Ciudad: CDMX

House of Vans 2018

Fotos Bere Rivera

Back to Basics: House of Vans.

Durante años House Of Vans fue el festival encargado de traer lo mejor del hip hop y rock internacional. Este año, la marca de tenis decidió dar un giro de 180 grados y recuperar a su público original. Es por eso que se decidió convocar a bandas nacionales de amplia trayectoria y cuyo público sí usa Vans, ¿cuál fue el resultado?

Todo empezó temprano. El festival, se podría decir, constó de dos partes. Por un lado hubo un bazar y show de skatebording, que convocó tatuadores, barberos, joyerías y repostería, destacando además los talleres en los que podías incluso crear una bolsa de mano teniendo como base una playera de la marca.

La segunda parte fue musical. Todos saben que Vans siempre se ha visto ligada a la música alternativa. En esta ocasión se decidió voltear a la escena nacional y convocar esas bandas que ayudaron a popularizar esta marca.

Primer día: El punk rock arruinó mi vida

El primer día contó con tres presencias gigantes de la escena nacional.

Primero Lng/SHT. El rapero de Cancún es el vocero perfecto de la marca. Sus letras hablan directamente a esos “skatos”, que crecieron escuchando punk pero que hoy en día prefieren las rimas como vía de escape. Rifando rolas como “El punk rock arruinó mi vida” y “Llaves, teléfono y cartera”, conquistó rápidamente a un público que parecía mandado hacer.

Después llegó el primer plato fuerte de la noche: Plastilina Mosh. Estos regios con más de 20 años de trayectoria demostraron por qué son de los duros de la música alternativa mexicana. “Mr. P. Mosh”, “Afroman”, “Oxidados” y “Nalguita”, pusieron el ambiente a full y listo para el plato fuerte de la noche.

Para terminar llegó Molotov y vaya que este cuarteto tiene un pacto con el diablo, su energía y su intensidad parecen no tener fin, no importa que lleven más de dos décadas tocando y que sus integrantes rebasen los cuarenta años. Durante una hora pusieron a todos a brincar y cantar esas canciones que los acompañaron en su juventud: “Puto”, “Chinga tu madre”, fueron solo unas cuantas de las melodías que sonaron en su set.

También hay que resaltar que la banda abridora fue No Wrong Numbers, que se ganó su lugar a través del concurso Sessions. Esta banda no tiene muchos reflectores pero es verdaderamente el ejemplo perfecto del sonido Vans, ojalá crezca y tenga muchos logros más.

Segundo día: ¡Qué comiencen las hostilidades!

El domingo las actividades musicales iniciaron con Disidente. Esta banda tapatía se ha mantenido años en el underground logrando crear una buena base de fans que desgraciadamente no asistieron al festival. Sin embargo, con su simple energía fue suficiente para calentar los motores para otra noche exitosa.

Después tomó el escenario Caloncho, el también tapatío trae consigo una buena vibra. Sus canciones poco a poco se han convertido en clásicos. Sus seguidores son tan fieles que algunos abandonaron el recinto, en el momento en que su presentación terminó, lo cual tiene sentido al tratarse de un domingo, no es un día para la fiesta.

La primera de las presentaciones principales de la noche fue DLD, y vaya que si de clásicos hablamos, con más de una década sobre los escenarios, esta banda se ha convertido en uno. “Dixie”, “Arsénico”, “Por siempre”, son canciones que ya forman parte del imaginario popular, lo cual se demuestra en el momento en que la canción empieza, nada más suena el primer acorde y no hay quien se pueda quedar quieto y en silencio.

Para cerrar la noche y el festival llegó Panteón Rococó y qué buen cierre. No importó que su presentación empezó a las 23:30 H. en un domingo, parecía tocada de prepa de viernes por la tarde: nadie pudo mantenerse en su lugar. Los de las gradas se pararon, los de pista slamearon y como si nada pasó hora y media en la que sonaron verdaderos clásicos como: “La Dosis Perfecta”, “Marcos Hall”, “Esta noche”, “La Rubia y el demonio”, “Acábame de matar”. Verdaderamente la calidad de la banda no hace más que aumentar con los años.

