Un proyecto atascado de irreverencia, baile y catarsis.
House Of Vans se llenó de brillos, colores y mucha irreverencia con el concierto de Pepe Pecas y Mathilde Sobrino, quienes presentaron su proyecto llamado Fluoxetina. En un espacio pequeño y muy íntimo se llevó a cabo un show que logró una conexión única entre los artistas y el público.
Kalifrn fue quién empezó con el espectáculo, con una vestimenta totalmente negra, presentó bastantes canciones nuevas y otras tantas de su EP Tiempo. Entre gritos, bailes y la gente cantando, este artista logró conectar con la gente para dar inicio a este concierto.
La apertura de Fluoxetina estuvo a cargo de Mathilde Sobrino, quién llegó con toda la energía a cantar. El público bailaba y comenzaba a hipnotizarse con la voz y la actitud de Mathilde.
La dinámica se basó en intercalar el escenario entre cantantes, entonces Pepe Pecas llegó con un traje pintado de colores y puntitos, el cabello azul y toda la irreverencia que puede caber en sus canciones, mientras la gente coreaba “anoche me hice bien güey cuando te vi con alguien más”.
Mathilde regresó al escenario, invitó a Plano y dio inicio a una serie de colaboraciones porque le encanta invitar a la banda a tocar con ella, tuvo lugar un remix de “Deslumbras”. Seguido salió Pepe Pecas para brincar, tirarse en el escenario, hacer su interpretación desde el piso y tener a la gente bailando como si solo existiera ese momento en el mundo al ritmo de “Dime”.
Llegó un momento en que una chica gritó “Pepe Pecas, tú siempre me has entendido” cuando cantó “Fiera”. Ambos artistas iban compartiendo el escenario, Mathilde invitó a Erika, sacó a bailar a un chavo del público y lo puso a perrear. Lanzó agua a la gente para que se prendieran más porque parecían una bola de aguados, pero llegó un momento en el que todo se hizo melancólico y triste.
Mathilde Sobrino dejó su alma en el escenario al interpretar “Tell Me”, una canción que escribió en un momento de depresión. Todo el venue estaba en silencio escuchándola, viendo cómo cada movimiento era una expresión total de lo que le hacía sentir la letra. Sus lágrimas comenzaron a correr por el rostro, pero su voz no dejó de ser potente. De repente se escuchaban expresiones de admiración entre los asistentes, hasta que terminó y hubo un pequeño silencio porque todas y todos seguíamos procesando lo que habíamos visto.
El momento melancólico se rompió cuando, por primera vez, Pepe Pecas y Mathilde Sobrino compartieron escenario al cantar “FREAKY”, todo el mundo brincando, se sentía como si House of Vans fuera a perder una parte de su piso. Siguieron las sorpresas, “Sigo en el High”, “Mathilde”, “No te dolió” y “La Pálida”, con Pepe, para que la misma chica volviera a gritar “Pepe, tú siempre me has entendido”. Tirado con su guitarra tocando el piso, Pecas dejó todo lo que pudo en el escenario.
Mathilde cerró su participación contando que uno de sus ex novios eliminó su material de todas las plataformas por “ardido” y entonces le hizo una canción a su mamá, la letra consiste en un montón de palabras describiendo a la mamá de ese ex novio, pero no son tan amables.
Al grito de “a la v***a los haters”, Pepe Pecas y Mathilda Sobrino se despidieron.
