Ciudad: CDMX

MUTEK.MX 2017: Nocturno 1

Glitchy techno y su máxima representante actual inauguran la nueva sede de MUTEK.

MUTEK decidió cambiar la sede de las plataformas Nocturne, las que más motivación crean alrededor de su distribución de presentaciones. Tras 3 años, el Foto Museo Cuatro Caminos albergó a nombres como Richie Hawtin, Daniel Avery, The Field y muchos más. La coincidencia del reacomodo del espacio con la presentación de Nina Kraviz tuvo un impacto directo hacia la percepción del evento.

El venue es una ex fábrica de Ford, con espacios amplios por doquier. La distribución de escenarios y zonas comunes jamás se vieron concurridas o superadas por su capacidad; aunque entre menos personas hubiera presentes, el frío se desplazaba más directamente. Durante toda la noche, el clima fue un factor constante que contemplar, inclusive al bailar; recompensando el calor a ratos insoportable de la sala A en el Foto Museo Cuatro Caminos.

Los actos que albergó esta edición de MUTEK sirvieron para dar una conceptualización global de lo que representa el festival, para aquellos que recién van conociéndolo. El escenario C lo inauguró Edgar Mondragón acompañado de los visuales de Esstro 9, fusionando la estética descompuesta del arte digital con los sonidos atmosféricos de Mondragón. Presentaciones como las de este dúo, Jadir Zárate e Isaac Soto son las que representan el movimiento digital mexicano, crucial en la médula del festival.

En el escenario B ocurre la experimentación que, en contraste a los otros dos escenarios, aquí se aglomeran las prácticas técnicas que requieren de una comprensión más compleja de lo que es la música electrónica. Si el escenario A alojaba el baile, y el C la contemplación, el B explotaba el descubrimiento de sonidos y abstracciones visuales. El dúo británico Emptyset dio una cátedra de deconstrucción auditiva, mientras que No Light &/*pac, la agencia multimedia mexicana, dieron un show al nivel de excelencia de Jhlin (2014) o Nonotak (2013).

Por último, el escenario A, como cada año, fue el espacio donde sabías que podías bailar sin interrupciones. La primera en ocupar el espacio fue Chloé, quien, a comparación del set de 2016, mucho más dedicado al pre Richie Hawtin, se encargó de abrir el escenario con un set que definió el ritmo que seguiría progresivamente. Kelly Lee Owens, aun con faringitis, dio una de las mejores presentaciones de la noche sin necesidad de encajar en el concepto dance-act. Visualmente callada, auditivamente explosiva.

Y, para ser honestos, la madre del techno contemporáneo millenial, Nina Kraviz, fue la razón por la cual MUTEK generó el ruido que logró en audiencias nuevas. Para muchos "académicos" de la escena electrónica, la rusa aparenta ser una DJ más sin la relevancia histórica de un Kerry Chandler, John Digweed o un productor contemporáneo como Burial, pero dentro de su opulencia (visual y auditiva), hay una definición del producto digital de nuestra época sin reflejos sociales o políticos; estrictamente creativo e ingenioso percibido minuto tras minuto de su presentación, que ayuda a reajustar la percepción del techno que existe en nuestra ciudad con los supuestos embajadores underground. La violencia del set de Nina mantuvo a la audiencia en un trance total durante 2 horas donde difícilmente había hastío. Quizás fue más agresivo de lo que muchos esperaban, pero su técnica acid no es sutil en absoluto. El valor principal de su presentación recae en la fina selección musical acompañada de su constante intervención en los tracks, llevándolos a su máximo alcance hipnótico.

Esta noche fue dedicada primordialmente a la presentación de un venue que con esperanzas permanecerá como la nueva casa de los Nocturnos, con artistas que, como cada año, se esfuerzan por alimentar la escena digital, aún en su fase de construcción, pero que sin duda tiene un futuro; lento, incierto, pero provocativo a la vez.

Okills en el Foro Indie Rocks!

Noche supersónica llena de baile con Okills.

Originarios de Caracas, Venezuela, pero radicados en la Ciudad de México desde hace un par de años, Arcas, El Kmarón, Carlos, Kevin y Drito de Okills, le pusieron fin a su gira América Supersónica en una noche para todas las edades, repleta de buena vibra y baile (mucho baile) en el Foro Indie Rocks!.

Antes. Alrededor de las 21:30 H, el rock pop del proyecto liderado por Fran Frione, Surfistas del Sistema, daba inicio a la fiesta que se avecinaba. Con temas como “Labios de miel”, “Ni bien ni mal” y “La magia está en tu piel” con Sofía Vitola (vocalista de POTRA y hermana de Joaquín Vitola de Indios) movimientos de hombros y piernas de algunos asistentes y la esencia del showman que es Fran, la banda argentina dejaba calientitos los ánimos.

