Ciudad: CDMX

DJ Premier en el Foro Normandie

DJ Premier en México: El Hip Hop como estandarte que trasciende fronteras.

22:30 H, un cúmulo de gente se reúne alrededor de la entrada del Foro Normandie ¿La razón? DJ Premier regresaba a México después de su última visita hace ya algunos años. En esta ocasión lo acompañaron Hispana (a.k.a. Mamba Negra), rapera mexicana que cuenta con una de las carreras más sólidas dentro del territorio nacional y latinoamericano; y, Bad Panda, un proyecto del alemán Paul Ginsberg en el que, acompañado de vinilos y tornamesas, mezcla ritmos como el funk, el rap y el soul. La carta estaba sobre la mesa y el menú se apetecía exquisito de principio a fin.

Después de pasar cinco revisiones en las que el equipo de seguridad se aseguró del no ingreso de encendedor, cigarros y cualquier consumible, pasamos a las inmediaciones del recinto ubicado en el número 15 de la Calle López del Centro Histórico. El set de Bad Panda estaba comenzando y la gente empezaba a bailar con timidez. Mientras pasaban los minutos y las botellas de cerveza se iban vaciando, las inhibiciones se iban quedando atrás. En el centro de la pista de baile, cuando sonaron los temas de Nas, Biggie y Outkast, un b-boy nos enseñó de qué se trata el breaking haciéndonos sentir en una verdadera Block Party. La presentación de Paul fue un paseo desde la época dorada del rap hasta nuestros días a través de tracks y sampleos de temas de los 80 y 90 hasta cortes de Anderson .Paak y Drake.

Las fallas técnicas fueron constantes y, en algún punto, incluso bajaron los ánimos de quienes nos encontrábamos bailando. Al final, Bad Panda pudo encender el ambiente de nuevo y con un sampleo de Ms. Lauryn Hill se despidió.

Era el turno de la de Monclova, aquella mujer que conjunta belleza, sensualidad y fuerza. Skills y flows que nadie más tiene en esta escena. Hispana subió al escenario con DJ Pat en las tornas. Temas como “Karma”, “Despegar”, “Del Norte”, “Soy veneno” y “Mamba Negra” hicieron saltar a cada presente. Para cuando “Mami Veneno” sonó, Hispana pidió fuerza a todas las mujeres presente; el Normandie temblaba desde sus cimientos. La MC de cerró con “Rap Game”. Finalmente,  agradeció a toda su gente.

Cerca de las dos de la mañana, el lugar era una verdadera fiesta. Cada vez se podía notar más gente, entre los que pudimos ver a productores y rappers de la escena nacional como Simpson Ahuevo o Gastón (LNG/SHT). El calor en el Foro ya era ridículo.

Entre transpiración, música y baile, las cervezas y los tragos se consumían tan rápido que parecía haber barra libre. Al unísono se coreaba “¡Preemo! ¡Preemo! ¡Preemo!”. Con un juego de luces y un soundcheck de pocos segundos, DJ Premier se presentó frente a un público ansioso y frenético.

“I go by the name of Premier dan I represent the real shit”...

Con estas palabras, “Preemo” les dejó en claro a todos los presentes de qué se trataba esta noche. Beats, scratches y tracks legendarios que marcaron cada una de las décadas del Hip Hop fueron parte de la receta con la que el considerado “mejor productor de la historia” puso a bailar y saltar a cada ser en el sótano que es el Normandie.

La energía de los fans era tanta que, en más de una ocasión, la música se detuvo porque al querer estar lo más cerca de la leyenda del Hip Hop, las tornamesas se desconectaron o algo dejaba de funcionar. “I love you, Mexico City, but you gotta put yourself back” repetía Premier en cada ocasión en que el espectáculo se detenía. Incluso, los organizadores tuvieron que pedir al público espacio y respeto para el DJ.

El show continuó y Preemo tiró props para KRS One, Kool Herc y demás leyendas del género. También, levantó un “Rest In Peace” para su gran amigo Guru, con quien por allá del 86 formó el mítico grupo Gang Starr.

