Ciudad: CDMX

Guns N' Roses en el Foro Sol: Segunda fecha

Nada dura para siempre, incluso la lluvia de abril.

La segunda noche de Guns N' Roses en el Foro Sol fue para acelerar el paso: el granizo retrasó la llegada de una gran mayoría, irónica lluvia en abril, de cualquier forma había que llegar a la tierra prometida. “It’s So Easy” y el trono del rock n’ roll en el escenario, Axl Rose sentado arriesga su lesión moviéndose como si estuviera en el escenario del Troubadour, nada le impide que por la emoción por volver a enfrentar al público use su pie sano para dar una ligera pero eufórica patada. Han quedado atrás los años de bailar con “Mr Brownstone” y ese more and more de heroína ahora es música en su estado más puro. Slash, libre de sustancias, toma su Gibson Les Paul con más respeto que nunca.

“Chinese Democracy” para el escepticismo, y luego somos bienvenidos a la jungla donde la guitarra se enrosca como serpiente en nuestras piernas. “Double Talkin’ Jive” para que un círculo de amigos siga bailando en su propio eje, “Estranged” como algo inesperado desde aquella primera noche en Las Vegas, y aquella generación que conoció a Guns en su ocaso, solo soñando con escuchar alguno de sus épicos himnos, tuvo que limpiar sus ojos y saber que no era una ilusión.

“Live And Let Die”, “Rocket Queen”, “You Could Be Mine” -“¡es la de Terminator!”, dice un fan denotando sus años de vida y su cultura pop-, Slash rindiendo honores a The Godfather con ese solo que algunos tratan emular y que solo habían visto en Youtube, o mejor aún, en un VHS. “Sweet Child O’ Mine" emulando los pasos trémulos de Axl, la dulce rudeza, el cursi salvajismo, el canto al compás del trago de cerveza. Los golpes a las teclas del piano y el inicio de “November Rain” cuando curiosamente ha pasado lo peor de la tormenta que no pudo detenernos, las luces de los teléfonos sustituyeron a los encendedores, la canción en honor a un rompimiento une a las parejas, un beso en la mejilla, brindar por el momento con el vaso conmemorativo.

Un silbato anunciando la llegada del “Nightrain”, y luego “Don’t Cry”, la gran ausente de la primera noche para coronar la segunda, la voz de Axl parece no ceder al paso del tiempo, “Yesterdays” como sorpresa y manifiesto de este regreso triunfal: el pasado no importa cuando tienes 60 mil personas frente a ti que esperaron que el rencor se disipara y la música persistiera. “Paradise City” y su explosivo final para decir adiós, y aunque no sabemos si saliendo del escenario cada integrante toma su propio camino, tocando nos hicieron volver en el tiempo, resistir la lluvia, olvidar lo que nos aqueja y regresar a casa escuchándolos de nuevo, de regreso a la jungla de asfalto, añorando otro paraíso momentáneo.

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Seguidores de la banda se encontraban en camino al concierto, cuando el camión en el que iban se estrelló. Guns N' Roses emitió el siguiente comunicado en su cuenta oficial de Facebook:

¡Checa la galería de la primera fecha!

Guns N' Roses en el Foro Sol: Primera fecha

De regreso a los 80 y los 90 por una noche, con una de las bandas más emblemáticas en la historia del rock.

Tuvieron que pasar más de 20 años para poder ver de nuevo a Axl Rose, Slash y Duff McKagan tocando juntos en un mismo escenario, en lo que es una reunión que simplemente parecía que nunca iba a pasar. Después de dar algunos conciertos, incluyendo un show para recordar en el primer fin de semana Coachella 2016, Guns N' Roses llegó a México para complacer a sus fans durante dos fechas, y la primera de ellas sin duda será para muchos una de las mejores presentaciones en vivo de este año.

