Ciudad: CDMX

14 aniversario de Reactor 105.7 FM en el Foro Indie Rocks!

Rebel Cats, Los Mesoneros, Sexy Zebras y Johnny Nasty Boots celebran los 14 años de Reactor 105.7 FM.

La noche del pasado viernes 16 de noviembre, se celebró el aniversario número 14 de la famosa estación de radio Reactor 105.7 FM, en el Foro Indie Rocks!; dicha fiesta contó con la presencia de Rebel Cats, Los Mesoneros, Sexy Zebras y Johnny Nasty Boots, quienes fueron los encargados de musicalizar y dar vida al evento.

Las puertas se abrieron a las 19:00 H., algunos de los asistentes fueron puntuales y llegaron temprano para poder encontrar un buen lugar para escuchar a sus bandas favoritas, otros, en cambio, optaron por llegar justo cuando iniciara el show. A las 20:00 H. la banda mexicana Johnny Nasty Boots dio inicio a los festejos.

Juan Herrera (Johnny Nasty), Alfredo Espinosa y Mr. Chochi, fueron los encargados de abrir el show, tocaron sus grandes éxitos durante una hora, preparando los ánimos de los fieles seguidores de Reactor 105.7 FM, la actitud del público incendio el Foro, todos cantaban y saltaban, un gran inicio para una gran noche.

Johnny Nasty Boots es una banda de rock mexicana, que debutó con un álbum homónimo en 2017; Su esencia se encuentra en la energía que pone en cada una de sus canciones e interpretaciones en vivo, pero aún más importante, en su autenticidad, ya que ha logrado crear un estilo propio que los distingue de cualquier otra banda de la escena musical mexicana.

Los siguientes en entrar a escena fueron los españoles Sexy Zebras, quienes tocaron durante una hora sus simples pero pegajosas canciones como: "Yeah", "Hey Mama", "Salvajes", "El fugitivo", entre otras. Vestidos como si fueran rumbo a una pelea de box subieron al escenario y comenzaron a hacer vibrar a los asistentes. Durante el show invitaron a Ale Bonilla y a Juan Herrera (Johnny Nasty), quienes lograron cautivar a los asistentes.

La banda española Sexy Zebras tuvo sus inicio en 2005 lanzando algunos EP, sin embargo, Nada más lejos de la realidad es el álbum debut de la banda y con el cual logró mayor reconocimiento en su país de origen. Sus ritmos son frescos y enérgicos, y aunque sus letras no son trascendentales, la combinación de ambos te invita a bailar o a unirte en un slam, tal como pasó en la celebración de los 14 años de Reactor 105.7 FM.

A mitad de la fiesta, mientras los ingenieros de sonido cambiaban y afinaban los instrumentos musicales, los locutores de la emblemática estación de radio subieron al escenario para convivir con sus fieles seguidores, una de las dinámicas que utilizaron fue dar regalos, así que María Letona fue la encargada de lanzar playeras a los ansiosos fans, mientras esperaban la entrada de la siguiente banda.

Uno de los grupos más esperados fue Los Mesoneros, que llegó para hacer bailar y cantar con sus rolas corta venas a todas las personas que se encontraban en el Foro Indie Rocks!. Iniciaron con su reciente sencillo "Dime como tú quieras", Luis Jiménez, vocalista del grupo venezolano, logró enamorar a más de una fan con su sexy movimiento pélvico y su peculiar voz, la cual hizo a los fans corear sus canciones por una hora.

Con broche de oro, Rebel Cats cerró la celebración por los 14 años de Reactor 105.7 FM, e hizo de la noche un gran baile en el que ninguna persona logró quedarse quieta. Los pioneros de la corriente rockabilly han logrado mantenerse a la vanguardia por el cariño de su público, pero sobre todo por ser fieles a sí mismos y a su proyecto, el cual los ha llevado a pisar grandes escenarios.

Rebel Cats, Los Mesoneros, Sexy Zebras y Johnny Nasty Boots les regalaron una noche mágica, llena de energía, emociones y baile a los fieles radioescuchas; estas bandas lograron que la celebración del 14 aniversario de la estación de radio Reactor 105.7 Fm fuera una verdadera fiesta, en la que ningún invitado salió sin haber bailado un poco.

¡Felicidades por tu aniversario Reactor 105.7!

Gepe en el Centro Cultural Roberto Cantoral

El romance folclórico de Gepe.

Hace algunos meses vivíamos la emoción de la visita de Gepe al Foro Indie Rocks!, un espectáculo festivo, explosivo, con el cantante bailando en el escenario portando una máscara de luchador, una fiesta y una montaña rusa de emociones, o lo que es lo mismo, un show convencional del chileno; esto hacía pensar que su regreso a nuestro país tardaría un poco pero afortunadamente no fue así.

