Ciudad: CDMX

Caravana 2016 en la CDMX

El intercambio cultural entre Austin, Texas y la Ciudad de México, Caravana, continúa ahora en una tocada que será realizada en el Foro Indie Rocks! con talento de ambas ciudades, presentado por Doritos, CDMX y Virgin Mobile.

Hace algunos días tres bandas orgullosamente mexicanas viajaron a Austin, Texas para dar un show especial en el Barracuda, checa la historia en este link. Ahora toca el turno de la Ciudad de México para recibir a dos interesantes proyectos de esta ciudad texana: American Sharks y Spray Paint. Ellos estarán acompañados de los mismos proyectos que representaron nuestra ciudad allá en Texas: Jóvenes AdultosThe Risin' Sun y Cascabel.

American Sharks está conformado por Nick Cornetti (batería), las rasposas vocales de Mike Hardin (bajo y voz), los guitarrazos llenos de fuzz de Will Ellis. Ellos han creado un sonido stoner agregando toques metaleros. Originarios de Austin, llegan con mucha música que forma parte de su LP debut homónimo de 2015. ¡Imperdibles!

American Sharks_Caravana

Por otra parte, el trío Spray Paint, con un sonido más crudo, oscuro, noise punk y post punk , también estará presente. Un proyecto que forma parte de la familia de la disquera independiente Monofonus Press y que ha sido catalogado como de los mejores descubrimientos en el SXSW de ediciones pasadas. Escuchen su más reciente material, titulado "Feel the Clamps" para conocerlos mejor y no perdérselos en este súper show.

Spray Paint_Costo del boleto: $200 y los puedes adquirir por medio de Boletia dando clic aquí.

Evento sólo para mayores de edad.

 

 

 

Technicolor Fabrics en El Plaza Condesa

¡Felices y coloridos 10 años a Technicolor Fabrics!

Si Guillermo González Camarena, el tapatío que inventó la televisión a color, hiciera una banda de rock pop (de hecho tuvo un pasado musical al componer canciones), seguramente se llamaría Technicolor Fabrics, nombre ad hoc con la magia de experimentar con el color.

De igual forma, la agrupación oriunda de Guadalajara, crea color a su manera con su música y su show en vivo, así lo mostraron en su presentación en El Plaza, al darle cierre a su gira de promoción de su disco Bahía Santiago, además de que le dan rienda suelta, de alguna forma, a los festejos por su primera década de carrera que se cumplirá el próximo año.

Vaya que su calidad demostró que no son una banda más, el hecho de tener una sólida base de fans que atiborró el lugar, y que el comercio informal venda souvenirs no oficiales del grupo, les brinda el nivel de importancia.

Los encargados de comenzar el evento fueron los regiomontanos de Clubz, algo que fue poco anunciado, además de iniciar su presentación antes de la hora citada, aunque tuvieron una porra ruidosa que no dejaba de brincar y corear canciones como “Épocas”, “El Rollo” y “África”. Un dúo que ha logrado mucho con su presentación compacta, solo con cajas de ritmos y guitarras, sin mucho detalle en su performance, algo que frikea a los puristas de los shows en vivo, pero no al publico millenial presente, que los recibió más que bien.

A las 8:30 PM se inició la fiesta colorida de Technicolor Fabrics. En cada momento transcurrido, desde los primeros ritmos de “Volver a comenzar” hasta el funk de “Ruleta”, demostraron solidez en su sonido, una diversidad en los géneros como el rock, el pop o el electrónico, y dinamismo en el escenario. Destaca la claridad en el audio, ya que se entendieron a la perfección las letras de las canciones, además de que los gritos de sus fanáticas no cesaron.

La mayoría de los temas de su show fueron extraídos de su último material Bahía Santiago, como “Ceniza”, “Solo”, “Desde el mar”, “Aviéntame” o “Globos”; al igual que temas de producciones anteriores como “Frequency”, una canción muy festejada al ser el tema que los diera a conocer, además de “Nunca nada”, “Infantes”, “Oasis” o el momento acústico de la noche con “Fénix”.

No podemos dejar de mencionar las colaboraciones especiales, como la de sus teloneros Clubz en la canción “Todo”, o la de Andrés del dueto Espumas y Terciopelo en el tema “Fuma”.

