naturaleza de ambas bandas pareciera incompatible. La música ejecutada fue lo suficientemente efectiva que la noche sirvió como un perfecto preámbulo para la celebración de día de muertos. Un honorable culto para quienes ya no están entre nosotros.

In Robert Alfons We TR/ST

Locura, sudor, mucho sudor, euforia, baile, casa llena. Eso fue un poco de lo que se vivió la noche de ayer en el Pasagüero, que recibió el proyecto electrónico de synthpop y darkwave TR/ST del canadiense Robert Alfons, quien por primera vez trajo su acto en vivo a nuestro país.

La llegada de TR/ST a tierra azteca era un momento esperado por muchos, y se notó cuando para antes de las nueve de la noche, una larga fila de gente esperaba por ingresar al recinto elegido para darle la bienvenida. Si fue la mejor opción de lugar o no, quedó en opinión del público quien, por lo que pude averiguar preguntándole a unos cuantos si se sentían contentos con esta selección, respondió negativamente, pues la cantidad de personas que había, provocaba cierta incomodidad, e incluso algunos se quedaron en el área del comedor o en la entrada. Así como el audio, que también dejo mucho que desear.

Lo cierto es que este aspecto no nubló en absoluto la entrega del canadiense y su crew, armado por una tecladista rubia y un joven baterista, quienes para las diez y media de la noche, cuando los ansiosos asistentes comenzaron a chiflar pues no podían esperar más por ver el espectáculo, inauguraron la noche con algo tranquilo como “Slightly Floating”, para después desatar la locura con “Sulk”.

A partir de ese momento, la música fue in crescendo, sonaron temas del primer disco homónimo, que grabó junto a Maya Postepski de Austra, cuando ambos eran TR/ST. Por ejemplo “Heaven” y “F.T.F.”, que hicieron explotar la pista de baile, también podía verse un bonche de celulares en lo alto intentando capturar una imagen de Alfons, que salió al escenario con un tipo blusón largo, negro y sin mangas, muy sencillo, pero también con mucha garra.

El show siguió e hicieron aparición canciones de Joyland, segunda placa de Robert, ya en solitario, y así fue que “Rescue, Mister” y “Capitol” se convirtieron en clave de la noche. Se estaba cuerpo contra cuerpo, de que casi cachete con cachete; el calor humano hervía en todo el lugar. Hay gente a la que le molesta el contacto físico con un desconocido, pero aquí simplemente era inevitable, para donde te movieras, tenías que rozar a alguien y podía ser no muy placentero. Aunque por otra parte, para los que son más desinhibidos, era un verdadero gozo, pues la fiesta estaba al tope: sin pudor y sí con mucho sudor.

El setlist estuvo lleno de temas muy esperados y que el respetable coreó sin chistar una sola frase, los más sonados: “Chrissy E”, “Dressed For”, “Candy Walls” y “Bulbform”. La entrega tanto de Alfons como del público es de destacar, simplemente hubo una conexión cósmica que hizo que el show corriera a la velocidad de la luz. Para cuando vi la hora, ya era casi medianoche, estábamos recibiendo Halloween mientras “Are We Arc?” arrancaba gritos del público.

Finalmente y después de tanto gozo, “Peer Pressure”, “Gloryhole” y “Icabod” despidieron no sólo un concierto, sino un verdadero espectáculo; uno de los mejores del año. El primero en nuestro país, y esperamos que no el último.

The Pains of Being Pure at Heart: Cuando el dolor se vuelve fuerza

El olor a dulces, flores, pan, y demás alimentos preparados especialmente para los muertos comenzaba a apoderarse de la ciudad y con ellos se asentaba la melancolía por el pasado y lo efímero de la vida. Como si fuera coincidencia, el Foro Indie Rocks! albergó la presentación estelar de una banda neoyorkina famosa por convertir la desolación en una energía revitalizadora: The Pains of Being Pure at Heart, que reunió a varios seguidores de sus nostálgicas melodías y a otros más que los escucharon por primera vez.

