Ciudad: CDMX

Sold out: Major Lazer @ Pepsi Center

Diplo y compañía regresan al D.F. con el proyecto Major Lazer

La agrupación Major Lazer ha destacado en la escena musical durante los últimos años. Por parte de las organizaciones 8106, OCESA y SICARIO, se presentará el acto compuesto por Diplo, Jillionare y Walshy Fire en la ciudad de México este próximo 29 de enero en el Pepsi Center WTC. Los boletos estarán disponibles a través de Ticketmaster.

Desde el lanzamiento de Guns Don't Kill People...Lazer Do en 2009, han creado una lista enorme de éxitos, como "Pon de Floor", sampleada por Beyoncé en "Run The World (Girls)", "Get Free", "Jah No Partial" , "Watch Out for This (Bumaye)" de Free The Universe en 2013, "All My Love"  y "Lean On" de Peace Is The Mission, su último disco.

La agrupación ha logrado reconocimientos, como tener más de 600,000,000 vistas en YouTube, 480,000,000 plays en Spotify, reconociendo también a "Lean On" como la canción #1 en Shazam y la segunda con más streams de todos los tiempos.

Major Lazer actualmente se encuentra trabajando en su cuarto disco, que llevará el título de Music Is The Weapon. Se espera su lanzamiento a finales de 2015 o principios de 2016. Confiamos en que parte de su setlist incluya alguna promoción del nuevo disco.

Ya puedes comprarlos en TicketMaster.


A c t u a l i z a c i ó n - 22 enero 2016

¡El show de Major Lazer en el Pepsi Center ya es sold out!

También se anunció que Toy Selectah y Noizekid serán los actos de apertura. ¡A bailar!


Zoé en el Auditorio Nacional

La banda mexicana Zoé llegará al Auditorio Nacional para presentarse no solo una, sino cuatro veces.

Tal parece ser que Zoé cerrará el año con mucho trabajo, pues hace un par de meses nos enteramos que a finales de año se irían de gira por distintas ciudades del país y Estados Unidos junto a Café Tacvba. Posteriormente, se anunció un nuevo festival al norte del país, el Live Out Monterrey, en el que también se presentarán otras grandes bandas como The Strokes, Miami Horror, entre otras. Ahora, la banda liderada por León Larregui anuncia no solo una, sino cuatro fechas en el Auditorio Nacional.

Después de cerrar el año pasado con su gira Programatón en el Foro Sol con un lleno rotundo, del cual próximamente se desprenderá el CD/DVD 8.11.14, Zoé estará pisando el Auditorio Nacional los próximos 2, 3, 9 y 10 de diciembre para terminar un ciclo que dará pie a buscar los sonidos y experiencias que abrirán paso a lo que será su sexto disco.

Hace un par de días la agrupación mexicana compartió a través de sus redes sociales el primer video de lo que será su nuevo y esperado DVD con "Nada" en el Foro Sol, un videoclip en el cual somos testigos de la magnificencia de la banda al lograr llenos totales en cada una de sus presentaciones.

"El diseño que se hizo para el concierto en el Foro Sol era muy grande, ni siquiera en la gira lo tuvimos tal cual. Fue hecho especialmente para el Foro, y ahora teniendo estas tres fechas, que en realidad serán cuatro en el Auditorio, le vamos a dar un twist, una versión dos", comentó Rodrigo Guardiola en entrevista para Indie Rocks!

Después de sus presentaciones en el Auditorio Nacional, se tomarán un año de descanso para dar paso al proceso de confección de lo que será su sexta producción discográfica, que podría salir en 2017. En lo que esto sucede, León Larregui aprovechará para lanzar su segundo disco como solista, además de que Jesús Báez hará lo propio con un EP.

La venta de boletos ya está disponibles a través del sistema Ticketmaster y en las ventanillas del inmueble.


 

UPDATE

Zoe - Auditorio

Lee aquí la entrevista que tuvimos con la banda. 

Adanowsky en el Lunario

El multifacético Adanowsky llega al Lunario del Auditorio Nacional como parte de su gira Ada Tour.

En su nueva faceta como Ada, el siempre camaleónico Adanowsky llegará a las instalaciones del Lunario del Auditorio Nacional para presentar lo mejor de su repertorio y su más reciente producción, Ada (2014), con la que concluye la trilogía musical que dio inicio con El ídolo (2008) y posteriormente con Amador (2010).

