Ciudad: CDMX

Django Django en El Plaza Condesa

Fotos Cynthia Flores

Un espectáculo en privado con la ecléctica música de Django Django.

Hay ocasiones en las que uno se pregunta por qué una banda no ha tocado el suelo nacional, si  tiene una interesante trayectoria además que suena increíble. Tal es el caso de Django Django, agrupación con más de 10 años en activo y con tres discos de estudio, a la que tuvimos el placer de disfrutar por primera vez en nuestro país.

Sin embargo, ayer también vimos la razón por la que a veces no se traen a ciertas agrupaciones –que pese a su calidad y que son una propuesta fresca en un mercado saturado de sonidos banales – y es porque pueden resultar no ser un negocio. Lo que prometía ser una noche para reventar en El Plaza Condesa, terminó siendo un show casi privado para los pocos que nos reunimos.

Curiosamente, el telonero en esta ocasión no fue un acto mexicano, sino los americanos Broncho, con un indie rock bastante relajado y armónico. Los que llegamos temprano los despedimos entre aplausos y también quedamos perplejos: los que estábamos sobre la pista íbamos a ser prácticamente todos los presentes para la función principal. Afortunadamente, no hubo mucha espera gracias a que cada vez más y más en los conciertos se tiene ya listo el setup de la siguiente banda en el backstage.

Puntuales, como británicos que son, a las 21 H. en punto los cuatro integrantes de Django Django subieron al escenario para ser recibidos por sus verdaderos fans. Fue un momento de felicidad, pero también agridulce, ya que esta era la primera vez que pisaban México y tocaron en un venue casi vacío.

Pero al escuchar las primeras notas de “Marble Skies”, de su más reciente álbum homónimo, todos los presentes nos sumimos en lo que sería una velada simplemente espectacular. El setlist se compuso principalmente de canciones alternadas entre Marble Skies (2018) y Born Under Saturn (2015). El buen ritmo continuó en “Shake and Tremble” con sus claros coros, para seguir con “Tic Tac Toe”, repleta de ecos y salvajes reverbs, para hacer una pequeña pausa con la tierna First Light y la electrónica “Surface to Air”, en donde los integrantes al final proporcionaron una explosiva improvisación techno que puso a bailar a todos.

Al poco tiempo, llegó una de las favoritas recientes, “In Your Beat”, con sus pegajosos primeros compases e hipnótica progresión. Aunque la banda consta de pocos integrantes, meten mano a todos los recursos tecnológicos a su disposición para hacer texturas interesantes en vivo, desde moduladores de voces hasta el uso de un theremín que controla el tecladista Tommy Grace. Durante toda la noche, el frontman Vincent Neff, agradeció a los presentes por recibirlos tan bien.

El concierto tuvo un pequeño bajón, con “Sundials” y “Further”, tracks algo flojos, pero de inmediato agarró vuelo con tres piezas clásicas de su primer material discográfico, Django Django (2012), que tiene completamente esa vibra country y western por el que se han hecho característicos. Disfrutamos de “Firewater”, que en vivo la banda vuelca su alma para hacerla envolvente. Después siguió la escurridiza “Default” con unos intensos riffs en la guitarra, así como unos solos mortales en el bajo cortesía de Jimmy Dixon. Este trayecto terminó con la maratónica “Wor”, repleta de gritos y juegos vocales con un arrecife de luces rojas que invadieron el escenario.

Al concluir, se despidieron para hacer la tradicional breve pausa y regresar con un modesto encore compuesto por la divertida y movida “Champagne”, así como por la fantástica “Silver Rays”, pieza repleta de detalles y samples curiosos, como un rayo de luz que atraviesa un prisma y se desfragmenta en cientos de colores. Una verdadera experiencia escucharla en vivo.

 

NANO MUTEK 2018

Fotos Cortesía Mutek

La luz que brilla intensamente se consume pronto: NANO MUTEK 2018.

Podemos decir que, desde hace unos años, NANO MUTEK ha sido la noche que inaugura una temporada particularmente interesante para los habitantes de la Ciudad de México a los que les gusta la música experimental. Esta temporada concluye, naturalmente, con la clausura del Festival Mutek que cumple su décimo quinta edición. Este año, el pistoletazo corrió a cargo de Transgresorcorruptor, alter ego experimental que el veterano productor Yamil Rezc ha usado desde hace casi 15 años para descansar del rock.