Como era de esperarse, los métodos y prácticas de seguridad para evitar el acceso de cigarros y demás, fue burlado. Ya se podía oler en el lugar una mezcla de tabaco y mariguana. Entre scratch y scratch se podía ver una el humo flotando entre las trabes y columnas del foro.

Cortes clave para lo que conocemos como cultura Hip Hop sonaron a desde las turntables del productor originario de Houston. Track por track pudimos conocer su legado en producciones para Eminem, Notorious BIG, Nas, Fat Joe o Jay-Z. No había una sola persona que no estuviese bailando, incluso la Mamba Negra, ya entre el público, movía la cabeza al ritmo del Boom-Bap.

Para todos los Hip Hop Heads y cualquiera que haya asistido a la cita, las expectativas se superaron y el protagonista de la noche, Premier, nos reafirmó porqué es considerado piedra angular del rap y la cultura Hip Hop. Si algún día nos falta "Preemo", puedo asegurarles que ese va a ser uno muy triste.

¡Grande, Premier!

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Residente se presentará en el Auditorio Nacional

No te pierdas del show que Residente tiene preparado para tí.

Residente es el proyecto solista del puertorriqueño René Pérez Joglar, ex vocalista de Calle 13. La presentación del proyecto en México será el próximo 17 de junio en el Auditorio Nacional donde podremos escucharlo cantar “Desencuentro”, segundo sencillo de su primer disco como solista en el que colaboró la artista francesa Soko, así como algunos temas de su anterior agrupación.

Los boletos ya están a la venta a través del sistema Ticketmaster, o bien, si lo prefieres, puedes adquirirlos sin cargos extra en las taquillas del recinto. Checa a continuación los costos:

Preferente A: $1,800
Preferente B: $1,800
Luneta A: $1,500
Balcón A: $1,400
Preferente C: $1,400
Luneta B: $1,300
Balcón B: $1,200
Preferente D: $1,200
Piso 1 A: $1,000
Luneta C: $1000
Piso 1 B: $900
Balcón C: $900
Piso 1 C: $700
Piso 2 A: $650
Piso 1 D: $550
Piso 2 B: $500
Piso 2 C: $300
Piso 2 D: $150

Tras una prueba de ADN, René viajó durante dos años por Siberia, China, África Occidental, España, Francia, Inglaterra, Estados Unidos y Puerto Rico en busca de su identidad molecular. En el camino encontró problemas sociales, económicos y políticos que decidió plasmar en un disco, un documental, una página web y próximamente un libro.

 

#CircuitoIndio: Protopeople y Descartes a Kant en el Foro Indie Rocks!

Se armó una guerra en el Foro Indie Rocks! con Descartes a Kant.

Cuando dos nombres pesados de la filosofía modernista se encuentran para formar el alias de una banda, sabes que el resultado va a ser igualmente explosivo. La agrupación de jaliscienses Descartes a Kant se presentó en el Foro Indie Rocks! como parte del ciclo uno del Circuito Indio, un festival organizado por esta cerveza del cual ya les hemos platicado en artículos anteriores. Durante cuatro semanas, 144 artistas girarán por 12 ciudades de México. El Foro Indie Rocks! alberga las fechas del Circuito en la CDMX.

Primero saltó al escenario Protopeople con un show bizarro y desenfrenado. Visuales extraños abrieron el camino de la psicodelia y el riot que nos esperaba. El dúo utilizó megáfonos y voces modificadas con un toque electrónico. Demostraron que son el inicio de un ente musical distinto.

Las artistas esperadas al fin aparecieron con “Sérotonine” y “Lovely Lips”, de su producción recién lanzada: Victims of Love Propaganda. Todo comenzó con las dolls en un papel bien asumido y con los chavos usando máscaras de gas, (la imagen de portada de esta producción).

