20 años de Cultura Profética y ¡que vengan muchos más!
Es gratificante ser parte de la consolidación de un exponente musical que ha permanecido vigente por 20 años y que aún así, con cada nuevo concierto, conquista a su público de diferentes maneras. Cultura Profética no es ajena ni nueva para México; al contrario, es una de esas bandas que ha engendrado en nuestro país una de sus más grandes bases de fanáticos alrededor del mundo, porque sí, es una agrupación de talla internacional.
Anoche, en la celebración por sus dos décadas de trayectoria artística, nos reunimos en el Pepsi Center WTC para cantar junto a los puertorriqueños, muchos de sus éxitos, canciones emblemáticas y viejos temas. Con un recinto abarrotado (fue un exitoso sold out) y después del warmup de dubstep otorgado por Dusty, mejor conocido como DJ11, salieron al escenario aquellos músicos que nos han regalado momentos de amor, amistad, diversión y reflexión.
Liderados por el talentoso Willy Rodríguez, y frente a más de ocho mil personas, el set comenzó con "Rimas pa' seducir". Alrededor de la pista sobresalían las parejas de enamorados, hecho que en lo particular me entristeció un poco, porque iba sin compañía de ese tipo, y definitivamente esa era la noche para cantar y bailar abrazado de alguien, sobre todo en los momentos que interpretaron sus clásicos "La Complicidad", "Para Estar", e "Ilegal", incluidos en su disco de 2010, La Dulzura.
En contraste al tema romántico y ad hoc a las recientes elecciones más victoria de Trump como presidente en Estados Unidos, no podía faltar su reciente sencillo "Le da igual", tema que critica el poco interés de los gobernantes hacia sus ciudadanos, su gente, que tiene que sobrevivir como le sea posible.
Cultura Profética se caracteriza por ser un grupo que invita a la reflexión y alza la voz cuando debe de. En esta ocasión no expresaron alguna opinión, pero tampoco era algo que les correspondiese en el sentido de que estábamos ahí para celebrar sus himnos. 20 años, tantos conciertos, tantos discos, tantos shows (recuerden que este año se presentaron por segunda vez en su historia, en el Festival Vive Latino), merecían todo el protagonismo de la noche.
Siguiendo con los éxitos, repaso de temas antiguos, y algunos que generalmente no tocan, tenemos (no en orden), la interpretación de: "De Antes", "No me busques", "Ritmo que pesa", "No me interesa", "Días Intensos", "Nadie se atreve","Sube el humo", "Un Deseo", "Bieke", "Inspiración", "Amante luz", "Verso Terso" y "Por qué cantamos".
El ambiente y sonido estuvieron muy bien, por lo mismo cada instante era disfrutado al máximo por los presentes. Eso sí, en determinadas canciones como "Saca, prende y sorprende", el público comenzó a hacer lo suyo (quemar la yerba) y el humo se expandió por arriba de la pista. Como sabrán, en el Pepsi Center está prohibido fumar, por lo que después de uno de sus dos encores, Willy pidió a la gente que no lo hiciera. Dicha petición no fue del todo bien aceptada y la fumadera siguió hasta el término del concierto.
Ya en la recta final sonó uno de los clásicos, mismo que fue aclamado y coreado por los presentes, "Baja la tensión". Antes de despedirnos de ellos, Willy nos invitó a pasar a la tienda donde podríamos encontrar su primera mercancía oficial en 20 años. Además criticó bajita la mano a las personas que se dedican a la piratería de estos artículos, cosa que tampoco cayó en la gracia de la gente, pero que finalmente lo olvidó con la sonrisa del boricua y su incomparable voz.
El tema elegido para cerrar este impresionante show que mezcló emociones, voces, gustos y humos, fue "La Espera". En resumen, podemos concluir que por algo la banda lleva 20 años en el gusto del público, de comenzar --como muchas-- tocando en venues pequeños y donde se pudiese, hoy día se presentan en los recintos más importantes de cada país en el que se paren. Larga vida a Cultura, larga vida a la buena música.