El frío no fue impedimento para conglomerar a varios melómanos en busca de pasar un buen jueves de guitarras. Eran las 23:00 horas y el público se encontraba ansioso por recibir a esta singular banda liderada por el carismático Kip Berman, que justo regresaba de una extensa gira por Europa. En medio de un tour por todo Estados Unidos promocionando su más reciente álbum, Days of Abandon, el quinteto ofreció un concierto incomparable que volvió locos a los presentes.

El regreso de esta agrupación a nuestra ciudad fue muy especial ya que no solo traían un nuevo material, sino que su arribo incluyó una alineación totalmente nueva que inclusive traía a la prima de Kip en los coros. Sonaron temas ya queridos por el público nacional, como “Young Adult Friction”, “Heart in your Heartbreak” y “Come Saturday”, además de no uno sino dos encores que dejaron escuchar una versión de pura guitarra “Ramona” y “This Love is Fucking Right!”.

Una hora exacta fue el tiempo en el que estos músicos se entregaron e hicieron vibrar el recinto, sin embargo, lo que más impactó fue que al finalizar la presentación, como cualquier mortal, Berman bajó a conocer a sus fans, se tomó fotografías con ellos y firmó uno que otro vinil, demostrando la nobleza de su corazón y el agradecimiento a quien les permiten seguir sonando.

La maestría de Bajofondo de vuelta en la ciudad

Sería redundante condecorar como triunfal el regreso de Bajo Fondo Tango Club a la Ciudad de México, puesto que cada una de sus presentaciones, desde aquella vez en el antes llamado Salón 21 hace exactamente ocho años, han sido memorables.

Cada que se avisaba el arribo del llamado Maestro Gustavo Santaolalla, no solo los ávidos consumidores del tango electrónico, sino los deseosos de un show de categoría que mucho tiene que ver con la nueva frescura que invade a Latinoamérica, hacen siempre lo posible para abarrotar las salas donde se presente y esta no fue la excepción.

Después de pasar por festivales, no solo el Cervantino o la Cumbre Tajín en nuestra nación, sino el prestigioso Festspillene en Noruega y el por demás laureado Glastonbury Festival en Inglaterra, la plancha del Plaza Condesa, en esta ocasión sin sillas para que se pudiera armar el baile, recibió con una ola de aplausos al colectivo rioplatense que, aunque con la notoria ausencia de único integrante mujer, Verónica Loza, ofreció una memorable velada en la que se demostró que sin importar edad, credo, atuendo o sector social, la música es música, y es de todos para bailarla.

La batería de Adrián Sosa, al lado de las programaciones de Juan Campodónico, retumbaron desde el primer tema, “Código de Barras”, a un nivel que el mediastino de los presentes vibraba con la música. Siguieron “Sabelo”, “Segundos Afuera”, “Pena en mi Corazón” y muchos otros que comprenden su más reciente y exitosa producción, Presente, hasta que el bandoneón de Martín Ferres y el violín de Javier Casalla azotaron con “Duro y Parejo” para enardecer la locura que era ya la pista.

El momento que el mismo Santaolalla condecorara como de reflexión llegó con un tema desprendido de la banda sonora de Diarios de Motocicleta que, antecedido con un solo de bandoneón, fue acompañado de un mensaje de solidaridad ante la actual situación de estudiantes y civiles desaparecidos en México. “Que se solucione pronto, nosotros entendemos lo que se siente”, dijo el ganador dos veces del premio Óscar.

El set parecía terminado, pero el obligado encore se presentó con tres temas más, entre ellos “Leonel el Feo”, “Perfume” y “Los Tangueros”. Baile sobre el escenario, "Las Mañanitas" para Campodonico y un dedo al cielo en agradecimiento cerraron una velada grandiosa, en la que el romance entre México y Bajofondo se reafirmó y se enalteció.

Fiesta entre semana al estilo The Drums

Miércoles, mitad de semana; día en el que todos están preocupados porque a la mañana siguiente hay que levantarse temprano para ir a la escuela o trabajar y también el día elegido por The Drums para visitar México por tercera ocasión.