Al final la apuesta de Vans por la escena nacional, los skatos, los rockeros, los chavorrucos, funcionó. La marca pudo congraciarse con sus viejos consumidores y de paso presentar un nuevo concepto que, a pesar del escepticismo, resultó ser todo un éxito.

La Mala Rodríguez en Warehouse

Fotos Cortesía PHONO / Baloo Goldsmith

Pura sensualidad e irreverencia: La Mala Rodríguez.

La pista estaba a su máxima capacidad. Nadie quería ceder un centímetro; ir por un trago a la barra o pasar al baño significaba perder un lugar trabajosamente conquistado. Faltaban 10 minutos para la 1:00 H. del ya sábado cuando la música de fondo disminuyó su intensidad. Un poco de humo; expectativa al máximo. Algunos celulares se levantaron por encima de la multitud. Varios querían capturar el momento en video.

Se escucha un beat lento y contundente, casi místico. “No me acostumbro al color del cielo. Pero lo prefiero al suelo, canto sincero. No puse las reglas, pero me sé el juego”. Con esa voz inconfundible —potente y acompasada—, La Mala Rodríguez suelta los primeros versos de “Gitanas”. En el contexto del movimiento #MeToo a nivel global y #JusticiaPatriarcal en España, éste su más reciente single ha sido adoptado como un himno feminista.

Surgida desde lo más profundo del underground, María Rodríguez Garrido ha forjado una notable carrera en el difícil mundo del rap. De por sí, el hip hop en español encuentra muchos obstáculos; para una mujer es doblemente complejo. Con una explosiva combinación de sensualidad y maldad, la española ha superado muchos retos profesionales y personales.

Su entrega y amor por la música quedan refrendados en cada show, ya sea en un gran festival en espacio abierto o en un venue cerrado, como anoche en el corazón de la Colonia San Juan en la Ciudad de México.

Hadrian

Faltaban escasos minutos para concluir un viernes de lluvias en este caos de ciudad. El Warehouse ya se encontraba casi a toda su capacidad para cuando Hadrian, el responsable de abrir, saltó a las tarimas. Las chicas explotaron en gritos y piropos desde el minuto cero.

El rapero capitalino presentó un set más meloso que aguerrido. En el pasado han quedado las rimas filosas con las que hace una década se coronó en el Red Bull Batalla de los Gallos.

A la tercera canción se despojó de la playera para lucir un cuerpo musculoso y lleno de tatuajes. Los puristas del rap, los que lo llaman “vendido” por incorporar ritmos cercanos al reggaetón, se mantuvieron al margen, guardándose para La Mala.

Los más se dejaron llevar por las tonadas suaves y los versos cariñosos. Desde “LOCAXMI” hasta “Ángel y diabla”, el  MC no se guardó nada. Sonaron éxitos como “Dudas”, “Vienes y te vas”, “Indiferente”, “Atiende”, y varios más.

En el punto más álgido de su set se incorporó a la pista para convivir con las fans. Ellas le acompañaron en los coros de algunos versos. Ya de regreso en el escenario (un segundo piso que está por encima de la barra principal), preguntó si se sabían su nuevo sencillo. La respuesta fue unánime. Con apenas dos meses en plataformas digitales, “Ex” es su canción más popular; el videoclip oficial casi alcanza los dos millones y medio de reproducciones, superando por mucho al resto de sus tracks.

Al parecer, ya encontró la fórmula que tanto estaba buscando y ahora está acrecentando su público cautivo. Seguramente lo veremos muy activo en los próximos meses.

La Mala Rodríguez

Como parte de una pequeña gira por la República Mexicana, La Mala Rodríguez volvió a la Ciudad de México. Previamente, se presentó en Monterrey y Guadalajara. Su itinerario continúa con el Festival Cervantino; de ahí viaja a Sinaloa donde tiene agendadas fechas en Los Mochis, Mazatlán y Culiacán. ¿Quién lo diría?