La siguiente, “Suckerphilia” fue vitoreada por los fans antiguos. Con “My Sweetest Headache Waltz” la gente sin duda comenzó a prenderse.

Sin hablar demasiado al micrófono, la chicas lograron hacer contacto con el público. Interactuaron con bailes dirigidos a la audiencia. En “All Monster Are Human” y “Dolce”, el tridente femenino se valió de un megáfono para interpretarlas.

El show se tornaba acalorado en este punto y, tras un pequeño descanso en el que aprovecharon para agradecer a Indie Rocks! y al Foro, tocaron “You Assfucked My Heart”, “Suppertime Rules” y “Until The Day We Die”, con una coreografía sensual terminada con mucho talante.

La noche avanzaba y la actitud de las Descartes a Kant establecío un statement en la escena del rock experimental y psicodélico. Sus creaciones aún no se han podido etiquetar. Para “Crime Scene”, las sirenas policiacas sonaron pero se contrarrestaron con tiernos papelitos que volaron en el escenario del Foro.

Siguieron con el éxito de Paper Dolls (2006), “Hello Tarantino”. Llegaron los visuales modernistas post war con “Buy All My Dreams”. Las chicas empezaron el slam que se formó con los que estaban en la primera fila. Constantemente bajaron para mezclarse con la gente y, cada que lo hacían, se los agradecían. La banda estaba muy contenta y relajada, tanto que incluso bromearon al coverear un pedazo del hit de Mon Laferte, “Tu Falta de Querer”.

La presentación fue muy energética, alternativa y estridente. Las de Jalisco se adueñaron del Foro por los cincuenta y tantos minutos que estuvieron en el escenario. Hicieron recordar los momentos indie que vivimos en la preparatoria. Este ciclo del Circuito Indio trajo nostalgia con un golpe de autoridad. Quedó demostrado que habrá Descartes a Kant para un rato más.

Steve Vai en el Pabellón Cuervo

Pasión y guerra. Una noche con Steve Vai.

En la prepa conocí a un grupo de metaleros que me abrieron las puertas de su vida y, me dieron todas las bases musicales para convertirme en lo que hoy soy y sé. Recuerdo cuando me enseñaron por primera vez a Steve Vai y la reacción que mi cuerpo y mente experimentaron al escuchar por primera vez “For The Love Of God”; es algo que nunca podré olvidar. Bien me dijo hace muchos años Gustavo, mi amigo, cuando en una ocasión le comenté que no había oído una canción de Maiden: “Te envidio sabes, me gustaría volver a sentir eso que se siente al escuchar por primera vez esa canción; tú lo experimentarás”. Ese día me di cuenta de que tan importante era la música. Porque, todos los melómanos sabemos que las sensaciones audibles dejan huella en nuestra alma, por eso las atesoramos.

Las calles que rodean el Palacio de los Deportes estaban tranquilas, casi desiertas. No lucían ese desfile de personajes corriendo de un lado a otro, inmersos en la tertulia de la noche. Faltaban los muchos puestos ambulantes con mercancía; pero al entrar en el Pabellón, parecía que estabas dentro de una burbuja: suspendido en el tiempo.

Las luces rojas del escenario nos dieron la bienvenida al infierno. La gente gritaba, se amontonaba, bebía cerveza y disfrutaba el momento. A las ocho de la noche, las cuerdas de una guitarra emitieron un sonido distorsionado y el universo abrió sus puertas. Una ola de energía estalló en el escenario.

Un riff, bajo y sucio, nació de la guitarra de Steve Vai; relinchó un caballo, y la batería se unió a “Bad Horsie”. Es extraño; a pesar de que los otros músicos dominaban su parte, la guitarra de Vai electrificaba todo a su paso.

“Crying Machine” cambió el entorno a nuestro alrededor. La guitarra rugía segura de sí misma; tan rápida, tajante y seductora a través de un vaivén de acordes. Mientras, el bajo estaba en su papel y jugaba con nuestra mente excitada y sucia. La batería tomó el aire que había a su alrededor y lo tornó exótico y sensual. Los audiovisuales acompañaban el ritmo de la canción y, la guitarra de Vai nos congeló entre las llamas a través de solos que subían y bajaban con destreza y sincronía en “Gravity Storm”.