Ada es el tercer material discográfico de Adán Jodorowsky —mejor conocido en el ámbito artístico como Adanowsky—, quien ahora simplemente es AdaAda es el resultado de su nuevo trabajo, tercero en su carrera como solista, y último en una trilogía que ha editado el sello madrileño dirigido por Javier Liñán.

Con Ada, el hijo del afamado escritor Alejandro Jodorowsky subirá al escenario como mitad hombre y mitad mujer, debido a una anécdota personal del músico en la que relata que sus padres estaban deseosos de tener una hija a la que llamarían Ada, pero que finalmente nació un varón al que nombraron Adán.

La gira Ada Tour iniciará en México con tres presentaciones, siendo una de ellas el Lunario del Auditorio Nacional el próximo 23 de octubre. Posteriormente, visitará otros países de Latinoamérica como Ecuador, Argentina, Chile y Colombia. La banda que acompañará a Adanowsky en sus presentaciones será Gush, grupo oriundo de París.

A través de las redes sociales, Ada ha compartido algunos videos en donde se le puede ver ensayando y preparándose para lo que será esta gira. La venta de boletos ya se encuentra disponible a través del sistema Ticketmaster y en las ventanillas del inmueble. Si eres fan del músico camaleónico, entonces no puedes perderte este evento, ya que será el último concierto que ofrecerá bajo el nombre de Adanowsky y la última gira de Ada, así que será un espectáculo único.

Nacho Vegas en el Teatro Metropólitan

Nacho Vegas, cuando la depresión se vuelve pasión.

“Hablo solo, bebo té”, fueron los primeros versos que cantó Nacho Vegas, un asturiano melancólico que bien puede pasar sus tardes hablando consigo mismo, con una taza té, sin otra compañía que sus pensamientos suicidas.

Locación: Teatro Metropólitan (lleno), noche calurosa, quizá demasiado para ser de otoño, aunque puede que se deba a que al recinto no le cabe ni un alma. En el escenario, una tal Vanessa Zamora intenta conquistar al mundo con sus canciones. No lo logra. Sus melodías son aplaudidas, pero no festejadas. Si hubiera calificaciones al estilo escolar, se le pondría 8 por esfuerzo; al menos lo intentó. Otra noche será su noche. Por el momento, Nacho será el que se encargue de conquistar los corazones vagabundos de los mexicanos presentes.

Los acordes de “Dry martini S.A.” empezaron a sonar; una bomba, eso fue lo que significó empezar con un éxito tan grande, asegurándose, desde el inicio, que las miradas, los oídos y los corazones fueran hacia él.

“Adolfo Suicide” y “Me he perdido” fueron las siguientes en sonar. El público, entregado como siempre, cantó y se desgarró el alma ante cada verso que salía de la boca del español, quien permanecía prácticamente inmóvil, como si de un maniquí se tratara; un maniquí con alma de tristeza y un corazón algo oscuro.

Las canciones de Nacho son largas, lo que provoca que cada una sea disfrutada al doscientos por ciento, pero también logra que el tiempo transcurra más rápido; cada melodía que sonaba era rápidamente devorada. “Perplejidad”, “Ciudad Vampira”, “Polvorado” y “Run Run” fueron pasando una a una casi sin pausa; a lo mejor hubo algunas palabras de Nacho —que a la distancia se hacían indescifrables—, fuera de eso todo fluyó con normalidad aunque esa no sea la palabra más adecuada para describir un concierto de Vegas.

“Taberneros” y “Actores poco memorables” fueron muy celebradas, lo cual resulta irónico si te percatas de que sus letras son oscuras, llenas de coraje por el amor que se fue, por la vida que le tocó o por sus complejos: “Es medio maricón y se meaba en la cama hasta los diez”, así se describe Nacho.

Las canciones siguieron pasando. “Gang Bang”, “Nuevos olanes”, “La vida manca” y “Perdimos el control” sonaron, logrando que, sin que nadie lo presintiera, el show empezara a llegar a su fin.

Fue “La gran broma final” la que cerró la primera parte del concierto, que más que concierto a estas alturas ya parecía más un ritual suicida por la naturaleza de la música del español.

Después de una breve pausa, regresó al escenario a interpretar “Luz de agosto e Gijón”, “Vinu, cantares y amor” y “Mercado de Sonora”, con la que, por segunda ocasión, dejó el entablado para hacer otra breve pausa.

