Cero pretensiones, solo buena música.
Los Àngeles, California tiene una vibra muy específica; una vibra que Allah-Las representa perfectamente. Es una vibra que encajó como anillo al dedo en este caluroso viernes por la noche. Calmada, veraniega y con toda la buena onda.
Viv and the Sect fue la banda encargada de calentar nuestros oídos esta noche. Los mexicanos, influenciados por el garage y la psicodelia, atrajeron nuestra atención con canciones en inglés y español en un cómodamente lleno Foro Indie Rocks! Un agradable descubrimiento para la mayoría de los asistentes, quienes mostramos apoyo ante su familiar sonido. Tras su set, recargamos cerveza, platicamos un poco sobre la última vez que los Allah nos visitaron en el festival Hipnosis 2018. Y mientras tanto, veíamos cómo el staff arreglaba los instrumentos del acto principal.
El logo de la banda, ese sombrero trazado con solo una línea se proyectaba al fondo del venue, esperando las cuerdas de surf y rock psicodélico que lo acompañan. A las 22:00 H, vimos bajar por las escaleras a los cuatro integrantes que nos darían una velada fantástica.
Los primeros acordes fueron los de “No Werewolf”, seguido del hitazo “Tell me (what’s on your mind)”, la cual comenzamos a corear sin restricciones, cosa que detonó sonrisas escondidas en todos los miembros de la banda, pero más notoriamente en Miles, quien al cantar nos veía con emoción transparente.
Tell me what is on your mind. Tell me what is on your mind ‘cause I can’t find it”.
Esta vez, se nota que los que estamos, somos los que tenemos que estar. Escuchamos con atención y placer, mientras bailamos oscilando al ritmo de “Had it all”. No hay conversaciones cruzadas, solo entrega a la música. En un respiro, Miles nos cuenta que este show casi no sucede debido a un problema ya visto varias veces: las visas. “Sin embargo, aquí estamos y ustedes son la razón”. Agradecidos ellos y agradecidos nosotros.
También nos recuerdan que un nuevo álbum está listo para salir en octubre y que el nuevo sencillo podremos escucharlo la próxima semana y hoy mismo. Proceden a tocar una suave canción con mucho groove. Después, en “Busman’s Holiday” el movimiento de cabeza no puede faltar. Y al terminar, el bajista Spencer y el guitarrista Pedrum cambian instrumentos y de lugar. “Catalina” nos pone a cantar a todos, pero no a todo pulmón sino bajito, de manera que sentimos la canción sin opacar el sonido de la banda; lo que menos quisiéramos sería arruinar el buen audio que tenemos esta noche. Y es que de eso se trata, cero pretensiones, solo buena música. No se necesitan fuegos artificiales o producciones extravagantes.
La banda se da un pequeño break, para regresar a un encore de dos canciones, entre ellas “Catamaran”, una canción icónica de los californianos. Nos despedimos con mucho aplauso bien merecido, pues fue un concierto espectacular.