Por fin era tiempo del rock tropical de Okills. El reloj marcaba las 10:30 H y al ritmo de la pegajosa “Céntimos”, los venezolanos hacían bailar a los presentes. Después del par de temas “Humano” y “Tiempo”, Alberto Arcas –vocalista de la banda– tomaba el micrófono para decir que este era el último show del disco América Supersónica. Con cerveza en mano, las palabras “Gracias por el apoyo, el aplauso es para ustedes (...) ¡Salud!” ocasionaron gritos de la multitud. Dicho eso, bailecitos por aquí, saltos por allá aparecían con un cover de Los Tres: “La Torre de Babel”, seguida de “Menos tú”.

Desde el anuncio de la presentación en el Foro Indie Rocks! se sabía que Okills interpretaría una o dos canciones de su nuevo álbum. Así fue: “En este (nuevo) disco hicimos las pases y dijimos ‘hay que querer’. No es de amor, pero queremos que bailen”, fueron las palabras de Arcas, antes de cantar “Yo yo yo quería hacerte feliz, ya no me importa, ya no me importa”, de lo llevará por nombre “Africana”.

El baile y las manos al aire continuarían con “Barranca del Muerto”, “Después” y “Baldor”. Inmediatamente, era el turno de otra nueva canción: “Timbre”, la cual estamos seguros que será la favorita de los engañados o de los despechados cuando salga la nueva placa, pues la letra dice fuerte y claro: “No me quieras ver la cara de pendejo”.

La emoción y la locura se apoderaban de los asistentes con “Asesina”, para luego interpretar una canción que rara vez tocan en sus shows: “Omemegú”, pero que no podía faltar, sabiendo que el América Supersónica sería tocado en su totalidad.

¿Había más? Sí, faltaba lo mejor, ya que la invitada de honor para el tema “Funcional”, era la mismísima Laura Guevara, tema que ha tenido múltiples colaboraciones, desde la argentina Daniela Spalla, hasta la chilena Mon Laferte y la colombiana Pedrina. Sin embargo, fue con Laura con quien el tema alcanzó el amor de los fans. Momento inolvidable.

Así, después de un setlist lleno de baile, gritos, puños al aire y cerveza, Okills culminaría la noche con el que ya podríamos decir que es su himno: “Lo mejor, lo peor” y “Gritarte”, tema con el que la mayoría de las veces abren su show. Imaginen el momento, pues sin terminar por completo la primera, los riffs y la batería de la segunda ya habían comenzado. Sin duda... “lo mejor de lo mejor”.

Indios en el Foro Indie Rocks!

Una noche que cimbró el Asfalto con Indios.

Con un invitado especial sorpresa, Indios abrió una fecha en el Foro Indie Rocks! el 24 de noviembre como parte de su Tour México para la presentación de su segundo material discográfico: Asfalto.

En una noche fría de noviembre en la Ciudad de México, un jueves como cualquier otro, las calles de la colonia Roma se miran vacías, y en su aire se respira tranquilidad y sosiego mientras camino sobre avenida Cuauhtémoc. Llegar al Foro Indie Rocks! es siempre algo lleno de emociones encontradas en las que la nostalgia lleva la batuta. El foro se fue llenando poco a poco y entre las caras se podían ver incluso menores de edad acompañados por sus padres.

Ya dentro del Indie Rocks! la espera volvió a ser larga y llena de tedio, la gente seguía llegando y los vasos de cerveza empezaban a aparecer en las manos de la mayoría de asistentes. Las luces se apagaron, la gente gritó y Charlie Rodd tomó la tarima junto con su banda para llenar el lugar de una vibra folk cubierta de sentimiento y melancolía. Al compás de los rasgueos de su guitarra acústica, en canciones como “Corazón”, Luz, Por la tarde y Eternidad los ánimos se fueron caldeando y la gente respondía con aplausos e incluso coreaban sus canciones. El sonido era excelente y la manera en la que la banda conectaba con el público fue especialmente mágica. Charlie hacía que cada una de las personas presentes sintiera cada palabra que decía y aunque apenas y se movía de su lugar, la energía que despedía con su voz bastó para calentar el corazón de todos en el lugar, incluso de quien escribe esta reseña. El espectáculo del regiomontano continuaba y yo no podía estar más feliz, había escuchado poco de este maravilloso artista, pero el verlo en vivo –acompañado de increíbles artistas tocando canciones tan llenas de sentimiento con una calidad técnica– me hizo ser parte de los fans que cantaban, una a una, las canciones del joven cantautor. Después de un setlist que me dejó la piel helada y el corazón hirviendo, se despidieron con “Lo que siento”, tema que la gente pedía a gritos y que fue el último regalo de la noche por parte de Charlie Rodriguez.

