Ciudad: CDMX

Semana de las Juventudes 2017 — Día 2

Juventud, divino tesoro.

El tiempo no pasa en vano y las generaciones cambian constantemente. ¿Qué pasa cuando las brechas generacionales convergen en el mismo espacio?

Ayer tuvimos la oportunidad de apreciar ese contraste en el Zócalo de la CDMX, donde la Semana de las Juventudes continuaría con su andar. Decidimos aventurarnos a revivir, cada uno a su manera, viejas experiencias al presenciar los actos en vivo de bandas que llevan largos años de trayectoria musical.

El evento comenzaba desde medio día en La Plaza de Santo Domingo, donde los más jóvenes aprovecharon la oportunidad de tener de cerca a bandas como Edna and The Musicians, Estefi Areas y a Johnny Nasty Boots, mientras que poco más tarde, el escenario principal del Zócalo contara con la presencia de Marcela Viejo, Charlie Rodd y Ely Guerra, uno de los actos tempraneros más coreados, tomando en cuenta la poca convocatoria que a un inicio tuvo el concierto.

Bajo un sol que caía contundentemente sobre los asistentes, nos dimos a la tarea de desplazarnos entre los escenarios, donde el slam y la energía predominaba sobre el escenario Santo Domingo en los actos de Cerberus, Chingadazo de Kung Fu, y Delux, por mencionar algunos, mientras que en el escenario Zócalo se derramaba más miel y nostalgia en las presentaciones de Dorian, Chetes y La Gusana Ciega, punto donde ya se notaba una mayor concurrencia y la gente iba tomando sus lugares para las bandas estelares de esa noche.

Alrededor de las 19 H, el espacio entre persona y persona era cada vez menor, pues División Minúscula ya tocaba en el escenario principal y los fans se esforzaron por verlos lo más cerca posible, homogeneizando a muchos en un flashback a la adolescencia.

Mientras los que venían molidos por el show explosivo de División Minúscula salían en busca de un descanso, las generaciones más viejas se acercaban para disfrutar a una de las bandas mexicanas que más años lleva rocanroleando en el desmadre: El Tri.

Alex Lora y su entrañable equipo salieron al escenario a demostrar lo que saben luego de 49 años de trayectoria musical y más de 50 discos en su haber. Su show, lleno de irreverencia, lenguaje floreado y redundancia, contrastó la atmósfera entre el público, porque mientras muchos recordaban las viejas épocas del baile Trisolero cuando eran chavos de onda, o cantaban y tarareaban canciones que escuchaban sus papás, otros más sufrían la larga espera con tal de ver en un espacio público tan importante al señorón Fatboy Slim.

Luego de una ardua lucha entre la gente que entraba y salía de la Plaza de la Constitución, seguirían las leperadas y obscenidades, pero ahora a nivel audiovisual, pues Fatboy Slim daría cátedra de cómo cerrar un evento en un país tan diverso a nivel cultural como lo es México.

El set ejecutado sobre las tornamesas, aunado a los visuales hipnóticos proyectados en las tres pantallas gigantes, generaron un nivel de euforia colectiva impresionante. No hubo tiempo para pausas, pues las transiciones entre beats y géneros descerebró a propios y extraños, incluso, hizo bailar a niños, jóvenes y adultos mayores que en medio de la multitud disfrutaban el gran ambiente. Personalmente, fue la fiesta en el Zócalo que más he disfrutado.

El ser y sentirse joven va mucho más allá de la edad fisiológica; mientras se mantenga la actitud y exista música que te transporte a recordar esos momentos de júbilo, los vestigios que vaya dejando el tiempo a su paso quedará en segundo término. Sí, ya sueno a chavorruco.

 

Semana de las Juventudes 2017 — Día 1

La noche en que el cielo estuvo más cerca del templo mayor: Caifanes en la Semana de las Juventudes 2017.

