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Super Duper Alice Cooper

Super Duper Alice Cooper

Super Duper Alice Cooper: Alimentando al monstruo.

Sin duda alguna, uno de los personajes clave que incorporaron a la música rock el elemento de teatralidad en el escenario fue Vincent Damon Furnier, mejor conocido por su álter ego, Alice Cooper. Este peculiar ser erigiría una leyenda que pervive hasta nuestros días, y que dejó una profunda huella no solo en sus fans y los atribulados padres de familia de los años setenta, sino también en las generaciones venideras que mantendrían su legado vigente hasta nuestros días.

Pero, ¿de dónde surge el nombre y concepto de Alice Cooper?. ¿Cómo fue la génesis del personaje?, ¿cómo fue que se decidió a introducir un elemento teatral en sus presentaciones? y sobre todo, ¿en qué forma fue afectada la vida de Vincent cuando su otro yo se volvió todo un Rockstar, con la fama y excesos que ello conlleva?

Estas y otras interrogantes son respondidas por el equipo conformado por los cineastas Reginald Harkema (Monkey Warfare, Leslie, My Name Is Evil), Sam Dunn y Scot McFadyen (Metal: A Headbanger's Journey, Global Metal, Metal Evolution) a través del documental Super Duper Alice Cooper, en el cual exploran los primeros años en la carrera del mítico intérprete que (según él mismo relata) obtuvo su nombre artístico cuando un día jugaban con una tabla Ouija, y ésta le reveló que en su vida pasada había sido una bruja con ese nombre, que había muerto quemada en la hoguera.

El filme está pletórico de otras anécdotas coloridas: el cómo la muerte de una gallina les acarrearía una inesperada popularidad; el encuentro de Alice Cooper con personalidades como Frank Zappa (quien de algún modo sería su padrino y guía), Salvador Dalí y Andy Warhol; el cómo conocieron a su manager Shep Gordon cuando él se encontraba en una habitación donde supuestamente Janis Joplin, Jim Morrison y Jimi Hendrix se encontraban fumando mariguana; y cómo el show en vivo fue creciendo a tal grado de incluir a actores famosos como Vincent Price en los mismos. De forma paralela, se va develando la historia de la agrupación que pasó de ser una banda escolar que imitaba a los Beatles, a una de las agrupaciones fundadoras de lo que posteriormente se conocería como Shock Rock, y que sería influencia para bandas Glam como Twisted Sister, Mötley Crüe, W.A.S.P. y otras.

Otro de los principales atractivos de Super Duper Alice Cooper es que a través de un juego de imágenes de filmes clásicos plantea una analogía entre Vincent Furnier/Alice Cooper con la figura del Doctor Jekyll y Mister Hyde, ya que justamente uno de los ejes del documental es divulgar el cómo el álter ego poco a poco se apropió de la persona real, y en palabras del propio cantante, cómo la extrovertida e irrestricta personalidad de su creación estuvo a punto de mandarle a la tumba, viéndose obligado a parar, y de alguna forma buscar el cómo “domesticar” a su otro yo.

Quizá lo único que le hace falta al documental es incluir algún testimonio de los que en su momento fueron detractores de Alice (que los hubo y por montones), o alguna otra referencia (como la opinión especializada de algún experto o autoridad en el tema, por ejemplo) que ayudase no solo a darle un saludable contrapeso a la historia, sino que además permitiese comprender más a fondo y de forma cabal el fenómeno y la relevancia que la aparición del cantante tuvo en el contexto de su época y para la historia del rock en general.

Pero dicha omisión es pecatta minuta y no demerita el resultado final, que por sí mismo constituye un imaginativo e invaluable documento para acercarse a uno de los iconos del rock y el metal clásico.

Este documental formó parte de la cartelera de la segunda edición de Phono-Cinema.