Mientras tanto, la gente seguía llegando y la cerveza seguía circulando... hasta que se empezó a escuchar un “¡Oe, oe, oe, oe… Indios, Indioooooos!” y después de mucho, por fin teníamos a Indios frente a frente. Iniciaron con Asfalto y la voz de Joaquín Vitola inundó el lugar con notas tan finas que el público no pudo hacer más que saltar y bailar. "Casi desangelados”  y Minuto 0 de su disco homónimo y primer material siguieron la noche que prometía no terminar pronto y la gente no podía estar más feliz. Agradecieron a todos por estar presentes y en algún momento del show hubo un beso entre Joaquín y Patricio Sánchez, con lo que la gente se llenó de euforia. Dentro del público se identificaban muchos rostros compatriotas de la banda y no es para menos, Indios es una de las bandas más queridas de los últimos años y que, después de abrir para Babasónicos y tocar junto a Miranda, se han ganado un espacio en el corazón de sus escuchas. Sin distinción, todas las personas coreaban sus canciones y podíamos ver playeras de su tour México 2017 en más de un fan.

Al final, canciones de su Asfalto y también de Indios hicieron que todos gritaran al unísono y que el ambiente se cargara de amor y pop rock en una noche de jueves que todos los fans tendrán en su memoria por un largo tiempo.

MUTEK.MX 2017: Ambience

Exploración sonora con métodos audiovisuales: MUTEK.

Este nuevo formato de MUTEK substituye a Play, espacios donde Takami Nakamoto o Zombies in Miami se presentaron en algún momento con piezas que no necesariamente deben ser contemplativas, a diferencia de sus A/Visions. En este caso, Ambience imparte una exploración por lo que puede ser una fluidez sensorial a partir de métodos audiovisuales.

Rafael Anton Irisarri, Tim Hecker y el dúo The Orb fueron los encargados de distribuir esta percepción en sus presentes en el Auditorio Blackberry. En contraste al día pasado, donde Alva Noto fue el máximo representante del A/Visions 2, The Orb actúa como el acto crucial, no solo en Ambience; dentro de todo su festival. La presencia de uno de los exponentes más recordados en la era rave de los 90, donde el Love Parade albergaba las fiestas más grandes de su época impacta en el registro de la línea de artistas que MUTEK provee. Y, aunque no destinaron su presentación a revivir lo que alguna vez encendía las fiestas, la ambientación es el fuerte máximo del dúo.

En contraste a The Orb, Rafael Anton Irisarri provocó respuestas diversas en el público; se escuchaban platicas encima de su presentación e inclusive se veía a algún presente jugar en su celular con Anton de fondo. Quizás esto deba ser una crítica directa a la audiencia en vez de apuntarla a la presentación del estadounidense, que es inocente de la inexperiencia en cuestiones tan experimentales como la producción total de un ambiente dentro de un Auditorio. A pesar de la falta de empatía con el público, Irisarri cumplió con su voluntad y habilidades técnicas.

Por último, Hecker confirmó la importancia de su línea alternativa de producción encontrada en Love Streams (2016). Llena de glitch y drone, su presentación descontextualizó por completo el escenario donde alguna vez Lorde cantaba "Royals"; capacidades únicas del formato digital.

La crítica se dirige hacia el papel del espectador, que no se permite a sí mismo adentrarse a formatos experimentales que rompen con una línea de la experimentación conocida en nuestra ciudad. Reconozco el interés y la participación del escucha, pero no existe una entrega total hacia el acto desconocido aún.

Café Tacvba en la Arena Ciudad de México

Una noche más en el Café Tacvba.

Pocos grupos pueden presumir de haber llenado prácticamente todos los foros de la CDMX y Café Tacvba es uno de ellos. Ayer, más de 20 mil asistentes se reunieron en la Arena Ciudad de México para la presentación del nuevo disco de “Los Tacubos” en una noche especial que marcaba el regreso de la banda a los grandes escenarios fuera de su participación en Amplifica a principios de mes.

Café Tacvba es una de esas bandas que sobrepasa a su género. No necesitas ser rockero para saberte “Las flores” o “El baile y el salón”. También es de las pocas agrupaciones de su generación que se mantiene activa haciendo música ya que ni La Maldita Vecindad, ni Caifanes o Fobia se han metido al estudio en los últimos 10 años, en el caso de Caifanes en los últimos 20. Por estos motivos no es de extrañar que la noche del jueves 23 de noviembre el recinto esté casi lleno, como a un 90% de capacidad.