Tras este asalto de ambient matemático, vimos a AMNL PRNT, una de las ocurrencias más interesantes de la noche. Abrir el show de Yves Tumor con la presentación del dúo mexicano fue un acierto pues, en gran medida, comparten con el músico estadounidense una sensibilidad histriónica y una aproximación casi glam a la música experimental. Con ritmos bastante más lentos que lo que vendría a continuación, AMNL PRNT puso al público en el tono correcto gracias a la hipnótica voz de Paulina Olea. Este tono sería fundamental más tarde para recibir a Yves Tumor.

El trabajo de Yves Tumor pertenece a un impulso global actual de música que busca conciliar dos cosas en apariencia excluyentes: por un lado, la vulnerabilidad y la delicadeza de las minorías y de los marginados; por otro lado, la agresividad, la violencia, la furia absoluta. Tumor parece encarnar esta dicotomía en todos los aspectos de su arte y esto se traduce en un juego constante en torno al género, tanto al género individual como al género de su música, que oscila entre el noise, el ambient y algo parecido al rock noventero en su reciente lanzamiento Safe in the Hands of Love (2018), quizás uno de los mejores discos del año.

En el mismo show en vivo es donde se manifiesta esta doble naturaleza: por una parte hay una hermetismo y una voluntad no de desafiar sino de huir, de ser incondicionalmente libre. Por otra parte, una apertura y una cercanía que lo lleva a pasar casi tanto tiempo encima del escenario como entre el público. Su aspecto físico también huye de las etiquetas (a menudo más Marc Bolan que Trinity de Matrix), Yves Tumor parecía anoche un trasnochado rockero de las épocas del CBGB.

Sabiendo esto, no resulta raro que el experimental músico haya logrado defender en vivo su tercer álbum de forma tan admirable, dando incluso concesiones a baladas barrocas como “Recognizing the Enemy”. Los asistentes anoche parecía incapaces de ver a Yves Tumor como nada menos que una superestrella y, cuando el productor de Tennessee se aventó a la pista, no faltaron manos amigas dispuesto a pasearlo como a un santo profano. El show fue poderoso, ácido. Tumor puede arengar a sus fans con un susurro o gritarles en la cara mientras baila o se coloca en el borde del escenario, levantando su camiseta y mostrando su vientre plano como una especie de antibandera.

Quizás la decepción más grande de la noche fue la ausencia de soporte visual al show de Tumor. Hemos visto crecer al productor como una suerte de artista total en la línea de anti estrellas pop como Arca, cuyos cuerpos de trabajo se apoyan en la música pero también en las artes visuales, plásticas, el diseño y, sobre todo, el discurso. No vimos nada de eso a noche, solo un cuerpo largo y serpenteante y un secuenciador soltando torrentes de ruido.

Después de poco más de media hora de show abrasivo, el músico estadounidense desapareció sin dejar rastro. Nunca se acostumbra uno a esta fugacidad, por mucho que sepamos que las luces que más intensamente brillan son las que se consumen primero. El cierre de esta inauguración corrió a cargo de DJ Unfollow, nombre bajo el cual se esconde el productor Gabo Barranco para poner canciones que nunca fallan en hacer bailar a los presentes.

The Voidz en Pabellón Cuervo

Fotos Joanna De La Paz

De lo más interesante del rock fuera de la ola psicodélica: The Voidz.

Tarde o temprano tendría que haber una réplica de lo que se vivió en Sudamérica en la gira Hollywood Bolívar aquí en nuestra querida capital y me da gusto. Después de todo, ya nos tocaba presenciar al acto en vivo de la agrupación mexicana Rey Pila y todo su esplendor después de haber pasado buen tiempo trabajando junto al productor Chris Coady y tocando por todo el mundo como parte del sello Cult Records (fundado por el mismo Julian Casablancas). A esto, sumándole un cierre magistral por parte de la agrupación The Voidz presentando nuevo material, sonaba como una noche palpitante y en efecto, así lo fue.

Promiseland fue el proyecto que se encargó de abrir la noche y debo aceptar que no fue de lo más placentero. Al momento, me pareció como una mezcla de dubstep que servía como base de un rap ejecutado por un hombre que se trepaba a las bardas metálicas del VIP con mucha energía y cantaba sobre suicido, pero por curiosidad escuché algo de su trabajo durante el día y lo sentí bastante mejor. Diría que no fue nada favorecido por el sonido, e independientemente de mi primera impresión, fue suficiente para darle inicio a la energía que se mantendría durante el evento.

El venue ya se sentía más lleno y entusiasta para cuando los integrantes de Rey Pila salieron serenamente y se acomodaron en sus instrumentos para dar inicio a su presentación. Con temas como “Alexander”, “White Night”, “Fire Away”, “What a Nice Surprise” nos empaparon de sonidos fuertemente sumergidos en esa deleitosa estética ochentera en donde resaltan los sintetizadores y la voz del frontman Diego Solórzano.