En los meses después de su visita se cocinó la salida de su disco Folclor Imaginario, si bien nunca el artista ha dejado de lado en su música los sonidos de Latinoamérica, con este LP se entrega de lleno a ellos, un homenaje a Margot Loyola que como consecuencia traería uno de los en vivos más especiales en la carrera de Daniel.

Quien ha ido a El Cantoral entiende lo peculiar que resulta vivir un recital ahí, el escenario rodeado casi los 360 grados de butacas, la cercanía del público, además de ser un recinto estéticamente maravilloso, parecía el lugar perfecto para ver a Gepe romper el molde, y lo fue.

Una alineación de siete músicos, más un desfile de instrumentos, como arpa, charango, acordeón, guitarras, contrabajo, saxofón, trombón, cajón; todo lo necesario para que sonará Folclor Imaginario más versiones adaptadas de sus éxitos, contrario a otros actos, esta gira ofrece algo más intrínseco y profundo.

Alrededor de las 20:30 H. y después de una introducción instrumental el cantante saltó al escenario para interpretar “Qué sacarán con quererme” seguido de “Hablar de ti”, para así darle la bienvenida a un público que no dejaba de festejar, ver a Daniel interpretando “El volcán”, “Tu nombre” o “La vertiente” y explicando un poco la historia de cada canción, solo reafirmó la madurez que ha alcanzado como artista, y cómo ha logrado consolidar su versatilidad, estamos presenciando tal vez a una de las mejores versiones de Gepe (si no es que la mejor).

El éxtasis se presentó muy pronto con “Alfabeto”, donde el teatro se puso de pie y bailó hasta donde las butacas lo permitieron, también hubo tiempo para mencionar al pueblo mapuche y mostrar solidaridad con Flor Canelo, e interpretar una tremenda versión de “Amor violento” de Los Tres en honor a Álvaro Henríquez.

El teatro entero coreó “Ser amigos”, “Fruta y té”, y al grito de “a ustedes se les viene y a nosotros se nos va” llegó “Invierno”, no faltaron “San Miguel”, “Joane”, ni “Marinero Capitán”. La atmósfera del lugar era suave, relajada, el público se mostraba en conexión íntima con su artista, había algo de magia. Con “Bomba Chaya” bajaron del escenario y regresaron con “Las hojas de los naranjos”, y dar cerrojazo con “Hambre”, el concierto había llegado a su final y la gente pedía más.

La noche fue un éxito y seguramente del agrado de todos, Gepe logró darle su estilo al folclor como consecuencia de un proceso artístico natural, y es que tarde o temprano esto iba a pasar, uno siempre termina regresando a sus raíces y enamorándose de ellas.

Exploded View en el Foro Indie Rocks!

Déjà vu y otras formas de experimentar junto a Exploded View.

La palabra déjà vu no está en el diccionario de la lengua española (RAE)... porque tiene origen francés. Básicamente significa: “ya visto antes”.

Anoche, mientras un nuevo frente frío congelaba la Ciudad de México, uno de los proyectos más disruptivos en la industria calentaba el ambiente. Para los que no conocen a Exploded View, es proyecto conformado por la alemana Anika Henderson y los mexicanos Martin Thulin "Fancy Free” a cargo de batería y guitarra, Hugo Quezada del bajo y Amon Melgarejo, quien alterna guitarra y sintetizadores. Su historia comenzó justo en México y ha tenido eco suficiente para almacenar tres LPs en su existencia. El pretexto para verlos pisando escenario de nuevo en tierra mexa fue Obey, su trabajo más reciente.

Cuando la energía fluye, existen milagros o secretos bien guardados como B.A.R.D.O.S.S. del sello independiente Wicce Records. Ellos son un grupo capitalino al que no le interesan los parámetros musicales, exponen un sonido experimental que oscila entre el rock progresivo, psicodélico nato y experimental per sé. Ruidosa, alquímica y psicodélica de otro planeta fue la presentación de Omar Carapia, Fabián Márquez y Gerardo Peralta como primer platillo de la noche que, para ser el primero fue bastante fuerte. Más proyectos como éste a la luz, por favor (cadenas de oración).