El show empieza con canciones de su más reciente material: Jei beibi, lo cual fue bien recibido por sus fans más aferrados, aquellos que aman cualquier acorde que salga de estos chicos de Satélite. Sin embargo, la mayoría del público espera paciente la hora de los hits, hora que parece llegar a la cuarta canción con “El aparato” o a la séptima con “Eres”, pero que es interrumpida por más melodías nuevas. Quizás sea por eso que Rubén mencionó que estaban ahí para tocar nuevos temas, pero que no se preocuparan, que también incluirían viejas conocidas.

Una de esas viejas conocidas, y una de las más coreadas de la noche fue “El fin de la infancia”, el público se prendió tanto que Albarrán mencionó: “Vaya, despertaron”, a manera de chiste.

Durante dos horas y media sonaron temas muy queridos de la primera época de la banda como: “Las flores”, “Aviéntame”, “Chilanga banda”, “Chica banda” y la ya mencionada “El baile y el salón”. También sonaron canciones más recientes, pero que se han ganado un lugar en el corazón de su público: “Volver a comenzar”, “Déjate caer”, “Puntos cardinales” y “Eo”, todas ellas coreadas a full por toda la Arena Ciudad de México.

No cabe duda que el show tuvo sus altibajos, más altos que bajos. Tampoco cabe duda de la grandeza de esta banda que se puede parar en un recinto con más de 2o mil asistentes, tocar un sin número de temas nuevos y aún así no decepcionar a nadie. De acuerdo, no es el mejor concierto de Café Tacvba, sin embargo sigue siendo un show de Café Tacvba: alegre y bailable aunque por esta vez, no memorable.

MUTEK.MX 2017: A/VISIONS 2

El Auditorio Blackberry sirvió como la sede de A/Visions 2 en el cartel de la 14a edición de MUTEK.

Los artistas Steve Hauschildt, Alva Noto y Lorenzo Senni presentaron sus proyectos audiovisuales contemplativos en el respectivo orden dentro de A/Visions 2, dándole usos diferentes al auditorio. Hauschildt, de origen estadounidense, utilizó la pantalla del auditorio para graficar su set sónico con colores en gradiente, acompañados de geometría y líneas que interactuaban entre sí con el color de acompañante. Al ser el primer acto, el público recién se adaptaba al dominio digital del espacio y, aunque por la parte musical, Hauschildt no trabaja con la rama del dance en su perspectiva electrónica, su presentación estableció un ritmo neutral.

El siguiente acto fue quizás el más esperado por la audiencia, ya que, al terminar Steve, gran parte del público que estaba sentado esperándolo se levantó casi prediciendo la violencia que vendría con Alva Noto. Antes de iniciar, se evidenció –tanto en la pantalla, como en el rostro del alemán– una falla técnica, solucionada pasados 10 minutos del horario agendado. Noto ocupó la zona trasera al escenario para establecer iluminación acompañante a su audiovisual que terminarían por ser estrobos tan ágiles como los beats de su set. Los visuales de Noto también relucieron por su simpleza, ya que a diferencia de Hauschildt, no eran espacios etéreos digitales; eran líneas convertidas en ondas a partir de animación en 1D (solo incrementaban gradual y verticalmente). El color y la velocidad fueron los detalles que enfatizaron el poder de su presentación, ya que, con el estrobo de las luces traseras, se convirtió en un espacio de rave durante los 40 minutos que estuvo en el escenario.

Lorenzo Senni fue el encargado de cerrar la noche con una presentación donde optó por los lásers y proyecciones de su sombra en una tela con una S (Senni) impresa para acompañar su set. La distribución de los artistas debió dejar a Noto al final, ya que después de la energía que dejó en el público, Senni no alcanzó a excitar al público como Noto a pesar de la calidad de su set. Esto creó una audiencia confundida y no del todo complacida por la clausura disminuida. De cualquier forma, Senni demostró ser un miembro emergente en su sello Warp, donde su producción innegablemente contiene detalles interesantes que superan la presentación en sí. Fue una noche que pudo distribuirse mejor, pero que de cualquier forma, alimenta el vació contexto digital en nuestra ciudad.

LCD Soundsystem en Pepsi Center WTC

¡Regresa LCD Soundsystem a la Ciudad de México en este 2018!

Ocesa, Sicario y 8106 traen de vuelta a México al proyecto liderado por James Murphy, esta visita se da en el marco de su gira mundial para la promoción de American DreamLa cabeza de la banda comentó en una entrevista para la BBC 6 Music que la reunión de LCD Soundsystem fue gracias a David Bowie, ya que durante los trabajos de su último disco Blackstar, Murphy le consultó al fallecido cantante sobre este reencuentro.

Sin duda una oportunidad para adquirir tus boletos y verlos de nuevo en escena. Estos ya están disponibles en el sistema Ticketmaster y taquillas del recinto desde los $596 MXN a los $1, 164 MXN (cargos incluidos).