Méshico Tenochtitlan, en el ombligo de la luna que se extendió hasta los terrenos más inimaginables, aquella majestuosa ciudad donde se erguía el templo mayor, que nuestros antepasados construían obsesivamente hacia arriba, para estar cada vez más cerca de los dioses. Esa ciudad que descansa bajo nuestros pies aún saca hacia la superficie moderna ciertos caprichos de su existencia: El bullicio de la urbe que no descansa, los pregoneros dominando el aire con su palabra, los danzantes que rinden tributo a nuestros olvidados y auténticas deidades… Simplemente somos el reflejo de lo que fuimos y seremos por toda la eternidad.

¿Qué sería de este maravilloso lugar, símbolo del esplendor y el mestizaje prehispánico sin la música? La fecha marcada en el calendario por todos los rockeros capitalinos –muchos otros de la zona metropolitana y estados aledaños– por fin llegó con el fin de semana de conciertos de la Semana de las Juventudes. Conformado por un gran cartel que reúne las propuestas más frescas e interesantes de la escena, amalgamado con bandas consolidadas nacionales y extranjeras, el Instituto De La Juventud de la CDMX se ha introducido exitosamente en el amplio catálogo de festivales de la urbe.

Siendo el viernes la primer jornada de música, las bandas, como cada año, se volvieron a distribuir en dos escenarios, uno en la plaza de Santo Domingo, y el segundo en El Zócalo.

El ambiente del escenario ubicado en la Plaza Santo Domingo vio desfilar a la primer camada de bandas emergentes del festival, tales como Delta Venus y Emilia. Más tarde, los encargados de seguir el festín fue Sierra León, que con su energía y buena actitud sobre el entarimado lograron que algunos transeúntes voltearan a ver su propuesta y se unieran al concierto. Por su parte, AJ Dávila, Belako y Descartes A Kant fueron los encargados de concluir las actividades de manera exitosa. Las miradas pasarían a voltear más tarde hacia la Plaza de la Constitución, allí se forjó una de las proezas que quedarán marcadas en la historia del rock mexicano.

¿Quién iba a pensar que el destino de dos músicos estaría marcado a unos cuantos pasos del imponente escenario montado este viernes en el Zócalo de la Ciudad de México? Era el lejano 1986, cuando el proyecto que antecedió a Caifanes, Las Insólitas Imágenes de Aurora, decidió tocar con un equipo precario, afuera de la Catedral Metropolitana, junto a los albañiles, plomeros y electricistas que ponían sus letreritos en el piso ofreciendo sus servicios, a lo cual ellos pusieron el suyo con la leyenda “Grupo”. Esos dos chicos aún comunes y corrientes eran Saúl Hernández y Alfonso André, quienes tres décadas después se encontraron junto con Diego Herrera, Sabo Romo y Rodrigo Baills, a unos cuantos pasos de aquel lugar, solo que ahora hicieron vibrar a una plancha del Zócalo repleta, pletórica, donde sus aliados rompieron los paradigmas de la edad y la clase social.

El éxtasis de dos generaciones que crecieron y vivieron con la música de la banda más influyente del rock en México se reunió en un solo espacio, donde la nostalgia y la felicidad fueron detonantes de una noche inolvidable, una noche donde Caifanes hizo el silencio más largo de toda su historia. El ritual de rituales en el templo mayor de la Ciudad de México.

Añorado por sus fans desde el 2011, año del reencuentro, la idea de poder ver a los interpretes de “No dejes que” parecía más un sueño guajiro y descabellado que una realidad palpable. Después del trágico S19 la sociedad cambió evidentemente su manera de ver la vida, y tal parece que esos cambios lograron lo que muchos daban por algo imposible. La agrupación chilanga consolidó su celebración de treinta años de una manera sublime, llena de sorpresas, momentos sumamente emotivos y dedicaciones especiales.

El reloj marcó las 19:30 H como el inicio del concierto, haciendo recordar al mismo tiempo los añejos masivos de los noventa por el tremendo ímpetu de sus asistentes. En las pantallas se visualizó el lúgubre videoclip de “Será por eso” que se complementó con las primeras notas de “Viento”, siendo este el punto de partida dentro de la festividad, provocando alaridos descontrolados, esos que salen cuando sientes que todos los empujones y pisotones valen la pena.