Anika subió al escenario con el mismo collar que le vi puesto en Corona Capital hace un año. Largo hasta tocarle casi el ombligo, redondo y grande como si fuera un oráculo. Ahora parecía un ángel blanco, y en trance, como es costumbre cuando sale a cantarnos sobre existencialismo, oscuridad, muerte, fiestas, alucinaciones, escepticismo y demás que con el agudo e introspectivo carácter, hasta cierto punto indómito.La comunidad que ha creado HIPNOSIS va en aumento, los asistentes se codeaban entre sí, como en todo concierto, a diferencia de ellos que se saludan como familia que se reúne a celebrar y a pasarla bien. Una pareja de amigos que se conocieron en la fila para comprar playeras de King Gizzard feat. KeMonito en HIPNOSIS 2018 se veían de nuevo y disfrutaban del trance. Exploded View creó una conexión mental y corporal con todos. Eso no hubiera sucedido en su presentación en Corona Capital, de día y con poca audiencia debido al horario, ni debajo de un escenario con carpa. Gracias, HIPNOSIS.

Además de varios pertenecientes al Obey, sonaron los ya conocidos tracks “Orlando”, “Dark Stains”, “Lost Illusions”, “No More Parties in the Attic”, donde Anika se paseó cual Nick Cave entre el público para cantar y bailar sin miedo a la intimidad. El virtuosismo de Hugo Quezada y Amon Melgarejo para intercambiar roles entre guitarra y sintentizadores fue un volón de sesos al instante.

Todo un déjà vu lo que pasó entre Exploded View y la comunidad HIPNOSIS. Tienen el súper poder de transportarnos a una psique que recuerda haber estado en el pasado, en el mismo lugar, escuchando los mismos sonidos espeluznantes, pero relajantes que hacen engaños a nuestras mentes y sentidos. ¿Me pregunto si ellos también habrán sentido que regresaron a sus orígenes?

A Taste of Sónar 2018

La noche que la CDMX desapareció en una fábrica de harina.

Baile, música, creatividad y tecnología, esos son los estandartes de un festival que se creó en 1994 en Barcelona y que ahora llegará a México. Es único en su tipo, ya ha pisado otras ciudades como Bogotá, Hong Kong, Reykjavik y por supuesto no podría faltar la CDMX.

Para celebrar su llegada se anunció A Taste of Sónar, encabezada por nada más y nada menos que por el DJ Laurent Garnier. Se llevó a cabo en la ex Fábrica de Harina, en Azcapotzalco.

El venue era particular en sí mismo, una fábrica abandonada, repleta de murales y graffiti por todas partes. Luces que iban del rojo, al azul, pasando por el naranja. Mientras el ambiente iba calentándose poco a poco a medida que caía la noche.

Era el lugar idóneo, al entrar parecía por un segundo que estabas fuera de la ciudad, que entrabas en una escena de alguna película. Lo que ocurría adentro, salía por completo del caos y de todo lo que vivimos afuera.

BBY JSS comenzó, la gente comenzaba a llegar, recorría el lugar y se adaptaba al ambiente, después, Iñigo Vontier sacudía los cuerpos que cada vez se veían más y más juntos, al mismo ritmo y en la misma sincronía.

Sónar es un festival que siempre ha salido de ser solo un encuentro musical, expande sus horizontes a la creatividad y el arte. Y la ex Fábrica de Harina a pesar de ser pequeña y ser sólo una fiesta de celebración englobaba todo aquello y la gente, lo sabía.

Alrededor de las 23:00 Metrika salió detrás de unas luces rojas y de pronto, algunas luces caían del techo al suelo, eran reflejadas hacia otros puntos por espejos y así, las cosas se pusieron aún mejor.

El momento estelar de la noche llegó cuando Laurent Garnier, el DJ francés tomó el control de la noche, las luces eran espesas y era complicado verlo detrás de la tornamesa pero no era necesario, la gente bailaba por igual y se desconectaba de un mundo que parecía seguir a fuera.

A Taste of Sónar fue solo una cucharada de lo que será el Festival Sónar por primera vez en México, sinceramente, no considero que haya manera de que nos defraude.

Nacho Vegas en el Teatro Metropólitan

Versos de amores perdidos, de adicciones, de anhelos y de críticas a la misma condición humana.

Hace muchos años, cuando los gustos propios se desarrollan con mayor intensidad, descubrí a Nacho Vegas. Me llamó la atención su voz. Parecía alguien que hablaba con la experiencia de muchos años, con esa fragilidad que distingue a los que ya han vivido suficiente, pero también con la experiencia que eso conlleva. Versos de amores perdidos, de adicciones, de anhelos y de críticas a la misma condición humana. Pero también crónicas mundanas, exaltando la cotidianidad hasta esos puntos que solo alguien que ha sido discípulo de los grandes del folk puede hacer. Nacho Vegas apenas tiene 43 años pero desde aquel entonces, hace más de 10 años, se escuchaba como un alma vieja.