Finalmente llegó el momento de los protagonistas de esta noche en el Pabellón Cuervo. La banda conformada por Julian Casablancas, el divertido Jeramy "Beardo" Gritter (guitarra), Amir Yaghmai (guitarrra), Jacob "Jake" Bercovici (bajo, sintetizadores), Alex Carapetis (batería,bajo) y Jeff Kite (teclados) nos entregó un sensacional show presentando temas como “Where No Eagles Fly”, “Pyramid of Bones”, “Lazy Boy”, “Leave It My Dreams” generando el clase de fulgor que te puedes esperar en un concierto en donde vas a escuchar la mezcla de géneros como avant-garde rock, metal, synth y experimental efectuado por un vocalista carismático con una voz inconfundible. Esto sin mencionar el complemento de geniales músicos que la acompañan logrando crear una atmósfera más emocionante y explosiva que cualquiera de sus grabaciones de estudio. Todo para cerrar de la manera más alucinante con el tema “Human Sadness” como parte de su segundo encore, en donde presenciamos el gran talento y alance como cantante de Julian Casablancas.

Al final podría decir que me emocionaría mucho más el anuncio de un nuevo álbum de The Voidz que el de uno de The Strokes, gracias a la presentación de ayer.

 

 

Love of Lesbian en el Auditorio Nacional

Fotos Bere Rivera

Love of Lesbian en el Auditorio Nacional: Lagrimas de felicidad, un gol en el ultimo minuto.

“No más lagrimas, porque hoy nos hemos conocido”, Santi Balmes

Una mujer de ojos profundos salta delante de su asiento, su sonrisa se mezcla con el regocijo de quien sabe que valió la pena venir de tan lejos. No es la única que graba ansiosa el momento con su móvil, son todos los asistentes al coloso de Reforma que sacan sus celulares para guardar un poco de recuerdo. Parecen amigos, los extraños se quedaron fuera, la noche del 18 de octubre de 2018 que bajó el poeta Halley para quedarse en el plano mortal, a 20 años de la broma que transmutó en banda.

El Auditorio Nacional tuvo una noche inolvidable, siendo Love of Lesbian un nombre que quedará en la memoria de sus pasillos por mucho tiempo. Los liderados por Santi Balmes ofrecieron un recital de antología que pasó de las dos horas de duración, dejando un muy grato sabor de boca en todos sus fanáticos que prácticamente llenaron el venue.

Una banda que a base de esfuerzo, sinceridad y absoluta calidad por fin se vio recompensada al abarrotar un foro tan importante en la industria del espectáculo en nuestro país dejó cautivados a sus más incondicionales, que nunca dejaron de cantar y completaron el circulo de entrega y pasión desde las gradas. El inicio de la majestuosa fiesta se vio marcado con las notas de “Nadie por las calles” dejando claro que la noche seria larga, pero inolvidable. Resulta sorpresivo no haber notado ningún momento en que los ánimos bajaron, pasando del éxtasis a la nostalgia, de la redención a la lectura del “Manifiesto delirista” bajo una bola disco. Un espacio donde cupieron nuestros fantasmas y ambiciones, para al final tomarse de la mano.

Siendo “La niña imantada” un despliegue de cánticos y palmadas al unísono, “Allí donde solíamos gritar” y “Las malas lenguas” advirtieron que los primeros recuentos del icónico 1999 habían llegado para quedarse. Apoyados de magníficos gráficos en cada canción, los de Sant Vicenç dels Horts, Barcelona, despertaron añoranzas con “Domingo astromántico” y la clarividente “Wio, antenas y pijamas”.

Una acústica íntegra, placentera, hizo también que el publico se sintiera cómodo durante el recital, dándole nitidez a todos los instrumentos arriba del escenario. Definitivamente el Auditorio Nacional se lleva las palmas otra vez por ofrecer un sonido de excelente calidad.

Mientras tanto, las luces iluminando “La noche eterna” fueron la guía para que más de uno encontrara un camino entre la penumbra. Magia pura, sensata y universal, la noche en que el poeta Halley pasó sobre el ombligo de la luna con la fuerza de un huracán de escala descomunal. Fueron precisamente las notas de “Bajo el volcán” las que aumentaron el júbilo en los asistentes, para después rematar con la multi coreada “Cuando no me ves”. En realidad, Halley siempre estuvo presente en el escenario, simplemente estaba esperando su momento.