Un giro, la vida cambia, todo siempre cambia, y el sonido de las cuerdas de una guitarra puede acompañarte en ese camino. Mística y delicada, “Whispering A Prayer” nos regaló el regreso a nuestro origen, al centro de todo. De mis ojos brotaron lágrimas de vida y emoción, al mismo tiempo, Steve alzaba la guitarra frente a nosotros como un trofeo.

“It’s so nice to be here in your country again”, gritó un Steve Vai contento y extasiado, agradeciendo a todos por el apoyo a su carrera. Presentó el motivo de la noche: Passion and Warfare. De pronto, Brian May apareció en la pantalla e hizo la alabanza con honores debidos para dar inicio a la pasión y a la guerra; algo muy parecido a lo que hizo Devin Townsend en The Retinal Circus (2013).

“Liberty” brindó esperanza con el sonido de las cuerdas de una guitarra que cantó y nos recibió con los brazos abiertos. “Erotic Nightmares” explotó frente a nuestros ojos con un rasgueo furioso y lascivo. Al mismo tiempo, el bajo y batería seguían sus pasos y nos envolvieron en una de mis canciones favoritas de este disco. La batería marcó el ritmo, un Steve virtuoso empezó a mover sus manos haciendo magia para regalarnos: “The Animal”.

“Answers” y su sonido futurista no mostró una guitarra divertida y ágil que nos remitía a películas de alienígenas y naves espaciales. Para continuar con el mood, apareció  Joe Satriani en pantalla y tocó un solo al lado de su gran amigo, mientras que “The Riddle” nos regalaba un viaje por el espacio a través de sus notas. El bajeo pausado y los solos de guitarra distorsionados formaron algo increíble.

Las manos de Steve Vai se movían rápidamente para darle forma a “Ballerina 12/24” y todos aplaudían al ritmo de la canción. La pausa fue eterna pero las notas iniciales de “For The Love Of God” empezaron a sonar, y el Pabellón Cuervo se cayó a gritos y energía desbordada. En las pantallas se podía ver a un Steve joven tocando una guitarra con el mundo entero a su alrededor. El amor de dios posó frente a nosotros para redimir nuestros pecados y caer rendidos frente al altar.

“The Audience Is Listening” repasó el heavy metal de los 80 con sonidos agudos y pesados. John Petrucci, guitarrista de Dream Theather, apareció y felicitó a Steve por los 25 años del álbum; compartieron su maleficio con nosotros. “I Would Love To” corrió para regalarnos los acordes de una guitarra angelical y, así, continuó “Blue Powder”.

Una a una, “Greasy Kid’s Stuff”, “Alien Water Kiss”, “Sisters” y “Love Secrets” se fueron extinguiendo, rodeadas de audiovisuales coloridos y dinámicos, solos de guitarra, riffs y mucha pasión. El último invitado de honor apareció en las pantallas; Vai tocó a dueto con Frank Zappa: “Stevie’s Spanking” (como si el otro ícono del rock estuviera ahí).

Para finalizar este encuentro, “Racing The World” y “Taurus Bulba” sonaron e hicieron explotar las mentes de todos con su poder, majestuosidad y ejecución. La noche terminó llena de agradecimientos por parte de Vai y el público.

Tener el honor de presenciar y escuchar el don de un ángel caído, es un regalo.

#CircuitoIndio: Dharius y Pato Machete en el Foro Indie Rocks!

Una noche de rap y recuerdos.

Cuando se anunciaron las fechas y shows del Circuito Indio por allá de abril de este año, las redes explotaron por la cantidad y calidad de los artistas involucrados. Gran apuesta de esta gira de conciertos por tocar tantas ciudades. Si bien nombres como Carla Morrison, Jumbo o Los Daniels fueron de los actos más comentados, el de Pato Machete y Dharius en el Foro Indie Rocks! era uno que generaba una expectativa especial para muchísima gente.