Technicolor Fabrics tiene más que color en la sangre, no solo por su nombre, sino por su show y hasta lo tiene en la escenografía, que recreaba las barras de colores de la televisión de antaño, esa que los canales mostraban en las madrugadas cuando no había transmisiones, por eso tal vez así sería un show musical posmoderno si González Camarena hubiera hecho música.

Andrés Calamaro en el Teatro Metropólitan

Así vivimos el regreso de Andrés Calamaro a la CDMX.

“¡Venga maestro!”, se escucha en el público mientras Andrés Calamaro hace una reverencia, se inclina y besa el escenario, repitiendo lo que hiciera en 2008 cuando pisó por primera vez suelo mexicano para realizar un concierto. Mucho ha pasado en estos ocho años, el argentino, que en esa ocasión era recibido con gran expectativa al tratarse de su primera visita en casi tres décadas de trayectoria, ahora ya cimentó un público fiel que llena cualquier recinto que se le ponga enfrente: Auditorio Nacional, Metropólitan, Plaza Condesa y Vive Latino han sido sus “víctimas” en este tiempo.

Sin embargo, y a pesar de la cantidad de conciertos que “El Salmón” ha realizado en nuestro país, esta ocasión se antojaba especial. ¿Por qué? Simple: el argentino interpretaría su repertorio en un formato acústico, íntimo.

Mientras los asistentes apresurados buscaban sus asientos, los altavoces del Teatro Metropólitan anunciaron la tercera llamada. Las luces se apagaron. Andrés, acompañado por un trío (baterista, pianista y contrabajista) ocupó su lugar. Los acordes de “La libertad” empezaron a sonar. El público la recibió desde sus butacas, sentado, algo no muy común en los conciertos de Calamaro que suelen estar llenos de energía rocanrolera.

La primera parte del show transcurrió tranquila, llena de canciones que no sufrían muchos cambios pues sus versiones originales suelen ser muy parecidas, acústicas. “Bohemio”, “7 segundos”, “Ansia en Plaza Francia” y corvers como “Algo contigo” o “El día que me quieras” adornaron la primera mitad del concierto, misma que sus fanáticos disfrutaron pero que los no muy entrados o que solo conocen los éxitos, pudo llegar incluso a aburrirles, para ellos lo mejor estaba por venir.

Sin que el show estuviera dividido oficialmente en dos partes, más o menos a la mitad hubo un cambio. A raíz de la interpretación de “La copa rota”, algo cambió, los asistentes se empezaron a meter más en el concierto coreando cada una de las canciones, levantándose de sus asientos, aplaudiendo con euforia y celebrando cada acto del argentino.

En esta parte Andrés Calamaro interpretó canciones más conocidas: “Tuyo siempre”, “Estadio Azteca”, “Para no olvidar” (uniéndose al pianista para interpretarla a cuatro manos) y claro, sus clásicos “Flaca” y “Paloma” en los que la euforia, que parecía contenida, terminó por explotar.

El encore fue simple: “Cuando te conocí”, “Mi enfermedad”, “Media Verónica” y “Crímenes perfectos”, la balada más intensa de “El Salmón”.

Sin más, Andrés Calamaro se despidió con un paso doble de fondo y haciendo ademanes taurinos porque sí, la tauromaquia es una de sus más grandes aficiones. Y así, toreando a la vida es como ha transitado por más de 50 años. Hoy trajo un show acústico, mañana quizás toque tangos y a lo mejor en un año regresará al rock. Esto es lo bueno de Andrés, nunca sabes qué hará después, lo que sí sabes es que no decepcionará.

Visita el Facebook de Andrés Calamaro para seguir todas sus noticias.

#BestiaAural 2016: Godflesh, Simulacrum y Cleric en el Lunario

Godflesh, Simulacrum y Cleric: El Dios hecho carne se pasea entre los mortales por una noche.

Este año, los Festivales Aural y Bestia unen esfuerzos para realizar en conjunto dos importantes actividades. La primera de ellas es un espectacular concierto en el Lunario, encabezado por la legendaria agrupación de industrial metal, Godflesh.

