Ciudad: CDMX

Def Leppard en la Arena Ciudad de México

Pour some rock on me, una noche con Def Leppard. 

El aire frío y violento golpeaba el rostro de todos al norte de la Ciudad de México y la noche rugía en un día donde, como dice mi querido amigo Gerardo Mandujano. “Nunca, ni en nuestros sueños más mariguanos de los años 80, llegamos a imaginar que en la misma noche, en la CDMX, y en distintos conciertos, estarían tocando Def Leppard, U2 y Pet Shop Boys”.

Después de las semanas tan difíciles que se han vivido, la ciudad vibraba y latía con fuerza para hospedar las notas y acordes que grandes bandas querían ofrecer como tributo a los dioses aztecas en ofrenda de paz; y aunque todas ellas auguraban un gran show, esta noche decidí que mi cita sería con Def Leppard (El concierto que ofrecieron hace tres años en El Palacio de los Deportes ha sido uno de los mejores conciertos de mi vida y las expectativas eran grandes, no les puedo mentir).

La Arena Ciudad de México abrió sus puertas majestuosa e imponente, y al entrar la sorpresa fue que había muy poca gente a mí alrededor, y la verdad recé esperando que la banda tuviera la concurrencia digna a su talento. En los altavoces AC/DC era el protagonista, y al terminar las luces explotaron frente a nosotros para abrir una noche mágica. Joe Elliott, Rick Allen, Phil Collen, Vivian Campbell y Rick Savage salieron al escenario mientras que la gente gritaba, saltaba y “Let’s Go” inundaba el alma de todos los asistentes.

Con una Arena más llena, lo cual me dio mucho gusto, el concierto empezó. La edad, nacionalidad y altura no importaban y todos disfrutaban por igual el estar ahí.

Todo pasaba rápidamente frente a nuestros ojos, Joe Elliott saludó al público en español y por un momento no existió nada más. “Animal” sonó y la multitud celebró. La proyección de las pantallas llenas de luz y color fue el complemento perfecto, y por un momento me sentí nuevamente en Times Square rodeada de espectaculares brillantes. “Let It Go”, “Dangerous” y “Foolin’" continuaron en un vaivén de sonidos, riffs, electricidad; y aunque yo nací hasta los 90, me transportaron a ese pasado que tanto desearía haber vivido.

La noche continuó su paso y “Love Bites” cantó eufóricamente por todos los que han sufrido por amor. “Armageddon It” nos regaló ese sonido característico ochentero de la banda británica mientras que Joe se acercaba por un pasillo central hacia la gente y “Rock On” porque los buenos tributos tienen vida en manos de gente virtuosa que sabe tocar instrumentos como dioses.

“Man Enough” con su bajeo bestial, pegajoso, penetrante, hizo que los cuerpos se contonearan al ritmo de la canción del Def Leppard de 2015, y “Rocket” alzó las manos de todos mientras recitábamos: “Rocket, yeah, satellite of love. Rocket baby, c'mon, I'll be your satellite of love”.

México estaba a los pies de la banda y ellos de nosotros. Joe Elliott, aclarando que su español no era muy bueno, dijo unas palabras de aliento, apoyo y amor para nuestro aún corazón devastado por el sismo del 19 de septiembre y todos aplaudieron. La frase “Fuerza México” se convirtió nuevamente en un estandarte para nosotros, para el mundo, y todos corearon “México” con orgullo.

El momento más esperado para muchos llegó y los clásicos se hicieron presentes para enseñarnos por qué Def Leppard es la banda que es hoy. Los acordes de la guitarra sonaron y “Bringin’ On The Heartbreak” abrazó el dolor de todos. “Switch 625” y su historia nos hizo recordar que la vida es corta y Steve Clark, antiguo guitarrista de la banda que murió de sobredosis a los 30 años, nos enseñó una lección más.

“Hysteria” estalló y las voces se convirtieron en un solo eco mientras que todos entregaban su alma y Def Leppard volvió a dejar huella en la histeria de una ciudad ruidosa, llena de gente y de vida. “Do you wanna get rocked?” fueron las palabras mágicas para que “Let’s Get Rocked” hiciera enloquecer al público. La gente brincaba, las cabelleras volaban, y todos, hasta los protagonistas del encuentro, disfrutaban como si fuera el último día.