Nunca es tarde para la reflexión en medio de una canción. Sintiendo la entrega y el fervor que los fanáticos del “Indie Lesbiano” ofrecieron a sus ídolos de principio a fin, la canción que fácilmente podría acompañar de fondo todo su desplome de emociones podría ser “En busca del mago”, evocando a la analogía del pájaro inmortal y el mago, ¿quién es quien? Quizás Love of Lesbian somos todos nosotros, los niños extraños que buscan el amor en todas partes, los niños que nos partimos en llanto con cada frase de cada canción, los niños brillantes, los planetas estrellados… Este concierto va más allá de un concierto, más allá de una banda, son 20 años de gritar lo que los niños raros hemos callado.

Por si fuera poco, la agrupación catalana tuvo invitados de lujo para esta ocasión especial, siendo Alex Ferreira el encargado en “Los males pasajeros”, invitando a comprarle a nuestras malas pasadas un solo boleto de ida para que no vuelvan jamás. Por otra parte, Manuel Mendoza, vocalista de Camilo Séptimo dio una magistral interpretación de “Belice”. Posteriormente, Silvana Estrada dejó boquiabiertos a los asistentes cuando entregó una poderosa versión de “Incendios de nieve” que fue ovacionada de principio a fin.

Cuando parecía que ya no podía haber más sorpresas, Santi Balmes, Julián Saldarriaga, Jordi Roig, Joan Ramón Planell, Uri Bonet y Dani Ferrer decidieron soltar el clásico de clásicos lesbiano por excelencia, “Club de fans de John Boy” con un coro adecuado para tales versos letales, que acompañados por una sección de metales y otra de percusiones le dieron al concierto en general un valor extra en su ejecución.

Con un Santi Balmes imponente, con aura de sex symbol, una atmósfera mágica generada por una banda que nunca imaginó pisar el escenario del coloso de Reforma, que nunca pasó por su mente estar frente de tanta gente, los que hicieron de una broma una realidad, quisieron irse dignamente con dos temas que fueron el sello de un concierto más que emotivo, plagado de camaradería y felicidad. Las notas de “El Poeta Halley”, la oda a la leal –traidora inspiración, la justificación del escritor fue quizás el momento más emotivo del concierto– concluyendo con el entrañable poema de Joan Manuel Serrat recitado por él mismo a través de la pantalla.

Posteriormente, el cierre de la velada se vio marcada por “Planeador” un hasta luego de unos colegas que jugaron como locales sin haber nacido aquí, pero que viven enamorados de un publico que obtuvo el mejor regalo de la música. Los corazones a mil, el momento en que los fans y la banda lloraron y se consolaron entre sí, sin barreras, siendo Balmes el emisor de la entrañable frase “No más lagrimas, que hoy nos hemos conocido”. Y es así como concluyó la noche de las lagrimas de felicidad, como un gol en el último minuto… la noche en la que el público emocionó a la banda.

 

 

 

¡Cults regresa a México!

La banda neoyorkina Cults finalmente presentará en la Ciudad de México su nuevo disco.

7 de Noviembre @Foro Indie Rocks!

Desde su álbum debut, el dúo neoyorquino ha trabajado para convertirse en uno de los mejores proyectos en la escena del indie pop. Su peculiar estilo, que mezcla el dream con bedroom pop, resultó en un sonido diferente y cadencioso, una fórmula perfecta e interesante, pero que ha evolucionado constantemente para seguir sobresaliendo.

Cults regresa a México, pero con un nuevo rostro y el disco Offering bajo el brazo. El tercer álbum de estudio de la agrupación le dio un giro de 180 grados al proyecto de Madeline Follin y Brian Oblivion. Este es, hasta ahora, el disco más maduro y elaborado del grupo.

El reciente material de Cults fue bien recibido por la crítica y sus seguidores, sobre todo en la Ciudad de México, que se convirtió en uno de los cinco lugares con más listenings del grupo en servicios de streaming.

Y para dar inicio en esta noche, Sophie Fustec mejor conocida como La Chica será el proyecto invitado. La cantante de origen franco-venezolano ha fusionado la música de dos culturas, por un lado los sonidos de su herencia latina tradicional y por el otro, una exploración de instrumentos electrónicos y texturas sonoras que ofrece una versátil fusión.

Todo está puesto para que el concierto de Cults en México presentado por Indie Rocks! y Major Tom, sea uno de esos momentos especiales del año.

 

Preventa $300

Día del Evento $350

Boletos ya la venta en https://cults.boletia.com/

The Boxer Rebellion en el Foro Indie Rocks!