En medio de una lluvia torrencial, con un Foro Sol casi lleno y mientras todo mundo corría de un lado a otro -algunos buscando su lugar y otros escapando del agua que caía- The Cult salió para abrir el concierto. Fue una buena actuación la que brindaron Ian Astbury y compañía, logrando que los asistentes estuvieran atentos en todo momento a lo que pasaba sobre el escenario. Minutos antes de las 21:00 hrs. la banda terminó con su intervención y se despidió con un "Ciudad de México, muchas gracias y buenas noches", justo cuando la lluvia había parado.

Eran las 21:30 hrs. y en la enorme pantalla colocada detrás del escenario apareció el nombre de Guns N’ Roses junto con su clásico logo en luces neón, como si se tratara de un enorme letrero colocado a las afueras de un bar ochentero. Luego de que sonaran como introducción el tema de los Looney Toons y “The Equalizer”, el grupo apareció en el escenario rodeando a un Axl Rose sentado en un trono – que le prestó Dave Ghrol de Foo Fighters- como el rey que siempre nos ha intentado convencer que es, para abrir la noche con “It's So Easy”. El cantante permaneció en ese mismo lugar la mayor parte del tiempo debido a que tiene un pie lastimado.

Mientras la banda tocaba, en la pantalla que estaba a sus espaldas se pasaban diversos visuales y en las dos pantallas laterales se podía ver lo que los músicos hacían, pero ambas fallaron durante casi todo el show, lo cual afortunadamente no se convirtió en un factor que afectara de forma negativa al mismo. “Mr. Brownstone” y "Chinese Democracy" llegaron antes de que se diera uno de los grandes momentos de la velada con "Welcome to the Jungle", cuyos primeros acordes provocaron una euforia general al tiempo que Axl Rose gritaba "¿Saben dónde están? Están en la jungla, México". El suelo comenzaba a temblar -literalmente- por los saltos de miles de fans.

La música siguió con "Double Talkin' Jive", "Estranged" y "Live and Let Die", intensas llamaradas de fuego salían del escenario y Axl demostraba con su voz que todavía tiene el toque, por si alguien lo dudaba. Slash, por su lado, sigue siendo uno de los mejores guitarristas del mundo, nos guste aceptarlo o no. Con los asistentes rockeando como en los 90, se escucharon "Rocket Queen", "You Could Be Mine" y un cover de "Attitude", original de Misfits, en el cual cantó Duff McKagan después de saludar con un "buenas noches, motherfuckers".

Axl se puso melancólico en “This I Love” y, acompañado por las notas de un piano, le puso una breve pausa a una intensidad que regresó con una potente batería y el llanto de una guitarra furiosa cortesía de Slash: este fue un momento de piel chinita en el que quedó claro cómo se debe tocar una balada rock. Al terminar “Coma”, el grupo tocó el emblemático tema de la película The Godfather (El Padrino) y acto seguido interpretó “Sweet Child O' Mine” mientras el vocalista presumía su look de vaquero, sombrero incluido, y Slash seguía sorprendiendo a todos haciendo algo impresionante cada vez que tenía la oportunidad.

El cantante del grupo presentó a cada uno de sus compañeros en medio de "Civil War", "Better" y "Jam" con un fragmento de "Wish You Were Here", original de Pink Floyd. En “November Rain”, Axl tocó de nuevo el piano, otro momento memorable de la noche y durante el cual más de uno se puso a llorar de la emoción con prácticamente todos los asistentes cantando, además de que muchos encendieran sus celulares, no sólo para grabar, sino también para moverlos al ritmo de la balada que fue seguida por “Knockin' on Heaven's Door” y “Nightrain”.

El encore llegó con "Patience", "The Seeker" y la demencial “Paradise City”, con la que la Ciudad de México se convirtió momentáneamente en un paraíso del rock en el que estaba permitido perder el control mientras uno se dejaba llevar por los riffs del buen Slash y el resto de los sonidos provenientes de cada instrumento en un frenesí que llevó a todos a un inigualable final.