Los acordes de la guitarra produjeron un sonido y “Pour Some Sugar On Me” se hizo presente. Un relámpago cayó, todo cambió y la electricidad de las guitarras, bajo y batería penetró en nuestros oídos.

Para finalizar una noche llena de magia, “Rock of Ages” sonó perfecta, exacta, y nos hizo entender por qué amábamos y necesitábamos el rock en nuestras vidas. Una canción épica y gloriosa, de una gran banda, mientras que “Photograph” cerró con broche de oro un recuerdo tan memorable como el anterior.

Como decía mi amigo Gerardo, jamás pensamos tener tantos conciertos tan chingones en México, y es por eso que hoy a través de esta reseña agradezco a mi país por darme tanto, por alimentar mi pasión más grande (la música) y abrir sus puertas a grandes bandas nacionales e internacionales. Gracias por levantarte, brillar, y darme el orgullo de ser mexicana.

Gracias a todos los que levantaron escombros, donaron, abrieron sus casas a quién lo necesitaba, dieron comida o simplemente regalaron una sonrisa y un abrazo.

Gracias México.

Cigarettes After Sex anuncia su primer show en CDMX

La banda de ambient pop incluyó a México en la gira promocional de su álbum debut homónimo.

Cigarettes After Sex nació en 2008 en El Paso, Texas, pero no fue hasta el 9 de junio de 2017 cuando salió a la luz su primer placa discográfica. La agrupación debuto con un EP titulado I., que contenía "Affection" y "K.". Con su single "Nothing's Gonna Hurt You Baby" en 2012, la banda empezó a promocionar su música en distintas plataformas, dicho tema también fue incluido en el soundtrack del drama televisivo The Handmaid's Tale. Y aunque han tenido diferentes miembros en la banda, el frontman Greg Gonzalez ha mantenido siempre la esencia del proyecto.

El sonido de Cigarettes After Sex ha sido comparado con proyectos como Beach House y el mismo líder de la banda, ha comentado en entrevistas la influencia de Miles Davis en su estructura musical. Otros medios los han considerado como creadores de "rock suave y pop melancólico".

Con este currículo, Cigarettes After Sex ofrecerán un concierto en el Frontón México, un lugar que fue recientemente remodelado, y que será su examen para saber si tendremos un nuevo venue favorito en la ciudad.

Los boletos ya están disponibles a través de FronTicket.

 

Ride en El Plaza Condesa

Un concierto que todos necesitábamos: Ride en El Plaza Condesa.

Después de la incertidumbre sobre si seguía en pie la visita de los de Oxford, los rumores de la caída de El Plaza Condesa y toda la tragedia que aún nos rodea, por fin se hizo este tan esperado y polémico concierto. Debido al miedo de algunos o la difícil situación actual de otros, se esperaba poca asistencia, pero sin duda nadie se quería perder este show, ya que era la primera visita de los británicos, que hicieron un triunfal regreso con Weather Diaries, su primer álbum en 21 años.

Con el lugar casi vacío, el lugar estaba bañado de tenue luz azul, el ambiente desértico e incómodo no pintaba nada bien para lo que se venía esta noche. Alrededor de unas cien personas se repartieron en la pista para escuchar a Vaya Futuro, que se se presentó y comentó sobre la valentía del público. Iniciaron de forma tranquila pero fueron creciendo poco a poco con temas como "Aunares" y "El hombre sin cabeza y la danza de los resignados". Las paredes parecían sólidas y la gente se dio un respiro, en verdad fue una buena preparación para recibir a Andy Bell y compañía.

Alrededor de las diez Ride saltó al escenario, liderados por Mark Gardener, quien salió con una taza de café, como si hubiera llegado a una oficina. Andy Bell salió con su bien conocida Gibson Trini Lopez y el reservado bajista Steve Queralt con su Musicman Stingray negra. Iniciaron con "Lannoy Point", tema que abre su más reciente álbum. Para sorpresa del cuarteto, una gran parte del publico, que ya lograba la media capacidad, cantó cada línea de la canción. Lo mismo sucedió con "Charm Assault" que fue recibida con fuertes gritos y movimientos de cabeza.