Volvió a tomarse unos minutos, regresó e interpretó la canción más esperada; su gran éxito que lo llevó a la fama: “El hombre que casi conoció a Michi Panero”. Así, con un fuerte clímax, justo como empezó terminó. Sin tener que decir palabras, el telón se cerró. Fin.

El Columpio Asesino en El Plaza Condesa

El Columpio Asesino y una última noche antes del exilio.

Nubes grises, conato de lluvia que terminó en nada. En la entrada del Plaza Condesa, los revendedores preguntan si te sobran o te faltan boletos para "el triciclo asesino".

Ardió “Babel”, como primera picadura de alacrán en nuestros talones. Por eso comenzamos a mover los pies, envenenados. Con “La lombriz de tu cuello” meneamos la cabeza y cerramos los ojos. “Susúrrame” hizo que nos fueramos a otro lado, pero no había otro lugar donde pudieramos escuchar cómo rechinaba El Columpio Asesino.

“Escalofrío” fue para seguir con esa tónica de martillo roto en nuestra sien; el retumbar de las guitarras, los ecos difusos en las voces, las frases profundas y punzantes que repetimos por inercia. No pudimos detenernos ante el frenético espíritu hasta que nos vimos “A la espalda del mar”, para tener un poco de calma y apreciar cada elemento sonoro. Con “Entre Cactus y Azulejos” seguimos en movimiento y, finalmente, llegamos a la conclusión del recorrido del más reciente disco con “Ballenas muertas en San Sebastián”. Oímos las voces de Albaro y Cristina, que parecen pelear pero luego se abrazan para conmovernos; el bajo, que nos convoca a seguir su ritmo; el incesante golpeteo de la batería; los sintetizadores que complementan el frenético andar.

Siguió “Edad legal” y el eco de una trompeta que emana por sorpresa entre tantos sonidos conmovedores. Los “Diamantes” son para siempre, no como una noche como esta, que nos depara un final entre el ruido, la influencia shoegaze y las letras que dicen demasiado. “Perlas” fue como un tributo de la banda al público, que no dejó de cantar, beber y moverse; no era un baile como tal, solo el movimiento que provoca esa acelerada y única cadencia, carretera y speed. Y cuando pensamos que al fin tomamos al “Toro” por los cuernos, nos embiste. “Gracias por todo”, dice Cristina ante la salida en falso.

La banda volvió al escenario para descarnarse por completo con “Corazón anguloso” y recordar viejos tiempos con “Un arpón de grillos”. En “La marca en nuestra frente es la de Caín” sentimos el golpe de Abel en nuestras cabezas; los oídos que zumban. “Floto” nos llevó a la eternidad, porque dicen que no volveremos a mecernos en este columpio por mucho tiempo.

Siguió “Punk” y frenesí, así como la emoción de una magnífica actuación antes del futuro incierto. Ellos se despidieron con todo nuestro cariño y cantos a cuestas.  Nosotros partimos sin saber si los volveremos a ver pronto; lo que nos quedó de recuerdo no será suficiente.

Hello Seahorse! en El Plaza Condesa

La banda capitalina llegará a El Plaza Condesa para presentar su disco Entretanto.

Hello Seahorse! está de regreso. Después de escuchar su anterior disco, Arunima (2012), la banda capitalina llegará a El Plaza Condesa para presentar de manera oficial lo que es su quinto material discográfico, titulado Entretanto.

La agrupación integrada por Denise Gutiérrez (voz), Bonnz! (batería), OroDeNeta (sintetizadores y bajo) y  Joe (guitarra), formada en la Ciudad de México, regresa a los escenarios con un nuevo álbum luego de tres años del lanzamiento de su producción Arunima.

ANIMAL_HELLO

 

Asimismo, Hello Seahorse! se encuentra de manteles largos, pues este año cumple sus 10 primaveras de exitosa trayectoria musical, por lo que prometen un concierto lleno de canciones nuevas, pero seguramente también tendremos la oportunidad de escuchar algunas otras con las cuales los conocimos.

A lo largo de diez años de carrera han lanzado cinco placas discográficas: Hello Seahorse! and The Jellyfish Parade (2006), Hoy A Las Ocho (2008), Bestia (2010), Lejos. No Tan Lejos (2011) y Arunima (2012). Y en próximas fechas saldrá a la luz Entretanto (2015), disco que busca marcar el inicio de una nueva etapa en su carrera.