Guns N’ Roses ha regresado en una mejor versión, pero nadie sabe cuánto tiempo durará esto, así que lo más recomendable es aprovechar la oportunidad para ver en vivo a la banda mientras se siga presentando, y disfrutar al máximo de la experiencia que es estar en uno de sus conciertos.

Live Ethereal Sessions: Episodio Especial

Artes visuales y música se unen en Live Ethereal Sessions.

El colectivo Latitud 19º 24' hace de su misión fungir como plataforma de difusión para proyectos musicales y visuales emergentes. Es por eso que desde 2014 se alían de museos para realizar el evento de Live Ethereal Sessions, en el cual se unen la música y arte para formar una atmósfera única por demás disfrutable para los asistentes.

Las ediciones pasadas han contado con la participación de Vaya FuturoMinor ShadowsJack and The Ripper, juntando hasta 1,550 espectadores de esta experiencia que llama la atención por su surrealismo y perspectiva innovadora de las artes.

Esta vez, el elemento musical correrá a cargo de Gloom, grupo de post-rock de la CDMX que está por lanzar su primer LP, y de Azain, la propuesta de Gibran Azain que ya cuenta con dos discos y dará un atisbo del tercero en el evento.

Por otro lado, la parte visual será obra de Experimental, un proyecto de mappingVJing (creación o manipulación de imágenes en tiempo real a través de la tecnología) que forma parte del colectivo Alfa/Mu. En el evento tomarán una escultura de madera y textil para generar paisajes al compás de la música de las propuestas antes mencionadas.

La cita antes era en el Museo Franz Mayer pero no te confundas, esta vez es en el Espacio X del Centro Cultural España el 22 de abril. La entrada es libre.

Babasónicos en el Teatro Metropólitan

Los clásicos de Babasónicos llegan reversionados al Teatro Metropólitan.

11 discos de rock argentino han marcado los pasos de la exitosa carrera de Babasónicos. Este año, los irreverentes músicos que nos han dado canciones como "Putita" "Yegua", cumplen 25 años dentro de la industria musical.

Por esta razón, han comenzado a festejar con la grabación de un nuevo álbum titulado Desde Adentro (Impuesto de Fe), que se compone de las canciones más representativas de la agrupación reversionadas de manera acústica. También incluye canciones inéditas como "Vampi" que dieron a conocer hace un mes aproximadamente.

Esta producción se grabó el año pasado en los estudios Quarry en la CDMX tomando en cuenta que, siendo algo tan especial, el producto final debía verse "desde adentro": como una experiencia en vivo. Así, Desde Adentro (Impuesto de Fe) puede encontrarse en CD, DVD y LP, además de Blu-Ray, cuya edición permitirá jugar con las perspectivas y bloques que vemos en pantalla dando la sensación de estar ahí.

Aunado a esto, Babasónicos ha comenzado el #DESDEADENTROTOUR, presentándose en su natal Argentina, Uruguay y México. Estos conciertos prometen un show sin igual con máquinas de humo, láseres, luces estoboscópicas y obviamente la buena vibra que caracteriza a la banda.

La cita para México es el 17 de junio en el Teatro Metropólitan de la Ciudad de México. La preventa de los boletos, que van desde 200 a 750 pesos, será el 19 y 20 de abril, mientras que la venta general comenzará el 21 de abril. Y por si la fecha no te acomoda, también puedes asistir a su segunda presentación el 18 de junio.

2manydjs en SALA Corona

El dúo proveniente de Bélgica será el elegido para la inauguración del nuevo recinto.

¿Qué piensas cuando escuchas SALA? Tal vez en música y conciertos íntimos, o en alguna banda en específico que se ha presentado ahí, como Odisseo, Misfits, o Toro y Moi. Lo que sea que la palabra te traiga a la mente, podemos decir que ya contiene otra perspectiva.

El recinto ha hecho una alianza con la marca de cervezas Corona, por lo que ahora se llamará -obviamente- SALA Corona. En las redes sociales, la gente empezó a comentar casi de manera inmediata que esperan una mejora en cuanto a la bebida.