Siguió "Seagull", uno de los clásicos de su álbum debut de Ride, este conocido por todos causó gran exaltación desde que se pudo escuchar las primeras líneas del bajo. Para este tema el vocalista dejó su Gibson por una Pillar Box Red Rickenbacker de 12 cuerdas, este cambio se hizo varias veces cuando no tocaban canciones de su nuevo disco. Las guitarras son muy importantes para el sonido de esta agrupación por su sonido distorsionado, sus influencias, así como por la fama de Gardener y Andy Bell con estos instrumentos, este último para muchos fue el mejor guitarrista de Oasis y uno de los más sobresalientes a principios del nuevo milenio.

Pronto pudimos escuchar "Weather Diaries", tema que le da nombre a su última publicación. Este fue cantado en su mayoría por Andy, siendo solo acompañado en los coros. Este fue, por así decirlo, un descanso para todos, debido a su ritmo aletargado y estilo que se aleja de los fuertes riffs. Algo que no tendríamos hasta "Cali", que llegó después de "Taste" y "Unfamiliar". Todos los integrantes de Ride tuvieron participación en las vocales, a excepción del bajista, ya que Laurence Colbert se apoderó del micrófono en "All I Want".

Sin duda se habían dado cuenta de que su nuevo disco también había sido un éxito en tierras mexicanas cuando la gente coreaba "Rocket Silver Symphony" y "Lateral Alice". De las 19 canciones que presentaron, siete fueron de Weather Diaries y cada una de ellas fue un éxito. Sin embargo, la gente disfrutó del viejo material como "Twisterella" y "Vapour Trail".

Los músicos cerraron con "Drive Blind", pero ante los fuertes aplausos del público salieron para interpretar tres temas, muchos de ellos fueron pedidos a lo largo de la noche, en especial "Leave Them All Behind". A esta le siguió "Like A Daydream" y finalizaron una espectacular noche con "Chelsea Girl".

Con esta presentación, Ride tendrá gran consideración hacia México en el futuro, además de que nos han dado un momento de satisfacción entre tanta desgracia y sin duda le regresaron la vida a El Plaza Condesa.

In Flames en Pabellón Cuervo

La banda sueca In Flames regresa a la CDMX después de cinco años de su último show en México.

El metal le debe a Suecia, entre otras cosas, el desarrollo de su vertiente death melódica. In Flames es uno de los grupos arquitectos del género —junto a bandas como Dark Tranquillity At The Gates—. En este octubre, la banda formada en 1990 vuelve a México para promocionar su doceavo material discográfico: Battles, publicado el año pasado; placa que representa el primer trabajo de estudio de la banda grabado bajo el renombrado sello Nuclear Blast (que tiene en sus filas a monstruos como Slayer, Brujeria, Children of Bodom, Carcass —otra leyenda del death melódico—, Nile y Opeth).

El Pabellón Cuervo será el escenario de esta presentación que forma parte de una gira por Latinoamérica que incluye fechas en Guadalajara, Monterrey, Argentina, Brasil, Chile y Perú.

Así, Anders Fridén, Niclas Engelin, Björn Gelotte Joe Rickard traerán de nuevo su potencia y técnica a un país que ama el metal. Los boletos para el concierto de estas figuras suecas nominadas tres veces al Grammy tienen un precio de $600.oo MXN (más recargos) y los puedes adquirir en la taquilla del recinto o en el sistema Ticketmaster.

Te dejamos el  tema "The Hive" de su álbum Whoracle.

 

 

Siddhartha en el Auditorio BlackBerry

Únicos, la última placa discográfica de Siddhartha.

Después de lanzar su cuarta placa discográfica Únicos en septiembre del año pasado, el músico Siddhartha ofrecerá su último show de 2017 en el Auditorio BlackBerry. Jorge Siddhartha ya es un solista consolidado en México, pues varios de sus temas han sido incluidos en soundtracks de diversas películas, además de haber estado nominado en una ocasión a un Latin Grammy.

El cantante ya ha promocionado el material en grandes escenarios este año, como Rockfest en Toluca y Festival Machaca en Monterrey, pero aún le faltan citas importantes como Festival Catrina en Puebla y su presentación en solitario en el Auditorio BlackBerry, ambas fechas en diciembre.

