Una noche de baile, recuerdos memorables, momentos épicos y una declaración a la evolución y crecimiento de Jamie Smith como músico.
El pasado 2 de octubre, Jamie xx volvió a México para regalarnos una noche inolvidable. La cita fue a las 19:30 H y, aunque al principio el lugar se sentía ligeramente vacío, poco a poco se fue llenando de energía. Avalon Emerson fue la encargada de calentar motores, y vaya que lo hizo bien. A pesar de que la gente apenas empezaba a llegar, su set potente y lleno de variedad logró captar la atención y preparar el ambiente para lo que sería una noche épica.
Conforme el lugar se abarrotaba, la emoción iba en aumento. Y justo cuando Avalon aún no había terminado, el momento tan esperado llegó: Jamie xx subió al escenario para tomar control de la consola. El público no pudo contenerse y explotó en éxtasis. A partir de ahí, fueron dos horas seguidas de música y baile sin parar, con una conexión increíble entre el artista y los asistentes.
Jamie xx no decepcionó, tocó todo In Waves y, por supuesto, nos deleitó con clásicos como "Gosh", "Loud Places" y "Let's Do It Again". El ambiente estaba lleno de una energía increíble, y cada minuto que pasaba nos llevaba más arriba. Fue como si todos estuviéramos en una especie de trance, moviéndonos al ritmo de la música, mientras Jamie nos sonreía y lanzaba miradas cómplices, creando una conexión brutal con el público.
Lo más impresionante fue ver cómo Jamie xx ha evolucionado en el escenario. Si bien, su música puede tener un lado introspectivo cuando la escuchas en casa con tus audífonos, pero en vivo se convierte en una bestialidad. Su presencia es gigante, y logra liberar la energía reprimida en forma de baile puro, sin control. La introspección se quedó fuera, aquí solo hubo celebración, masividad y éxtasis colectivo.
A lo largo de la noche, expuso su nuevo material, In Waves, creando momentos inolvidables con temas como "Breather", "Waited All Night" y "All Your Children". Cada una de estas canciones fue recibida con los brazos abiertos y los pies moviéndose sin parar.
La energía no decayó ni un segundo, y todos nos quedamos con la sensación de haber vivido algo muy especial. Fue una noche increíble, llena de música, baile y conexión. Con esta presentación, Jamie xx, reafirmó su estatus como uno de los grandes de la escena, llevando a los asistentes a un viaje sonoro y emocional que pocos olvidarán.