SALA-corona

Lo más relevante aquí es la presentación que 2manydjs tendrá en nuestro país después de ser parte de Trópico 2015, y será en la inauguración del nuevo lugar que se llevará a cabo el último día del mes de abril a las 10 de la noche.

El trabajo de esta dupla formada por los hermanos David y Stephen Dewaele los ha llevado a participar en los festivales de música con más renombre del mundo, han llenado estadios de varias ciudades, produciendo mashups que van desde Destiny's Child hasta Guns N' Roses, pasando por MGMT y Daft Punk.

Los boletos ya se encuentran a la venta en las taquillas del recinto, ubicado en Puebla 186, Roma Norte en la Ciudad de México. O bien, puedes adquirirlos por medio del sistema Ticketmaster. Tienen un costo de $450 -más $97 de cargo por servicio- en la zona general, y $650 -más $128 de cargo por servicio- en el área VIP.

 

 

Hocico en SALA Corona

Una noche en el infierno con Hocico en SALA Corona.

La noche del sábado muchos se fueron a la segunda fecha de Coldplay en el Foro Sol, pero aquellos que andábamos con las ganas de algo más oscuro y más industrialón nos lanzamos a SALA en la Colonia Roma para el regreso de Hocico a nuestras tierras después de andar de gira por Europa. No fueron uno, ni dos los DJ teloneros, sino tres en total los que empezaron la noche amenizando a la concurrencia con sets de electrónica macabra. Un aplauso para Salem Witch Switch y la DJ Persefone Quinzeel, quienes se mostraron entusiasmados por haber sido parte de esta noche especial. Tres horas después subieron los estelares: Erk Aicrag y Racso Agroyam, mejor conocidos en conjunto como Hocico, a recetarle al público su buena dosis de electrónica industrial como solo sabe hacerlo un grupo que lleva haciendo esto por más de veinte años.

Entre saltos, giros y lo que parecía algún tipo de ataque epiléptico, el frontman Aicrag escupía las letras de "I  Will Be Murdered (4 Minutes of Horror)" provocando una reacción electrizante en el público que empezó poniendo a saltar a las personas que estaban pegadas al escenario, quienes se fueron recorriendo hasta llegar al segundo piso de este pequeño recinto. Hocico no quitaba el pie del acelerador y siguieron de inmediato con "Bienvenido a la Maldad", mismo slogan que estaba impreso en las mantas que colgaban encima del escenario, causando que sus acérrimos admiradores recibieran con brazos abiertos a Aicrag, cuando este decidió darse un clavado hacia el público y cantar con ellos -y para ellos- letras como "bienvenido a esta ciudad llamada maldad, aniquilando toda muestra de felicidad". Asumiendo sentimientos ajenos, habrá sido especial para estos satelucos hacer entrega de dichas palabras no en los lejanos países europeos, donde han recibido una mayor aceptación comercial, pero en el pleno corazón de su propia metrópolis.

Agroyam se mantenía detrás de la consola, programando las secuencias, enfundado en una chamarra que le llegaba hasta la nariz, de vez en cuando dejando que los ritmos que le enviaba al público lo movieran ligeramente. El escenario se lo entregaba completamente a la energía de Aicrag, pero claro que no pasamos por alto su importancia en la composición y al momento de entrar al estudio para grabar la música que ahora tenía extasiado a un público entero. Rolas como "Auf Der Flucht" y "Heart Attack" llegaron para iluminar a este público con gusto por las tendencias oscurantistas. Aggrotech, electro-industrial, o como los simplemente le llaman los alemanes, pop, son los géneros que se le pueden adjudicar al trabajo de Hocico. Pero observando directamente la entrega de su público, uno concluye que simplemente es música.