Con los ánimos a tope arriba y abajo del escenario, “Nubes” lanzó la fiel invitación a dar una vuelta al cielo, que lucia despejado, benevolente ante la exhibición de unos Caifanes que siguen y seguirán vigentes por muchos años más. Las ya características palabras de Saúl no pudieron faltar al momento de agradecer e hincarse ante la multitud que lo ovacionaba, emulando así la misma devoción que la tribu mexica le rendía al Dios de la Guerra, Huitzilopochtli.

Con una gran experiencia que se reflejó en la complicidad de los músicos sonó “Amanece” lanzando la siempre contestataria premisa “Solo muertos nos podrán callar”. Sin olvidar los clásicos, la agrupación chilanga entonó “Antes de que nos olviden” en protesta de los asesinatos a periodistas y feminicidios en nuestro país, seguida de “Los dioses ocultos” coreada con gran intensidad.

Da gusto resaltar la carga tan especial que Caifanes dio a esta presentación, regalándoles a sus seguidores detalles en cada una de sus canciones, siendo los más emotivos y aplaudidos el intro de “Mátenme porque me muero” donde una proyección en las pantallas rescató la icónica oración dicha por Tin Tan. Y qué decir de la maravillosa “Afuera” que sorprendió a todos con la llegada de un grupo de imponentes danzantes, sonando caracoles, expandiendo incienso y bailando al ritmo de la batería del gran Alfonso André y el solo de Rodrigo Baills. Un momento para la memoria, tanto que no hubo quien esta vez no pudo evitar sacar su celular para capturar el momento.

Sin olvidar grandes canciones de su álbum debut como “Cuéntame tu vida”, “Perdí mi ojo de venado” y otras como “Aquí no es así” y “Nos vamos juntos” hicieron que chicos y grandes cantaran juntos a todo pulmón, olvidándose del frío y disfrutando cada melodía del cuarteto mexicano. Con una pieza del himno nacional interpretada a través del saxofón de Diego Herrera daba inicio el encore que sellaría una noche de ensueño para los que pudieron presenciar el concierto, ya fuera de pie, sentados al fondo de la plaza visualizando las pantallas, o desde los balcones y ventanas de los hoteles que rodean el Zócalo.

“Vamos a hacer un silencio” desplegó otro momento muy emotivo, un homenaje a las víctimas del terremoto del pasado 19 de septiembre, provocando que los puños se alzaran, mientras tanto en las pantallas se homenajeaban a todos los héroes anónimos que nos dejó el sismo.

Seguido por el clásico de Juan Gabriel, “Te lo pido por favor” se veían en la gente sonrisas de auténtica satisfacción, niños en hombros de sus padres cantando, viviendo un momento único que remató con “No dejes que”, “La célula que explota” y la infaltable “La negra Tomasa” desgastando el ultimo aliento, dejando todo en el escenario, saltando hasta el cansancio, pero no sin antes abrirles paso a un grupo de Mariachis que terminó por endulzar los corazones de miles y miles de aliados caifanes con “El son de la negra”.

El tiempo pasó muy rápido, los que antes cantaban y saltaban ahora marchan cansados, uno detrás del otro, buscando pronta salida, por la calle de Madero o 5 de Mayo, para emprender el camino a casa. Pero las horas en medio del calor, las pisadas y los empujones han valido la pena. No todos los días se tiene la oportunidad de ver a los dioses ocultos hacer un ritual supremo donde se hace el silencio, que se complementa con el significado de aquel símbolo que se ve en posters y playeras conmemorativas de Caifanes, el OM. Todo lo que es, lo que fue y lo que será, el origen divino de todas las cosas. No es casualidad que Caifanes simbolice su treinta aniversario con el OM, simplemente, primero se creó el sonido, y después, todo lo demás.

Motorama en El Plaza Condesa

La coronación de Motorama en la Ciudad de México.

La banda rusa se ha hecho de una gran cantidad de seguidores en nuestro país y sus presentaciones siempre han sido un éxito. Es por esta razón que los de Rostov decidieron volver, como cada año, para dar una gira en México, siguiendo la promoción de su cuarto álbum de estudio, publicado en 2016.