Llegar a tiempo a cualquier evento en la CDMX siempre es complicado. Adentrarse en el corazón de la metrópoli, específicamente en la colonia Roma es un reto que vale la pena intentar, al menos en esta ocasión lo era. Desde temprano la gente se comenzaba a reunir en el Foro con la promesa de tener una noche llena de boom-bap y rimas. Gente de todos los colores y sabores: desde cholos con las cabezas tatuadas y jersey's XXL de algún equipo de la NFL; hasta chicas en zapatillas y chamarras de H&M, conformaban el público de una noche de viernes que nos dejaría saltando y agitando las manos en el aire.

Con el aforo apenas a la mitad de su totalidad, el primero en aparecer en el escenario fue Dharius. Acompañado de su DJ y, Tiro Loco como su secondman, abrió la noche con “El Judas del Rap” para seguir con un corte de sus inicios como solista: “Perro Loco”.

El público coreaba cada una de las palabras que el nacido en Monterrey escupía sobre la base de “Lírica Onírica” y, justo cuando parecía que la noche no podía ponerse mejor, el ex-Cartel de Santa dedicó “para todas las morritas” su “Serenata Rap” a lo que los gritos por parte de todas las mujeres en el lugar no se hizo esperar.

En el transcurso de la noche se escucharon temas como “Me Voy a Poner Bien Loco” (tema del que recientemente estrenó vídeo oficial), “Estilo Malandro”, “La Raja” y “After Porky”. Cuando con “Qué Buen Fiestón”, Dharius anunció que se iba y agradecía a todos por su amor, el clásico grito de “¡Otra! ¡Otra! ¡Otra!” hizo regresar al rapero con: “La Durango”.

La concurrencia del lugar seguía siendo menor a la esperada y mientras unos aprovechaban el intermedio para fumar o comer un snack, otros iban llegando al evento. Tras unos quince minutos, las luces se apagaron. Al lado de su bajista y de su baterista de confianza, subió un Pato Machete con sonrisa de oreja a oreja.

Se escuchó un “¿Cómo están, mi gente?”. “Todos mis amigos” empezó a sonar por los altavoces para hacer saltar a cada alma que se encontraba en el recinto de Zacatecas # 39.

Es increíble el cariño que la gente le tiene a este hombre; junto a su mítico Control Machete logró tanto por la escena del rap en México por allá de los noventa. Tracks como “Soy” y “Rancho” de sus discos como solista 33, y Contrabanda sonaron durante el show.

Escuchar “Andamos Armados”, “Bien, Bien” e “Ileso” de su trabajo con el Control fue la parte más álgida del momento. Así, el también ex integrante de Resorte entonó himnos como “Así Son Mis Días” y “Sí, Señor” con el que nos dio el statement que gobierna el fraseo mexicano “Dime qué se siente el sudor en la frente”. Esto fue el preámbulo de una “Cumbia Sobre el Río” que puso a bailar por igual a cada hombre y mujer en el Foro Indie Rocks!

Para cerrar con una presentación espectacular, Dharius, junto con Tiro Loco, subió de nuevo al escenario y nos despidió al lado de Pato con una eufórica y perfecta interpretación de Comprendes Mendes.

Nada que agregar a un show redondo que reafirmó el porqué Pato Machete y Dharius son indiscutibles referentes del Rap Mexicano.

Revisa el cartel completo, fechas y venues de este gran proyecto musical en el siguiente enlace: Circuito Indio.

#CircuitoIndio: Los Impacientes y Madame Recamier en el Foro Indie Rocks! [GALERÍA]

La primera noche de la tercera semana del Ciclo 1 de Circuito Indio presentó a Los Impacientes, banda originaria de Cuautitlán y a la talentosa Madame Recamier.


