Javiera Mena y su electrizante Nocturna en la Ciudad de México.
La primera rola que conocí de Javiera Mena fue “Sol de Invierno”, era parte de la programación musical de Reactor; en aquel entonces la voz de Mena se escuchaba cargada de varias emociones: alegría, entusiasmo, incertidumbre y todos aquellos sentimientos que envolvían su primer disco Esquemas Juveniles. La Javiera Mena de aquel lejano 2006 ya no es la misma de ahora, continúa con la misma esencia, pero en versión revolucionada en este 2023.
Y es que no basta con escuchar su último álbum para darnos cuenta de esa evolución musical, e incluso personal, que ha tenido desde Esquemas Juveniles, hasta su nuevo disco Nocturna, que presentó ayer por la noche en el Foro Indie Rocks! en la Ciudad de México, y que es parte de su gira. La presencia y desenvolvimiento en el escenario de Javiera Mena, fue de Otra Era. La noche pintaba para pasarla bien, se antojaba escuchar ese electropop que sólo la música chilena puede hacer.
Primero salieron sus músicos, después Javiera, quien portaba un pantalón estilo jumpsuit color verde con estampados negros; concentrada y con el cabello recogido, apareció explosiva y auténtica en el escenario donde abrió la tanda de música con la canción número uno de su nuevo álbum Nocturna: “La Isla de Lesbos”, que solo como dato interesante para quienes no han escuchado este disco, es hasta el momento el más sensual y libre de Javiera.
La noche apenas comenzaba, el calor y el I. Entusiasmo (Deluxe) que se vivía en el recinto tenía todo el color de ser un momento especial, y cómo no serlo, Javi, como cariñosamente le llama su público, se mostraba feliz y contenta por celebrar su cumpleaños número 40 en México, y lo festejaba con esta fantástica presentación, en donde quizá pensó que era la ocasión perfecta para llevarnos a través de esa evolución que ha permeado en su vida musical.
Sin previo aviso, sonó “Luz de piedra de luna”, única rola que cantó de su disco Mena, después dio paso nuevamente a una rola de su álbum Nocturna, “Debilidad” sonaba alto y electrizante con una Javiera que iba y venía por todo el escenario, inyectando magia no sólo con su voz, sino en sus sintetizadores.
Javiera Mena nos dio un paseo por toda su trayectoria musical, de un momento a otro pasamos de Nocturna a las gafas blancas de Otra era cuando entonó “La Joya”, y qué decir cuando nos llevó a volar por I. Entusiasmo (Deluxe) con la rola “Dos”, y, ¿por qué no?, por qué no aprovechar este viaje para irnos hasta la rola “Esquemas Juveniles”, canción del disco joven de Javiera Mena que lleva el mismo nombre.
El entusiasmo no decaía, todo lo contrario, ir y venir por la discografía de Javiera, vistió de magia su hermoso recital, en donde no podía faltar “Otra era”, himno inmortal de la artista. Después regresamos súbitamente al lado sensual con “Eclipse total” y al “Corazón Astral” de la hermosa Mena, para posteriormente situarnos en el 2014 con “Sincronía, Pegaso” y volver al presente con la honesta y sensual “Me gustas tú”.
¡El pastel y las mañanitas no podían faltar! Javiera se veía conmovida y feliz, agradeció tanto amor y entrega de su público mexicano que cada vez se deshacía más en halagos para la cantante.
El disco Esquemas Juveniles estuvo muy presente, y nostálgicamente Javiera nos envolvió con “Yo no te pido la luna”, para después llevarnos “Al siguiente Nivel” en “La Carretera”, en donde “Que me tome la noche” dio pie para un breve, pero muy breve respiro.
Javiera sabía que lo había logrado de nuevo, y después de ese respiro y sentada frente al teclado, preguntó en dónde estaban las lesbianas de México, para así interpretar la famosa canción de Mecano “Mujer contra mujer”.
Parecía como si Javiera quisiera ir, sin darse cuenta, a su origen, a ese su primer disco que le dio todo, incluida su madurez y evolución musical, pues Esquemas juveniles nuevamente se hizo presente con la entrañable “Sol de invierno” en compañía de Marian Ruzzi, gran amiga y música de Mena. Y sin movernos hacia ningún lado, Javi nos dejó en su “Cámara lenta” con la preciosidad e imponente tesitura de su mágica voz.
Para cerrar la noche y con unos guantes rosas elegantes, bailó “Peligrosa” ¡y todos pedíamos más! Javiera lo consiguió, sabía que su paso por nuestro país había valido nuevamente la pena. Con “Espada” en mano, fue con la rola que decidió retirarse de esta gran batalla, en donde el público saltó, bailó, cantó y se estremeció ante la gran presencia de la artista chilena, que, sin duda, dio tal espectáculo que no se alcanza a describir en estas líneas. Gracias Javiera, México te quiere y te espera de vuelta.