En los minutos previos al concierto, por el lugar se paseaba una variopinta y nutrida concurrencia –casi un millar de personas–, abarcando una amplia gama de gustos musicales manifiestos en la ecléctica variedad de playeras que portaban: se veían estampados con logos de Led Zeppelin, Motörhead, Amebix, KMFDM, Iced Earth, Jesu (el proyecto alterno de Justin Broadrick, vocalista, guitarrista y frontman de la banda estelar), Cynic, Ministry, Swans y Napalm Death, entre muchas otros.

A las nueve en punto iniciaría la actuación de Cleric, una de las bandas abridoras, quienes de inmediato conectarían con la gente al ejecutar un potente y caótico grindcore thrash metal, elaborado sobre una guitarra y bajo chirriantes y frenéticos con solos enloquecidos, una batería ansiosa, retumbante y precisa en cada golpe, y unas vocales desgarradoras, donde el cantante literalmente se desgañitaba en cada canción. “¡Que bárbaro!”, gritaría alguien del público.

“Es nuestra primera vez en México, gracias por venir”, diría el vocalista Nick Shellenberger a la audiencia, antes de anunciar que tocarían una rola más, concluyendo su set faltando poco menos de quince minutos para las diez. Cleric dejó contento al respetable con su metal extremo que coqueteaba tanto con el intrincado techno thrash de Meshuggah como con el free jazz experimental de Naked City.

10 minutos más tarde, tocaría el turno a el trío Simulacrum, compuesto por el baterista Kenny Grohowsky (de Abraxas, quienes se presentaron en ese mismo recinto en la edición del año pasado); el organista y pianista John Medeski (de Medeski, Martin & Wood) y de nueva cuenta el guitarrista Matt Hollenberg (de Cleric), quienes interpretarían composiciones originales de John Zorn. Y para la trivia: el tema de esta agrupación intitulado "Marmarath" fue utilizado para musicalizar el video promocional de Bestia 2016.

Descritos como “el trío de órgano más extremo de la historia”, Simulacrum ofrecería una interesante fusión entre sutiles y místicos paisajes sonoros cortesía de Medeski, contrapunteados por la base sólida y de mucho punch cimentada por las notas de Hollenberg y las percusiones de Grohowsky, con un estilo el cual se devaneaba entre la sofisticación de la música clásica; el elaborado progresivo tradicional de bis crimsoniana, el más experimental RIO y el progressive metal más agresivo. Una mezcla no muy fácil de digerir, y que algunos de los asistentes definieron de “muy clavada”.

Alrededor de las once de la noche, ya que Simulacrum concluyese su show, el público ansioso esperaba a los estelares de la noche. 10 minutos más tarde, en unas pantallas dispuestas a cada lado del stage, se podría ver unas enormes llamaradas aludiendo a la portada del LP debut del grupo intitulado Streetcleaner, encendiendo los ánimos de los fanáticos. Y así, aparecerían en el escenario Justin Broadrick y G. C. Green, recibidos por una desbordada ovación, a la cual respondieron arremetiendo sin ninguna conmiseración con uno de sus temas emblemáticos: "Like Rats". El Dios hecho carne estaba allí en persona, para recibir la adoración de sus seguidores, y convertir a los escépticos a base del más vicioso, oscuro y pesado metal industrial.

Contra todo pronóstico, y contrario a lo que se había visto en sus pocos conciertos previos, el setlist que Godflesh tenía preparado para atacar los nervios auditivos del público estaba conformado por una selección de las canciones más emblemáticas de la banda. Entre algunas de ellas podemos mencionar "Christbait Rising", "Streetcleaner" (con el banging a todo gas), "Avalanche Master Song", "Mothra" (la cual desató un rabioso slam en la parte frontal del recinto) y "Crush My Soul". 11 tracks fueron interpretados por el dúo, invocando a una mastodóntica deidad incorpórea a materializarse entre los presentes, aplastándolo todo con un sonido alucinante e hipnótico, nacido de la blasfema unión entre unas opresivas secuencias rítmicas, y taladrantes notas engendradas por las inclementes cuerdas de Broadrick y Green, y rematados con las a veces fantasmales, a veces monstruosas pero siempre desgarradoras vocales del primero, que llegan hasta las entrañas del escucha.