De este nuevo material ya hemos tenido la oportunidad de escuchar el primer sencillo titulado "Animal", un corte bastante agradable y con la potencia característica de la cantante soprano anteriormente conocida como Lo Blondo.

Recordemos que la banda liderada por Denise Gutiérrez fue la encargada de calentar motores en el concierto de Blur, que se llevó a cabo en el Palacio de los Deportes. Además de ello, han participado en distintos festivales como Indie-O-Fest, el SXSW, Vive Latino y Rock al Parque.

La venta de boletos inicia e próximo 16 de octubre a través del sistema Ticketmaster y en las ventanillas del inmueble. Por lo pronto te dejamos con su sencillo "No Es Que No Te Quiera", tema que se desprende de su anterior LP Arunima.

Precios:

General $280 / Palco $360 /Balcón $500

Mon Laferte en el Lunario

Una noche de curación del alma, patrocinada por Mon Laferte.

No están para saberlo ni yo para contarlo, pero hace poco menos de tres meses, me enfermé de la fiebre chilena llamada Mon Laferte. Así andaba por la vida, escuchando sobre esa pandemia que llegaba latente a México; sin embargo, me sentía inmune e indiferente. Pero un día... sin más ni más, el virus cayó en mi cuerpo como un balde de agua fría.

Ayer la enfermedad llegó a su punto máximo, cuando en el Lunario del Auditorio Nacional, cientos de personas nos reunimos para que Mon Laferte, de nombre real Monserrat Bustamante, nos vacunara con su propio antídoto musical. El tratamiento no fue directo, pues antes de sacar el veneno que corría por nuestra sangre, El Viaje de Seth nos preparó para entrar enteros al quirófano del Lunario.

Después de media hora de introducción por parte de (el también chileno) Sebastián, finalmente llegó el turno de darle la cara a la causante de nuestro padecimiento. Y digo padecimiento porque la música de Mon es eso, una antítesis emocional con letras que se sienten, que se viven, que nos hacen sufrir, pero que a la vez disfrutamos.

Ruben Darío dijo: "Cuando quiero llorar no lloro, y a veces, lloro sin querer". Anoche esa cita se volvió real y muchos quisimos llorar y no lloramos, pero otros lloraron sin querer. "Amor Completo" daba los honores y empezaba el set. Los asistentes no solo iban porque querían curarse y sacar el dolor del pecho, Mon Laferte, razón principal de que estuviéramos ahí, se encontraba celebrando. Después de trabajar arduamente, logró sacar su disco Mon Laferte (Vol. 1), y eligió el día de ayer para presentarlo formalmente ante cientos de adoloridos corazones.

En un vestido negro estilo pin-up y dejando ver sus tatuajes, Mon comenzó la operación para sanar nuestras heridas, acompañada de un equipo formado por su increíble banda engalanada con trajes rojos y una actitud que reanimaría a cualquiera. Su presencia nos curó la vista y su música reparó el alma.

Tema tras tema, los enfermos íbamos recuperando parte de nuestra salud mental, cuando de la boca de Laferte salían temas como "Salvador", "El Cristal", "Malagradecido", "La noche del día que llovió en verano" y "La Visita", en ese estricto orden. Estábamos a mitad de proceso y Mon invitó a El viaje de Seth para ayudarla a repararnos. También Rene Mooi hizo lo suyo y en un acto de hermandad cantó "Tornasol" con nuestra protagonista.

Estos actos nos regresaban las esperanzas y de un momento a otro, ya habíamos olvidado nuestro pesar. Rosas volaban al escenario para agradecer a Mon su entrega al sacarnos el veneno con sus melodías. "El Diablo", "Tormento", "Un alma en pena" (solo ella y su guitarra), y "Si tú me (pinches) quisieras" marcaban el final del procedimiento.

Ya enfundada en un sensual vestido rojo, Mon se entregaba con todo a nosotros, y nosotros le respondíamos de igual manera. Puedo asegurarles que no estaba en primera fila al recibir la dosis final, pero desde cualquier ángulo, la magnífica aura de la chilena, resplandecía enormemente.

Parecía que todo había terminado cuando ella y la banda se retiraron, pero el público pedía más, y para complacerlo, Mon regresó para despedirse con un tema que no podía faltar: "Tu falta de querer". Así que queda comprobado: Mon te rompe y te vuelve a armar. ¡Enhorabuena por el gran éxito!

Lee aquí la entrevista que tuvimos con Mon Laferte.