Luego de su último LP This Is Happening en 2010 muchos creíamos que la agrupación no se reuniría de nueva cuenta pero a principios de año con el lanzamiento de dos sencillos, "Call The Police" y "American Dream" emocionaron a sus fans.

“Ha sido uno de los discos más agradables de realizar, si no es que el más divertido de mi vida (creo que es, por supuesto, el disco más feliz que he estado haciendo). (…) Realmente estamos buscando no tener el sentimiento de estar ‘retrasados’ todo el tiempo; queremos estar disponibles para hacer cosas divertidas como planear un fin de semana o responder el correo de un amigo para quedar en ir a comer con él, sin tener que responderle algo como ‘no puedo, estoy totalmente dedicado-aburrido con el LP; pregúntame el mes que viene?’”, declaró Murphy sobre su más reciente lanzamiento.

¡No te pierdas de este espectáculo!

*ACTUALIZACIÓN: Los organizadores del show han anunciado que el telonero de esta presentación será el productor Andre VII, además de que hacen un llamado a que compren accesos ya que estos están cerca de agotarse.

Checa los horarios para que no se te haga tarde y no pierdas detalle del show:

El Mundo de Tim Burton llega a México

Adéntrate en el extraño Mundo de Tim Burton.

A partir del próximo 6 de diciembre y hasta abril de 2018 en el Museo Franz Mayer de la Ciudad de México, podrás ver de cerca más de 500 dibujos, pinturas, instalaciones escultóricas, títeres e imágenes en movimiento pertenecientes al director, productor, escritor y diseñador estadounidense Timothy Walter Burton, más conocido como Tim Burton, quién ha realizado clásicos como Beetlejuice, El Extraño Mundo de Jack, Edward ScissorhandsCharlie y la fábrica de chocolate, La gran aventura de Pee-Wee, entre otras. 

En la exposición titulada El Mundo de Tim Burton, además de explorar la totalidad de la producción creativa del director, revelará a versatilidad del artista en sus libros ilustrados, sus proyectos no realizados, la mezcla del hombre, criatura y máquina, y las obras personales desde su infancia hasta la actualidad.

Esta exposición –que te sumergirá en el mundo singular de Tim Burton– está organizada por la curadora independiente Jenny He en colaboración con Tim Burton Productions.

En conferencia de prensa, Tim Burton habló sobre su gusto por las películas mexicanas de terror, su personaje favorito y por supuesto de El Mundo de Tim Burton. "Crecí en una ciudad de Estados Unidos donde proyectaban películas de terror mexicanas. Veía películas como El Santo contra los vampiros. Soy fan de las imágenes de esas películas, y de las películas en sí".

"Uno de mis personajes favoritos es Jack Skellington, ya que no sabía muy bien qué hacer con él y cómo irlo desarrollando, fue muy interesante".

“Para mí todo empieza estando solo, porque ahí es cuando se desarrolla la semilla creativa de un proyecto”

Los boletos ya están disponibles con un costo de $300 MXN + $20 MXN por costo de servicio.

Para más información puedes visitar la página oficial del evento: www.timburton.mx

Horario de martes a domingo de 10 a 20:00 H.

 

MUTEK.MX 2017: A/VISIONS 1

Experiencias audiovisuales en el Domo Digital: A/VISIONS 1.

Las actividades dentro del programa de MUTEK suelen contener propuestas multidisciplinarias, donde el formato y el proceso de la obra apenas pueden definirse dentro del rango "digital". Es importante entender el contexto del artista y del por qué deciden mostrar cierta pieza, y así evitar concluir que las piezas digitales son compuestas con la mera intención de psicodelia aleatoria.

A/VISIONS presentó dos proyectos realizados bajo la curaduría de MUTEK Montreal con 30 minutos de duración cada uno: Hyperform y Liquid Architecture. Ambas, realizadas por artistas quebequenses, mezclan composiciones en 2D y 3D respectivamente con musicalización sincronizada con las animaciones. En el caso de Hyperform, el productor británico Max Cooper fue el encargado de distribuir sonidos a lo largo de la pieza, que juega con la perspectiva, distancia y espacio en varios planos con diferentes colores y formas. Cooper es conocido por mezclar armónicamente sonidos contemplativos con otros que te harían bailar, y Hyperform no es la excepción; durante la duración total de la pieza, progresivamente agrega el techno al ambient y, aunque no sincroniza del todo con el trabajo visual de Maotik, la calidad productiva de Cooper confirma su sangre británica.