De pronto, el bajista desparecería de escena, y Justin terminaría un delirante solo, para luego agradecer a los presentes y retirarse. Sobra decir que la gente gritaba el nombre del grupo a todo pulmón, demandando más. Y sus súplicas fueron recompensadas con "Slateman" y "New Dark Ages". Y tras un último agradecimiento, Godflesh se retiraría (ahora sí) del escenario, tras ofrecernos un inolvidable Descensus ad inferos a través de 140 minutos de la música más ominosa, demencial y apocalíptica jamás concebida por simples mortales.

#BESTIA2016 Cine Concierto: El hombre de la cámara

#BESTIA2016 Cine Concierto: El hombre de la cámara. El ojo cinéfilo que todo lo ve.

Como en su edición pasada, Bestia Festival incluye dentro de sus actividades un perfecto matrimonio entre la música y el séptimo arte, a través del cine concierto en donde se invita a artistas de vanguardia a musicalizar alguna obra cinematográfica clásica. Con la diferencia de que en esta ocasión se incluyen dos cine conciertos, el primero de ellos celebrado justamente en una sede la cual en años recientes se ha caracterizado por fungir como un santuario para las nuevas corrientes y tendencias: la Cineteca Nacional.

En la Sala 3 de esa institución, la noche del viernes se proyectó El hombre de la cámara (Chelovek s kino-apparatom, Unión Soviética, 1929), clásico de la cinematografía rusa y uno de los bastiones más importantes del cine vanguardista y experimental, así como el trabajo más representativo del cineasta Denís Abrámovich Káufman, mejor conocido por el seudónimo de Dziga Vértov.

Para musicalizarla, se contó con la composición original y la interpretación en vivo de Julian Bonequi (especialista en la improvisación y quien cuenta con una vasta experiencia y publicaciones a nivel internacional desde principios de los noventa); Dora Bartilotti (Licenciada en Diseño y Comunicación Visual en la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM e integrante del colectivo mexicano transdisciplinario #FFFF) y Fernando Vigeras (autoridad en lo referente a prácticas sonoras experimentales y formas de creación vinculadas a la libre improvisación y el arte sonoro), quienes armados con variados instrumentos de percusión y electrónicos, se dieron a la tarea de crear un inusual soundtrack para una película muy sui generis.

Después de los tres llamados de rigor, los músicos se colocaron en sus respectivos lugares donde su equipo e instrumentos ya se encontraban dispuestos. Se apagaron las luces, y tras un breve anuncio del otro cine concierto (que se llevará a cabo el domingo próximo) y en cuanto aparecieron los primeros créditos del filme en pantalla, dio inicio su ejecución.

En íntima concordancia con este documental, el trío ofreció una sucesión de sonidos en cascada y variopintos, que en su conjunto creaban una atmósfera propicia para el torrente de imágenes con el cual Vertov captaba todos los aspectos de un país ya inexistente, de una utopía histórica. Así, mientras una serie de discordancias y sonidos estridentes acentuaba el trajín imparable de una ciudad con sus vehículos y gente yendo aprisa hacia algún lado; unos sutiles cantos femeninos fondeaban escenas de esparcimiento en la playa, como cantos de sensuales sirenas invitando a relajarse y entregarse a un solaz descanso.

Como si de un ojo incansable se tratase, la lente de Vertov capta de modo exhaustivo todos los aspectos de lo cotidiano en su nación sin que nada escape a su meticuloso escrutinio, y a través de un complejo collage construye, sin textos ni explicaciones de por medio, un mosaico completo de la vida y la sociedad de esos años, con sus esplendores y miserias, su vida vertiginosa y sus remansos de paz, sus catástrofes y sus momentos divertidos, pero sobre todo, registra los anhelos e ideales de un pueblo ensoñando un futuro mejor. Y en un peculiar juego de espejos, vemos como estas imágenes son proyectadas a un público en un cine que las ve del mismo modo que de forma simultánea les vemos a ellos. El cine dentro del cine.

Conforme el largometraje llegaba a su clímax, igualmente la ejecución del ensamble alcanzaba un paroxismo sonoro, incrementando el volumen a niveles casi ensordecedores, y en la recta final, en la pantalla apareció una gigantesca lente a través de la cual un gran ojo miraba a la concurrencia. Era el ojo del cine que todo lo ve, todo lo analiza y del que nada se escapa.

De este modo concluyó el cine concierto, así como el segundo día de actividades de Bestia Festival.

Devendra Banhart en El Plaza Condesa

Devendra Banhart: El juglar, el loco apasionado.