La noche inició con Be Forest, conformada por los italianos Erica Terenzi, Costanza Delle Rose e Nicola Lampredi. El grupo fue recibido con cierta apatía por su sonido sencillo e inclinado al dream pop. Además de que causaron cierta desesperación y molestia entre los asistentes por su largo show, sin embargo esto nunca bajó los ánimos de los interpretes.

Después de una gran espera el trío apareció en el escenario, haciendo una entrada breve y dirigiéndose directo a sus instrumentos. A pesar de eso y dadas las circunstancias, fueron ovacionados desde el primer momento.

La gente se empezó a acumular con los estridentes gritos y las primeras notas de "By Your Side". Debido al poco espacio que había entre los seguidores de la agrupación rusa, bailar parecía más una danza torpe y agresiva. Sacar una fotografía sin estar encima de la persona de enfrente parecía imposible.

Tal vez fue la angustia que todos venían cargando o la sensaciones provocadas por el estruendo de la batería, pero el hartazgo se había apoderado de muchos. Con "Wind In Her Hair" dos personas comenzaron a discutir y llegaron a los golpes, dificultando el movimiento e incluso afectando a terceros.

Después de los altercados siguió "Ghost". Casi en todo momento los miembros del grupo se mantuvieron tranquilos e inexpresivos, pero fue aquí donde lograron un momento de energía y provocación, sobre todo por parte de su líder, Vladislav Parshin.

Pronto pudimos escuchar "Rose In The Vase" y "Heavy Wave". Aunque Motorama no hacía un gran esfuerzo por conectar con sus fanáticos, estos no dejaban de corear y saltar con cada uno de los temas.

Entre lo más sobresaliente estuvo "I See You" y "Alps", pues fueron pedidas al comienzo del show. Con paciencia y aguante terminamos siendo recompensados y respondimos con enorme exaltación.

Motorama se había despedido, pero sus fans seguían insatisfechos, exigían su regreso con enorme furor. Naturalmente los rusos salieron una vez más para deleitar a la gente con "Hard Times".

Tras la segunda salida del grupo y ya con las luces del recinto prendidas, nadie se quería ir y pedían más de los interpretes. A pesar de que parecía algo de lo más improbable, Motorama volvió al escenario una vez más para tocar "Corona" y consagrarse en El Plaza Condesa.

Onda Vaga se presenta en El Plaza Condesa

Disfruta del este show de Onda Vaga en la Ciudad de México.

***ACTULIZACIÓN***

El Plaza Condesa informa que el show de Onda Vaga programado para el Domingo 12 de Noviembre a las 19 hrs. ha sido CANCELADO, sin embargo el concierto se trasladará al bar Pata Negra, a un costado de El Plaza, en Tamaulipas 30 en la Colonia
Condesa. Este concierto se realizará el mismo domingo 12 de Noviembre con apertura de puertas a las 19 horas para dar inicio a las 21 horas. Es importante mencionar que este concierto será completamente gratuito, no obstante se dará prioridad de ingreso a las personas que muestren su boleto en un horario de 19 a 20 horas, después de este tiempo se dará acceso al público en general.

La banda de pop folk, Onda Vaga, se presentará en la Ciudad de México para celebrar sus 10 años de trayectoria con un show denominado OV IV (Onda Vaga Cuatro).

La cita para los fans de esta agrupación será este próximo 12 de noviembre en El Plaza Condesa a las 17 H. Los boletos ya están a la venta en el sistema Ticketmaster y en taquilla con un precio de $492 MXN en zona general.

Este grupo se formó en 2007 y desde entonces han dado a conocer su propuesta de una forma poco común, gracias a la publicidad de boca en boca que sus seguidores les han hecho. Este es el motivo por el que no han necesitado de una casa discográfica grande para difundir sus materiales: Fuerte y Caliente (2008), Espíritu Salvaje (2010), Magma Elemental (2013) y OV IV (Onda Vaga Cuatro) (2016).