Tras su espectacular actuación en el Vive Latino 2018, la nacida en Cádiz regresó a la capital mexicana para regalarnos un show íntimo, compacto y sumamente hot en el Warehouse. Tal como adelantamos, “Gitanas” fue el primer tema en sonar. Tras iniciar el beat, salió por un costado del lugar. En su camino hacia el escenario, se tomó la libertad de hacer una entrada lenta, con mucho porte y presencia hacia la mitad de la canción. Sus dos bailarinas de acompañamiento se adelantaron para encender el ambiente y robar algunos aplausos. El resto del espectáculo fue intenso hasta el final.

Arribó al entarimado, luciendo un pequeño vestido negro con transparencias en la parte superior. Con su mirada seductora y su desafiante voz, encaró al público. Agradeció el cariño de los mexicanos que siempre la reciben con los brazos abiertos. De ahí en más, ráfaga de éxitos. No los menciono en orden.

“La Niña” para remontarnos 15 años al pasado. Días de escuchar la radio durante horas, siempre a la caza de nuevas propuestas. Con este tema descubrí su propuesta musical, tan honesta como transgresora.

“Quién manda” ayuda a levantar el ánimo. Siempre. Una canción para agradecer que tenemos lo mínimo indispensable para sobrellevar los pesares de la existencia. Humildad. “Por la noche” nos hizo reflexionar sobre las consecuencias de nuestros actos. El respeto por delante.

Momento de ponerse faltosos. “33” es de sacar el bat de beisbol y romper algunos cristales o cráneos. Desafiante y rebelde, “Nanai” incentiva a mirar de manera crítica a una sociedad en la que abundan los prejuicios y el trato desigual.

Comentario marginal. “Tengo un trato” es una canción que ha ganado solidez con los años. A diferencia de la primera versión de estudio, la interpretación en directo destaca por su brillante potencia. Un buen ejemplo para notar la madurez personal y profesional de La Mala.

“Cuando tú me apagas” para el deleite de los enamorados. Recuerdo. Tortura lenta de los corazones que estaban por romperse.

Durante casi una hora completa, La Mala Rodríguez nos obsequió un vaivén de recuerdos, sensaciones y sorpresas. No hubo encore, no hacía falta. Su actuación fue desafiante y sensual. Lo mismo se sienta sobre la mesa con porte de emperatriz que baila con una gracia ingenua. Esta noche en Warehouse se reencontró con su gente, un público que conoce todas sus canciones, que siente profundamente cada línea y se deja llevar por el ritmo.

The Marías en SALA

Fotos Cortesía Cero6 Agencia / Zeus López

La sensualidad pop de The Marías en SALA.

El regreso de The Marías a nuestra ciudad estuvo cargado de elegancia, seducción y calor pop. Con Superclean, Vol. Il estrenado hace apenas un par de semanas nos regaló una noche de ensueño, donde el afecto y las emociones se desbordaron.

Para calentar la pista, Andrea Franz subió al escenario y lo cubrió de su natural dulzura, dejando en claro que la noche se teñiría de girl power. Se apagaron las luces y los gritos de euforia no se hicieron esperar, The Marías subió al escenario de una forma casi angelical, sus integrantes se colocaron detrás de sus instrumentos, sonrieron al público y después de un guiño por parte de María, los acordes de “Cariño” atraparon al oído.

La conexión estaba hecha, todo el público –que en su mayoría era muy joven– había decidido entregarse a las melodías pop soul de esta agrupación. “Estábamos muy nerviosos de que no viniera nadie, gracias por estar aquí” fueron las primeras palabras que María dirigió a su público después de que su voz, fuera coreada por completo en su primer tema.

“I Don’t Know You” y “Only In My Dreams” nos transportaron a un mundo de ensueño donde no había que correr ni preocuparse por cosas banales, sino simplemente llenarse de la placentera satisfacción que la música ofrece. Las letras de este quinteto están cargadas de pasión, por lo que los besos, y las continuas muestras de afecto no dejaron de mostrarse entre el público y hacia María, quien respondía al micrófono con un “yo también te amo” o uniendo sus manos en forma de corazón.