La noche comenzó temprano en el Plaza Condesa y poco a poco la asistencia fue llenando el recinto. Afuera algunos cuantos despistados buscaban boletos de última hora; adentro los más previsores aseguraban el espacio más próximo al escenario. Se respiraba un ambiente entusiasmado.

Minutos antes de las nueve dos músicos entraron a escena. El primero Gregory Rogove  –voz y cuatro venezolano– , tras él, Todd Dahlhoff en el bajo y otros instrumentos. En un set breve, la música y sus voces se tejieron armoniosas con un sonido casi perfecto que en ocasiones se veía ensombrecido por un murmurar constante (en los lugares grandes hay quienes no saben guardar silencio y simplemente llenan sus momentos de fotos para saber que estuvieron en algún sitio).

Apenas finalizando los primeros temas, Gregory se despojó de sus zapatos y descalzado de toda pretensión  nos invitó al desenfado de la complicidad, regalándonos como despedida una versión de “To The Love Within” tema original de Megapuss, banda que comparte con Banhart. 

La expectativa iba aumentando al paso del tiempo, sobre el escenario cinco islas formadas de diversos instrumentos vaticinaban un sonido gigante. De pronto: luces fuera.

La figura alargada de Devendra fue la primera en pisar el escenario. Con una rosa blanca en la mano se dirigió a nosotros y desató la magia. “Middle Names” de su disco Ape In Pink Marblefue la primera de una larguísima lista de canciones que a lo largo de la noche nos transportaron por un exquisito balancín de emociones.

Le siguieron “Mi Negrita” –cuya letra pareció olvidar en un principio, pero recuperó al instante con la ayuda de una audiencia hipnotizada por su carisma– ; “Golden Girls”  y “Theme for a Taiwanese Woman in Lime Green”, tema en donde algunos tropiezos de Noah Georgeson en la guitarra, rompieron momentáneamente  la concentración de la banda –pequeño imperfecto que pronto se sumió en el olvido tras la sonrisa de Banhart–. Se sumaron“Brindo”, “Saturday Night” y “Daniel” (una de las mejores interpretaciones del set).

En una pausa y su voz nos lanzó el primer hechizo de la noche:  ‘Are you  guys ok? ¿Tranquilos… no tranquilos? No importa cómo estés, solamente importa que estás aquí’. Y así fue, la velada entera las barreras se borraron y la amistad pareció el único estandarte. La banda abandonó el escenario para reglarnos un tiempo en solitario con Banhart. Un tiempo hecho para nosotros, para complacernos: ‘Por fin estamos solos’.

Una a una las peticiones aparecieron aleatorias entre la multitud: “Shabop Shalom”, una estrofa de “Santa Maria de Feira”, otra de “Freely”, una versión reducida de “This Beard Is for Siobhán” . Pedazos de canciones, bosquejos sacados del recuerdo tarareados con sonrisa para hacernos felices. Y nos volvimos locos de contentos, porque es bello que el artista se muestre vulnerable, entregando sin miedo y con genuino cariño lo imperfecto, y es que eso lo regresa a su cualidad de humano acercando a su audiencia sin condiciones, como cuando te sientas en círculo con los amigos y guitarra en mano; simplemente compartes.

En “Quédate Luna” nos vimos arrastrados al sonido de la misma forma emocionada que él se entrega, navegando en el vaivén de un momento que nos perteneció a todos mientras su voz luminosa reiteraba ‘el mundo es tuyo’.

“Good Time Charlie” y “A Sight to Behold” también formaron parte de este bloque en solitario. Los teléfonos poco a poco fueron desapareciendo del panorama.  Devendra fue capaz de lograr complicidad en un espacio tan grande, era notorio el general encantamiento de caras sonrientes y ojos cristalinos (algunos húmedos de nostalgia). Su figura de trovador nos robó el aliento.

“Linda” con su espesa tristeza trajo de vuelta al resto de los músicos, transportándonos al imaginario de una mujer solitaria. Nudo en la garganta. El momento más intenso del concierto.

“Für Hildegard von Bingen”, y “Fancy Man” nos sacudieron la bruma, regresando nuestro cuerpo al movimiento ondulante del baile. Siguieron “Celebration”, “Baby” y una versión más rápida y cruda  de “Long Haired Child” en donde la personalidad de Banhart traslució un poco más de Cave que de Donovan o Cohen.