Hocico entregó un playlist ligeramente modificado al que venían tocando por Europa, apareció "Face To Face" del primer álbum Odio Bajo El Alma (1997), por ejemplo, un esfuerzo de la banda por satisfacer a sus fans más añejos. "Esta pinche noche es nuestra, cabrones…Este cabrón [Agroyam] y yo, los amamos cabrones", dijo Aicrag a media rola. Para los que estábamos afuera del escenario, más bien la noche fue totalmente suya, cabrones.

Festival The End con The Shivas y más en el Foro Indie Rocks!

Festival The End: Sesiones públicas de experimentación musical, un no-concierto.

El Festival The End, que tuvo su primera edición el pasado viernes, nos da muestra de cómo no es necesario que el público esté totalmente conectado por la música para que el festival resulte exitoso. Hacemos mención a ello, pues, como es común en los festivales, ya sean masivos como el Vive Latino o emergentes como The End, las bandas que tienen programado su set antes que la banda principal suelen enfrentarse a un público mínimo, indiferente y hasta grosero.

El festival inició sus actividades unos minutos después de las siete de la noche con la aparición en el escenario del dúo Jack & The Ripper, un set con mucha energía que daba un buen inicio a las actividades del festival. Sin embargo, fue escaso el público que llegó temprano al venue y pudo disfrutar de una serie de distorsiones de guitarra interesantes que daban muestra de que la psicodelia no tiene que ser cosa del pasado. Su presentación de poco más de 30 minutos era un buen augurio musical para la jornada que apenas iniciaba, el público indiferente –que en su mayoría permanecía en el exterior del foro- era la contracara de lo que ocurría en el escenario.

Las Pipas de la Paz fueron los encargados de continuar la celebración garage-psicodélica. Con mucha energía, su selección musical fue la primera que logró sacar de su letargo a los asistentes: bajo, guitarra, batería conectaban con el baile de los espectadores, y por ello lograron conectar el sonido clásico del garage con melodías de balada dignas de compartir con la pareja. En un abrir y cerrar de ojos el turno de “las pipas” sobre el escenario terminó, la gente poco a poco abandonaba la sala para refrescarse y esperar el siguiente acto.

El ambiente general parecía haber mejorado, un poco más de gente había ingresado al lugar y The Broccolis, vestidos elegantemente –como siempre- tomaban su lugar para llenar la sala de un sonido más seco y directo que el acto anterior. El grupo propuso un concierto donde la atención giraba en torno a la música y escasamente a la relación con el público, tal vez eso provocó de nueva cuenta que el ambiente fuera tedioso, como si no se estuviese disfrutando lo que se escuchaba y se dispersara la atención hacia la banda. The Broccolis cumplió y cumplió muy bien, hicieron lo que saben hacer, sólo esta noche el público no quiso compenetrarse con ellos.

Llegó la tercera llamada para Los Headaches, la sala ya competía con el exterior en cuanto a cantidad de gente, ello ayudó mucho a la banda para re-conectar al público con la música. La necesaria relación músico-público volvía a hacerse presente en The End y con un sonido duro la agrupación movió los cuerpos de los asistentes alocadamente. Contrario al nombre, el dolor de cabeza no se hizo presente este día, protagonizado por los guitarrazos al ritmo del cuerpo humano. La esperanza de que el festival lograra el cometido de agradar a los asistentes volvía a renacer.

Has a Shadow fue la banda encargada de preparar el lugar para el acto principal, o mejor dicho, para el segundo acto principal. Su autodefinido “garage psychedelic darkgaze” resume la finalidad del evento, logrando demostrar que la escena mexicana posee proyectos de gran calidad más allá de la música de corte comercial. Un set potente pero con entramados musicales finamente tejidos por cada uno de los miembros de la agrupación logró conectar al público con la música, demostrando que muchas veces no es necesario un coro pegajoso para lograr unirse al sonido, disfrutarlo y, lo más importante, vivirlo.

