Con un ejército de enmascarados Muse conquistó y puso en frenesí en la CDMX.
A penas han pasado algunos días desde que dimos el banderazo de arranque al 2023 y la tierra Azteca ya se cimbró con un concierto esperado por miles, se trata de la llegada de una de las bandas más exitosas de la escena internacional gracias a su peculiar estilo de rock alternativo melancólico, se trata de Muse.
El recinto seleccionado para el enérgico encuentro luego de cuatro años de ausencia de la agrupación británica fue el Foro Sol, donde previo al show, cientos de personas llamaban la atención debido a que era visible que formaban parte de algo mucho más grande, pues portaban máscaras metálicas como si se tratara de un acuerdo entre Matt Bellamy, Chris Wolstenholme, Dominic Howard y sus fans, quienes arribaron a manera de ejército enmascarado en alusión al más reciente disco de la banda: “Will of the People”.
Durante más de una hora los asistentes ingresaban sin cesar al Foro Sol, mismo que en punto de las 20:40 Hrs cobró vida junto con cientos de luces que enfocaban al escenario, en donde de manera mágica y rigurosa aparecieron tres mujeres con atuendos deslumbrantes y alocadas melenas, se trató de The Warning, agrupación mexicana seleccionada para abrir el concierto de Muse.
Los gritos no paraban mientras la energía iba subiendo, lo cual fue incentivado por Daniela en la voz principal, Paulina en la alocada batería y Alejandra con el potente bajo, quienes frente a 65 mil personas tocaron sus emblemáticos temas "Choke", "Disciple", "Money" y "Narcisista", sin embargo, el momento más icónico de su set llegó cuando las hermanas Villareal Vélez coverearon “Enter Sandman” de Metallica, banda que ya una vez las invitó a telonear uno de sus shows.
Muse tocó fibras al mismo tiempo que encendió el headbanging
Transcurrió una hora desde que la banda originaria de Monterrey salió del escenario y ante los gritos constantes del público ansioso, el trío británico se hizo presente para comandar así el ejército de enmascarados y, como buenos líderes, salieron ante los reflectores portando el mismo antifaz de color plata que sus fans, quienes estallaron en gritos y euforia en cuanto escucharon el icónico falsete de Bellamy.
Como si se tratara de un recuerdo onírico entre luces de láser, Muse dejó en evidencia la energía con la que empiezan esta gira mundial Will of the People (uno de los tours más grandes que la banda ha ofrecido hasta ahora), pues recordemos que México es la primera parada de la agrupación en este tour.
La banda arrancó el concierto con la canción que le da nombre a su reciente material discográfico y desde los primeros acordes el público quedó en shock luego de presenciar uno de los elementos pilares para el desarrollo de todo el concierto, se trató de la aparición de fuego sobre el escenario.
A pesar de que en sus pasadas presentaciones en Guadalajara y Monterrey los fans de Muse se quejaron de que la banda no tocó icónicas melodías como "New Born" o "Unintended", lo cierto es que durante su presentación en la capital chilanga la banda agregó otras melodías pedidas por el respetable, como "Bliss", algo que los seguidores agradecieron.
Cuando todo parecía no poder encender más, la agrupación quitó una tela enorme texturizada del escenario y detrás apareció una monumental máscara metalizada, la cual tenía movimiento y estaba acompañada con una mano inundada por luces láser, de esta forma la agrupación sorprendió una y otra vez con su potencia en cada tema.
Algunas de las canciones más icónicas y disfrutadas durante el show fueron “The Gallery”, “Hysteria”, “Stockholm Syndrome”, “Plug in Baby”, “Madness”, “Uprising”, “Supermassive Black Hole” y “Knights of Cydonia”, junto a temas de su más reciente álbum. La noche que estuvo llena de luces y en la que incluso Matt Bellamy rompió una guitarra estuvo pautada hacia el final luego de que sonó la gloriosa “Starlight”, con la cual indicaron el preludio del show para después pasar a despedirse con los temas "Kill or Be Killed" y "Knights of Cydonia", canciones para las cuales el vocalista se cobijó la espalda con una bandera de México en agradecimiento y señal de un próximo regreso a tierra Azteca.