La mezcla de elegancia y sobriedad que el sonido de The Marías proyecta sobre el escenario es pocas veces apreciable, antes de llegar a SALA temí que su presentación se volviera monótona, pero fue por completo lo contrario. Sus líneas de bajo resuenan con una gran fuerza, al mismo tiempo que los golpes de la batería seducen los sentidos por sus tintes de jazz y por si fuera poco, para aderezar y dar brillo a algunos tema, el soul llega al introducir en momentos una trompeta, logrando sin mayor esfuerzo que el cuerpo se vuelva un péndulo.

Con la pícara inocencia de una front woman que se hidrata con jugo de manzana, para “Basta Ya”, María pidió el apoyo del público y no necesito más, las voces comulgan juntas en pro del amor, haciendo resonaron en el recinto como un rayo ensordecedor.

“Déjate llevar” fue su último tema y en el que mayor conexión con el público se tuvo, María tomó diferentes celulares de sus fans y tomó algunas fotos, abrazó a su público, dejando por momentos el micrófono para entregarse por completo a ellos. La felicidad y emoción se reflejaba en su enorme sonrisa, que prometía volver en poco tiempo.

Escuchar a The Marías en vivo es detener el tiempo y viajar a un lugar donde el amor y el placer son lo más importante. Con elegancia y sutileza, este grupo demostró que no necesita de una gran producción para conmover a su público, simplemente dejan que la fuerza de los instrumentos y la tersa voz de María brillen a su tiempo.

Good Charlotte + Papa Roach en la Arena Ciudad de México

Fotos Diego Figueroa

Making emo great again.

Imaginemos el año 2003, tienes 14 años, tus padres no te entienden y tus compañeros de la escuela te hacen burla por querer llevar las uñas pintadas de negro. Para colmo llegas a tu casa y no puedes refugiarte en Internet porque tu mamá está hablando por teléfono con su comadre y no es posible realizar ambas actividades a la vez. En ese momento te vas a tu cuarto, agarras tu Discman, te colocas los audífonos y a todo volumen escuchas “Hold On” de Good Charlotte y por cuatro minutos te olvidas de lo horrible de tu día. Pues ayer, todos fuimos ese adolescente.

No hubo mucha publicidad, solo unos cuantos anuncios y carteles callejeros daban aviso de que la noche del 12 de octubre Papa Roach y Good Charlotte tenían una cita para llevarnos a un viaje por el tiempo.

Todo empezó temprano. Justo a las 18 H. con Lack Of Remorse, banda mexicana de metalcore subió al escenario. Este grupo reivindica al género en nuestro país. Durante 25 minutos demostró que el metal tiene buenos representantes nacionales, mismo caso con Matherya, segunda banda invitada que actualmente se encuentra presentando su sencillo “Alive”, que además sirve para dar a conocer un sonido más digerible a lo que tenía acostumbrados a sus seguidores.

La tercera banda invitada fue Qbo, misma que corrió con la mala suerte de toparse con la furia de la naturaleza que les aventó una tremenda tormenta que desgraciadamente retrasó también el resto de las presentaciones.

¡Qué viva la cucaracha!

Con una hora de retraso pero ya sin lluvia, tomó el escenario, por fin, Papa Roach. Desde sus inicios esta banda numetalera ha visitado tierras mexicanas y tiene una base fiel de seguidores. Desafortunadamente su show se vio recortado por el clima que antes había retrasado las actividades. Sin embargo, esto no hizo más que comprimir en 50 minutos un show memorable que incluyó temas recientes, pero que tuvo sus mejores momentos cuando sonaron clásicos como “Between Angels And Insects”, “Last Resort”, “Dead Bodies” y “Scars”.

Lo interesante es que muchas de las canciones que sonaron tienen casi veinte años y sus intérpretes más de cuarenta, sin embargo parecía que el tiempo se había congelado. La energía de la banda parece no tener fin lo cual provocó que al final todos gritaran: ¡Qué viva la cucaracha!