Fotos Yolotzin Bravo

El público mexicano y The Boxer Rebellion, dos ingredientes más que compatibles.

En marzo de este año, la agrupación de Londres publicó su sexto álbum de estudio, lo que emocionó a los fans mexicanos y nos dejó a muchos a la espera de su llegada, pero no imaginaba que la fila de acceso le fuera a dar la vuelta al Foro Indie Rocks! a pesar de eso, la entrada fue rápida.

La gente iba con un objetivo, ver a las bandas lo más cerca posible, pocos pasaron por cerveza y la mayoría no esperó para tomar su lugar. En un instante, el lugar ya estaba a media capacidad, y los que se tomaron su tiempo para entrar se percataron de su mala decisión.

Nos citaron a las nueve de la noche, pero URSS Bajo el Árbol, grupo que abrió el evento, salió poco después de las 22 H. Fueron recibidos por un público difícil, con gente que llevaba esperando más de una hora y un ambiente tenso. La situación no era favorable, pero aún así los capitalinos salieron a darlo todo. Comenzaron a lo grande con "Turista" y todos comenzaron a contagiarse de la energía del grupo.

Desde hace tiempo quería ver a URSS Bajo el Árbol, pero no pude pedir mejor escenario. La banda tenía una prueba enfrente y la superaron como pocos. Mauricio Solo, el vocalista, terminó sin playera y arrastrándose en el escenario mientras Jonathan Arellano nos dejaba impresionados con su habilidad en el sax. URSS Bajo el Árbol nos salvó, salvó la noche, y tengo que decir que es una de las mejores bandas nacionales que he visto en vivo.

Una hora después, por fin salió The Boxer Rebellion. El grupo fue directo a sus instrumentos, no podían hacer esperar más a la gente. Iniciaron con "What The Fuck", uno de los sencillos promocionales de su reciente disco. Varios corearon y Nathan parecía contento de ver que el público le dio seguimiento a su último material.

Le siguió "Big Ideas" y todo el foro se entregó a los británicos. Fue un borrón y cuenta nueva, la espera y cansancio desaparecieron. La gente comenzó a cantar y bailar al unísono. Eso ya era el concierto que habíamos esperado.

"Semi-Automatic" y "Weapon" mantuvo el ambiente, pero creo que los integrantes de The Boxer Rebellion se dieron cuenta del éxito de Ghost Alive, su nuevo disco, cuando "Love Yourself" fue ovacionada de principio a fin. La agrupación es talentosa, eso nadie lo puede negar, pero hay que hacer mención especial a Andrew Smith, que no solo es un guitarrista increíble, también tiene una enorme presencia en el escenario.

Durante los primeros segundos de "No Harm" todo iba con normalidad, pero de repente Nathan bajó del escenario y se metió entre el público. Nadie lo podía creer y empezamos a arremolinarnos, rodeándolo con nuestras cámaras. No sé si era una disculpa por la tardanza, pero quiero creer que sí. Se quedó solo unos minutos, casi toda la canción, pero ese poco tiempo parecieron horas.

¿Podíamos pedir más? En realidad solo esperábamos algunos de los hits para irnos más que satisfechos, pero The Boxer Rebellion no dejó de consentir a los asistentes. Con "New York", uno de los tracks de Promises, cambiaron la letra por un: "And I’d go back to where we last met/And tell you so, tell you so/In Mexico". La gente respondió como se debe, con aplausos y gritos.

"Let's Disappear" era otro de los temas que la gente quería escuchar y la emoción ya era incontenible. El contento de la gente duró incluso con "If You Run" y "Locked in the Basement". Las peticiones comenzaron a ser incesantes.

Sabíamos que esto estaba por acabar cuando sonó "Caught By The Light", ya solo faltaban algunas canciones en la lista. Estábamos más que agotados, pero dispuestos a seguir el tiempo que fuera, y fuimos recompensados con "Diamonds". En un enorme esfuerzo, la gente empezó a saltar y moverse con violencia. El foro completo vibraba en alaridos por The Boxer Rebellion.

Tras anunciar la que sería su ultima canción, "Here I Am", el grupo subió al escenario a Mauricio Solo de URSS Bajo el Árbol y Eunice Guerrero de Valsian. Días antes del show, la banda sacó esta colaboración como muestra del afecto que le tienen a nuestro país. Pero en realidad se vio la buena química entre sus integrantes y los músicos mexicanos. Era un final perfecto, pero todavía había más.