Blur en El Palacio de los Deportes

Blur dio uno de los mejores conciertos del año.

“Hace 18 años que no tocamos esta canción. La estuvimos ensayando en el soundcheck”, dijo Damon Albarn a mitad del concierto, antes de que apuntara sus ojos hacia el suelo para seguir en una hoja la letra de “Country Sad Ballad Man”, un rebuscado número del álbum Blur de 1997, el esfuerzo lo-fi que buscaba distanciarlos del sonido britpop que habían ayudado a forjar. En efecto esta canción no se había escuchado en vivo en lo que va del nuevo milenio, y aunque no sea la joya de su colección musical, si fue del amplio agrado de sus fans de hueso colorado, que se encontraron este jueves en el Palacio de los Deportes, y vaya que había bastantes.

Hello Seahorse! hizo los honores de iniciar la noche antes de que el grupo londinense subiera al escenario con puntualidad inglesa, a las 9:30 de la noche, para empezar de la manera que una banda que no necesita el hype lo sabe hacer. Los integrantes salieron caminando con las luces plenamente encendidas. Alex James iba con cigarro en la boca, por supuesto. Todos tomaron sus puestos y Damon preguntó a todo el recinto: “¿Listos?”, para luego arrancar con una versión bien encendida de “Go Out”. Siguieron a lo más reciente con lo más añejo y se vino el segundo sencillo de su carrera “There’s No Other Way” del debut Leisure. Parecía que el público de 20 000 personas —un Palacio de los Deportes lleno— llegaba a su punto máximo de euforia… pero ni de chiste, faltaba mucho por venir.

De The Magic Whip aparecieron otros números como “Lonesome Street”, “Ghost Ship” y “Thought I Was a Spaceman”, donde aparecieron tres bolas disco masivas para ambientar todo el recinto como si fuera un lounge gigante. “Badhead” fue el primer número que llegó desde la era representativa de la banda, desprendido del álbum Parklife (1994), disco que los convirtió en los reyes del britpop a mitad de los 90 (junto con Oasis), y que fue importante en revitalizar la escena musical inglesa hacia los auges de la Cool Britannia de aquella época.

Damon se colgó su guitarra acústica e interpretaron “Coffee & TV” ante el rugido del público, esta vez dejando que Graham Coxon, el compositor de la canción, se llevara la atención en el micrófono. Siguieron con “Out Of Time”, uno de los números más calmaditos de la noche, y el único de Think Tank (2003) —y único disco de Blur sin Coxon—. La interpretación de “Beetlebum” empezaba a ser de consideración para el punto alto de la noche, con el público entero anticipando ruidosamente el inicio de la rola al escuchar los primeros rasgueos en la guitarra de Coxon. Sorpresivamente, otra candidata al punto más alto tendría que ser la comunión que se sintió entre el público y la banda durante “Tender”, una canción que en lo personal siempre he detestado, aparte de que dura como 20 minutos, pero para la ocasión su presencia fue perfecta y el público coreó como hasta ese entonces no había coreado; los miles de celulares prendidos —el encendedor del nuevo milenio— le daban un toque mágico a este pedacito de góspel en plena CDMX.

Damon llamó a varios fans al escenario, algunos disfrazados, ya que no podía faltar “Milky”. Todos bailaron con la banda al ritmo de “Parklife”, lo cual ahora sí llevó a todo el público a su mayor éxtasis hasta ese momento. Cuando el venue se convirtió en un verdadero manicomio, fue cuando tocaron “Song 2”: dos cortos minutos de puro poder y energía que hicieron literalmente temblar al Palacio de los Deportes… es lo que pasa cuando 20 000 personas saltan al mismo tiempo. Terminaron con “To The End” y “This Is a Low” de Parklife para abandonar el escenario por primera vez.

Para el encore empezaron con “Stereotypes” de The Great Escape (1995), pero el público se sentía un poco sacado de onda, así que cerraron con tres grandes madrazos: “Girls & Boys”, “For Tomorrow” —única rola del que algunos dicen es su mejor álbum, Modern Life Is Rubbish—, para acabar con una gloriosa interpretación de “The Universal”. Así acabó uno de los mejores conciertos del año.

21 de octubre de 2015: ¡por fin llega el día!

El 21 de octubre de 2015 es el día que Marty McFly y el Dr. Emmett "Doc" Brown llegan al futuro, según el clásico largometraje Volver al Futuro II y... ese día ya se aproxima.