En el caso de Liquid Architecture, realizado por los artistas Diagraf, Ewerx y Wiklow, donde la duración y el formato audiovisual son los mismos, la pieza es una exaltación de las capacidades gráficas del medio digital. Si viste la película Final Fantasy: The Spirit Within (2001), la estética de Liquid Architecture revivirá tus recuerdos del entonces fracaso taquillero. Conceptualmente, hay una ideología respecto a la materia inmersa dentro de sí, donde las estrellas componen edificios, luego catedrales, luego forman al ser, y ramifican la realidad humana poco a poco. En este caso, la imagen y el sonido empataban casi perfectamente en toda su extensión y en general, fue Liquid Architecture quien generó la mayor cantidad de conversaciones una vez concluida la proyección.

El Domo Digital es ideal para ambas presentaciones, con la capacidad suficiente para unas 40-60 personas. Previo a la presentación de ambos proyectos, Hennessy ofreció sus servicios de barra acompañados de una mini pieza desarrollada por el festival usando la tecnología Kinect. Sin duda, A/VISIONS 1 es apenas un preview de lo que MUTEK tiene listo para sus shows nocturnos.

Corona Capital 2017 — Día 2

Día 2 - Noviembre 19.

Pese a que pintaba a ser un día más nublado y húmedo, el domingo resultó ser el día con el ambiente más generoso, divertido y hasta sexy del festival. El cansancio de los que rockearon el día anterior no fue impedimento para que la gozadera siguiera (o aumentara), y los que solo venían para esta fecha contagiaron su frescura. También tenía que ver que era el día con el cartel dirigido a un nicho más específico, así que la mayoría de los presentes estaban ahí por un amor genuino a la música y a pasarla bien escuchándola.

Este amor se sentía en todos lados: en la mini barbería instalada para darte un estilo que fuera de acuerdo a la banda que querías ver; en la zona de food trucks en donde desfilaron kebabs, alitas, burritos y conchas rellenas; en los murales de artistas locales que rindieron homenaje a los que perdimos en el año (una costumbre muy bonita que se ha mantenido desde Coronas pasados); en las tiendas de discos, quioscos de bebidas, palapas de descanso y juegos mecánicos, que también van subiendo de nivel de extremidad conforme pasan los años –no me extrañaría ver un salto de bungee en futuras ediciones–. Nunca hay un momento desperdiciado cuando se trata de un Corona Capital, y todo lo que transcurrió ese día sustenta ese argumento.

Las bandas

La jornada inició de manera funky y llena de soul con Honne. La dupla integrada por Andy Clutterbuck (voz) y James Hatcher (multiinstrumentista) inició el romanticismo desde las primeras notas de “Treat You Right”, y permaneció con “Coastal Love”, “Good Together” y “3am”. Si la gente no había desayunado, sirvió como un buen café cargado y espeso para iniciar el día. Al otro lado, LANY empezaba a prender con su indietronica bailable y luminosa. Para quienes no estaban tan familiarizados con el músico de Los Ángeles, “Good Girls”, “Made in Hollywood”, e “It Was Love” fueron introducciones que deleitaron a los asistentes y sonarán en los servicios de streaming de uno que otro durante los siguientes días.

Después tocaría el turno de Whitney, un ensamble que ya cuenta con la afiliación de muchos al ser resultado de la ruptura de Smith Westerns. Julien Ehrlich, cantante y baterista, también estaba genuinamente estupefacto por cómo todos sabían sus letras y cachaban perfecto el timing de entrada de las guitarras, bajos y trompetas. Incluso calmaba a toda su congregación que ya deseaba escuchar “No Woman”, su tema más representativo, al ofrecer “Golden Days”, “The Falls”, y “Follow” como entremeses llenos de folk rock psicodélico. Gran parte de cada Corona Capital es ver a los artistas que tienen una enorme afinidad y respeto por tocar aquí y a los que llegan por vez primera y están un poco inciertos de cómo serán nuestras reacciones; este caso correspondió a la última categoría y todo culminó en sonrisas tanto arriba como abajo del escenario.

Hubo poco tiempo para continuar con el letargo provocado por Whitney y la calma del día cuando irrumpieron los Crystal Fighters con un carnaval lleno de banderas, sarapes y nopales mexicanos. Su mezcla de funk, punk español, ritmos africanos y electro pop resultó en un carnaval improvisado por sus acólitos más fieles y otros que simplemente pasaban por ahí. “Yellow Sun”, “I Love London”, “All Night” y “Plage” fueron el acompañamiento de caras pintadas, banderas de todos los colores y afiliaciones, globos de marcianos y cervezas que circulaban sin fin, con algunos derrames de por medio.