Tiempo de emo

Si bien Papa Roach dejó todo en el escenario, no sería nada comparado a lo que se venía con Good Charlotte. Esta banda tuvo su origen en los tiempos en los que el happy punk dominaba el mundo, siendo el último gran representante del género y sirviendo de transición para la generación emo de los años dosmil.

La banda empezó con todo. “The Anthem” fue la primera en sonar, provocando felicidad en estado puro. No hay nada que ponga más feliz a alguien que escuchar a la banda que lo acompañó en la adolescencia y más si toca la canción que abre su disco más icónico.

Su set incluyó muchas canciones de ese tipo. “Hold On”, “Boy And Girls”, “I Just Wanna Live” y claro, “Life Style Of The Rich And The Famous”, misma que sirvió de cierre perfecto para una noche de nostalgia.

Parquet Courts en SALA

Fotos Bere Rivera

Buenos tiempos para los aficionados del garage en la ciudad: Parquet Courts en SALA.

Son buenos tiempos para los aficionados del género garage y sus derivados en la Ciudad de México. Si promotoras independientes como Violencia River o Beyond Psicodelia no se encuentran promoviendo la escena local (que realmente tiene potencial para alcanzar estándares internacionales), entre HIPNOSIS y Sicario compiten para traer a los actos más representativos en el mundo. Sea como sea, la escena se siente más vibrante que nunca y ayer fue un esclarecido ejemplo de esto con la esperada visita de la agrupación neoyorkina que se hace llamar Parquet Courts.

Afortunadamente la banda comenzó a tiempo y rápidamente sumergió al público en brincos y gritos desenfrenados generados por esa primera secuencia de guitarra en el tema “Total Football”, que también es uno de los muchos otros que poseen coros que inspiran a un emocionante canto colectivo ("Freebird II", "Light Up Gold II" serían otros ejemplos). Está es una cualidad de la cual disfruto mucho sobre varias canciones de este grupo. Sus coros son extremadamente contagiosos, y en conjunto con la poderosa voz de Andrew Savage, se crea una energía palpitante que solo puedes apreciar realmente en vivo.

Al hablar de Parquet Courts, siempre he apreciado de manera harta a sus letras y líricas, pues me parecen brillantes de una forma sutil y encantadora. Pero al momento de presenciar las ejecuciones en vivo, es cuando te das cuenta de lo fascinante que es su instrumentación. En efecto, la voz penetrante de Andrew y la dinámica entre ambas guitarras (esta segunda al mando de Austin Brown) se llevan el show, pero de todos modos las percusiones a cargo de Max Savage y el bajo por Sean Yanton también caben dentro de lo innovador. Al menos al discutir sobre el género y su estado en tiempos modernos.

Respecto al setlist, la agrupación se encargó de brindarnos una apropiada armonía entre temas sosegados y explosivos. En un momento podrías estar disfrutando del slam en toda su expresión con piezas como “Almost Had to Start a Fight/In and Out of Patience” o “Borrowed Time” y al siguiente te encontrabas en un estado de calma para canciones como “Before The Water Gets Too High” o “Back To Earth”. En otros casos como en “Wide Awake!” u “One Man, No City” te generaban una especie de energía que se podría definir como un híbrido entre ambos polos anteriormente señalados. Una mezcla entre emoción y contemplación causada por las joviales percusiones y coros en la primera, además de una versión extendida de la interacción entre dos magníficas líneas de guitarra en la segunda.

Otro momento destacable sería durante el homenaje a The Ramones con la interpretación de "Today Your Love, Tomorrow The World", en donde se sustituye una guitarra por el instrumento electrónico Omnichord y así dándole un giro un tanto refrescante.

Al final sí se puede decir que fue una presentación memorable y digna para los entusiastas del género. Parquet Courts significó una excelente visita para este año lleno de garage y psicodelia. Esperemos siga creciendo esta afición.

San Pascualito Rey anuncia show con The Chamanas

En diciembre podremos ver a San Pascualito Rey en el Lunario del Auditorio Nacional.