En México tenemos una particular afición por los españoles. Desde Mocedades, o con la Movida Madrileña, las canciones de Duncan Dhu, Hombres G, Héroes del Silencio, Mecano, pasando por el punk de Eskorbuto y La Polla Récords, hasta Vetusta Morla o Love of Lesbian, los ibéricos han formado parte de la vida de las personas. Y muchas veces, el fanatismo es uno de esos que varios artistas quisieran. Es ferviente, pasional, casi absoluto. Es por eso que no sorprende que, a pesar de las constantes visitas, las salas donde se presenten dichos actos, estarán casi siempre repletos. Así fue la noche del 14 de noviembre del 2018 en el Teatro Metropólitan. Tocaba el turno de ver a Nacho Vegas con Violética.

Alguien a mi lado dijo: “llevo dos canciones y media y me queda claro que es un artista de nicho”. Lo que me puso a pensar. Quizá tenga razón. Para mí y para muchos otros, la simple presencia de Nacho Vegas sobre el escenario es cuestión suficiente para quedar hipnotizado. Una figura que parece de otros tiempos, con un traje simple pero preciso, desgarbado, el pelo sobre la cara y su voz característica. A pesar de que pudiera parecer trémula, siempre se escuchan sus palabras claras hasta la última butaca. Y es que ahí es en donde radica la gracia de Nacho Vegas, en creerle como cuentacuentos.

Uno de los puntos fuertes en el espectáculo del gijonés, es la variedad que es capaz de ofrecer. Por suerte es un autor prolífico que no tiene que reciclar y reciclar sus grandes éxitos. Si la gira se trata de un disco, la mayoría de los temas vendrán incluidos en tal obra. Por ello, las primeras canciones —al menos en esta primeras visitas—, siempre se reciben con mayor contemplación. “El corazón helado”, “La plaza de la soledá”, “Ideología” y “Desborde”, todas son canciones incluidas en la más reciente producción. Algunas voces ya se empiezan a oír por ahí, pero queda ver lo que sucede sobre el escenario. Para este particular concierto, el punto débil quizá, era lo que sucedía alrededor. Nacho Vegas nunca se ha caracterizado por puestas en escena exuberantes, es más bien sobrio —salvo contadas ocasiones en donde se hace acompañar de más personas—, no obstante, en esta ocasión, las luces eran casi estáticas, los visuales casi inexistentes, se podía presentir que algo faltaba en cuanto a producción… pero con los sentidos puestos en otras cosas, en las personas, podía pasarse por alto.

“Ciudad Vampira”, esa reversión a “Devil’s Town” de Daniel Johnston, es una de las canciones que, cuando estrenadas, era para contemplar, pero ahora, con los años a cuestas, desató una oleada de celulares y voces a coro. Pocos artistas con tanta maestría para darle la vuelta a temas originales y no hacer simples covers iguales, sino imprimirle su toque personal y resignificándolos por completo.

Otro clásico con “Canción del Palacio #7” y, enseguida, uno de los puntos fuertes. Desde hace unos años, Nacho ha tomado consciencia de su postura como voz que se hace escuchar. Quizá antes los temas iban más enfocados a la vida misma y sus vicisitudes, una vida introspectiva, quiero decir. Desde Resituación, Nacho ha intentado que se toquen temas de la vida colectiva, temas de interés social y político. “Crímenes cantados” trata sobre las condiciones deplorables a las que se enfrentan los migrantes en España. Racismo y malos tratos. Segregación y abusos. Trasladarlo a la política geográfica mexicana, podría ser un ejercicio sencillo con lo que sucede con la Caravana Migrante o la situación de las mujeres. Sobre el escenario se proyectó un video con testimonios de maltrato, de abuso de poder, un alzamiento de voz a cargo del Colectivo Pan y Rosas, con mantas y oraciones que potencializaron la interpretación. Los años vividos han concientizado a Nacho y él quiere poner algo de su parte para que el silencio no impere sobre las injusticias.

Luego vinieron algunos nuevos temas que seguro se convertirán en clásicos como “Ser árbol” o “Todos contra el cielo”. Un recuerdo al disco que lo popularizó con mayor fervor en México con “La pena o la nada” y una invitada en “La última atrocidad”. Casi llegaba el final y “La gran broma final” llenó el teatro. La interpretación más potente, el recuerdo a La zona sucia del 2011 y ese grito desgarrador que solo pueden emitir quienes encuentran identificación en esa farsa de amoríos. Un homenaje a la única Violeta, la protagonista sobre la que gira el Violética con “Maldigo del alto cielo”, en otra de las re-versiones de Vegas. Y el primer adiós.