Con siete giras europeas, presentaciones en cuatro continentes y un show en el festival Fuji Rock de Japón han logrado tocar en el mismo escenario que Radiohead, Stone Roses y Noel Gallagher.

Recientemente presentaron su sencillo "No es un Exceso" —un tema que mezcla sonidos andinos con una letra bastante romántica— acompañado de un lyric video en el que intercalan imágenes de películas de Bollywood, checalo a continuación:

Chingadazo de Kung Fu en el Foro Indie Rocks!

La banda de la capital mexicana presentará su material más reciente en una tarde llena de punk rock nacional y extranjero.

El Foro Indie Rocks! recibirá a Chingadazo de Kung Fu y será el marco para que la banda muestre su nuevo trabajo de estudio Me Pongo Hasta La Madre Porque Estoy Hasta La Madre. El grupo de la CDMX estará acompañado por varias bandas recientes de punk rock que inundarán el recinto de distorsión, velocidad y energía.

El evento será abierto por la banda de punk rock y power pop de Ciudad Juárez formada en 2014, Viva el Cesar.

Viva el Cesar "Reservación 12-26"

La tarde seguirá con el show de Días Difíciles, grupo de Torreón, Coahuila, que vio luz en 2015.

Días Difíciles "Refresco Gratis"

El escenario dará paso al punk sudamericano. Desde San José Costa Rica, formados en 2012 y con letras en inglés, más punk rock con el trío Ticking Time Bomb.

Ticking Time Bomb "Baby Steps"

Representando al Indie Rock y originarios de Cancún, el sonido fresco del cuarteto Ultra P.

Ultra P "Sin Tiempo"

El acto telonero estará cargo de Los Blue Jays, agrupación de Guadalajara que debutó en la escena del punk rock nacional en 2013.

Los Blue Jays "Descontrol"

Así, Chingadazo de Kung Fu —que compartió escenario en julio pasado con 2 Minutos— regresa este domingo 17 de diciembre al Foro Indie Rocks! con nueva música para cerrar esta tarde dedicada al punk rock latinoamericano. Las entradas de este concierto para todas las edades tienen un precio de $150.oo MXN (General)  y los puedes adquirir en este enlace.

Simple Plan en el Pepsi Center WTC

Noche nostálgica con Simple Plan.

Simple Plan realizó un tour mundial para celebrar el décimo quinto aniversario de su álbum debut No Pads, No Helmets… Just Balls, que fue lanzado en marzo del 2002. Como parte del tour, la banda visitó varias ciudades del país, entre ellas la capital mexicana, donde ofrecieron un concierto en el Pepsi Center WTC.

Travis Clark, vocalista de la banda We The Kings, fue el invitado especial para abrir la noche, y presentó un set acústico que incluyó los temas “Say You Like Me” y “Check Yes Juliet” además de un una versión acústica de “Despacito”, que aprovechó para presumir su español. Antes de retirarse del escenario, comentó que le entristecía el no venir con el resto de su banda, y prometió regresar con ellos para presentarse en México lo más pronto posible.

Después de una pausa, el Pepsi Center WTC quedó en completa obscuridad, y unas luces rojas y el sonido de sirenas inundaron el recinto para recibir a la banda francocanadiense conformada por Pierre Bouvier, Sébastien Lefebvre, Jeff Stinco y Chuck Comeau. El bajista, David Desrosiers, no está de gira con la agrupación en esta ocasión pues sufre de depresión, y se tomó un tiempo personal para atender su situación médica.

La noche arrancó con “I’d Do Anything”, misma canción con la que inicia el material que cumple años. A lo largo del concierto, tocaron el álbum en su totalidad, y en el orden específico que da vida al disco que dio a conocer al quinteto. No faltó la interacción de los integrantes con sus fans, los que habían asistido previamente a un concierto de Simple Plan, y a los que nunca lo habían hecho. Bouvier platicó en español con los asistentes en todo momento.