Pascual (voz), Alex Otaola (guitarras), Juan (bajo), Rodolfo Wright (sintes) y Chepo Valdez (batería) cerrarán el 2018 con una presentación en el Lunario del Auditorio Nacional el próximo 5 de diciembre. En este show especial podremos disfrutar de sus clásicos y de canciones extraídas de su reciente producción discográfica Lo que nos trajo hasta hoy.

Además, la banda mexicana contará con un invitado muy especial: The Chamanas, que recientemente estrenó NEA II –una versión actualizada de su álbum NEA con nuevas canciones–.

Los boletos estarán disponibles el próximo 12 de octubre a través del sistema Ticketmaster, en las taquillas del recinto y en el 5325 9000.

Precios:

Precio Especial hasta el 4 de diciembre: $550

Precio día del show: $650

Además, durante este mes, San Pascualito Rey tendrá algunas presentaciones en la República Mexicana, la más cercana será el próximo 25 y 26 de octubre en el marco del Festival Internacional Cervantino en la Ciudad de Guanajuato.

Lo que nos trajo hasta hoy fue estrenado el 6 de enero de 2017 y es una lección de cómo la evolución siempre es benéfica, donde los autores tienen el valor de arriesgarse y poder encontrar otras opciones de expresión.

Starsailor en El Plaza Condesa

Fotos Diego Figueroa

Guiados por los navegantes estelares.

“Listen to your heart”, que te lleve el viento, deja la rutina atrás, centra tu atención en el escenario y olvida los pendientes, las juntas, las programaciones y obligaciones, toda la vida estuviste esperando por este momento, Starsailor está en el escenario y nada más importa. Y de golpe el piano y la voz tanto ansiada, y mientras buscamos ser alguien más y nunca dejamos de ser los mismos, a través de los ojos de nuestra nostalgia “Alcoholic” nos deja un gran mensaje: “threw it all away”. James Walsh abre bien los ojos y se sabe sorprendido por la emocionante respuesta del público.

“Poor Misguided Fool”, cuando somos sensibles las caídas son más dolorosas, pero esa guitarra anima al movimiento de nuestros hombros, al canto difuso que emana un alma cansada, luces magenta dominando el panorama, y la música en su más puro estado en el mejor lugar para apreciarla en vivo. Estos lluviosos días de octubre El Plaza Condesa ha sido la capilla perfecta para todos aquellos que buscan en himnos la salvación. “In The Crossfire” por todos aquellos que no nos vemos a nosotros mismos mirando al espejo, por los que no tienen unos ojos donde verse reflejados, esa extraña pero alegre melancolía que emana la banda, el ánimo discreto de aquellos que cantan y conocen cada canción, una noche de brit pop que tanto nos hacía falta.

El evocador sonido del piano Rhodes al inicio de “Fidelity”, por aquellos que llegaron desde muy temprano a hacer fila, por los fans que recibieron a la banda en el aeropuerto, por la sonrisa que provoca la fidelidad y afinidad a las melodías que nos llevan a una fría calle en Wigan. “Way To Fall”, el borde del precipicio por el cual descendemos al escuchar tantas verdades, nuestra forma personal de caer, los consejos que no seguimos, las verdades que creemos absolutas, ese algo en la garganta como daño colateral de la soledad, el abrazo al vaso de whisky cual si fuera la urna de las cenizas de lo que hemos perdido para siempre, la furiosa marea de lágrimas y sus embates a nuestra embarcación que debemos mantener a flote, el hueco que no podemos llenar ni ocultar.