Las puertas se abrieron a las 7:00 p.m. con una larga fila de personas que esperaban a la entrada del Plaza para poder llegar hasta la parte de adelante. Una hora después, con el lugar casi lleno, la impaciencia de los presentes provocó los primeros gritos y chiflidos, además de la compra de cerveza.

Luces amarillas y azules a medio tono, con un fondo alusivo al nombre de los neoyorkinos, dejaban claro que todo estaba listo, sólo hacía falta que Johnny Pierce y Jacob Graham salieran para iniciar lo que parecía ser una noche prometedora.

Por fin se escucharon las primeras distorsiones y Jacob, acompañado de un guitarrista, baterista y bajista, inició con “Bell Laboratories”, que desató los primeros empujones que prácticamente no pararon durante toda la noche. Posteriormente apareció Pierce con su típica chamarra roja metálica y ahí sí que empezó la fiesta. Sus sinuosos e incontrolables movimientos enamoraron inmediatamente a todos los presentes, en su mayoría eran hombres, mientras que la representación pantomima de Jacob inevitablemente llamaba la atención.

Continuaron con “Let Me”, “Me And The Moon”, “Days” y “I Can’t Pretend”, canciones en las que Johnny nunca dejó de agradecer el amor de los mexicanos y lo su entusiasmo. “Te amo, México; somos The Drums!”.

De entre los puntos álgidos del show cabe destacar “Best Friend” y “Money”, durante las que Johnny incluso dejó de cantar para que se pudieran escuchar las voces al unísono de todos. La dupla neoyorkina no podía estar más feliz de estar allí.

El mes pasado, la banda dio a luz su tercer álbum, Encyclopedia, que interpretaron en su mayoría, lo cual, como toda banda que promociona disco, es bueno, pero no tanto. Por más que sus fans se supieran las canciones, éstos esperaban escuchar algo más viejito, una muestra de aquello que los colocó el ojo de la popularidad.

Momentos después retomaron un poco de Portamento con “I Need a Doctor” y “How It Ended”, cuya emotividad sacó las letras de los asistentes al tope de su voz.

La velada estaba por terminar y el escenario se tornó a media luz en un silencio impregnado de sudor y cigarrillo. Jacob tocó los sintetizadores y Johnny, pegado al micrófono, cantó “Wild Geese”. Aunado a ellos, se escucharon la guitarra y bajo con un poco de batería, para luego dar gracias y salir de escena.

Aplausos por doquier, más y más gritos que pedían otra canción, y aunque todos sabían que así iba a ser, que iban a tener más dosis de The Drums, la espera era insoportable, pues el éxtasis seguía allí.

Nuevamente, Pierce y Graham aparecieron para tocar, por vez primera en todo su tour, “Forever and Ever”, superando las expectativas de todos a través de un embelesamiento incontrolable. Las parejas se besaban y otros solo miraban a la banda mientras cantaban con ellos; cada quien disfrutaba a su manera.

“Let’s Go Surfing” y “Saddest Summer” prolongaron aquel instante. Si hay algo característico de The Drums, es que pueden llevar del punto más eufórico al punto más melancólico en un santiamén, y así fue como pasaron de los saltos y empujones a la levantada de manos con “Down By The Water”, tema que cerró con broche de oro una fiesta entre semana.

Noche Contrapedal 2014

Nacida en Uruguay en 2005, Contrapedal es una plataforma enfocada al arte, música y entretenimiento, con la mirada siempre atenta a las manifestaciones artísticas más arriesgadas.
Sus fiestas montevideanas comenzaron a reunir lo más interesante de la nueva escena musical de la región, que posteriormente crecieron hasta convertirse en el Fest Contrapedal; un festival internacional de tendencia, con un fuerte foco en Latinoamérica que integra música, diseño, arte y tecnología, lo que le ha valido importantes reconocimientos de ADIMI, Ibermúsicas y UNESCO.
Las Fiestas de Contrapedal llegan a México para llenar de efervescencia la musical en una noche aquí en el D.F. Shows, visuales, muestras, instalaciones, performances y ¡mucha fiesta! En esta ocasión, la primera Noche Contrapedal tendrá lugar este 14 de noviembre en el Foro Indie Rocks! (Zacatecas 39, Colonia Roma). La alineación con la que contará:

*Más por confirmar

¡VIVE LA FIESTA!