“Lover” fue anunciada como la última canción y la despedida se anticipó con las siguientes palabras: ‘No somos representación de los Estados Unidos, no somos una representación de Trump, ustedes son nuestra familia, aunque si tenemos vergüenza… pero más que nada tenemos amor. Gracias por estar aquí esta noche’. El encore corrió a cargo de “Rats” y  “Carmencita”.

Durante más de hora y media Banhart fue de un lado a otro del escenario viéndonos a los ojos, contagiándonos con sus bailecitos extraños como si de niño curioso se tratara; cambiando de piel al instante, transformándose con su alma de juglar, de loco.

Comisario Pantera en el Teatro Metropólitan

Operación sold out, el Comisario Pantera llega al Metroplitan.

Y entonces miles de papeles cayeron sobre los afortunados que lograron comprar boletos –de una fecha sold out– en las primeras filas del Teatro Metropolitan. Esto al momento de sonar “Amiga” que fuera la última canción del setlist de 30 canciones, ¡TREINTA! ¿En qué momento los nativos de Milpa Alta pasaron de las cuatro canciones de su primer EP Como la Vez Primera a este rush de éxito tras éxito? (Entendiendo éxito, no como el hecho de estar en listas top de sencillos, sino la capacidad de hacer cantar a una personas con los ojos cerrados “que seas muy feliz. ¡oh oh!” con todas las fuerzas haciendo su voz una sola con la de Darío Vital, principal responsable de los coros eternos y las miradas profundas).

Pues han pasado apenas seis años desde su formación. Cabe señalar que estas cuatro canciones estuvieron dentro de las que sonaron en las cabezas y las butacas replegadas pues pocos fueron los momentos en que los más de tres mil asistentes estuvieron sentados tras dos encores y el terreno que preparado por los muchachos de Costeraelevaron el entusiasmo del variado público, pues desde parejas a punto del turrón hasta abuelitas con nieta en los brazos bailaron al son de “Él Comi” como llaman de cariño sus fieles seguidores a Comisario Pantera.

Un Piojo aventurado a salir de la parte trasera en ocasiones, una de ellas por tener como baterista invitado a Ángel Sánchez de Enjambre en “Disco Casino”, canción que tenían ya mucho tiempo de no tocar; otro invitado a la fiesta fue Daniel León de Odisseo que hizo lo suyo en “Murasaki”. En contraste a esta euforia, la calma se sintió al sonar “No Hagas Caso de la Gente”, último sencillo y parte de su nuevo disco que saldrá el próximo año, no porque faltara energía sino porque las personas estaban concentradas en asimilar una nueva garra de Él Comi.

Vayamos al inicio, con los murmullos de las personas antes del show, deseando que la banda toque la canción que le dedicó el antiguo ser amado, revivir experiencias a través de canciones y corear la alegría y el dolor al mismo tiempo que los demás. Pocos fueron los que no tenían boleto al momento de hacer la fila para el ingreso pero logré encontrar a una persona que veía sin parar su teléfono pues quien la había invitado no había llegado. Pasó pues con ese más uno que a su servidor le dieron; lo curioso de todo esto es que esta persona trabaja como seguridad en conciertos  lo cual me dejó pensando en que cuando dejemos de ver algo que amamos como un trabajo estaremos perdiendo lo más valioso que tenemos, y como diría la primer canción que sonó el viernes dos de diciembre: “Niña disfruta lo que estás viviendo, la vida se vive sólo una vez”.

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Floating Points DJ set en Foro Normandie

Floating Points (DJ Set): Sumersión a un océano de ritmos exquisitos.

Floating Points lleva ya algunos años siendo uno de los DJ's más místicos e infravalorados del mundo. Sus sesiones pinchando discos o en versión live act son de las más aclamadas en festivales europeos y por fin teníamos la oportunidad de presenciar uno de sus DJ Sets en la Ciudad de México.

El evento, realizado el 1 de diciembre de 2016 en el recién re-abierto Foro Normandie estuvo a cargo de las productoras Dynamic Waves y Get Move, esta última celebraba su octavo aniversario y es famosa por haber traído por primera vez a artistas de la talla de Tale Of Us o Dixon por lo que siempre han sido sinónimo de calidad.