Pero todos sabíamos que iba a regresar. La primera interpretación en vivo de “Las palabras mágicas” a petición del Colectivo Pan y Rosas, y “Que te vaya bien, Miss Carrusel” recordando a Townes Van Zandt. “Dry Martini, S.A.” volvió a enaltecer el verso aquel en donde Nacho Vegas logró plasmar la bestialidad que se tiene cuando la pasión desborda por sobre la razón, y a pesar de que se sabe que se está obrando mal, se prefieren aceptar las consecuencias que quedarán con la ansiedad, a perder la magia del instante. Y otro adiós.

“Michi, Michi, Michi” se escuchaba en el público. Y es que ya sabían lo que venía. Todos nos convertiríamos en niñas para cantar “Sharalalalalá” mientras Nacho rememoraba cosas y aceptaba que la ha pasado bien, rechazó propuestas matrimoniales y (casi) conoció en una ocasión a Michi Panero… para luego despedir con un seco: “Hasta nunca”.

Esperemos que no sea así y que pronto regresen el vino y las memorias, pero por ahora, el adiós será más prolongado, porque era hora de salir al entonces gélido aire de la CDMX.

Courtney Barnett en México

Como parte de la gira promocional de Tell Me How You Really Feel, Courtney Barnett ampliará sus presentaciones a países de América Latina.

A través de un anuncio vía Instagram, Twitter y Facebook, la cantautora australiana confirmó fechas para Sao Paulo, Porto Alegre, Buenos Aires, Lima, Santiago y la Ciudad de México. El recorrido por Brasil, Argentina, Perú, Chile y México abarcará del 21 de febrero al 4 de marzo de 2019.

La adquisición de boletos será a partir de las 10:00 H. del próximo lunes 19 de noviembre a través del sitio web de Ticketmaster y a las 12:00 H. en las taquillas de El Plaza Condesa. Por su parte, la publicación en redes sociodigitales detalló que la plataforma de Audience Republic brinda la oportunidad de un registro para la preventa, el acceso con pase doble al soundcheck y la adquisición de mercancía oficial y firmada por la interprete de "Dead Fox".

La última vez que Courtney Barnett se presentó con su banda –Andrew Sloane y Dave Mudie– en México fue en la sexta edición del Corona Capital. En dicha ocasión, la audiencia disfrutó de temas como "Debbie Downer", "Nobody Really Cares If You Don't Go to the Party" y "Depreston". A diferencia de los 45 minutos que se tuvieron en el 2016, el regreso de Barnett promete un repertorio conformado por al menos 18 canciones de Sometimes I Sit and Think, and Sometimes I Just SitHow to Carve a Carrot into a Rose y Tell Me How You Really FeelSin confirmar alguna invitación en particular o de brindar más detalles, algunas fechas se han caracterizado por la presencia de Laura Jean y por la interpretación de "Everything Is Free" de la cantante de bluegrass Gillian Welch.

Desde su lanzamiento a mediados de mayo, Tell Me How You Really Feel ha recibido críticas favorables de medios como Rolling Stone, Pitchfork y The Guardian; su calificación promedio de 7.4 radica esencialmente en el dinamismo entre canciones como "City Looks Pretty" y "I'm Not Your Mother, I'm Not Your Bitch" y por el trabajo lírico y referencial de "Nameless Faceless" y "Crippling Self-Doubt And A General Lack of Confidence".

SOLD OUT: Sofi Tukker se presentará en El Plaza Condesa

Una de las agrupaciones más queridas de la escena electrónica vuelve a nuestro país. Checa los detalles del show de Sofi Tukker.

ACTUALIZACIÓN: Los organizadores del show han confirmado que el show está agotado. Si compraste tu boleto a tiempo

Desde su creación, Sofi Tukker se ha convertido en una de los proyectos más importantes de la música electrónica, tanto así que México se ha vuelto el segundo país con más escuchas del dúo integrado por Sophie Hawley y Tucker Halpern en las plataformas de streaming.

Ahora, los originarios de Nueva York realizarán una mini gira denominada La Gira Mexicana para promocionar su más reciente LP, Treehouse, que iniciará en Guadalajara el próximo 24 de enero y hará una parada en la Ciudad de México el día 25 en las instalaciones de El Plaza Condesa, para después finalizarla el 26 en Monterrey.

El concierto de El Plaza Condesa contará como invitada a Ilse Hendrix, quien calentará la pista con algunos tracks que combinan el pop con sonidos electrónicos.

Los boletos estarán disponibles en el sistema Ticketmaster a partir del 16 de noviembre en los siguientes precios: General $520, balcón $640, palco $580, sala VIP $580 y discapacitados $520.