Durante “Grow Up”, Comeau abandonó la batería y se apoderó del micrófono para cumplir uno de sus sueños: ser vocalista. Con una bandera de México en la mano, habló sobre lo maravilloso que le parece el país y su gente, que siempre le hacen sentir como si estuviera en casa. Además, aseguró que la banda siempre apoyará a sus fans mexicanos, y se declaró en contra del presidente de los Estados Unidos. Después, bajó para cantar con los asistentes y aventarse a la multitud.

Luego de tocar “Perfect”, una de sus canciones más conocidas y el tema que cierra el disco, la agrupación se retiró del escenario brevemente, para regresar a tocar un encore compuesto por siete canciones de sus demás álbumes. Mientras sonaba “Crazy”, Bouvier apareció en la consola de sonido ubicada en la parte posterior del lugar, sorprendiendo a los fans que no estaban cerca del escenario, para cantar con ellos.

El vocalista regresó al escenario para tocar la última de las 20 canciones con las que deleitaron a sus fans, “Welcome To My Life”, uno de los grandes éxitos de sus segundo álbum de estudio Still Not Getting Any…, acabando así la celebración con sus fans de la Ciudad de México, lugar que han visitado ya en repetidas ocasiones y que siempre mencionan amar en todos los aspectos.

 

Ozzy Osbourne en México

La gira de despedida de Ozzy Osbourne comenzará en México.

Luego de finalizar su tour de despedida The End, la legendaria banda Black Sabbath confirmó su adiós definitivo con casi 50 años de carrera, 19 álbumes e innumerables conciertos alrededor del planeta. Meses más tarde, Ozzy Osbourne continuó su carrera como solista, sin embargo, ahora nos sorprende con el anuncio de su último tour.

El también conocido como The Godfather of Heavy Metal (El padrino del heavy metal) y The Prince of Darkness (El príncipe de las tinieblas) comenzará su gira de despedida en México el próximo 5 de mayo de 2018 y lo acompañarán sus colegas y antiguos colaboradores: Zakk Wylde en la guitarra, Blasko en el bajo, Tommy Clufetos en la batería, y Adam Wakeman en el teclado.

¿Ozzy Osbourne será el headliner del Hell & Heaven 2018?

Ozzy Osbourne 2018 Tour Dates:
05/05 – Mexico @ TBA
05/08 – Santiago, CL @ TBA
05/11 – Buenos Aires, AR @ TBA
05/13 – São Paulo, BR @ TBA
05/16 – Curitiba, BR @ TBA
05/18 – Belo Horizonte, BR @ TBA
05/20 – Rido de Janeiro, BR @ TBA
06/01 – Moscow, RU @ Olympiisky Ice Palace (Ledovi Dvorets)
06/03 – St. Petersburg, RU @ TBA
06/06 – Finland @ TBA
06/08 – Solvesborg, SE @ Sweden Rock Festival
06/10 – Donington, UK @ Download Festival
06/13 – Prague, CZ @ Airport Letnany
06/15 – Paris, FR @ Download Festival Paris
06/17 – Italy @ TBA
06/20 – Halden, NO @ Tons of Rock Festival
06/22 – Copenhagen, DK @ Copenhall Festival
06/24 – Dessel, BE @ Graspop Metal Meeting
06/26 – Krakow, PL @ Impact Festival
06/28 – Oberhausen, DE @ König-Pilsnet Arena
06/30 – Madrid, ES @ Download Festival Spain
07/02 – Lisbon, PT @ Meo Arena

Lánzate al Vive Latino 2018

¡Prepárate para una nueva edición del Vive Latino 2018!

La próxima edición del Vive Latino está cada vez más cerca y es por eso que te presentamos el cartel del próximo año. Como siempre el festival mexicano nos sorprende con los headliners año con año.

Como es costumbre en este festival podremos disfrutar de diversos escenarios en los que propuestas de todas partes del mundo harán brincar, bailar y hasta cantar a más de uno.