Cinema Móvil, en conjunto con Universal Pictures México, Indie Rocks!, Doritos, Cinemex, Pepsi, Garuyo e Ibero 90.9, celebrará esa fecha única y emblemática en la historia de las franquicias cinematográficas. Por si fuera poco, también será la presentación de la “Trilogía del 30 Aniversario” en Blu-ray y DVD.

En el foro estará presente el emblemático automóvil Delorean y habrá memorabilia oficial, como la patineta Hover Board, los tenis, el almanaque, los lentes del Doc y la placa oficial, auspiciados por Universal Pictures. Aunado a esto, habrá más dinámicas para los asistentes.

Checa el rally que está organizando Cinema Móvil para ganar entradas y artículos de colección.

No dejes de ver el sitio oficial del evento para revisar todos los detalles de esta celebración.

Quédate pendiente de nuestras redes porque pronto estaremos regalando accesos para la fiesta. ¡No faltes!

 

Soda Sinfónico en el PEPSI Center

Soda Sinfónico: solo para fans.

Mientras la mayoría de la gente de más de treinta y cinco años se preparaba para dormir y reposar después de un día de oficina, un grupo de “inadaptados” decidió pasar su noche de manera más interesante, escuchando versiones sinfónicas de la que algún día fuera la banda más grande de Latinoamérica: Soda Stereo.

Sin lograr llenar el Pepsi Center WTC, pero con bastantes entusiastas del rock de Cerati, Zeta y Charli, la banda Dynamo acompañada de la International Symphonic Orchestra repasaron durante hora y media los grandes éxitos de Cerati y compañía.

“Juegos de seducción” abrió la noche, mientras el público terminaba de ocupar sus asientos. El arreglo orquestal fue sutil, como lo sería durante casi la totalidad de la noche. “Hombre al agua” siguió mientras el ambiente comenzaba a prenderse, aunque la gente permanecía sentada. “Un millón de años luz” mantuvo a la gente en su lugar aunque no por mucho tiempo pues, en cuanto los acordes de “Cuando pase el temblor” empezaron a sonar de la mano de las cuerdas y los vientos de la orquesta, los asistentes se pararon para permanecer así el resto del concierto.

Las canciones pasaron y la nostalgia creció. “Canción animal”, “Signos”, “Fue” y “Entre caníbales” sacaron lo mejor del público, que casi olvidaba que no eran los argentinos los que estaban en el escenario.

El primer arreglo orquestal que resaltó fue la introducción de “Corazón delator”, canción que preparó al público para el primer derramamiento de lágrimas, el cual llegó con “Té para tres”, melodía que fue coreada por todo el recinto demostrando que la mejor sinfonía es la que crea una multitud en una noche de otoño. “Trátame suavemente” siguió la misma tónica al igual que “Cae el sol”, tema que sirvió de preámbulo para los grandes éxitos de la noche.

Con “Prófugos”, el público terminó de explotar; ni el trabajo ni los hijos ni la(el) esposa(o) malhumorada(o) importaba. Lo único en la cabeza de cada uno de los asistentes, eran los recuerdos que cada nota evocaba; momentos de juventud y locura pasaban por la mente de cada uno de los asistentes. “Nada personal” mantuvo la chispa de la juventud despierta solo un momento antes de llegar al tedioso encore.

Minutos después la banda retomó el escenario —solo la banda porque la orquesta se mantuvo en su lugar sin moverse un centímetro—. Llegaba la hora de los grande éxitos: “Persiana americana”, “Ciudad de la furia” y “De música ligera” lograron regresar la nostalgia y las lágrimas al público que ya presagiaba el final del show.

Otro encore, otro minuto perdido en el que la gente no se movió. Aunque todo parecía haber terminado, la inmovilidad de la orquesta daba esperanza de una canción más. “Crimen”, una canción de Gustavo Cerati en su etapa de solitario, cerró la noche.

Fue a la salida que realmente se pudo medir el impacto que tiene este proyecto. Gente se secaba las lágrimas ante un show que removió recuerdos que lograron hacer creer que la juventud había regresado. También estaba el caso de los jóvenes que eran minoría, ellos también lloraban, pero no por el pasado, sino por saber que esa será la única oportunidad de escuchar tan dulces melodías, porque nada podrá traer de regreso a ese argentino que en un tiempo fue considerado loco, pero que la mayor parte de su vida fue reconocido como un genio: Gustavo Cerati.