 

Boletos a la venta ya en Fernando Montes de Oca #14 Colonia Condesa.

Sharon Van Etten en El Plaza

La gira promocional del disco Are We There traerá por primera vez a México a la cantautora Sharon Van Etten.

Los boletos estarán disponibles a partir de mañana, miércoles 29 de octubre, a la 1:00 p.m. a través del sistema Ticketmaster y taquillas del inmueble.

Celebración negra: 20 años de Hocico

Hace 13 años aproximadamente escuché por primera vez el término rivet. Desconocido para mi hasta ese momento, lo ligué a la música industrial, un poco al post punk y a algo que no sabía definir (con el tiempo descubrí que, tal vez bajo las influencias de Throbbing Gristle, y desde D.A.F. hasta Neon Judgment, era algo más que cyberpunk).

Un grupo pequeño en comparación con los movimientos que en ese entonces existían (aún no se le llamaban tribus urbanas) deambulaba entre la Unidad de Trabajo Autogestivo y el Dada X, el cual se caracterizaba por no parecerse a nadie más y moverse en un submundo obscuro, nocturno y poco civilizado en ese entonces: El Centro Histórico. Hocico ya figuraba en ese mundo y saber que iba a tocar e ir a verlo era casi tan emocionante como si viniera Feindflug.

Desde esos viejos toquines en el Dada hasta la celebración de ayer han pasado muchos años ya, nos hemos hecho viejos y hemos perdido nuestras esperanzas; ya no brincamos, ya no bailamos y los jóvenes no existen porque están poco interesados en ver a una banda vieja que nunca tuvo el reconocimiento merecido en su propio país aún así tuviera la capacidad de tener como teloneros o ‘actos invitados’ a otros grandes del género directamente desde Alemania.

La celebración de ayer por la noche fue como la fiesta en la que invitas a todos tus amigos y únicamente llegan los íntimos, aquellos con los que siempre puedes confiar, curiosos por ver bandas que nunca habían podido ver como Hardwire y Xotox, y presenciar actos contundentes ya referencia como Miss Construction y Agonoize; Pero así como esos amigos han crecido contigo así se han convertido en personas cansadas que consideran que el show es el mismo desde hace 20 años aunque el sonido sea más pulcro, más limpio, más intenso y, en definitiva, más contundente.

Desde la salida del mariachi, algunos gritaron el clásico: “¡Cámara, Hocico!” mientras otros cantaban con aplomo las clásicas melodías mariachi para después entonar, como un buen José Alfredo Jiménez, “Odio en el Alma“.

Hocico triunfa más en el M’era Luna que en el viejo José Cuervo Salón de su propia casa para no romper con la tradición. A pesar de una anunciada y ejecutada producción de primer nivel, el lugar ayer estuvo más bien vacío aunque juegue en cancha local el campeón del mundo del aggrotech. Acompañaron en la celebración unos esperadísimos Agonoize y unos cómicos y fascinados Miss Construction.

Le deseamos a Hocico muchos triunfos más y muchos años más. Le deseamos al público mexicano más apertura (porque difusión la hubo). Hocico no tiene nada que demostrar, son grandes entre los grandes. Gracias por venir a celebrar con nosotros, su gente, no todos lo demuestran pero seguimos muchos que aún los seguimos valorando y disfrutando.

Los Románticos de Zacatecas en Sala

Luego de dos años sin presentar material nuevo, Los Románticos de Zacatecas tienen todo preparado para un fiestón loco el fin de año con motivo de la presentación oficial de su nueva producción Corazonada, sucesor de Ya lo Dijo Rufis Taylor disco con el que recorrieron gran parte de la república y además los llevo a algunos de los mejores festivales musicales de México.

El show es para todas las edades y será presentado por Sicario Music en SALA, un nuevo espacio dedicado a la música.

Los boletos ya están disponibles a través de Ticketmaster y en taquillas del Auditorio Blackberry.