Siddhartha ya no es conocido como el ex baterista de Zoé, pues desde su segundo álbum de larga duración Náufragos, supo colocarse en las listas de popularidad, convirtiéndose en un acto sobresaliente en festivales. Además el artista ha logrado crear una sólida legión de fans, llenando venues y presentando su música en España y Estados Unidos.

Los boletos ya están disponibles a través del sistema Ticketmaster.

Precios:

Palcos $1300  //  Plateas $650  //  Gradas $520  //  Pista de Pie $400

Mira a continuación el video "Ser Parte" y prepárate para el increíble show de Siddhartha en el Auditorio BlackBerry:

 

Paté de Fuá en el Teatro Metropólitan

El tren de la música muda: Paté de Fuá. 

Enterrarse con la ilusión de encontrar a esa hermosa mujer sueña, sí, desde el cajón que va una nueva familia a forjar y en alguna otra dimensión un pequeño fantasma cría. "El Fantasma enamorado", Paté de Fuá.

Una noche de inspiración, de suspirar por plegarias de paz y fe, de tranquilidad; de brindar por lo más valioso de un respirar: El amor. ¿Pero qué sería del amor sin poesía que lo embellezca? Una anti utopía. Así bien, la noche de ayer fue tan solo una de tantas muestras de representar el amor, pues la música se vuelve el monopolio más grande del sentimentalismo y Paté de Fuá sabe selectamente cómo adornar los placeres del querer.

El recinto con el interior barroco más divino de la Ciudad de México, el Teatro Metropólitan fue la catedral que abrazó a cientos de espectadores ansiosos por lograr un desconecte radical de lo ocurrido en un nuestra hermosa ciudad. Una velada de recuerdos, de flashbacks y coreo infinito. Paté de Fuá estaba para ellos, para nosotros, para el amor y la noche.

Temerosos por la caída de dicho concierto, el público llegó puntual, más de lo normal, a las entradas del teatro. Los espectadores en una odisea de versátiles edades: niños, adolescentes, adultos. La mezclada música de la banda era la mayor razón de unirnos con alegría.

El evento dio inicio, con una oleada de aplausos y alientos, los presentes recibieron de pie a Yayo y sus colegas. ¡La fiesta estaba por arrancar! Con una sutil bienvenida musical, la mezcla de tango, jazz, tarantelas, funk y tanto ritmo se pueda distinguir, Paté pisó el escenario, dando una dosis de lo que saben perfectamente hacer.

El repertorio fue extenso, tan completo y abarcable. Yayo, Roberto, Guillermo, Demián, “Luri”, Dan y Alexis inspiraron a más de dos mil personas a corear. “El tren de la alegría”, "El fantasma enamorado”, “Paloma cruel” fue de lo esperado.

Un recuento de sus 11 años de trayectoria se vibró en lo profundo del recinto. Un viaje en tren desde Música moderna (2007), pasando por Boquita pintada (2011), El tren de la alegría hasta llegar a la Primera y Segunda parte de Película Muda. La melancolía no falló: “El Supermercado”, “El valsecito de Don Serafín” y “Película muda”.

Sin duda alguna “Celoso y desubicado” y “La colegiala” no debían faltar. "Gracias México, México mío" me hacía imaginar cuando terminaba una melodía. Pues sin importar la recaída que cargamos desde hace más de una semana, los presentes, grandes seguidores mexicanos, dejaron en alto el aprecio, cariño y admiración que tienen por esta banda trinacional.

El acorde de “Muñeca” había sido lo anhelado por la noche, entre tantos temas más. Luri logró acaparar la atención con su espectacular estilo de hacer reventar su contrabajo acompañándolo con la inigualable ricura de Peralta y su trompetear. La amabilidad de Yayo y la energía de Demián se respiraron desde el primer instante.

Una noche más donde Paté de Fuá ofreció, enamoradamente, un concierto inesperado, apreciable, esperado y sensacional. ¡Gracias Paté! Necesitábamos respirar de nuevo.

Estamos Unidos Mexicanos en el Zócalo de la Ciudad de México

No bajemos la guardia, sigamos apoyando a nuestros hermanos afectados por los recientes sismos ¡Estamos Unidos Mexicanos!.