Sin duda una oportunidad para ponerte a bailar con sus grandes éxitos que los han llevado a los mejores festivales del mundo.

Revive nuestra entrevista en la que nos comparten algunas experiencias en shows y como es que conecta mucho con personas de habla portuguesa.

Pixies en el Teatro Metropólitan

Vamos a jugar por la playa.

48 H. después de la épica presentación en el Zócalo durante la Semana de las Juventudes (algo que hubiera sonado risible hace algunos años: Pixies en el Zócalo), nos metimos en el cómodo Teatro Metropólitan de la CDMX para la primera de dos noches en este magnífico recinto, en lo que está de moda para bandas extranjeras en México, tocar en lugares pequeños comparado a su capacidad de convocatoria (lo vimos con Interpol en el Teatro de la Ciudad hace unos meses). Estos conciertos “boutique”, cómodos, íntimos, caros (hay que decirlo), son la oportunidad perfecta para degustar a su banda preferida del mejor modo.

Las afueras del Metropólitan estaban tapizadas con piratería, era más de lo normalmente acostumbrado, y al momento de estar tomando la tradicional foto de la marquesina, con las letras Pixies en dorado, pasan dos tipos a mi lado y pregunta uno al otro quién es Pixies, a lo que responde su amigo: “creo que un grupo de rock”, como breve recordatorio de que la banda sigue siendo desconocida por el mainstream. Ya en el interior del lugar, nos presentaron en las grandes pantallas una entrevista pre-grabada con Simon Larbalestier, el fotógrafo que hizo las portadas de Come On Pilgrim (1987) y Surfer Rosa (1988), sobre la inspiración y el concepto detrás del hombre peludo y la mujer mitad desnuda, para que acto seguido viéramos la inconfundible y generosa silueta de Black Francis (Charles Thompson), caminar por el escenario junto con sus tres compañeros al momento que el público soltó un fuerte alarido.

Como ya sabíamos, iba a ser Come On Pilgrim entero, y el inicio fue eléctrico con la suntuosa “Caribou”, la cual conectaron directamente con la primera versión de “Vamos” que íbamos a escuchar esta noche. La gente estuvo de pie desde la primera canción y no se sentaría para el resto del concierto. Pixies recorrió rápidamente el álbum debut que solo dura 20 minutos (aún se discute cual es el primer LP de la banda, Come On Pilgrim o Surfer Rosa). La guitarra acústica de Francis se escuchaba claramente en rolas como “Ed is Dead”, en contrapunto con los solos distorsionados de Joey Santiago, y en ningún momento se perdieron entre todo el sonido los coros de Paz Lenchantin, mientras que la batería de David Lovering sonaba potente, y el baterista le agregaba algunos toques de jazzista, su background musical, hasta en rolas pesadas como “Nimrod’s Son”.

Como intermedio la banda sacó algunos deep cuts de su repertorio, del EP conocido como el cassete morado, interpretaron “Down to the Well”, “Build High”, “Rock A My Soul” y el cover de “In Heaven (Lady in the Radiator)” del director David Lynch; en esta última Paz cantó con sentimiento, haciendo finalmente la conexión entre el cine lynchiano y el art-rock de los Pixies. Frente a un fondo completamente azul, las siluetas oscuras de Pixies le daban un toque elegante a la velada, como una de aquellas bandas que estuvieron apareciendo al final de los capítulos de la última temporada de Twin Peaks.

El clamor más fuerte hasta ese punto fue para el inicio de Surfer Rosa y la poderosa “Bone Machine”, la audiencia estaba degustando de cerca el “start.stop” rock que hizo influyentes a Pixies desde finales de los años 80. No hubo mucha interacción con el público, Francis se reservó el español que sabe de cuando vivió en Puerto Rico, y tampoco se escucharon las rolas memorables de Doolittle, u otras como “Alec Eiffel” y “Velouria”, ni de los nuevos discos incluso, pero la oportunidad de rockear frente a “Break My Body” y “Broken Face” hacia que el concierto valiera la pena, el público estaba prendido y nos envolvíamos en todas esas rolas que hablaban sobre muchos huesos rotos (la onda que Francis traía en 1988).

La voz de Paz, bañada en cuantiosas cantidades eco, flotaba por el interior del Metropólitan en “Where is My Mind”, y el público la coreaba como se lo merece la canción más representativa de la banda. “Gigantic” también fue otro punto álgido para muchos, aunque en lo personal nunca le he encontrado el atractivo a esa canción. Extrañar a Kim Deal ya es cansado para los que nos hemos resignado, pero algunos agradecemos en secreto que Paz la imite casi al pie de la letra, incluso en los diálogos que tuvo con Francis al principio de “Vamos” (2da versión) y “I’m Amazed”, tal como aparecen esas conversaciones en el álbum.