The Boxer Rebellion volvió para tocar "Always", "Promises", "Let It Go" y "Evacuate", estas dos últimas fueron pedidas casi desde que inició el show. Muchos ya querían irse, no podían más, pero cada canción los hacía quedarse hasta el final. Al final, después de "The Gospel of Goro Adachi", Nathan confesó que éramos el mejor público para el que habían tocado y que esperaban volver. No pudimos recibir mejores palabras.

La banda nos dio una noche para recordar, este fue uno de los mejores conciertos del año. Vivimos un momento único e irrepetible, que guardaremos en nuestra memoria y que sin duda The Boxer Rebellion también lo hará.

El 'Folclor Imaginario' de Gepe llegará al Roberto Cantoral

Después de su exitosa presentación en el Foro Indie Rocks!, Gepe vuelve pero esta vez con su gira Folclor Imaginario.

El año pasado lanzó el disco Ciencia exacta con el cual tuvo un gran éxito, el recibimiento que el público le dio fue enorme, logró llenar a tope el Foro Indie Rocks!, y dar una increíble presentación llena de baile, buena vibra que desbordó la energía del público. Sin embargo, este año es el turno de darle paso a su nuevo material discográfico.

El show Folclor Imaginario + grandes éxitos se llevará a cabo el 15 de noviembre de 2018, está dirigido para todas las edades, y aquí interpretará todos los temas del disco, además de nuevas versiones de sus más grandes éxitos, acompañado por los músicos que participaron en este material discográfico. ¡No te quedes sin ser parte de este íntimo encuentro!

Precios:

SUITE 2 MX $859.00

SUITE 1 MX $859.00

PALCOS MX $859.00

LUNETA SUPERIOR MX $859.00

LUNETA BAJA MX $859.00

BALCON SUPERIOR MX $586.00

BALCON IZQUIERDO MX $586.00

BALCON INFERIOR MX $586.00

BALCON DERECHO MX $586.00

CORO BAJO MX $517.00

CORO SUPERIOR MX $445.00

Folclor Imaginario es un álbum en el que Gepe le rinde homenaje a Margot Loyola Palacios, a quien se le considera una gran exponente e investigadora del folclore chileno, además de ser compositora, guitarrista, pianista, entre muchas otras profesiones. El disco fue liberado el 14 de septiembre, un día antes del aniversario natal de la compositora.

El disco explora la tradición chilena, pues es algo que a Gepe le interesa rescatar, volver a sus raíces para crear e inspirar nuevos temas, aunque el CD también cuenta con grandes colaboraciones como Claudia Mena, Marcelo Cornejo, entre muchos otros artistas. Gracias a este nuevo material discográfico Gepe logra presentarse en el Centro Cultural Roberto Cantoral.

 

 

Marduk en el Foro Indie Rocks!

Fotos Cortesía EYESCREAM // Guacamole Project

En la blasfemia encontramos la salvación.

Domingo de resurrección para la libertad de expresión en un México que aún guarda en sus profundidades el radicalismo ante lo inverosímil, lo extraño, lo que atenta contra las costumbres y el buen ver, como si todas las expresiones musicales debieran sonar y lucir como un títere de La Voz México, y mientras hay un país idiotizado por las apariencias, los productos olvidables y la música que solo se renueva a base de nuevas versiones de viejos clásicos, una larga fila afuera del Foro Indie Rocks! es el manifiesto del otro México, el que en la oscuridad encuentra su guarida, y en la música su catarsis.

“La sangre de Cristo tiene poder” reza una cartulina amarilla sostenida por alguien que nos bendice, pero que también nos señala, por alguien que cree tener su propia verdad, pero que tampoco nos conoce, por alguien que cree que estamos atentando contra sus creencias, pero que también atenta contra nuestros gustos. Entre algunos gritos y mentadas, se escucharon vitores ante un fan que extendió una playera de Marduk junto a la cartulina mencionada. La tranquilidad reinó más no la tensión, pero a diferencia de Monterrey, una pequeña protesta no pudo contra un concierto. Kadath comenzó a gritos la ansiada noche, su vocalista demostró poder y esencia ante el acelerado andar de una caja de ritmos, ambientes orquestales y guitarras acuchillantes. Through Torment demostró que el metal hecho en México que reside en el underground tiene tanta calidad como para sorprendernos, ecos de death metal entre intrincados solos y la vos gutural pero armónica que se llevaron los aplausos con temas como “Incineration”.