El próximo 8 de octubre, el Zócalo de la Ciudad de México reunirá a distintos artistas nacionales e internacionales en un emotivo concierto denominado: Estamos Unidos Mexicanos, en el que se busca inspirar a México a seguir ayudando en momentos difíciles como este.

A lo largo de 6 horas podrás disfrutar de distintas propuestas de rock, pop y hasta regional mexicano con la participación de artistas de la talla de Carla Morrison, Julieta Venegas, Mon Laferte, Residente, Ximena Sariñana, entre otros. Además, Estamos Unidos Mexicanos será transmitido completamente en vivo a través de una cadena televisiva.

Recordamos que juntos siempre nos levantamos.

A continuación te compartimos una lista de plataformas de recaudación y fundaciones a las que te puedes sumar:

Ambulante

Brigada de Rescate Topos Tlatelolco

Cadena México

Cruz Roja Mexicana

Fundación Alfredo Harp Helú

Fundación Carlos Slim

Hábitat para la Humanidad México

Love Army México

Save the Children México

The Global Giving Foundation

Unicef México

Maneras de ayudar hay muchas. Elige la que tú quieras. La que salga de tu corazón.

Sigue sus redes sociales y no olvides usar el hashtag #EstamosUnidosMexicanos: 

Facebook // Twitter // Instagram

*** ACTUALIZACIÓN:

Café Tacvba y Molotov publicaron un comunicado en Facebook en el que cancelan su participación en este Festival:

 

Millencolin en Bajo Circuito

La Ciudad de México estalló con Millencolin.

Como parte de su gira por Latinoamérica, la banda sueca de punk Millencolin hizo una parada en la Ciudad de México el sábado 30 de septiembre para deleitar a la audiencia con canciones de siete de sus ocho álbumes.

Las luces se apagaron y los cuatro integrantes aparecieron en el escenario del abarrotado Bajo Circuito, un recinto adaptado en el bajo puente de Circuito Interior en la colonia Condesa. “No Cigar” fue la canción que abrió la noche y prendió el lugar que estaba a su máxima capacidad.

“Sabemos que están pasando por un mal momento, gracias a todos por venir a divertirse. Esperamos que sus familias estén bien”, comentaron con respecto a los sismos que han sucedido recientemente, haciendo notar su solidaridad hacia los fans mexicanos.

“Sense & Sensibility”, de su más reciente álbum True Brew, fue la siguiente en la lista y la energía emanada por los seguidores de la banda se mantuvo a la máxima potencia a lo largo de la velada. “Penguins & Polarbears” y “Bring Me Home” fueron de las más coreadas en la primera mitad del show.

La interacción con los asistentes fue constante, pues a lo largo de la noche, los integrantes de la banda se acercaban a la valla para regalar plumillas, chocar las manos con los fans que cantaban más fuerte, y en momentos poner la guitarra frente a ellos, permitiéndoles tocarla.

Para bajar un poco la intensidad, casi a la mitad del set llegó el momento de una canción acústica, y “The Ballad” fue la elección. Luego de esta, el espectáculo continuó con siete canciones más. Después, tomaron un breve descanso.

Inmediatamente con el grito de “one more song!”, los asistentes pidieron el regreso del cuarteto al entablado. Nikola Sarcevic, Mathias Färm, Erik Ohlsson y Fredrik Larzon regresaron para despedirse con un encore de cinco canciones, cerrando la noche con “Black Eye”.

Todos los integrantes de la audiencia cantaron cada una de las canciones en el repertorio a pulmón lleno, y la banda en repetidas ocasiones –y en español–, agradecía por la presencia de los fans, y les recordaban lo mucho que les gusta visitar el país, al cual mencionaron amar.

El concierto sufrió varios cambios de ubicación, pues originalmente estaba programado para llevarse a cabo en SALA Corona, posteriormente lo cambiaron al Teatro Ramiro Jiménez, y finalmente se celebró en en el Multiforo Urbano Bajo Circuito. En este recinto, Millencolin satisfizo los deseos de sus admiradores con 22 canciones en total.

Las bandas Walk The Plank de Washington, Estados Unidos y Elli Noise de México, fueron las encargadas de preparar a los asistentes para la aparición de Millencolin en la capital del país.

Friendstival 2017 en Foro Niza 40

De cómo el público se adueña del Friendstival 2K17.