Minutos antes de la medianoche hizo su aparición la banda que había funcionado como catalizador de The EndThe Shivas llegó al escenario con una sala que logró su mayor aforo justo en el momento de su aparición.Describir la música de The Shivas es hacer un recorrido por la música norteamericana de los años 50-60-70 pero no por ello suena anticuado, sino todo lo contrario, logran utilizar estas décadas, reconfigurándolas para el siglo XXI. La expectativa de verlos en vivo se quedó corta desde la primera canción, pues demostraron la maestría para manejar sus instrumentos, y así, lograr la configuración de paisajes sonoros que cambian a cada instante. Su mezcla de géneros musicales los dotan de un sonido propio y, por ello, todo el setlist -de casi 20 canciones- no dejó de sorprender a los asistentes en ningún instante. Al final, ellos eran los invitados de la noche y llevaron al público asistente a un viaje musical sin dejar su lugar; asistieron por la música, sobre todo por la de de The Shivas.

The End llegó a su final, 6 horas de música que nos dejan un buen sabor de boca y con ganas de saber ya de su segunda edición. La organización y el talento que se presentó fueron excelentes, pues cumplieron con su trabajo de traernos una gama sonora nacional que giraba en torno al sonido de The Shivas. El público. a pesar de que al final de la noche se entregó a la banda principal, debería reconsiderar su papel dentro de la escena nacional, pues su comportamiento pone de manifiesto que muchas veces se es injusto con proyectos por el simple hecho de ser mexicanos.

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Yo La Tengo en el Teatro de la Ciudad

Una nueva experiencia con Yo La Tengo.

Es muy delgada la división entre un acto interdisciplinario y un espectáculo. En un terreno se ponen a dialogar distintas áreas de las artes, el riesgo de obtener un resultado vacío es latente. El Festival Ambulante, programando la proyección –“ejecución” sería un término más pertinente– de The Love Song of R. Buckminster Fuller para este sábado en el Teatro de la Ciudad, consiguió disipar este prejuicio, numerosas veces confirmado en torno a las presentaciones que buscan unir los parámetros de diversas prácticas. Las posibilidades informativas del documental quedaron trastocadas con una obra espoleada por la ternura y una reflexión histórica que, aunque ideológicamente sospechosa –la apología a las bondades de la producción tecnológica es sumamente cuestionable en tiempos de espionaje, drones y venta de datos privados–, logra construir un retrato fiel de uno de los hombres que reunió todas las preocupaciones y utopías de la segunda mitad del siglo XX: Buckminster Fuller. Arquitecto e inventor, Fuller funcionó como una caja de resonancia de las búsquedas estéticas de su época –es conocida su amistad con John Cage y el coreógrafo Merce Cunningham, artistas que pusieron en el centro al binomio arte y vida–, traduciéndolas a sus propias áreas de creación, que sostuvo manteniendo como punto de partida la relación entre la funcionabilidad y la ética. Fuller consideraba que el diseño industrial y la arquitectura debían estar al servicio del bienestar humano, y esta idea lo llevó a ser un nombre clave para las visiones utópicas de los sesenta.

A través de materiales de archivo y entrevistas, el cineasta Sam Green trazó un retrato de Buckminster Fuller que consideró aspectos tanto biográficos como ficcionales. Como todas las leyendas, Fuller fue causa de rumores cuya veracidad no está científicamente comprobada, pero que complementan la visión documental del también ingeniero y filósofo. Aunque los límites de Green no permanecieron en la narrativa del cine. Provocando una tensión eficaz con lo escénico, el autor narró en vivo datos sobre la vida y obra de Fuller, además de abordar su entusiasmo personal con las ideas y las construcciones de las que el estadounidense fue responsable.

El cineasta también dialogó con la música. Con un score ejecutado en el escenario por Yo La Tengo, la banda, aún cuando fue dirigida por el cineasta, logró imprimir su sello a las imágenes del primer automóvil propuesto por Fuller o a las entrevistas de aquellos que conocieron a uno de los personajes más pastoriles de uno de los países más tecnocráticos del globo. Como nos mencionó Ira Kaplan en entrevista, la intención era formar un documental que demandara la atención de las personas. Además de que Yo La Tengo causó expectativa entre el público, el score que ejecutaron –suave al tiempo que potente, como las mejores producciones de la banda– abrió una nueva posibilidad para Yo La Tengo como agrupación compositora de música para películas, iniciada en The Sounds of the Sounds of Science.