El acceso inició a las 23:45 debido a unas pequeñas fallas en el audio y que dieron un poco más de tiempo para que Floating Points dejara todo listo para iniciar a las 00:15 horas. Comenzó su set con música muy diversa, empezando por algo de jazz, para después ir a una breve secuencia de ritmos latinos / afroamericanos, y finalmente terminar la primera hora de su show con varias canciones de rock psicodélico y algo de disco y pop en las cuáles destacó "Feel So Real (Won't Let Go)" de Patrice Rushen.

Un vídeo publicado por Axel Ochoa (@donmorro) el

Para la segunda hora de su sesión le subió un poco el ritmo al asunto y comenzó a pinchar bastante house noventero que comenzó a agitar a los presentes de una manera más ordenada y planificada. Tracks como "Sandman" de Blue Boy fueron parte de la segunda hora que no dejó de lado ritmos disco con tracks como el clásico de los 70 de Candio "Rock & Shuffle (Ah-Ha).

  Un vídeo publicado por Axel Ochoa (@donmorro) el

Para casi el momento de llegar a la tercera hora de show, Floating Points nos deleitó con el track más increíble de la noche: "Future (Kenny Larkin Tension Mix)" de Kevin Saunderson Ft. Inner City. Un track totalmente "Made In Detroit" de tres de las leyendas de la ciudad cuna del Techno. El resto de la noche Floating Points continuó mezclando diversos ritmos y sonidos, creando todo un viaje por su colección musical, y nosotros siendo privilegiados por eso. Para terminar, debo mencionar algo muy importante: Floating Points pinchó toda su sesión con viniles, algo que se agradece, se disfruta y se aplaude a quien lo haga porque es algo bastante complicado y una técnica que cada vez se utiliza menos en el mundo de la música electrónica.

Un vídeo publicado por Axel Ochoa (@donmorro) el

La iluminación del Foro Normandie no estaba apta para tomar fotos durante el DJ set de Floating Points.

Communión en el Foro Indie Rocks!

Pop suavecito para soltar fantasmas.

Alexa Hakin y Diego Suárez parecen haber nacido para realizar música juntos. Su química en el escenario y los temas que componen crean una atmosfera de complicidad y dream pop.

La historia de Communión se remonta a más de una década cuando Alexa tenía 10 años y conoció a Diego. Años después ella fue corista de Bengala en su última gira, justo antes de mudarse a Nueva york para estudiar diseño. Finalmente el Dios del pop los unió en Topetitud (Estudio de Molotov) y ahí la magia no se hizo esperar más. A partir de ese momento el dúo no paró de componer música durante ocho meses, proceso que ellos definen como “hablar, sin tener que hablar”.

“Nos tardamos un rato en presentar el disco. Es esta maldita independencia”, dijo Alexa antes de interpretar “Lejos de la gente”, sencillo que lanzaron en junio de este año.

A finales de abril de este año Communión presentó de manera informal su disco en el Centro Cultural de España en México cuando fueron teloneros de la banda española Dorian, pero necesitaban un show propio en el que pudieran…

Invitaron al escenario a Edi para que tocara el bajo durante “Gusano”, tema que el integrante de Liquits donó al dúo, según lo explicó Diego. Lo cual es evidente pues el ritmo de la melodía tiene el sello característico del trío. Posteriormente acompañó en el mismo instrumento Tito Fuentes de Molotov con el tema “No queda nada”.

Un público pequeño, pero apasionado se desgarró el alma y la garganta coreando a todo pulmón “Explosión”, “Universo”, “Me dejas caer” y “Soltando fantasmas”, tema que forman parte del primer disco de Communión: Soltando fantasmas.

La encargada de abrir el Show fue CocóCecé, una morrita de 19 años originaria de Chihuahua, que se sentía muy orgullosa de a su corta edad poder tocar en el Foro Indie Rocks! Cassandra Balcazar presentó su primer Ep Merópili con canciones como como “Instinto”, “Bestias de ciudad” y “Marginado”, su primer sencillo.

Los encargados del baile fueron Big Big Love que a pesar de algunas fallas técnicas con sus sintetizadores lograron prender al público. Su sencillez y dedicación es evidente en el escenario pues ellos armaron y desmontaron sus instrumentos al principio y termino de su presentación.  