El sábado 30 de septiembre, se realizó la tercera edición del Friendstival, festival emergente que reúne talentos musicales sin importar el género.

Este año, nos encontramos con un festival en medio de una emergencia que rondaba aún en la cabeza y vida de todos, por ello, la cantidad de asistentes fue menor a la esperada en un primer momento.

El día comenzó con poco público que se acercaba al Foro Niza 40, por lo cual las actividades se retrasaron una hora más de lo planeado, ello esperando que más personas llegaran al foro y los músicos tuviesen oportunidad de presentar sus proyectos ante más asistentes.

Islas fue la primera banda en presentarse en el escenario. Con una propuesta común, demostraban que el talento emergente necesita práctica antes de asumir un lugar dentro de un festival. Un sonido prefabricado que muchos reconocemos dentro de nuestra música diaria, configuró al público sin asombro. El venue no rebasaba los 50 asistentes y los fotógrafos lograron colocarse en un buen lugar para la toma de fotografías, la organización falló, pues, no les otorgó un espacio para realizar su trabajo, cosa que más adelante generó conflictos.

La tarde continuaba y llegó al escenario Sadfields, agrupación que se muestra consolidada con su propuesta musical, seria y sin pretensiones que se conjuga a la perfección con su público. Sonidos sobrios y sin muchos arreglos que promueve una mayor comprensión de su concepto como banda. Tal vez, por ello, los asistentes hubiesen preferido escucharlos más tiempo y en un horario diferente, pues, fueron el primer gran acto de la tarde.

Con un show que superar, fue momento de Fishlights para subir al escenario. El público ya era mayor pero la banda se quedó corta con su momento. Un sonido musical repetitivo que tiene mucho que arreglar, pues el venderse como una agrupación con potencia debe ser recalcado en el escenario. Sin muchos esfuerzos conceptuales y copiando la fórmula que el post punk tiene desde hace años, este acto queda como mediocre, el más flojo de todo el festival.

A diferencia del acto anterior, Entre Desiertos dio muestra de cómo la música sin pretensión crea su propia atmósfera y, aunque no los conozcas, disfrutas sus canciones y te las apropias, lo cual es una de las máximas del arte contemporáneo. Después de un sin sabor musical, da gusto escuchar proyectos comprometidos con su sonidos.

Mucho se puede decir de Big Big Love, sin embargo, su explotación en la escena crea dentro del público agotamiento, ya que no presentan nada nuevo. El momento más relevante fue escuchar a su frontman dar un discurso vacío sobre la ayuda después del sismo. ¿De qué sirve consolidarse dentro de una escena si el sonido no progresa y se convierte en una sátira de sí mismo? Esa pregunta queda después de un show que no aporta nada al crecimiento de una banda a la cual ya se le exige algo nuevo y no solo caras chistosas al tocar y cantar.

Policías y Ladrones es ese grupo de músicos de los que no esperas nada pero te ofrecen un show tan limpio que te impresiona. Sin grandes letras o experimentación musical, se puede pensar que son una banda sencilla pero ahí está su mayor aportación, crean un género propio y ello modifica todo su discurso musical. Están cerca de dar el salto a una banda que marque pauta dentro de la escena nacional y lo hacen sin ruido y grandilocuencias. El punto flojo, su cover a “Heroes” de David Bowie, un gesto a la ayuda humanitaria pero una traducción e interpretación mala.

Tijuana Panthers es una mezcla agresiva de géneros musicales de los cuales es imposible resistirse para bailar, ese es su gran talento, con una sola canción trajeron el baile a Niza 40. Con un set que duró 20 minutos más de lo previsto, sorprendieron a quienes los conocían y a quienes esperaban el acto principal. Sin gran producción y concentrados en su sonido, conquistaron el foro y se espera su regreso en poco tiempo.

Eran las 21:10 H cuando el acto anterior terminó pero no fue sino hasta las 22:40 H que el acto principal subió al escenario. Una serie de problemas de logística y de sonido no detuvo las intenciones de los daneses de conquistar la Ciudad de México, tras su paso por Guadalajara y Monterrey.