El rock inglés llegó en la forma de Mystery Jets, que se encargaron de sonorizar un ocaso hermoso. Siendo otra banda con gran aceptación aquí, cada verso de “Telomere”, “Serotonin”, “Saturnine”, “Young Love” y la favorita indiscutible “Two Doors Down” fue reproducido letra por letra por los fanáticos con verdadera pasión. Mismo caso para The Drums, que pusieron a surfear al público (bueno, al menos en sus cabezas) al compás de “Days”, “Money”, “Blood Under My Belt” y “Best Friend”. Posteriormente, se pudieron apreciar las primeras estrellas en un enorme cielo negro y despejado arriba de Cold War Kids, que deleitaron con “Miracle Mile”, “Love is Mystical”, “Mexican Dogs” y “Hang Me Out to Dry”. Nada como guitarrazos y pianos sin control para despedir al sol y botanear con alitas, nachos, palomitas, esquites, sopas instantáneas y todo lo que la imaginación culinaria pueda concebir.

Grouplove manifestó su felicidad por venir a tocar aquí en el escenario vecino, con la ayuda de una boca inflable gigante, gran química entre los vocalistas Christian Zucconi y Hannah Hooper y la posterior destrucción de instrumentos luego de maravillar con “Tongue Tied”, “Seagulls”, “Colors” y un cover de “Sabotage” de Beastie Boys. Al otro extremo del Autódromo, The Shins ya estaba dando serenata a sus admiradores con canciones como “Australia”, “Kissing the Lipless”, “Simple Song” y, por supuesto, el combo infaltable de “Caring Is Creepy” y “New Slang”, muy queridas aquí gracias a su presencia en el soundtrack de Garden State, que probablemente es de las películas favoritas del 90% de los que asisten a un Corona Capital. Así que sí, fue algo de suma importancia.

Otro de los momentos más enternecedores y musicalmente ricos fue la presentación de Grizzly Bear. La banda neoyorquina se caracteriza por hacer música más introspectiva, nutriente y hasta tenebrosa, pero su recepción fue como la de cualquier otro acto escandaloso y estridente. Los primeros acordes de “Four Cypresses” iniciaron la jornada a este bosque encantado que Ed Droste y el resto de los “osos” formaron con sus canciones. Después de escuchar “Yet Again”, “Losing All Sense”, “Mourning Sound”, “Knife” y “Two Weeks” en vivo, ya ni dan ganas de privar el placer de que estas piezas solo se escuchen con audífonos. Si algún miembro de la audiencia entró con la idea de “¿y estos qué?” y salió deslumbrado, no los culpo.

Era momento de moverse a ver a alt-J, otra de las deudas pendientes más grandes que ha tenido la música alternativa internacional en nuestro país. El trío inglés no decepcionó y la concurrencia desbordaba más allá del espacio designado al escenario Corona Light; hasta las filas de los camiones de comida y comercios artísticos suspendieron labores para disfrutar del show. Pese a que interpretaron “3WW”, “Tessellate”, “Nara”, “Dissolve Me”, “Matilda”, “Left Hand Free” y “Breezeblocks” con maestría y fuerza, su set quedó a deber para muchos por lo limitado del tiempo y el apego a los arreglos originales, sin muchas sorpresas.

La cursilería y el zapateado llegó a su punto cumbre con el show caleidoscópico y lleno de furor que ofreció Phoenix. Con uno de los despliegues de luces más interesantes y llamativos del festival, Thomas Mars y sus colegas franceses invitaron a las parejas a abrazarse, moverse y disfrutar con “J-Boy”, “Entertainment”, “Lisztomania”, “Too Young/Girlfriend”, “If I Ever Feel Better”, “Long Distance Call”, “Fior de Latte” y “1901”. Nosotros amamos a Phoenix y ellos a nosotros; así es esto entre las bandas de indie rock francés y sus seguidores mexicanos. Hubiera sido una cita ideal de no ser por el monstruo que estaba surgiendo a varios metros de distancia y a veces entrometía con sus estridencias. Eso afectó mucho la experiencia de ver a Phoenix, pero Mars compensó todo al mezclarse con el público y repartir abrazos y besos. Todo muy lindo, aunque era tiempo de ver el origen de tanto escándalo. ¿Qué podría ser tan grande para ahuyentar a todos?

Los headliners

Uno pensaría que después de tanta fiesta, tanta diversidad y tanta explosión sónica no habría nada que obliterara todo eso y que ya nos podemos ir con buen sabor de boca. Pero no. Realmente nada te prepara para un show de Green Day, como los miles de asistentes al Corona Capital 2017 atestiguaron ayer. Nada. Vamos, hasta hubo explosiones en el sentido literal de la palabra.