Los originarios del Estado de México fueron los encargados de abrir ante un público que se mantuvo ligeramente tranquilo, pero coreando las canciones cuando se requería, algo que suele pasar gracias al ambiente íntimo que se crea en el Foro Indie Rocks!

Por su parte, Madame Recamier hizo lo propio ante un público más reducido —los horarios complicados son un gran enemigo de la escena—; sin embargo, esa situación hizo que su presentación fuera mucho más suelta, abierta, íntima y divertida, pues ella misma dijo en algún momento: "Qué rico estar así con ustedes, estamos todos los que deben estar".

Así las cosas con el Ciclo Uno del Circuito Indio :

Consulta la agenda completa de conciertos en el siguiente enlace: Circuito Indio.

 

 

Noche de acústicos en el MIDE

El pasado viernes se unieron fuerzas entre TimeOut México, el MIDE (Museo Interactivo de Economía) e Indie Rocks! con el fin de crear una noche especial, bajo el marco del Mes de los Museos de la CDMX.

El hermoso espacio para la velada era el gran claustro del museo, ubicado en la calle de Tacubaya, con un escenario céntrico montado sobre su fuente. El lugar estaba cerrado por una enorme velaría automática –la cual nos protegió de la lluvia de la tarde–, la cálida ambientación se hacía ver en luces moradas y en la recepción, el museo ofreció fruta y aguas de sabor, claro, no faltó el delicioso mezcal, que nuestros amigos de Bruxo otorgaron a los presentes.

Dio inicio Vidauri, con algunas fallas de sonido que se lograron corregir, interpretando sus éxitos en solitario como “San Quintín”, “Galápagos”, “Diablo” y más canciones de su ex banda, Comisario Pantera. Un set de 25 minutos que tuvo a todas sus fans gritando por él. Al bajar, nadie lo soltó pues todos querían un autógrafo, la foto o un “salud” en su honor.

Posterior a él, los seis integrantes de Los Tempestades subieron al escenario, presentándose con el público y afirmando que era la primera vez que hacían un acústico en su vida. Nada mal para ser la primera vez, la sesión de los chicos contaba con unas percusiones, melódica, guitarras y bajo con buenos arreglos para ocasión.

Daniel Dennis apareció en el escenario, para esa hora tal vez muchos ya no estaban atentos pues entre el mezcal y los amigos la gente se disipaba en el lugar. Sin embargo la fuerza y presencia del chico, proveniente de Tijuana, atrapó a todos para disfrutar de su set. Varios admiraron el talento de Daniel, que actualmente continúa promocionando su disco Corre el tiempo.

Finalmente, en un ambiente de camaradería, llegó Cesar Saez con su banda y varios amigos a presentarse en el museo. Aprovechando su visita a la Ciudad de México, pudimos conocer la calidad musical de este personaje de Los Ángeles, quien con su bolero indie, dejó a varios en mood enamoradizo. Excelente forma de cerrar la velada en un espacio tan bello como el MIDE.

¡Gracias a todas las bandas, proyectos involucrados y asistentes de la noche!

 

 

Leiva en el Lunario del Auditorio Nacional

Leiva es un monstruo del escenario.

Pasaron dieciséis años, ocho álbumes de estudio e incontables canciones para que José Miguel Conejo Torres (Madrid, 1980), mejor conocido como Leiva, diera su primer concierto en territorio mexicano. El ex integrante de la banda española Pereza lucía como cualquier cosa, excepto como un debutante. Las entradas para el concierto de anoche en el Lunario del Auditorio Nacional estaban completamente vendidas hace más de una semana. La única preocupación del cantautor español y la de su banda era cautivar a un público ansioso por escuchar esas canciones que han marcado a tantos en el continente europeo.

Pasadas las nueve de la noche se apagaron las luces y los gritos no se hicieron esperar. La full band de Leiva tomó sus puestos y él salió detrás de ellos. Bléiser negro, camisa garigoleada, sombrero blanco y la inconfundible Telecaster con sticker de The Velvet Underground conectada al Marshall Plexi. “El Último Incendio” es la canción con la que la Leiva band arrancó su presentación; en el Lunario se vivió el primer incendio de Conejo Torres en México. Un músico consagrado en diferentes latitudes confirmó sus mayores sospechas: tenía que haber venido a este país desde mucho tiempo antes.