Sleep Party People la banda que le dio el sentido a un festival sin pies ni cabeza, por ello, su retraso fue un guiño para recalcar que la música puede con todo, incluso con una producción con complejidades. Su sonido crea una atmósfera diferente, pues, combinan sonidos con el pensamiento de generar una idea potente que le dé sentido a su música. Así, un repaso por toda su discografía, puso las emociones en un termómetro que te llevaban desde las lágrimas hasta el baile intenso. Brian Batz y compañía destrozaron sus instrumentos pero reconstruyeron a una audiencia que estaba cansada después de un largo día.

Hora y media de show que fue un parpadeo, así cerró el festival. Una descarga de sentimientos que dejó al público sin fuerza para continuar, tal vez por ello, nadie se preguntó por Blackbird Blackbird pero no era necesario la música triunfó como siempre, más allá de los problemas y de una organización que se quedó corta para atender a su audiencia, demostrando que el dinero importa más que la música y su público.

Festival Off Limits en el Salón Sociales Romo

El pandemonio festivo de un renacimiento.

En el corazón de Santa María La Rivera se encuentra el Museo del Chopo; lugar sumamente significativo puesto que hace varias décadas, en ese museo y producto de un experimento sociológico, salieron a la luz con libertad y pleno reconocimiento, todas las culturas urbanas que habían habitado en el área de metropolitana de forma subterránea y dispersa. El pasado 30 de septiembre, a espaldas de ese museo, sucedió un evento que da fe del resurgimiento de las cenizas una escena que se encuentra en pleno renacimiento y el momento para empezar a ponerle atención es ahora.

El Salón Sociales Romo, a diferencia de muchos otros foros en la ciudad, no tiene el reconocimiento que tienen otros espacios como el Palacio de los Deportes o el Circo Volador. Para llegar a él, es necesario subir tres pisos de un viejo edificio en la entrada de la calle Dr. Atl, justo debajo del salón hay un gimnasio, y el lugar en sí no tiene mucha gloria: los techos son bajos, la acústica no es muy buena, no está muy bien ventilado y la iluminación es precaria. Es decir, es el escenario perfecto para un festival de punk de 13 H continuas.

El festival Off Limits, es el esfuerzo titánico de una pequeña promotora independiente de revivir con choques eléctricos a la escena hardcore de la Ciudad de México. No es tarea fácil, ya que desde los ochenta es una cultura que no ha dado los mismos signos de unidad y tamaño de los que gozan otras como el metal. Sin embargo, esa pequeña promotora (junto con el esfuerzo de muchos otros organizadores independientes que han hecho eventos en estos años) está a punto de tener éxito en lo que parecía imposible.

Lo declarado en las líneas previas no es de ninguna forma con una intención peyorativa, incluso los integrantes de bandas importantes como Hellmaistroz y Gula jugaron con eso cuando dijeron: “esta rola que vamos a tocar es nueva, está chingona, y algún día estará en un disco… Por ahí del 2050, pero va a ser un disco bien chingón, así que aguanten”. No es de ninguna forma una crítica y sus presentaciones fueron impecables.

Hellmaistroz prometió tocar un repertorio clásico y cumplieron. Fue sorprendente ver cómo canciones que tienen años relativamente perdidas en todo lo que produce la escena hardcore, provocaron el coro de más de un asistente. Por otro lado, Gula demostró que su sonido aún es vigente, que el elemento melódico es un buen contendiente para regresar con todo su impulso. Ambas bandas se retiraron con aplausos.

Sin embargo, hay que reconocer que quienes realmente cortaron el listón del pandemonio en el festival fueron Providence; banda francesa de hatecore que dio la sorpresa a la gran mayoría. Su sonido fue tan brutal que desentumeció a los asistentes e inauguró un mosh pit que no se detuvo hasta que terminó la última banda. Violento, break downs memorables, hardcore de sonido nuevo, pero con un impacto completamente macizo; es imposible quedarse impávido ante el asalto sonoro de Providence.

Down to Nothing era una de las bandas más esperadas por los asistentes. Su presentación provocó una danza masiva de hardcore en el pequeño foro, era como ver una muy sincronizada sesión de capoeira por un grupo de personas muy enojadas. Todo un éxito de presentación que colocó los parámetros a los que el resto de la tarde aspiraron todas las demás bandas.