The Love Song of R. Buckminster Fuller es una selección acertada del Festival Ambulante, evento que, además de poner en la superficie la labor social del documental, ha abordado al género también como un formato artístico. Por otro lado, podemos considerar aisladamente la presentación de Yo La Tengo: un concierto sutil, alejado de aquellos espectáculos que, por buscar lo interdisciplinario, no alcanzan otra cosa más que el entretenimiento vacío.

Coldplay en el Foro Sol

Con más de 15 años de trayectoria y siete producciones discográficas bajo el brazo, la agrupación londinense nos demuestra que aún siguen más vigentes que nunca con un espectacular regreso a nuestro país.

Es evidente la madurez que ha adquirido el grupo desde su visita anterior. Cada uno de ellos sabe qué tiene que hacer para que sus canciones sean perfectas y conquistar al escucha un acorde a la vez. Ayuda, por supuesto, que en los seis años que transcurrieron hayan editado tres discos más y, por ende, tengan una base de éxitos mucho mayor para conmover masas y llenar estadios en cada una de sus presentaciones.

Es una tarde cálida en la Ciudad de México. El astro rey se encuentra en su máximo apogeo, pero no será por mucho tiempo. Las puertas del Foro Sol se abren para dar paso a la primera invitada del grupo estelar. Las vocales de Ximena Sariñana reciben al público asistente y "Sin Ti No Puede Estar Tan Mal" se convierte en uno de los temas más coreados de la tapatía. Su participación es corta, pero lo suficiente para entrar en ambiente.

A las afueras del recinto la gente corre con boleto en mano, mientras que otros aprovechan el momento para tomarse la foto del recuerdo o comprar algún souvenir. Una vez que el cielo se tiñe de violeta, es momento de escuchar a la segunda telonera de la noche. Lianne La Havas logra seducir a un público ansioso por ver a su banda favorita y apacigua los ánimos con su música folk y su sensual manera de cantar.

“Buenas noches México”, nos dice la cantautora británica emocionada por ofrecer su primer concierto en tierras aztecas. Su entrega arriba del escenario es total e incluso nos regala su propia versión del tema “I Say a Little Prayer” de Aretha Franklin, por lo que inmediatamente recordamos la escena del restaurante en la película La Boda de Mi mejor Amigo (1997).

Conforme pasan los minutos, personas de todas las edades siguen llegando a las instalaciones del Foro Sol. El evento es sold out y se espera un lleno total. La gente aprovecha el intermedio para hacer suyo el escenario haciendo olas monumentales que recorren las gradas de extremo a extremo. Otros no dudan en cantar el “Cielito Lindo” y unos cuantos hacen bromas con las personas que tienen al lado. La euforia está en su máxima expresión.

Después de unos minutos de atraso, en medio de la oscuridad, se escucha una obra musical acompañada de un speech. Los gritos y aplausos no se hacen esperar cuando aparecen en escena Chris Martin, Jonny Buckland, Guy Berryman y Will Champion. Una vez instalados, inicia el espectáculo y retumban los primeros temas de la noche con “A Head Full of Dreams” y “Yellow”.

El vocalista de la banda nos dice, con un español atropellado, que se encuentran muy felices de estar en nuestra ciudad, a la que califican como muy linda y muy hermosa. Desde el primer acorde de la noche todo fue emoción, regocijo y felicidad, y no es para menos, pues hacia seis años que no visitaban nuestro país.