Y ante la espera y las cancelaciones anteriores, el panzerkampfwagen hizo su aparición a tambor batiente y listo para disparar y disipar dudas, “Panzer Division Marduk” como explosión en nuestra mente, cual alivio para nuestro espíritu, el comienzo del devaneo de los cuellos inertes y desesperados, los gritos de alivio ante lo que parecía imposible. “Baptism by Fire” para devolvernos la vida ante los bombardeos, y la gente que debió haber estado en misa, tal vez afuera comenzó a disiparse ante la poca fuerza de convocatoria de su protesta, el Foro Indie Rocks! repleto recibía la bendición maldita de Marduk.

“Werwolf” para invocar las alertas anti aéreas de Viktoria, el depurado black metal que emanaban perfectamente los amplificadores, la calma y la tormenta, los que solo observan y los que giran su cabeza trepidantemente e incluso su cabello araña delicadamente los rostros ajenos que alrededor observan y aprecian. “Es una bendición que este tipo de música no sea permitida en nuestra sociedad”, recalcó un pastor evangelista ante la cancelación del show de la banda en Monterrey, del cual Mortuus hizo mención, y entre silbidos y mentadas a la ciudad referida por parte del púbico, la Ciudad de México demostró civilidad y apertura, estábamos disfrutando una gran noche de música sin daño alguno.

“Throne of Rats” en honor a las bestias que en verdad cometen atrocidades, que escudados en los colores de su partido condenan y censuran música y eventos pero que son ciegos, sordos y mudos ante las verdaderas tragedias que provocan la autorización corrupta de una construcción que colapsa en la misma ciudad que evitó que la moral y las buenas costumbres fueran mancilladas por un concierto. “The Blond Beast” como la marcha ante nuestra calma y la catarsis de escuchar los acordes acelerados, la batería cual golpe batiente de artillería, la voz gutural y calmante, porque en la música encontramos el remedio perfecto ante lo que nos depara, la rutina que nos devora, los pagos que nos aquejan, las entregas y sus pesados deadlines.

“Into Utter Madness”, nuestra propia locura interior que se disipa ante la masacre sonora, la manada de lobos suecos mostró sus colmillos desde el primer hasta el último acorde, y el público respondió coreando su nombre, hasta incluso, en el clásico coro futbolero. Puños al aire y victoria in extremo por una noche que pudo no ser, pero que sin embargo salió avante ante la hipocresía de aquellos que creen saberlo todo. Al final todos volvemos a casa rendidos e ilesos, ni una gota de sangre como tanta que se ha derramado en nombre de aquel dios que dice amarnos, ni una agresión ante la provocación, nada de maldad después de que Marduk atentó contra nuestras buenas costumbres.

Against Me! en SALA

Fotos Edwin Lopez

No se trata de Laura Jane Grace: Against Me!.

No esperarías algo así de una banda de punk rock. Para quienes nunca habíamos visto a Against Me! en vivo, el misterio de Laura Jane Grace era grande, era místico adivinar cómo sería estar en su presencia. Pues estar ahí te hace sonreír, no hay más. Su sonrisa contagia la tuya, es algo que no esperarías de alguien que aparece sobre un escenario envuelta en negro y delineador; y sin embargo ahí está, porque a Laura le importa un carajo qué esperes de ella.

Aparecieron los cuatro sin decir más; sin hablar tomaron sus instrumentos y comenzaron a tocar “New Wave”. Habían pasado 30 segundos y ya todos habíamos entendido de qué se iba a tratar esto. No iba a ser sobre Laura, ni sobre política, ni sobre transexualidad. Iba a ser sobre Against Me!, sobre la música y sobre esa noche, sobre los coros que íbamos a hacer entre todos y las sonrisas que nos íbamos a regalar.

El público era una selección particular. Ir a un concierto de punk rock suele conllevar empujones de un amplio grupo de adolescentes furiosos. Aquí no. El público rondaba los 30, la mayoría seguramente envueltos en una vida de responsabilidades adultas, pero con algún distintivo de lo que reclamaba su corazón. Algún mechón de color en el cabello, una perforación discreta, una playera negra, un puño en alto. Y así como sin nada, la tercera canción fue “I Was A Teenage Anarchist”. No había un público más adecuado. SALA ardió.

Andrew Seward es una gran compañía para Laura sobre el escenario. El bajista acaba de regresar a la banda después de cinco años fuera y se nota. Se nota cómo hace suya cada una de las canciones viejas y nuevas, cómo alienta al público, cómo agita la cabeza, el cuerpo y los ánimos. Y todo cae en equilibrio. La banda no es Andrew ni Laura, la banda no es la furia de Atom Willard en la batería o la pasión de James Bowman en la guitarra. La banda es el momento, la banda es lo que están tocando.