Billie Joe Armstrong, Mike Dirnt y Tre Cool son prácticamente considerados santos entre la comunidad punk de México, y la gran mayoría les tiene considerable estima tanto por sus clásicos noventeros como por sus recientes epopeyas de ópera rock. Para los que nunca habían asistido a una presentación en vivo del trío californiano, quizás no se esperaban tanto despliegue de carisma, pirotecnia, fidelidad, nacionalismo y hasta comedia chusca. Si su introducción con conejitos raros a ritmo de “Blitzkrieg Bop” y la entrada triunfal de los músicos con “Asi habló Zaratustra” no eran suficientes, no habían visto nada. ESTA era la banda por la cual el costo de los boletos se dispararon inesperadamente. ESTA era la banda que ameritaba esas ampollas en los pies, caderas adoloridas y estacionamiento costoso.

Green Day demostró que no es una banda que se encasilla en un género y que solo sus discípulos van a aceptarlos con la debida atención merecida, o que por haber lanzado un par de discos que ya son parte de la cultura popular universal por su temática política/portada icónica ya se fueron al lado oscuro del mainstream. No; Green Day es una banda para todos colóquese en cualquier contexto ideológico, generacional o temporal. Nunca olvidaré haber visto a un chiquillo de quizás 8 o 9 años cantando “Minority” con el corazón en la mano; al grupo de amigas que sacó su lado colegial quizás ya olvidado con “She” o a una pareja de personas ya entrados en sus 40 repetir ca-da pa-la-bra de “Jesus of Suburbia”.

Quizás 2 horas y 50 minutos suenen un poco indulgentes para los que no conocen de sus proezas maratónicas en vivo, pero hubo una sensación general de satisfacción y hambre de algo más entre los que presenciaron este Espectáculo con E mayúscula. La longitud del tiempo tiene su porqué: la primera hora es dedicada a sacar los éxitos como metralleta, como “Know Your Enemy”, “Bang Bang”, “Holiday”, “Boulevard of Broken Dreams”, “Geek Stink Breath”, “Longview” y “Nice Guys Finish Last”. Durante la segunda hora, su prioridad fue interactuar con el respetable, consistiendo en subir a fans al escenario a tocar con ellos (y regalarles sus instrumentos), covers, ejercicios de coreo y vocalización, presentaciones humorísticas de la banda y la colaboración en medleys de otros himnos del rock.

La tercera es cuando sacan las armas grandes y las hordas de fuegos artificiales para despedirse con clase (aunque ellos mismos odiarían ese término). Pues bien, si la duda quedaba en que “American Idiot”, “Basket Case” o “Still Breathing” no podrían sonar más épicas, aquí fue silenciada. Como cereza en este volátil y asombroso pastel, Billie Joe nos despidió con un mini set acústico compuesto de “21 Guns” y “Good Riddance”, Y con eso, todos pudimos decir buenas noches al mundo, seguros de que si existiese cualquier adversidad al siguiente día, siempre está la buena música para decirnos que todo estará bien.

Así concluyó otro Corona Capital lleno de color, ambiente y diversidad musical y antropológica. El presupuesto es cada vez mayor, las propuestas son cada vez más interesantes y muchas bandas siguen repitiendo no por el hecho de que “hay vacantes y solo ellos podían”, sino por su predilección por hacer de México su última y más importante parada en una gira. Hay quienes vienen a tocar también para compartir cartel con otras bandas de su admiración. Pero todo se resume en el por qué nosotros vamos: por decir “yo estuve ahí.” “Yo estuve ahí cuando conocí a la que ahora es mi esposa durante el set de Lana Del Rey en el 2016”; “yo estuve ahí cuando hubo un torrente masivo de lluvia en 2014 y tuve que salir corriendo de Massive Attack empapado hasta las chanclas”; “yo estuve ahí en el primero, cuando todo se trataba de ver a Pixies e Interpol. Todos tenemos uno de Coronas pasados y puedo asegurar que más de uno tiene una anécdota igual de especial para el festival de este año. Quizás no hubo inundaciones o climas adversos o pleitos en las entradas o salidas, pero  –igual es una idea descabellada y nacionalista de mi parte– podría ser el Corona del año en donde México se mantuvo de pie y decidió que el show debía continuar.

Si bien, parte de vivir un festival de esta índole es disfrutar de una manera más sensorial tus riffs, coros y beats favoritos, uno de los puntos débiles que cobró gran importancia fue el nivel de audio. Esta variable impidió una distribución más adecuada a todo el público que intentaba buscar una buena posición para escuchar bien, creyendo que ya tenían los oídos desgastados. Factores como este, sobre todo si se trae a bandas con alto calibre aural como Green Day o cuestiones más intrínsecas en sus melodías como Phoenix o The Shins, son cruciales para lograr una experiencia exitosa. Aunque el ambiente sobrepasó las expectativas de muchos, la calidad del sonido dejó bastante que desear. Otra área de oportunidad para el siguiente año muchachos.