El concierto de Coldplay fue un recorrido musical a través de su trayectoria. Temas provenientes de sus discos Parachutes (2000), A Rush of Blood to the Head (2002), X&Y (2005), Viva la Vida or Death and All His Friends (2008), Mylo Xyloto (2011), Ghost Stories (2014) y A Head Full of Dreams (2015), hacen su pasarela por el recinto. Algunos de los éxitos más coreados fueron “Paradise”, “Princess of China”, “Clocks”, “Viva La Vida”, “Fix You”, entre otros más.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando la agrupación liderada por Chris Martin le rindió homenaje al músico David Bowie al interpretar el clásico “Heroes”, no sin antes alzar la vista y extender el brazo hacia arriba, como si Ziggy nos estuviera viendo desde su nave espacial. Otro de los momentos cúspides fue cuando Chris se colocó delante de su piano para tocar la canción “The Scientist” y llenarnos de nostalgia y recuerdos.

La noche había caído y el inminente final estaba cerca. Las luces se desvanecieron para quedar en completa oscuridad. Para sorpresa de muchos, los integrantes de Coldplay reaparecieron en otro pequeño escenario muy cerca de la zona general B, por lo que los fans se volvieron locos y los codazos, empujones y gritos nunca cesaron. “Estamos muy felices de estar aquí”, nos dice Chris Martin con una bandera mexicana en la espalda a manera de capa. Ahí interpretaron un par de temas más para luego regresar al escenario principal.

Los buenos momentos nunca cesaron. Desde un juego de luces que parecían cobrar vida propia y que incluso formaban una especie de aurora boreal en el cielo, pasando por las tradicionales pulseras de colores que se iluminaban al ritmo de las melodías para crear un hermoso tapiz multicolor y hasta espectaculares visuales que se proyectaban de fondo, además de mucha pirotecnia y pelotas gigantes. Fue así como Coldplay regresó para conquistarnos una vez más con una contundente y conmovedora actuación que muchos guardarán en sus cabezas así como sus sueños.

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Delorentos en el Foro Indie Rocks!

Jueves de melodías y amor con Delorentos en el Foro Indie Rocks!

Un ambiente tranquilo y familiar fue lo que se sintió ayer en el Foro Indie Rocks! durante la presentación de tres bandas excepcionales que dieron todo arriba del escenario. Para empezar, la presentación de Telescopik, un grupo integrado por Mario Korenfelden en los teclados y la voz, Nathan Grynberg en la batería y las percusiones y Samuel Meschoulam en el bajo y los coros. Juntos hicieron de su presentación todo un éxito, regalándoles a sus seguidores media hora de baile, sentimientos y alegría: con ello la banda demostró que en los barrios altos de la Ciudad de México también se toca rock.

Monoteísta es una agrupación chilanga que se formó hace dos años con Joaquín Corona en la guitarra y voz, Javier García en el bajo y Diego Romo en la batería. Mediante un espectáculo de humo y efectos de sonido vibrantes y alternativos, nos hicieron vivir un show agradable para un jueves pre-fin de semana, digno de pasarla tranqui. Esta banda tiene un sonido único y bien arreglado -en cuanto a composición-, además de un toque psicodélico que hace del viaje algo realmente placentero. Así fue como estos chicos prepararon al público y los llenaron de energía para dar paso a una banda que viajó desde Irlanda para visitar la Ciudad de México y dar un show excepcional.

Delorentos nos sorprendió con un concierto casi privado, donde proyectaron mucha energía y entusiasmo arriba del escenario, y aunque no había muchas personas en el foro, los integrantes de la banda hablaron en español para saludar a los asistentes y decir “hola México, ¿estás bien?”, entre algunas otras frases que a veces corregían sus fans. También animaron al público para que aplaudiera, primero al ritmo de la canción “Show Me Love”, para después hacerlo sin que los músicos lo pidieran. “Secret” fue la canción con la que se prendieron más los ánimos y la última melodía en sonar. Además, fue con la que recibieron más ovaciones por parte de los presentes, que sin duda apreciaron cada momento que la banda les dedicó, porque esa noche, a cada músico se le vio con ánimos de darlo todo.