“La Lluvia En los Zapatos”, “Animales”, “Breaking Bad”, “Guerra Mundial”, “Mi Mejor Versión”, “Eme”, “Miedo”, “Ciencia Ficción”, temas de sus tres álbumes de estudio se fueron sucediendo uno a otro. La maquinaria perfectamente aceitada de Leiva dio un despliegue de ejecución musical. Sorprende un poco escuchar al madrileño cuando dice que el virtuosismo es lo menos importante a la hora de escribir canciones, pues no cabe más talento en las yemas de sus dedos (ni en las de los de los integrantes de su banda). Sin embargo, lo que cautivó al público mexicano —que cantó toda la noche con los ojos cerrados— fueron las letras del cantautor español.

Pedazos de poesía que se sostienen por sí mismos, sin necesidad de acordes. Leiva escribe desde hace más de quince años cuando formó Pereza junto a Rubén Pozo. Composiciones que los llevaron a tocar junto a los Rolling Stones en el Estadio Santiago Bernabéu y que pusieron a Leiva en el máximo circuito de la música en castellano. Ha colaborado con artistas de la talla de Joaquín Sabina, Andrés Calamaro, David Summers y Mikel Erentxun, entre otros.

Pasada la hora y media de concierto, la banda abandonó el escenario y, Leiva se colgó la guitarra acústica para interpretar “Vis a Vis” y “Monstruos”, mientras, el público coreaba más fuerte de lo que podía sonar el español a través de las bocinas. “¡Olé, olé, olé, olé, Leiva, Leiva!” sonaba cada vez más fuerte. La  banda regresó al escenario para interpretar un par de canciones más; entre ellas, “Lady Madrid” de Pereza. Leiva dedicó una canción a la cantante mexicana Ximena Sariñana, que se encontraba en el inmueble, con la cual, señaló, ha escrito un par de canciones.

La visita de Leiva a México se dio en el marco de la promoción de su más reciente álbum, Monstruos, del cual se desprende su más reciente sencillo: “Breaking Bad”.

Camilo Séptimo en el Teatro Metropólitan

Se anuncia una fecha de Camilo Séptimo en el Teatro Metropólitan para noviembre.

Este 2017, Camilo Séptimo ha estado por todos lados, llenando recintos, dando entrevistas y trabajando duro para apuntarse como una de las bandas más destacadas, emergentes, del año en México.

Después del pasado 13 de mayo, día que presentaron su nuevo disco con lleno total en El Plaza Condesa, hoy anuncian un concierto en el majestuoso y bello Teatro Metropólitan. Todo esto siguiendo la promoción del nuevo material de larga duración estrenado hace algunas semanas, Óleos.

La banda declara que a petición de todos los fans que se quedaron sin boleto para El Plaza Condesa, presentarán un nuevo show en el Metropólitan el próximo jueves 30 de noviembre de 2017.

Los boletos estarán disponibles en preventa el próximo 30 y 31 de mayo a través de Ticketmaster.

Recuerda que Óleos está disponible en todas las plataformas digitales.

¡Nueva fecha!

29 de noviembre. Preventa 4 y 5 de septiembre.

Die Antwoord en el Pepsi Center WTC

Energía por doquier con Die Antwoord.

La locura azotaba las inmediaciones del Pepsi Center WTC desde muy temprano. Era la emoción por tener nuevamente una presentación de Die Antwoord en nuestra ciudad; también influía la súbita tormenta y granizada que caía estrepitosamente. Y, aunque la gente buscaba rápidamente refugio para evitar mojarse, no tenía ni idea de que saldría empapada en sudor al terminar este concierto.