Esta mañana las pantallas del metro de la Ciudad de México revelaron a los primeros artistas confirmados para la edición 2018. Te presentamos la lista a continuación:

424, a.n.i.m.a.l., Airbag, Allison, Amandititita, Belako, Camilo Séptimo, Cartel de Santa, Centavrvs, Chicano Batman, Cuca, El David Aguilar, Él Mató a un Policía Motorizado, Elsa y Elmar, Enjambre, Fito Páez, Francisco el Hombre, Gondwana, Haragán y Cia., Morrissey, Gorillaz, Queens of The Stone Age, Noel Gallagher's High Flying Birds, Los Mesoneros, Los Pericos, Molotov, Las Pastillas del Abuelo, Love of Lesbian, La Toma, Mala Rodríguez, Sexy Zebras, Los Tres, Vetusta Morla, Viernes Verde, Sierra León, Sabino, San Pascualito Rey, Kchiporros, María Daniela y su Sonido Lasser, Los Mounstros del Espacio Exterior, Rock en tu Idioma Sinfónico Vol. II, TITÁN, Víctimas del Dr. Cerebro. 

Precios:

Este año el festival tendrá una forma de pago llamada Cartera VL. Podrás obtener tu pulsera a tu llegada al festival y cargarla con efectivo o tarjeta de crédito para facilitar tus compras dentro del Foro Sol.  Puedes consultar los detalles en el siguiente enlace.

Distribución de bandas por día:

HORARIOS:

Russian Red en El Plaza Condesa

Reencuentros y reafirmaciones con Russian Red.

Tres años, dos meses y veintiún días después de su última visita, Lourdes Hernández volvió a pisar un escenario mexicano. Tras cancelar las últimas fechas de la gira que acompañaba su disco más exitoso hasta el momento, Agent Cooper; y que se recluyera en Los Ángeles para redescubrirse a sí misma, la cantante española decidió volver a salir de gira, pero en esta ocasión bajo un formato sumamente especial.

Financiado por ella misma, el lanzamiento de Karaoke le brindó una nueva oportunidad de tomar su guitarra y reencontrarse con su público, uno de los más fieles, cariñosos y entregados que he visto jamás.

Con El Plaza Condesa casi en penumbra, cada uno de los integrantes de la banda fue tomando su lugar mientras saludaban a las personas sentadas en las primeras filas y tranquilamente se servían copas de vino. Finalmente, Lourdes salió al escenario con un vestido dorado y su guitarra para comenzar la noche con “It’s a Heartache”, original de Bonnie Tyler, y “Take My Breath Away” de Berlin.

Si bien siempre ha mantenido una estrecha comunicación con su audiencia durante los conciertos, sobre todo en México, en esta ocasión vimos a una Lourdes mucho más relajada y segura. Dirigió unas cálidas palabras al público y siguió con “Shout”, conocida por la mayoría de nosotros gracias a Tears For Fears; y “Everyday, Everynight”, de su segundo disco de estudio, Fuerteventura.

Recordando anécdotas de cuando era pequeña al lado de su hermana; o el sentimiento de mirarse tanto tiempo frente al espejo hasta no reconocerse a sí misma, siguieron “I Want To Break Free” de Queen, “Loving Strangers” y una versión recortada de “Casper” que hizo que varios se levantaran de la silla.

Con una introducción instrumental de “Fuerteventura”, Russian Red fue presentado uno a uno a los miembros de su banda, que incluía a su músico inseparable Brian Hunt y a su esposo. Le siguió su versión de “All That She Wants” de Ace of Base y un snippet de “La Vie en Rose”, durante el que su corista cantó un pequeño extracto en español.

Finalmente llegó el encore y tras dejar el escenario solo unos segundos, Lourdes volvió para regalarnos su versión de “Do You Really Want to Hurt Me” de Culture Club al lado de su banda completa y luego se quedó sola para tocar “A Hat”. Sin embargo, el público empezó a pedir “Todas Mis Palabras” y, sin más, tomó su guitarra y empezó cantarla, regalándonos el momento más entrañable de la noche.

Con “Cigarettes” llegó a su fin un íntimo concierto que todo el tiempo estuvo sumergido en una atmósfera de amor incondicional y cariño. En el que todos nos conectamos a través de las canciones y voz de Lourdes, y después del que quedó claro que pase lo que pase, nunca va a cambiar la relación que tiene Russian Red con México.