Para cuando llegó el turno de Sworn Enemy, el público ya estaba completamente en ambiente. Volaban las patadas, los golpes y la sangre. El salón estaba repleto, el círculo del mosh pit ya iba desde el escenario hasta la consola de audio. Con temas ya clásicos como "As Real As It Gets" mantuvieron el ánimo al máximo nivel hasta el final de su presentación, la cual cerraron con la mejor línea de groove hasta la fecha: "Domination" de Pantera.

A continuación, subió Death by Stereo quienes, con su muy particular y relajada actitud, propia de las bandas de California, nos recordó a todos que a final de cuentas el evento era una fiesta. Y cómo no celebrar el lleno total, el ambiente en éxtasis, las casi nulas fallas técnicas. Death by Stereo mantuvo la energía elevada pero ahora con una sonrisa.

Esa actitud despreocupada y sonriente también la tuvo Candace Kucsulain, vocalista de Walls of Jericho, quienes comenzaron la parte más climática de todo el festival. Candace nos recordaba constantemente: “este es su micrófono, este es su escenario. Vamos a cantar y pasarla bien juntos”, y así fue. Entre canciones nuevas y viejas, Walls of Jericho subió al máximo la intensidad en el aire. Los descalabros abundaban, en el suelo había sangre, cerveza, escupitajos, sudor, lágrimas y basura; sobre esa superficie inmisericorde azotaban constantemente los cuerpos.

El mosh pit se volvió una tierra dividida entre la danza marcial hardcore, y los golpes del metal. Una batalla campal de matar o morir en la que la había que luchar para pertenecer. Nadie tenía su lugar asegurado, y si querían tener una oportunidad, había que combatir con el otro y resistir los impactos. Candace nos agradeció por asistir y dijo: “en un tiempo en el que nos dicen qué hacer, cómo vestir y cómo pensar, tenemos que formar resistencia, nosotros somos la resistencia y hay que levantarle el dedo medio a todo lo que nos quieren imponer”, y así comenzó "The American Dream".

Cuando Judge tomó el escenario, los asistentes straight edge dieron cátedra de resistencia física. Aún seguía la violencia casi respirable de Walls of Jericho en el ambiente, y sin pensarlo dos veces se entregaron con la misma energía y actitud a Judge. El resto buscábamos cualquier forma de rehidratarnos con lo que fuera. La demanda de cualquier bebida estaba rebasando a los encargados del lugar que reaccionaban con sorpresa al nivel de consumo y apenas podían dar abasto.

Se aproximaba el final del evento, pero no sin antes que Good Riddance subiera por primera vez a un escenario mexicano y regalar una presentación festiva de punk clásico. Claros herederos de sonidos como Descendents y OFF!, Good Riddance logró congregar a todos en un momento alegre con himnos de la escena como "One For The Braves" o "Fire Engine Red", con historias de la vida cotidiana, de esas que nos han pasado a todos.

Integrity cambió por completo el humor. Banda de hardcore metalcore de gran densidad. Con sonidos pesados, temáticas oscuras, largos pasajes de escándalo instrumental en capas en algunas canciones. Una lección de depresión, enfermedades mentales y ocultismo. Solo los más vividos de los asistentes parecían entender de qué les hablaban. Un lugar oscuro y frío al que solo se llega con las peores experiencias.

Por último, salió Suicidal Tendencies con una alineación que ahora tiene a Dave Lombardo en la batería. "War inside my head", "Possessed to Skate", "You can’t bring me Down", "Send me your Money", "Trip at the Brain", "Pledge your Allegiance", "Cyco Vision". Mike Muir no guardó casi nada. A pesar de las horas, el cansancio, la sed y el hambre, todos pusieron todo de sí para hacer que Suicidal se sintiera bienvenido. El mosh pit más grande de todo el festival, el grupo que logró integrar a todos los asistentes bajo la misma bandera, la banda que todos iban a ver.

El proceso de conformación de una escena es una bola de nieve; al principio solo son unas cuantas personas con un interés común, después es un circuito independiente por mucho tiempo, y eventualmente alcanza cierto éxito comercial. En el caso del hardcore en la Ciudad de México, su camino ha sido extraño y lleno de giros. Off Limits es la prueba de que una escena que se pensaba muerta está de vuelta y esa fue su fiesta de revelación. El momento de empezar a poner atención al hardcore es ahora, porque quizá luego ya sea demasiado tarde.