BrunOG enciende los ánimos con sus beats urbanos. Inunda con trap, hip hop y rap cada centímetro del Pepsi Center. A pesar del retraso al iniciar su presentación, se gana a un público que parecía no conocerle.

“PLAY”, una palabra con diferentes significados según el contexto en el que sea usada, se proyecta a lo largo de un conjunto de pantallas montadas de manera escalonada; mientras, acordes oscuros y luces de colores fríos cubren el escenario. De pronto, el cántico de los monjes se hace audible; rostros deformes se muestran y causan escalofrío entre los espectadores.

Dj Hi-Tek, en una faceta diferente en la que se autonombra GOD aparece desde abajo de su consola. Suelta la pista telonera “We Have Candy” para que Ninja y Yo-Landi hagan su aclamada entrada y comienzan a escupirle rimas al micrófono.

Las pantallas se transforman en una pirámide, en la base se lee “ZEF”. A través de ellas aparecen visuales hipnóticos.

El descontrol inicia, “Fatty Boom Boom” rompe la primera capa de nuestro cráneo con el fin de enloquecernos. Bailamos sin pudor, nos arrojamos hacia adelante para mantenernos lo más cerca a los sudafricanos. La temperatura sube. El espacio entre los cuerpos es mínimo; pero, ¿qué importa? “Girl I Want 2 Eat U” transforma la pista en un perreo gigante.

Un intermedio de beats dan oportunidad de que Yo-Landi y Ninja cambien de vestuario. Aparecen, ahora, con trajes encapuchados de color amarillo, con una cápsula bordada en la espalda; tocan “Love Drug” por primera vez en la CDMX. Mientras, un par de bailarinas contonean sus cuerpos con mucha energía y sensualidad.

La gente está enloquecida. No hay un alma que no esté gritando, se ven, incluso, niños pequeños emocionados (asustados) por lo que sus sentidos están presenciando. “Banana Brain”, “Ugly Boy”, una versión corta de “Dazed and Confused” y “Cookie Thumper!” continúan con el concierto. Tras varios cambios en el vestuario entre canción y canción, vemos volar sobre nosotros a Ninja en varias ocasiones, sumen la sensualidad que derrocha Yo-Landi con sus diminutos atuendos.

Lo mejor esta por venir. Luego de acortar “Fat Faded Fuck Face”, GOD tumba el recinto con “Baby’s On Fire”. El público reacciona sin mesura, intenta rapear cual sudafricano, lleva la garganta a tope cuando intenta cantar el coro.

Sin un momento de pausa, “I Fink U Freeky” hace temblar la pista, seguida de “Happy Go Sucky Fucky”, momento ideal para soltar todo el estrés y gritarle al mundo: FUCK YOUR RULES.

Finalmente, el último tema previo al encore suena, “Never Le Nkemise” termina por llenar nuestras playeras de sudor y cada miembro de Die Antwoord, incluso las bailarinas, se toman un minuto para escuchar a su público que ovaciona esta gran presentación.

Aprovechando el receso para recuperar un poco de oxígeno, la gente pide otra canción más. Die Antwoord cierra su presentación de manera bastante emotiva. Yo-Landi y Ninja, tomados de la mano y abrazándose cantan “I Don’t Care”. Finalizan el concierto con “Enter The Ninja”, a la par, coloridos papeles caen sobre nosotros, por lo que una amplia sonrisa se dibuja en nuestro rostro. En pantalla aparece “GAME OVER”, palabra antagonista de esta noche. Esperábamos un show más duradero.

Tuvimos lo que tanto demandábamos: un show en solitario de Die Antwoord. Personalmente, me atrevo a asegurar que éste ha sido el mejor acto que han dado en la CDMX, pues, con poco más de cinco años encima desde la primera vez que los vimos en el Corona Capital 2012, la energía y explosividad no ha decaído ni un poco. El material visual ha aumentado notablemente en calidad y cantidad y, el hecho de sumar a miles de fanáticos cantando a una sola voz crea una experiencia de euforia colectiva.