Cerraron con “U-Mass”, “Um Chagga Lagga” y el único número de Doolittle, “Tame”. Un show electrizante y muy memorable, pero lo peor es que Come on Pilgrim y Surfer Rosa ahora me van a sonar chatos.

HP recomienda: Faire en el Foro Indie Rocks!

Hipnosis y Trocadero logran el regreso de la banda francesa, Faire a la Ciudad de México. Checa los detalles.

El grupo francés de techno, surf y rock psicodélico, Faire, nos ayudará a emprender un viaje místico este próximo sábado 30 de noviembre en el Foro Indie Rocks!. HIPNOSIS se alía a Trocadero para cerrar el año de una forma épica y presentar una gran fiesta de entrada libre.

Reconocida como una de las bandas que está rompiendo la escena parisina de manera local y global, el grupo ha viajado alrededor de Estados Unidos, Europa y México promocionando su propuesta sonora, durante más de tres años desde su creación.

La agrupación regresa a uno de sus países favoritos, donde se ha presentado en un sinfín de ocasiones –Festival Marvin, El Imperial, Centro de Salud y más– para promocionar su reciente EP: C’est L’ Èté, estrenado el año pasado; un material descrito como una experiencia de letras sencillas junto con aventuras veraniegas de desnudez en la playa.

El evento es para mayores de edad y la entrada será a través de registro por medio de Boletia. Te recomendamos hacer tu registro de manera pronta para no perderte este show.

#SeguimosReinventando

Semana de las Juventudes 2018

Pal pueblo lo mejor.

Una edición más de la Semana de las Juventudes se dio con aciertos y defectos. En medio de polémica de gasto público y despilfarro en una banda que cobró 10 millones de pesos por tocar mientras parece haber otras misiones más importantes para el INJUVE, el organismo dedicado a montar el evento año con año.

Sin embargo, al final, al público que asistió solo le importó dos cosas: música y gratis.

Dia 1: Círculos de Paz

El primer día de actividades en el Zócalo se caracterizó por su diversidad. Hip hop, reggae, cumbia, surf, ska, hubo de todo en la plaza principal de la CDMX

La primera presentación la dio Lng/SHT. El rapero de Cancún está viviendo uno de sus mejores años ya que llenó El Plaza Condesa, firmó con Universal y ahora tocó ante miles de personas en el Zócalo. Su set incluyó temas de todos sus materiales, desde su primer EP hasta su última participación en el tributo a Chico Che. Todo mientras desfilaban invitados de la talla de Muelas de Gallo (Banda Bastön), Daniela Spalla y Cocó Cecé.

Después siguió Rastrillos, la banda de reggae más ecléctica del país. Al igual que su predecesor, Rastrillos, se dedicó a recorrer su carrera con la diferencia de que esta banda cuenta con 25 años de carrera. Su show sirvió para relajar la tarde, algo necesario ya que la intensidad no volvería a bajar en el resto de la jornada.

Quizás uno de los nombres que mejor representan el nombre de México en el extranjero es el Instituto Mexicano de Sonido (IMS), esto gracias al talento que tiene su creador Camilo Lara a la hora de mezclar lo tradicional y lo contemporáneo. Esa mezcla volvió a poner los ánimos hasta arriba en un Zócalo que para esta hora ya lucía bastante lleno.

Lost Acapulco fue la última banda en subir al escenario antes de los principales de la noche, digamos que fue la encargada de terminar de calentar los motores antes de arrancar la verdadera fiesta de la noche. Su set empezó con canciones de sus discos más recientes y poco a poco se fue metiendo en temas más viejos como “Surf Mongol”, “Tangatutanga”, “Frenesick” y “El garage de Gina monster”, los cuales terminaron por poner al lugar en un estado de éxtasis y listo para el gran cierre.

Por último llegó el tiempo de Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio. Para ese momento se calculaban cerca de 100 mil almas en la plancha del Zócalo capitalino, todas listas para lo mejor de la noche.

Después de un intro, la primera canción que sonó fue “Solín” seguida de “5to Patio Ska”, lo cual no era una sorpresa, la banda suele abrir con ese combo poderoso desde hace bastantes años, incluso antes de que la segunda fuera grabada. Con esto comenzaron los famosos círculos de paz de la “Maldita”.

Las verdaderas sorpresas llegaron después al rescatar temas como “Rafael”, la cual dedicaron a toda la comunidad LGBTTTQA+, haciendo énfasis, a través de imágenes, en los travestis indígenas. La banda destacó que esta canción salió en el primer disco por lo que lleva 30 años pensando que todos los humanos tienen los mismos derechos sin importar su elección al amar.