Tiger Army en El Plaza Condesa

De pasiones al compás del contrabajo: Tiger Army en El Plaza Condesa.

Un día, hace como diez años, descubrí a una banda llamada Rezurex. Estaba en una etapa de la vida en donde las referencias hacia lo mexicano llamaban poderosamente mi atención. Beyond the Grave era el disco, y ahí venía una canción llamada “Día de los muertos” y la escuché incontables veces. Eso no sería relevante, si no fuera porque gracias a Rezurex conocí ese género llamado: psychobilly. No sabía que 10 años más tarde mi regreso a ese lugar en donde tantas veces la he pasado bien —ese lugar que, después del 19 de septiembre del 2017, sonaba mucho en redes sociales y no precisamente por cosas buenas sino por supuestas fallas estructurales—, se produciría con una banda que hace, precisamente, psychobilly.

Menos de 15 minutos me tomó llegar a la esquina en donde está El Plaza Condesa. Patriotismo, Tamaulipas y listo. Llegas rapidísimo si es que todavía no empieza el tránsito pesado. Tenía más de un mes que no pisaba la Condesa. Ofrendas en la esquina de Laredo. Ofrendas enfrente de El Imperial. Personas que siguen con el trabajo altruista después de un sismo que cimbró los basamentos de nuestra sociedad. Tantas y tantas cosas… respiré profundo y entré al lugar.

Ahí, ya sobre el escenario, estaba un muchacho y su guitarra. A veces no se necesita tanto. El famosísimo cliché de menos es más. La verdad me llevé una sorpresa al reconocerle, pues no sabía que habría un acto abridor. Frank Turner y su conexión mágica. Son de esos tipos que no conoces, pero que ya te caen bien. Con los que quisieras tomar algunas cervezas mientras avanza la noche y, de vez en cuando, te acompaña con el talento musical que posee. Todavía cae mejor cuando un artista se toma la molestia de pronunciar tantito español. Frank hasta interpretó una de sus canciones así. Además dijo que el dinero de las camisetas que estaba vendiendo se iba a ir destinado a los Topos. Frank Turner, regresa cuando quieras que aquí seguiremos coreando junto a ti.

Con la presentación de Turner pudo ser suficiente para estar de buenas, pero faltaba el plato principal.

Hay determinados estilos musicales que despiertan pasiones particulares, el punk es un ejemplo claro. El psychobilly también tiene esta particularidad. Las camisetas abundan. Tiger Army por todos lados. Y eso es un fenómeno prodigioso en estos tiempos porque seguro que estos muchachos no tienen la proyección de Justin Bieber o Maluma. Ni los recursos, ni las intenciones y, no obstante, son capaces de generar vínculos con sus escuchas, de una forma que, al menos para mí, se siente mucho más honesta. Fraternal.

Tiger Army salió al escenario y la energía fue brutal. Tres individuos que son capaces de mover las fibras de cientos de asistentes. Ahí, con los rostros mitad calavera –por aquello del Día de Muertos– también tenían que decir algo sobre lo bien que se siente que México esté de pie. Y sí, de repente unas cuerdas del contrabajo no respondieron, pero los problemas técnicos son nimiedades cuando las pasiones enervan. Y cómo no, si sonaron cosas como “Ghost Tigers Rise”, “Cupid’s Victim” o ese final con “Under Saturn’s Shadow”.

Da gusto saber que existen bandas así. Probablemente nunca llenen un Palacio de los Deportes, o un Foro Sol, pero con dos Plaza Condesa tienen suficiente… quizá tienen mucho más que otras bandas que acumulan seguidores pero no corazones. El hechizo de amor de Tiger Army con México es uno especial, y por si hay alguien allá afuera que, como yo hace 10 años, es un despistado en algo como el psychobilly, sin lugar a dudas es un perfecto lugar para comenzar. Y por ahí nos veremos otra vez, quizá en la Condesa, quizá en otro lado, lo importante es que en México Tiger Army y las calaveras danzarán al compás del contrabajo.