Santiago Mijares, vocalista de la banda comentó que para ellos era una noche muy importante pues él fue alumno de piano de Diego, por lo tanto para él era un honor poder compartir el mismo escenario.

Fue una noche de bandas emergentes y pop suavecito hecho para bailar y soltar los fantasmas.

#Aural2016: Colin Stetson, Sarah Neufeld y Anna von Hausswolff en el Lunario

Festival Aural: Una muestra que trasciende el showbiz.

Después de cinco años, el Festival Aural ha transmutado y evolucionado para posicionarse como uno de los espacios de música experimental más esperados de la ciudad; es aclamado por verdaderos melómanos debido a las diversas exploraciones sonoras que propone año con año. Debido a su excelente curaduría, el festival trasciende los eventos masivos del showbiz, para acercarse al público de una forma más íntima e incluyente, ya que podemos disfrutar de presentaciones gratuitas en diversos puntos de la CDMX.

El Festival Aural es reconocido por su excelente programación musical, y esta quinta edición no podría ser la excepción. A lo largo de estos días podremos disfrutar de una valija cargada con una selección ecléctica compuesta por 30 artistas de diversos países –incluyendo México– en donde las diversas propuestas musicales oscilan entre el avant-garde, el post-metal, el noise pop, jazz, y el minimal, entre otros géneros y disidencias auditivas que llegarán como una brisa a nuestros oídos tras la resaca del #CC2016.

El primer día arrancó con las experimentaciones sonoras del estadounidense Aiki Aubrey Lowe, y con la improvisación performática de Okkyung Lee + Andy Lampert (Corea/EU), la noche concluyó de una manera espectacular en el Foro Indie Rocks! con la presentación de Bitchin Bajas (EU) fundada por Cooper Crain, quien nos acercó a la más pura esencia del dronespace, implantando clústers repetitivos en nuestras neuronas hasta dejarnos en una hipnosis colectiva; para dar lugar a una sesión más orgánica y jazzera con el trío argentino Ricarda Cometa, cerrando con los ritmos enérgicos y la psicodelia reverberante de OOIOO.

El segundo día fue uno de los más esperados por el público y los seguidores del Festival Aural, con la presentación del dueto conformado por el saxofonista Colin Stetson y Sarah Neufeld, violinista de Arcade Fire, quienes se apoderaron del escenario por casi una hora, entre jams improvisados y ritmos sincopados, en donde la voz de Sarah se fusionaba con los instrumentos, estableciendo un diálogo etéreo y delirante logrando una perfecta composición con ritmos metálicos y repetitivos, envolviéndonos entre el steampunk, el ambient y el post-rock hasta crear una atmósfera fantasmal y onírica.

La noche concluyó en un mood gótico-dreamy, con la presentación de la multiinstrumentista sueca Anna von Hausswolff, y su característico estilo ethereal noise melódico, con toques de folk y otras mezclas paganas, enganchando plenamente a sus fans con sus vocalizaciones que evocaban a un banshee salido de algún bosque nórdico; entre los temas que tocó destacaron: "Pomperipossa", "Evocation", y "Stranger".

Mañana, los amantes del metal, el post-hardcore, y otros decibeles más duros, podrán escuchar a Godflesh, Simulacrum y Cleric, en el Lunario del Auditorio Nacional en punto de las 9:00pm. La clausura de esta gran muestra, será un aquelarre sonoro que durará todo el día comenzando en punto del mediodía con un concierto gratuito en Casa del Lago, a cargo de Edbrass, Omar Fraire, Sanjuana Vega y Rolando López, y cerrará la noche con broche de oro, con una presentación especial en donde se proyectarán siete cortometrajes del cineasta francés Georges Méliès –algunos jamás presentados en México–, musicalizados  por un ensamble conformado por el tecladista John Medeski, el guitarrista Lee Ranaldo (Sonic Youth), el baterista Kenny Grohowsky (Abraxas) y el bajista Mike Rivard.

Como podemos notar el #FestivalAural2016 está con todo, y trae propuestas para todos los gustos e inclinaciones musicales y nos demuestra cómo un festival puede tener ese equilibrio entre calidad, interesantes propuestas musicales, buena logística, inclusión y apoyo al talento nacional.