“Blood” para entender la actualidad de una banda que en el pasado encontró su arraigo con los fans, y en el futuro su encanto creativo, “Lullaby” y la emoción que se estuvo guardando por tantos años, la marejada de ilusiones, el agradecimiento por el candor de la bienvenida: “tardamos demasiado en venir y no esperábamos esto, esta es la mejor ciudad del mundo”, El Plaza Condesa en aplausos al verse totalmente complacido, años de ausencia recompensados. “Neon Sky” encadenada a algunas frases de “Sonnet” de The Verve, la noche no podía ser más brit pero faltaba lo mejor. Si hubieras visto lo bueno que había en mi estaríamos cantando estas canciones no solo esta noche, por siempre, “Love Is Here”, y ante las ausencias el aullido de un coro al unísono, por los que se quedaron solos, y los que disfrutan cada acorde y compás, por aquellas parejas que ante las luces azules emanan brillo propio mientras se abrazan. “Fever” y su cadente encanto, “Ain’t No Sunshine” de Bill Withers evocando el gospel de un templo en Harlem, “Tie Up My Hands” para recordar el inicio que nos volvió los más grandes fans, “Tell Me It’s Not Over”, lo mejor está por venir, “Four To The Floor”, el leve devaneo de nuestros cuerpos, los vasos flotando en el aire, el canto que volvió a lastimar nuestra garganta, el recuerdo que se llevará Starsailor sabiendo que siempre los recibiremos encantados.

“Silence Is Easy” antes del verdadero silencio en una despedida en falso, “Please, Please Let Me Get What I Want”, un poco de The Smiths para avivar la flama, “All I Want To Do Is Rock” con Andy Dunlop de Travis quien los ha estado acompañando en sus recientes presentaciones en el bajo, “Good Souls” para cerrar un ciclo que comenzó un verano mientras el insomnio en las vacaciones escolares provocaba hacer colage con recortes de periódico mientras la rotación de un canal de videos musicalizaba la creatividad, y esta canción sonando como una esperanza de encontrar a alguien que eventualmente apareció pero que muy rápido se desvaneció. Gracias por las buenas almas que hacen música que nos alivian al pasar de los años, su esencia lacrimógena que nos mantiene en la enriquecedora nostalgia por saber que a pesar de sentirnos vencidos, tenemos que seguir adelante a pesar de la tormenta que nos esperaba afuera de camino a nuestras guaridas. Afortunadamente los navegantes de las estrellas nos habían mostrado un atajo al sueño momentáneo.

Bomba Estéreo en el Pepsi Center WTC

Fotos Edwin Lopez

Es Bomba Estéreo: fiesta en la jungla.

No cabe duda que Bomba Estéreo es una de las bandas latinas más importantes de la actualidad. Cada vez que parece que desaparece del reflector sorprende con una nueva canción que los vuelve a poner en el mapa. Este año esa canción de llamó “To My Love”, misma que sonó una y otra vez y hasta en la sopa durante el primer semestre de este año. Quizás fue por eso que la banda decidió intentar un recinto más grande para su presentación en CDMX y nada mejor que el Pepsi Center WTC para enfrentar este reto.

Al llegar al lugar lo primero que se podía notar era la escenografía que simulaba una jungla, lo cual tiene sentido pues precisamente el nombre del tour es Jungla Tour, así que todo bien ahí.

A las 20:00 H. todo estaba listo, sin embargo antes de los colombianos subió al escenario Girl Ultra, lo cual dio oportunidad a los rezagados de llegar. La chilanga calentó la noche con un R&B a veces sensual, a veces de despecho, o sea: R&B.

“Durante la próxima hora y media vamos a olvidarnos de lo que pasa afuera”, dijo Liliana Saumet mientras lucía un abrigo verde que a su vez cubría un vestido rojo que contrastaba de maravilla con la escenografía natural. Liliana no mintió, desde un inicio la música te hacía olvidar todos lo problemas de afuera gracias a su "Cumbia sicodélica".

Canciones como “Soy yo” o “Somos dos”, pusieron a bailar a un público tan variado que incluyó desde niños que cantaban cada palabra en los hombros de sus papás, hasta jóvenes adultos que habían conocido a la banda hace años en sus inicios y que conocían, también cada letra y cada baile que salía del escenario.

Algo que caracteriza los conciertos de Bomba Estéreo, es que no hay un momento de tranquilidad, ni siquiera las canciones “tranquilas” te permiten un minuto de descanso, todo es intenso, todo es baile, todo es sudor. Sin embargo aún así existe un momento en el que todo explota, en el que la energía llega al máximo. Ese momento incluye sus tres canciones más exitosas.