Cantaron “Dead Friends”, “Stop!” y “White People For Peace” sin detenerse, sin hablar, sin quitarle peso a lo importante. Solo cuando Laura apareció en el encore con una guitarra acústica, acompañada de la marcha de la batería, para tocar la desgarradora “Joy”, se tomó un minuto para explicar que se trataba de no rendirse; más allá de las naciones, de las fronteras… nunca rendirse. El verdadero punk se trata solo de ser tú mismo.

Hacia el final aventaron “Transgender Dysphoria Blues”, “Thrash Unreal” y “Black Me Out” seguidas, sin decir nada más. Laura Jane, la banda y el público crecieron con las canciones o las canciones crecieron en ellos. Hacia el final ya todo era una fiesta de crowdsurfing, gritos y sonrisas en un concierto de punk que no decía “estamos furiosos”; decía “ya ganamos”. Crecimos, somos nosotros mismos, estamos aquí esta noche cantando con una cerveza en la mano, el punk ganó, nosotros ganamos.

Tricky en El Plaza Condesa

Fotos David Barajas

Falsos ídolos.

A poco más siete años de aquella agridulce presentación en el ya extinto José Cuervo Salón, envuelto en rumores y malos comentarios después de su show en Guadalajara, Tricky por fin volvió a pisar la Ciudad de México para celebrar los primeros 11 años del Foro Cultural Hilvana.

Cerca de las 22 H., tras el calentamiento a cargo del colectivo mexicano Bungalo Dub y una playlist con las mejores canciones de The Specials, El Plaza Condesa comenzó a llenarse de hielo seco, mismo al que se le sumaron estrobos que apuntaban directamente a los ojos y luces azules que volvían imposible ver lo que pasaba en el escenario

Acompañado de guitarra, batería y la maravillosa voz de Marta Złakowska, cantante polaca que lo acompaña en esta gira, el concierto arrancó con una versión instrumental de “You Don't Wanna” y siguió con “I’m Not Going”, canción que originalmente conocimos interpretada por Oh Land y que fue la única en la que Marta no se encargó de la voz en vivo.

“New Stole”, la versión ¿mejorada? de “Stole” de Francesca Belmonte, fue la tercera en sonar y para entonces, aunque sus intervenciones habían sido mínimas, el hecho de que Tricky no estuviera cantando comenzó a hacerse evidente. Si bien agradecía constantemente entre canciones, el no tener siquiera cerca de la cara el micrófono cuando se escuchaba su voz provocó reclamos y gritos de molestia. Pagar casi $900 pesos para verlo contonearse en la penumbra claramente no estaba en los planes de nadie.

Al igual que durante su primera presentación en México, Tricky cedió completamente la atención a su corista, Marta, quien no decepcionó en lo más mínimo. Si tomamos en cuenta que gracias a él conocimos a Martina Topley-Bird y Francesca Belmonte, es de agradecer que sus acompañantes femeninas no sean solo una sombra de él en el escenario.

La selección de canciones estuvo enfocada en sus tres últimos discos, mientras que de los clásicos Maxinquaye y Pre-Millennium Tension solo se escucharon “Overcome” y “Vent” respectivamente. Fuera de los sencillos que pudimos o no haber escuchado en la radio alguna vez, probablemente el más esperado era “When We Die”, la primera colaboración de Martina con Tricky en casi 15 años.

Llegó un primer encore y Tricky siguió sin cantar. En ocasiones se pudo distinguir su voz en vivo pero fueron pocas. Cuando terminó y todos esperábamos que se encendieran las luces, la banda volvió a salir al escenario para regalarnos su versión de “Doll Parts”, original de Hole, y cerrar el show con una suerte de reprise de “Here My Dear” con letras improvisadas.

Seguramente, si preguntamos a quienes asistieron al concierto qué les pareció la respuesta más común sería que se sintieron estafados; sin embargo, hay que tomar en cuenta que en prácticamente toda la discografía de Tricky la mayoría de las voces son femeninas, sobre todo las más importantes. No es infundamentado el hecho de que en algún momento se le llegó a considerar una dupla más que un proyecto en solitario.

Sí, el hecho de que cualquier artista haga playback es decepcionante. Como muchos, la primera vez que vi a Tricky lo odié. Hoy le doy el beneficio de la duda. Al final, la música la hizo él, las letras las compuso él; tal vez solo no le gusta cantar en vivo o cree que no es necesario dar un gran show. Tal vez no quiere formar parte de ese selecto grupo de falsos ídolos. Tal vez solo quiere que disfrutemos la música.