Otra joya rescatada fue “Sur del sur”, muy relevante en tiempos de caravanas migrantes y la discriminación que las mismas han destapado en el pueblo mexicano.

Mismo caso fue la interpretación de “Mujer”, otro clásico del primer disco, mismo que dedicaron a todas la mujeres víctimas de violencia al tiempo que condenaron los feminicidios que ocurren en nuestro país.

Pero qué sería de un concierto de Maldita Vecindad sin los clásicos. Durante las casi dos horas del show desfilaron canciones, por no decir, himnos, como “Pata de perro”, “Un poco de sangre”, “Don Palabras” (que incluyó una presentación especial por la periodista Carmen Aristegui), y claro, “Pachuco” y “Kumbala”, siendo la última la más coreada de la noche, sonando espectacular y dando fin a una larga primer jornada de la Semana de las Juventudes en el Zócalo.

Dia 2: La noche de ¿Pixies?

Para el segundo día, los organizadores se fueron por un repertorio más rockero. Si la primera jornada había sido un festejo de la diversidad, el sábado tuvo muchas más guitarras que tambores latinos.

Para empezar Rey Pila. Es difícil saber si fue el horario o el calor, o algún otro factor externo, pero a pesar de dar una buena presentación, el público, salvo aquellos que evidentemente iban a ver a la banda.

Con Comisario Pantera las cosas comenzaron a prenderse más, su público era más numeroso y cantaba más fuerte que el de sus predecesores, con lo que se podía empezar a sentir el ambiente de festival.

Sin embargo las cosas realmente explotaron cuando Titán salió al escenario. No cabe duda que el grupo liderado por Silverio (sin su personaje solista) y Jay de la Cueva, es una verdadera joya nacional a pesar de no contar con el éxito comercial que merece. Su set de casi una hora puso a todos a brincar y bailar dejando a un público listo para las últimas presentaciones.

DLD fue la penúltima banda en subir al escenario de la Plaza de la Constitución y vaya que dio gusto el recibimiento que recibió. Desde el primer momento el piso tembló cual terremoto. Las canciones elegidas para la noche fueron prácticamente puro hit lo cual provocó por momentos que la voz del vocalista Francisco Familiar no se escuchara pues el público lo opacaba en ciertos versos.

La presentación de DLD puso en duda si Pixies sería capaz de superar lo que la banda chilanga había logrado que fue: poner a sus pies a decenas de miles de personas.

Bueno, después de casi 40 minutos de espera, las luces se apagaron, el público lanzó un gran grito al cielo y los acordes de “Gouge Away” empezaron a sonar. Lo primero que llamó la atención fue que el volumen parecía un poco más bajo que el las anteriores presentaciones del festival, lo cual siempre es factor aunque no determinante en un concierto. “Crackity Jones”, “Monkey Gone To Heaven” y “Caribou” completaron una primera entrega de viejos clásicos de la banda originaria de Boston con lo cual parecía cumplirse la promesa de que estaríamos por presenciar uno de los mejores shows, gratuitos, en la historia de nuestra ciudad.

Sin embargo fue cuando empezaron las canciones de sus últimos dos discos que los ánimos se calmaron para nunca más recuperarse por completo, salvo por aquellos fans de hueso colorado de la banda.

No hay que malintrepretar, el show fue bueno y las canciones más recientes no carecen de calidad, al contrario, algunas son mejores que sus temas de los años 80, sin embargo al carecer del título de clásico pierden el punch en vivo ante un público compuesto de algunos fans, pero mucho más curiosos y borrachos hambrientos de cantar melodía conocidas.

Estos bajones de ánimo fueron levantados con canciones fácilmente reconocidas como “Mr. Grieves” o “Here Comes Your Man”, aunque el público no se conectó en su totalidad con la banda hasta la última ronda de canciones: “Broken Face”, “Debaser”, “Isla de Encanta”, “Gigantic”, “Wave of Mutilation” y claro: “Where Is My Mind?”, está última la más esperada y coreada de la noche.

El show de Pixies fue un regalo para todos sus fans, sus verdaderos fans, aquellos que disfrutaron cada una de las casi 40 canciones interpretadas la noche del 10 de noviembre en el corazón de la CDMX. Para aquellos que conocían solo los clásicos, pudo ser un camino tortuoso sobre todo en el primer tercio del show, sin embargo estoy seguro valió la pena. Por último, aquellos que se esperaron 37 canciones para escuchar “Where is My Mind?”, les puedo decir que al menos la peda estuvo buena.