Es cuando empieza a sonar “To My Love”, que todo llega a niveles orgásmicos de baile e intensidad. Como ya se estableció esta canción sonó hasta en la sopa este año a pesar de tratarse de un track que tiene varios años. Después de esa explosión viene “Fiesta”, la cual sube aún más la intensidad.

Para terminar viene “Fuego”, esa canción que los convirtió en figuras fuera de su natal Colombia, esa que puso a bailar cumbia hasta al más rockerito, en este punto Liliana aprovecha para presentar a los músicos y terminar con una explosión que deja a todos con ganas de más.

Al final te das cuenta que Liliana tuvo razón, durante hora y media te olvidaste de todo y todo pasó tan rápido que no queda más que retirarte con una sonrisa en la boca.

Los Auténticos Decadentes en México

Como parte de la celebración de sus 30 años de carrera musical, Los Auténticos Decadentes ofrecerá tres fechas en el Auditorio Nacional.

La alineación argentina llegará a la capital mexicana con un inigualable show como parte de la presentación del disco Los Auténticos Decadentes: MTV Unplugged Fiesta Nacional, estrenado en MTV el pasado 4 de octubre y lanzado en formatos CD + DVD y digital el pasado 5 de octubre.

Prepárate para ser parte de este carnaval acústico el 28 de febrero, viernes 1 y lunes 4 de marzo del 2019, en el Auditorio Nacional de la CDMX. Los boletos estarán disponibles en preventa los días 11 y 12 de octubre y para el público en general 13 de octubre en el sistema Ticketmaster y taquillas del inmueble.

Precios:

VIP: $2,000
PREFERENTE A: $1,600
PREFERENTE B: $1,400
PREFERENTE C:$ 1,200
LUNETA: $900
BALCÓN: $600
PRIMER PISO: $400
SEGUNDO PISO: $300

*Los precios aquí mostrados NO INCLUYEN los cargos por servicio de Ticketmaster*

Los Auténticos Decadentes: MTV Unplugged Fiesta Nacional se grabó en los Arenas Studios de Buenos Aires bajo la dirección musical de Los Auténticos Decadentes junto al múltiple ganador del Grammy Latino, Gustavo Borner y contó con la colaboración de artistas como Mon Laferte, Rubén Albarrán (Café Tacvba), Gepe, Ulises Bueno, Chaqueño Palavecino y La Bomba de Tiempo.

Twenty One Pilots anuncia concierto en México

The Bandito Tour de Twenty One Pilots llega a territorio mexicano.

El dúo estadounidense Twenty One Pilots, conformado por Tyler Joseph y Josh Dun, ha anunciado su próxima visita a México con The Bandito Tour, que iniciará el 1 de mayo de 2019 en la Arena Monterrey, continuará en el Palacio de los Deportes de la CDMX el 3 de mayo y concluirá el 6 de mayo en la Arena VFG de Guadalajara.

Los boletos para el Palacio de los Deportes estarán disponibles a partir del próximo 15 y 16 de octubre a través del sistema Ticketmaster, al 53259000 o en las taquillas de los inmuebles.

Precios:

Pista A: $1,480

Sección D: $780

Sección E: $520

Recientemente Twenty One Pilots publicó su nuevo álbum titulado Trench, del que se desprendieron los sencillos: “Jumpsuit”, “Nico And The Niners”, “Levitate” y “My Blood”.

Twenty One Pilots recibió una serie de importantes premios y nominaciones en los últimos años, con "Stressed Out" ganándoles el GRAMMY Award 2017 por "Best Pop Duo / Group Performance" junto con cuatro reconocimientos adicionales. Otros honores incluyen siete Billboard Music Awards, entre los que se incluyen "Top Rock Artist" y "Top Rock Album" para Blurryface de 2016 y "Chart Achievement Award" de 2017, "Top Duo / Group", "Top Radio Songs Artist", "Top Rock Artista "y" Top Rock Song para "Heathens".