Una brisa de mar proveniente del Bahía Santiago de Technicolor Fabrics inundó el Lunario para reencontrarnos con la parte más pura e inocente de nuestro ser.
Aunque el pronóstico del clima deparaba un día lluvioso para la capital del país, eso no fue obstáculo para que fans de todas las edades acudieran al Lunario del Auditorio Nacional y disfrutaran de un concierto cálido y acogedor junto a los integrantes de Technicolor Fabrics.
Son las 19:00 horas y a mi llegada unas nubes negras se ven en el horizonte cargadas de ese material líquido a punto de caer. El dios Tláloc contiene su lluvia pero no por mucho tiempo. Las primeras gotas empiezan a descender y la gente busca un refugio donde resguardarse. Con boleto en mano, los asistentes entran uno por uno a las instalaciones de dicho recinto y se acomodan como pequeñas fichas de domino.
Una vez dentro y con los cuerpos empapados, unos no tanto, era momento de escuchar una nueva propuesta musical integrada por Diego Suárez, ex vocalista de Bengala, y Alexa Hakim. Communión se encargó de abrir el acto del quinteto tapatío. Era su concierto debut, una prueba de fuego para demostrar ante el público de qué están hechos por lo que no dudaron en soltar a sus fantasmas e interpretar su sencillo homónimo y tarjeta de presentación.
“Hola. Nosotros somos Communión con doble m”, dice Alexa Hakim ante el público que los recibe con gritos y porras, muchas porras. Su sonido creó el ambiente perfecto para contagiarnos con su dream pop y ponernos a bailar al ritmo de sus canciones. Es así como la experiencia del ex vocalista de Bengala, una de las bandas de rock más importantes que floreció en la década pasada, y el talento emergente pero con una formación musical extensa de Alexa Hakim, dotan a Communión de una madurez y frescura que sólo el tiempo será el encargado de forjar su camino.
Conforme pasan los minutos la gente sigue llegando a las instalaciones del Lunario. El evento es sold out por lo que se espera un lleno total. Después de unos minutos de atraso, se escucha un sonido que nos evoca las olas del mar, mismo que va acompañado de un visual el cual da la sensación de movimiento, de estar frente a la playa, quizá frente a Bahía Santiago.
Los gritos y aplausos no se hacen esperar cuando aparecen en escena Dan, Yogui, Joako, JP y Abraham. Una vez instalados inicia el espectáculo y retumban los primeros temas de la noche con “Volver a comenzar” y “Nunca nada”. Así también, se escuchan las primeras palabras del vocalista Juan Pablo Corcuera: “Estamos muy contentos de estar aquí. Nosotros somos Technicolor Fabrics”.
La actuación de Technicolor Fabrics fue un recorrido musical a través de su trayectoria. Temas provenientes de sus discos Run… The sun is burning all your hopes (2008), IDEAS (2011), #CadaMesYMedio (2013) y Bahía Santiago (2015), desfilaron por el Lunario y además contaron con la participación de grandes músicos y amigos.
El primero de ellos fue Gabriel G. De León, mejor conocido como Bonnz y por ser el baterista de la agrupación mexicana Hello Seahorse! Él se encargó de hacer rugir la batería y acompañar al quinteto con el tema “Solo”. Así también, subieron al escenario los integrantes de Baltazar, Roberto Agredano y Luis Eduardo López, proyecto en el que también se ve inmerso Juan Pablo, para interpretar “Química”. Y Finalmente, no podía faltar el mentor de Technicolor, Siddhartha, quien tomó el micrófno y se dispuso a inundar el Lunario con una brisa de aire fresco con el tema “Fuma”, uno de los más coreados de la noche.
Para sorpresa de todos la participación de Siddhartha no terminó ahí, pues ya entrados en ambiente, se dispuso a interpretar un corte que ubicamos por cantarlo a dueto con Caloncho y el cual se desprende de su más reciente producción discográfica El Vuelo del Pez, “Loco”. De esta manera se despidió del público llevándose los aplausos y ovaciones de la gente ahí reunida.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando el vocalista de la banda hizo una pausa para agradecerle a sus padres por estar ahí presentes y dijo que ellos, nuestros padres, eran nuestros maestros y que había que valorarlos aún más. Con la emoción a flor de piel y con un nudo en la garganta fue así como se dispuso a interpretar “Fenix”, pero la emotividad era tal que un par de lágrimas recorrieron su rostro demostrando el amor y cariño que les guarda.
Finalmente, JP agradeció a los fans que se dieron cita en el Lunario y a todos aquellos que los han apoyado desde hace años. “Muchas gracias por creer en nosotros, esto lo hacen ustedes. Bahía Santiago es aquel lugar donde nos reconectamos con nuestra infancia”, dijo el músico. Es así como los últimos temas de la noche llegaron.
Con “Frequency” apareció un video con la letra de la canción lo que quizá algunos fans agradecieron para evitar el lip sync y cantar como se debe, y con “Venezuela” cerraron su acto de una manera elegante y sutíl, pero los fans aún querían más. Entre gritos y aplausos, y al famoso canto de: “Otra, otra, otra”, fue como reaparecieron para continuar con el show e interpretar tres temas más.
Uno de ellos fue su más reciente sencillo titulado “Globos”, un tema cuyas melodías nos transportan a lugares inimaginables que gracias a la música podemos conocer. Globos multicolores comenzaron a volar en el escenario de un lado para otro, dejándose llevar por el ritmo de la canción, sin destino alguno. Al final del día y ya entrada la noche, los rostros de las personas lucían satisfechas, contentas y con una sonrisa que seguramente llevaron a casa después de escuchar en vivo Bahía Satiago, pues detrás de este proyecto se esconde ese pequeño lugar con el cual nos reencontramos con uno mismo, con la parte más pura e inocente de nuestro ser que debido a la cotidianidad de la vida hemos olvidado, pero que debemos recuperar y atesorar con gran cariño, la infancia.